La excelencia escolar tambi¨¦n es inmigrante
Sanaa Aboufaris, de familia humilde y origen marroqu¨ª, obtiene en Galicia el premio extraordinario de la ESO: ¡°Necesitamos m¨¢s ayudas para que la igualdad de oportunidades sea real¡±
Los 16 a?os de Sanaa Aboufaris narran el esfuerzo de una ni?a brillante, la lucha de una familia humilde de origen marroqu¨ª por dar estudios a sus hijos y la implicaci¨®n de un pueblo de Galicia en la acogida de inmigrantes. Ella est¨¢ entre los 20 adolescentes gallegos que han recibido de la Xunta el premio extraordinario por obtener m¨¢s de un 9 de media en secundaria y las mejores notas en un examen al que se presentaron 600 estudiantes sobresalientes. ¡°Demuestra que los programas de integraci¨®n de inmigrantes funcionan. Los resultados no se ven a corto plazo, sino en las segundas generaciones¡±, expone Montse Carabelos, trabajadora social del Ayuntamiento de Vilaboa (Pontevedra) donde reside Sanaa.
Vilaboa es un municipio de menos de 6.000 habitantes, situado entre Vigo y Pontevedra, que concentra una de las mayores comunidades marroqu¨ªes de Galicia, que lleg¨® a estar formada por casi 300 vecinos. A partir del a?o 2000 en las aulas del pueblo se escolarizaron de repente una treintena de ni?os llegados de Marruecos junto a sus madres para reunirse con sus padres, dedicados a la venta ambulante y asentados a?os atr¨¢s en esta localidad por sus buenas comunicaciones y vivienda barata. ¡°Vinieron con una mochila: dificultades idiom¨¢ticas, falta de ayuda con las tareas porque sus padres tampoco conoc¨ªan bien la lengua, familias numerosas en casas peque?as¡ Son h¨¢ndicaps que ten¨ªamos que superar¡±, recuerdan fuentes del Ayuntamiento.
Carabelos y su equipo, que inclu¨ªa la pionera figura en Galicia de una mediadora intercultural, impulsaron un programa de integraci¨®n de inmigrantes que incluy¨® desde cursos de cocina hasta clases de refuerzo escolar. ¡°Las madres preparaban cusc¨²s y nosotras, bacalao al pilpil¡±, rememora entre risas. Aquellas mujeres que apenas sal¨ªan de sus casas empezaron a relacionarse con el resto del pueblo. Pero hubo que afrontar otro problema importante: el absentismo escolar.
En el mes de Ramad¨¢n o en la Fiesta del Cordero, las familias se marchaban a Marruecos y los peque?os perd¨ªan clases. ¡°Ah¨ª se trabaj¨® muy duro y se vincularon las prestaciones que recib¨ªan a la escolarizaci¨®n¡±, se?ala la trabajadora social. ¡°Las familias acabaron tomando conciencia de la importancia de los estudios de sus hijos. ?Y de qu¨¦ manera! Vieron c¨®mo los ni?os terminaban Bachillerato y mejoraban sus vidas. Ahora valoran much¨ªsimo el sistema educativo¡±. La comunidad marroqu¨ª de Vilaboa ya tiene una cirujana cardiaca.
¡°Si no hay estudios, no hay nada¡±, sentencia Abdelmajid Aboufaris, vendedor ambulante y orgulloso padre de Sanaa que lleg¨® a Espa?a con solo 15 a?os procedente de la localidad del centro de Marruecos Fkih Ben Saleh. La madre, Hasna Ouahlim, empleada de limpieza, destaca lo ¡°trabajadora¡± que es su hija, que naci¨® en Galicia en 2004: ¡°Todas las vacaciones las pas¨® estudiando¡±. Con esa dedicaci¨®n, confirma el Colegio P¨²blico Integrado (CPI) do Toural, donde la joven estudi¨® hasta 4? de ESO, esta adolescente ¡°alegre y buena compa?era¡± ha logrado derribar las barreras socioecon¨®micas. ¡°Otros alumnos tienen condiciones familiares y econ¨®micas favorables y no las aprovechan, pero ella ha suplido las carencias con tes¨®n y esfuerzo¡±, se?ala Cristina Gonz¨¢lez Pi?eiro, orientadora del centro, quien destaca como factores de ¨¦xito la colaboraci¨®n ¡°estrecha¡± entre la escuela y los servicios sociales y la defensa de la multiculturalidad en las aulas.
Sanaa habla ¨¢rabe, franc¨¦s, ingl¨¦s, castellano y gallego. Es consciente de que su historia cuestiona muchos t¨®picos. ¡°Los prejuicios son ideas falsas sobre cosas que la gente no entiende. Es como juzgar un libro por su portada y, en el caso de las personas, impide conocerlas¡±, afirma. ¡°A m¨ª una compa?era me lleg¨® a decir un d¨ªa: ¡®?C¨®mo puedes ser ¨¢rabe y tan lista?¡¯. Pero mayoritariamente yo me he sentido respetada¡±.
Esta estudiante brillante, que vive con sus padres, sus dos hermanos y su abuelo, se inclina por las ciencias aunque no sabe a¨²n qu¨¦ carrera quiere estudiar. Tras finalizar la ESO, viaja todos los d¨ªas a Pontevedra para ir a clase en un instituto de esta ciudad porque en su pueblo no hay centro de Bachillerato. Reclama m¨¢s ayudas para los escolares que arrastran dificultades econ¨®micas. A ella le gustar¨ªa, por ejemplo, perfeccionar el ingl¨¦s en alg¨²n viaje o intercambio escolar, pero su familia no puede permit¨ªrselo. ¡°Necesitamos m¨¢s ayudas para que la igualdad de oportunidades sea real¡±, reclama. ¡°Nosotros no hemos elegido esta situaci¨®n¡±. Seg¨²n datos del organismo comunitario Eurydice, el 31,9% de los alumnos de origen extranjero abandonan la escuela antes de acabar la ESO frente al 15,6% de los aut¨®ctonos, lo que sit¨²a a Espa?a a la cabeza de Europa en esta triste estad¨ªstica.
El premio extraordinario de la Xunta est¨¢ dotado con 750 euros. Sanaa asegura que al examen celebrado en septiembre entr¨® ¡°muy nerviosa¡± y sali¨® convencida de que no lograr¨ªa la distinci¨®n. ¡°Ojal¨¢ su historia sirva de referente a otros chicos y calle algunas bocas. Hab¨ªa gente que dec¨ªa que en este colegio se bajaba el nivel porque hab¨ªa muchos estudiantes de origen inmigrante¡±, concluye la orientadora de la escuela en la que Sanaa nunca baj¨® del sobresaliente. ¡°Menos en gimnasia¡±, puntualiza la estudiante con una sonrisa.
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