Chequeo al metro con una epidemi¨®loga
Las horas punta son las m¨¢s peligrosas, se necesitan m¨¢s dispensadores de gel y un mayor cumplimiento de las normas
Rafael M¨¢?ez dej¨® este a?o de coger el metro para ir a trabajar. M¨¢?ez es el jefe del servicio de cuidados intensivos del Hospital de Bellvitge (Barcelona). Para ¨¦l, moverse con celeridad es imprescindible durante la pandemia de la covid-19. El coche le da autonom¨ªa para llegar al trabajo cuanto antes, pero admite que en metro, en hora punta, tampoco le apetece viajar. ¡°En la pr¨¢ctica no se han detectado brotes en el transporte p¨²blico, pero en la te¨®rica puede pasar, por ejemplo si hay un gran contagiador y el espacio est¨¢ mal ventilado¡±, dice Joaqu¨ªn L¨®pez-Contreras, responsable de la unidad de enfermedades infecciosas del Hospital de Sant Pau. El riesgo cero, a?ade L¨®pez-Contreras, ¨²nicamente es posible si nos desplazamos solos. ?l sobre todo utiliza la bicicleta.
EL PA?S acompa?¨® esta semana a tres m¨¦dicos expertos en la covid-19 durante un recorrido con tres medios de transporte de la capital catalana: metro, bus y tren de cercan¨ªas. M¨¢?ez, L¨®pez-Contreras y ?ngela Dom¨ªnguez, catedr¨¢tica de Medicina Preventiva y Salud P¨²blica de la Universidad de Barcelona, observaron aspectos positivos y negativos, y aportaron recomendaciones. Los operadores europeos de transporte p¨²blico defienden que el servicio es seguro. Las estad¨ªsticas del Ministerio de Sanidad del 23 de octubre precisaban que solo el 0,04% de los brotes de covid-19 de la ¨²ltima semana se hab¨ªan detectado en medios de transporte. Un portavoz de la Autoridad del Transporte Metropolitano de Barcelona (ATM) subraya que esto incluye el transporte privado, por lo que la cifra de infectados en el servicio p¨²blico ser¨ªa menor. Un estudio de agosto del Instituto Robert Koch calculaba que el 0,2% de los brotes en Alemania se hab¨ªan dado en la red p¨²blica de transporte y en Francia, seg¨²n datos de la Asociaci¨®n Internacional del Transporte P¨²blico, fueron hasta septiembre del 1,2%. La ATM asegura que no se ha detectado ning¨²n brote en el transporte p¨²blico de Catalu?a.
Uno de los agravios comparativos m¨¢s reiterados por el sector de la restauraci¨®n es que se decrete el cierre de sus negocios mientras en la red ferroviaria se reproducen aglomeraciones. ¡°Las restricciones y la percepci¨®n negativa asociada al uso del transporte p¨²blico han comportado importantes p¨¦rdidas de ingresos¡±, advert¨ªa un informe del pasado septiembre de la Comisi¨®n Europea elaborado para el Parlamento Europeo. ¡°Comparto la cr¨ªtica, es dif¨ªcil entender que se permitan aglomeraciones en el metro por la ma?ana. El riesgo puede ser alt¨ªsimo¡±, avisa M¨¢?ez. Dom¨ªnguez no duda de que el riesgo durante un encuentro en un restaurante es mucho mayor que en el metro, porque los comensales no llevan mascarilla, interact¨²an y porque el tiempo de exposici¨®n supera el de un recorrido medio en el transporte p¨²blico.
¡°Seguimiento sub¨®ptimo¡±
El ojo cl¨ªnico de Dom¨ªnguez no perd¨ªa detalle de lo que suced¨ªa el mi¨¦rcoles a las ocho de la ma?ana en la estaci¨®n de Diagonal, en la l¨ªnea 5 del metro. La actuaci¨®n de la ciudadan¨ªa, dice, ha mejorado pero considera que contin¨²a produci¨¦ndose ¡°un seguimiento sub¨®ptimo de las indicaciones¡±. Los detalles que alarman m¨¢s a Dom¨ªnguez durante el viaje es el incumplimiento sistem¨¢tico de la restricci¨®n de no avanzar en las escaleras mec¨¢nicas, el hecho de que en estas no se respetan las distancias y que no se aplica la recomendaci¨®n de caminar en fila de a uno.
Otra recomendaci¨®n dif¨ªcil de aplicar es el desinfectarse las manos antes y despu¨¦s de subir al transporte. Un mayor n¨²mero de dispensadores de gel hidroalcoh¨®lico ser¨ªa conveniente, apunta la catedr¨¢tica y epidemi¨®loga de la UB. El jueves, durante el viaje en el autob¨²s de la l¨ªnea 19 que llev¨® a L¨®pez-Contreras del hospital de Sant Pau a su domicilio, este experto en enfermedades infecciosas planteaba incorporar dispensadores de gel en las paradas. L¨®pez-Contreras presta atenci¨®n en un hombre que se sujeta a una barandilla dentro del veh¨ªculo. La posibilidad de contagio por contacto con superficies es menor de lo que se pensaba, dice L¨®pez-Contreras, excepto si el contacto es con las manos: ¡°La clave es que en ning¨²n momento te toques la cara y que te laves las manos cuanto antes¡±.
Igual o m¨¢s importante, afirman los entrevistados, es la correcta se?alizaci¨®n de los dispensadores y de los avisos de normas. Una prueba de ello pueden ser los dispensadores de gel en el metro de Barcelona y los que incorpora Adif, el administrador ferroviario, en la estaci¨®n de Sants. Los primeros est¨¢n instalados en un pivote negro que se activa con un pedal. Dom¨ªnguez se fij¨® en que pocos usuarios los utilizaban en comparaci¨®n con los de Adif, que son m¨¢s llamativos y est¨¢n ubicados en puntos en los que es inevitable que el pasajero se los encuentre.
El trayecto en bus desde el hospital, a la hora de finalizar la jornada, dura media hora y el resultado para L¨®pez-Contreras es satisfactorio. La ventilaci¨®n es la ¨®ptima y el veh¨ªculo no circula saturado. La ATM hace hincapi¨¦ en la desinfecci¨®n de los veh¨ªculos y en la renovaci¨®n del aire de los vagones, cada 4 ¨® 10 minutos seg¨²n el medio de transporte. La apertura constante de puertas regenera todav¨ªa m¨¢s el aire, seg¨²n la ATM. La principal pega que encuentra L¨®pez-Contreras en el bus son los asientos que est¨¢n cara a cara, porque la distancia entre localidades es m¨ªnima y el riesgo de recibir got¨ªculas de un infectado es m¨¢s elevada.
Evitar asientos frente a frente
La misma opini¨®n ofrece M¨¢?ez durante el viaje en la l¨ªnea R2 de Cercan¨ªas. En las filas de asientos encarados deber¨ªa bloquearse uno de los lados, o intercalar plazas para evitar que los pasajeros est¨¦n frente a frente, dice este m¨¦dico de urgencias e investigador del Instituto de Investigaci¨®n Biom¨¦dica de Bellvitge (IDIBELL). Tambi¨¦n destaca que lo m¨¢s seguro es que los ba?os habilitados en los vagones estuvieran fuera de servicio. M¨¢?ez identifica durante el viaje a tres personas que se quitan la mascarilla para tomar una bebida, algo que est¨¢ prohibido en toda la red catalana de transporte. Si se la volvieran a colocar despu¨¦s de cada sorbo, el riesgo ser¨ªa m¨ªnimo, valora M¨¢?ez. Dos hombres hablan con la mascarilla por debajo de la nariz y se la suben enseguida cuando perciben que son observados. En la estaci¨®n de Bellvitge, un hombre sin mascarilla habla por tel¨¦fono, aunque alejado del resto de usuarios. Son excepciones, concede M¨¢?ez.
Los tres m¨¦dicos coinciden en que la principal tarea de concienciaci¨®n hoy es la de evitar la socializaci¨®n, sobre todo la que se realiza sin mascarilla. Otro aspecto en el que expresan la misma posici¨®n es que es mejor que los pasajeros est¨¦n sentados que apelotonados de pie y en movimiento. Viajar con alguien sentado al lado no tiene que representar un riesgo elevado si este viaja con mascarilla, mira al frente y no habla. Los tres expertos consideran que la frecuencia de las l¨ªneas debe ser la m¨¢xima posible para evitar aglomeraciones ¨Calgo que Transportes Metropolitanos de Barcelona garantiza que ya hace. M¨¢?ez a?ade que las empresas deber¨ªan mejorar la entrada y salida escalonada de sus empleados.
Dom¨ªnguez se baja del metro en la estaci¨®n de Hospital Cl¨ªnic. En el and¨¦n hay habilitadas unas pantallas que indican el nivel de ocupaci¨®n de cada vag¨®n. La catedr¨¢tica estima que ser¨ªa de utilidad ampliar este servicio al resto de la red. L¨®pez-Contreras se despide ante su casa con una recomendaci¨®n: ¡°La clave es que la gente choque con se?alizaciones, que sean llamativas, que no sean anodinas¡±. M¨¢?ez se a¨²pa del tren en Bellvitge con una reflexi¨®n final: el confinamiento total es lo m¨¢s efectivo, pero es insostenible y lo que est¨¢ sucediendo ahora es la b¨²squeda del punto intermedio. Luego se dirige a su coche para volver a casa, pendiente en todo momento del tel¨¦fono por si es requerido en la UCI.
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