¡°Nunca hab¨ªa visto la empresa tan vac¨ªa¡±
Un brote en un matadero de aves de Tarragona suma 218 contagios entre sus 600 empleados y pone en vilo a cuatro comarcas
Shabbir Ahmed trabaja desde hace 20 a?os en el matadero de pavos y pollos de Padesa en Roquetes, en Tarragona. Pero desde hace un par de semanas, la rutina se ha visto alterada. El 13 de septiembre, un trabajador dio positivo en covid. La empresa realiz¨® un cribado a 200 de los 600 empleados del matadero. El mi¨¦rcoles de la semana pasada, llegaron los primeros resultados: hab¨ªa 17 contagiados. Fue entonces cuando el Departamento de Salud de la Generalitat realiz¨® PCR masivas durante el fin de semana en Roquetes. Hoy se sabe que el brote afecta a 237 personas, de las que 218 son trabajadores de la planta de Padesa en el municipio.
Ahmed es uno de los que, por el momento, no se ha contagiado en un foco que, seg¨²n el secretario de Salud P¨²blica de la Generalitat, Josep Maria Argimon, se ha diseminado por gran parte de los municipios de las Terres de l¡¯Ebre, una zona al sur de la provincia que abarca cuatro comarcas donde viven la mayor¨ªa de empleados de Padesa.
Salud anunci¨® el jueves que realizar¨¢, a partir del 5 de octubre, cribados masivos a 7.000 alumnos y profesores de los centros escolares de Tortosa ¡ªcapital de la zona¡ª para intentar cortar la transmisi¨®n. Los responsables de la Generalitat aseguran que casi la totalidad de positivos de las aulas de la ciudad son hijos o familiares de trabajadores del matadero. Tambi¨¦n advierten de que el 98% de los positivos detectados en alumnos de los 21 grupos escolares confinados en el Baix Ebre y el Montsi¨¤ tambi¨¦n se contagiaron por su relaci¨®n con trabajadores de Padesa.
¡°Hoy ¨¦ramos muy pocos. Nunca hab¨ªa visto la empresa tan vac¨ªa de empleados como estos d¨ªas¡±, lamenta Ahmed, quien explica que fue uno de los primeros paquistan¨ªes a los que contrataron los responsables de la instalaci¨®n. ¡°Hoy somos mayor¨ªa, aunque tambi¨¦n hay muchos compa?eros rumanos, latinoamericanos, centroafricanos¡¡±.
La mayor¨ªa de trabajadores son reacios a hablar. Temen represalias. ¡°El problema es que muchos empleados viven juntos, vienen todos juntos en el coche¡±, lamenta una joven que trabaja en la limpieza de la instalaci¨®n. La joven se?ala el parking de la empresa: ¡°Esto est¨¢ siempre lleno de coches y hoy solo hay una cuarta parte de veh¨ªculos¡±.
El movimiento de camiones con pavos y pollos es continuo en las instalaciones del matadero. ¡°Ahora somos tan pocos que nos han concentrado en un ¨²nico turno y hacemos horas extra para conseguir mantener, sin conseguirlo, la producci¨®n¡±, advierte Yolanda, de la sala de envasado.
¡°Algo se ha tenido que hacer mal en Padesa Roquetes porque en la planta de Amposta no hay apenas casos de coronavirus. No puede ser que siempre se culpe a los trabajadores de los contagios en la zona¡±, dice Pedro Carmona, responsable de acci¨®n sindical de la federaci¨®n alimentaria de CCOO en Tarragona. El secretario de industria de UGT Terres de l¡¯Ebre, Llu¨ªs Calabuig, asegura que las dos delegadas de su sindicato en Padesa est¨¢n de baja tras haberse contagiado: ¡°Nos consta que la empresa ha hecho lo correcto. Lo que hagan los trabajadores al entrar, cambiarse, salir de la empresa o si cumplen las cuarentenas, o no, no se puede controlar¡±.
Todos conocen a alg¨²n compa?ero enfermo aunque la mayor¨ªa de los que han dado positivo son asintom¨¢ticos. Pese a ello, hay miedo entre los empleados de una actividad esencial que no siempre se consideran bien pagados. ¡°Qu¨¦ tipo de trabajadores vamos a venir aqu¨ª. El sueldo es de 900 euros y con las horas extra subes un poquito. Siempre poco. El s¨¢bado pasado nos hicieron trabajar porque somos la mitad. El problema es que vamos cayendo enfermos¡±, lamenta una trabajadora que no quiere que se la identifique.
La planta de Padesa se encuentra en la carretera C12 entre Roquetes y Amposta. En mitad de casi ning¨²n sitio. Los trabajadores acuden al matadero en coches donde no queda ni un asiento libre, bicicletas y patinetes. A un kil¨®metro de la planta se encuentra el restaurante Dauden cuya barra la preside un cabeza de toro bravo. ¡°Aqu¨ª no vienen los trabajadores del matadero. La mayor¨ªa son extranjeros. Mira, ves ese par de palmos de arc¨¦n los han alquitranado para que vayan ellos en bicicleta¡±, se?ala el camarero del Dauden, que mantiene que entre sus clientes nadie ha resultado contagiado.
Despu¨¦s de insistir y solicitar varias veces la versi¨®n de lo sucedido tanto a Padesa como al Ayuntamiento de Roquetes, ninguno de los dos ha contestado a las peticiones de este diario.
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