¡°No hay espacio para relajar medidas sino para reforzarlas¡±

El responsable del grupo de grandes pat¨®genos de la OMS, Richard Peabody, se ha especializado en el coronavirus en Europa, un continente que ha vivido dos olas muy diferentes de la pandemia, con grandes diferencias en cuanto a su impacto. Peabody responde por cuestionario a esta entrevista.

Pregunta. Europa ha tenido m¨¢s muertes en la segunda oleada de la covid que en la primera. ?No choca con que dij¨¦ramos que la actual ola era m¨¢s suave?

Respuesta. Hasta ahora hemos tenido unos 20 millones de casos y alrededor de 450.000 muertes en la zona europea de la OMS, con m¨¢s de cuatro millones de casos solo en noviembre. La semana pasada, y van cuatro seguidas, la incidencia baj¨® en la regi¨®n, pero aun as¨ª la regi¨®n europea representa el 40% de los casos, y el 50% del total de nuevas muertes en el mundo. Hay que tener en cuenta que aunque las muertes confirmadas por covid-19 hayan excedido las cifras anteriores, el exceso de mortalidad sobre el previsto en muchos pa¨ªses no ha sido tan alto en oto?o como lo fue en primavera. Creemos que los excesos de mortalidad registrados en toda Europa se corresponden con fallecimientos por covid y que, por tanto, en primavera hubo m¨¢s muertes de las notificadas, mientras que en oto?o la diferencia entre las reales y las comunicadas ser¨¢ menor. Las tasas de letalidad no son constantes y pueden cambiar de manera apreciable durante la pandemia, por ejemplo si se descubre que hay muchos m¨¢s casos leves de los que se detectan. La capacidad de los sistemas nacionales de vigilancia puede cambiar, y las estrategias para hacer pruebas se modifican. Adem¨¢s, la letalidad puede ser diferente entre pa¨ªses por motivos demogr¨¢ficos, por ejemplo, por la diferencia en la estructura de la pir¨¢mide poblacional o el estado de la pandemia. Las medidas sociales y de salud p¨²blica que cada uno ha adoptado han sido cr¨ªticas para su control.

P. ?Esperaban esta evoluci¨®n? Y si lo hac¨ªan, ?qu¨¦ medidas se pod¨ªan haber tomado?

R. La OMS ya advirti¨® varias veces del riesgo de rebrotes despu¨¦s del verano. Que haya aumentos o descensos en este momento de la pandemia es inevitable, porque el futuro de su evoluci¨®n depende en cada pa¨ªs de las medidas que tomen los Gobiernos y los individuos. Se han mantenido las que sabemos que funcionan, incluyendo la distancia f¨ªsica, las pruebas, el seguimiento de contactos, etc¨¦tera. Si la propagaci¨®n se acelerara, habr¨ªa que tomar nuevas decisiones ajustadas al contexto local. El objetivo es mantener la transmisi¨®n controlada para que los brotes no se transformen en una propagaci¨®n comunitaria. Las autoridades locales y nacionales deben tomar acciones decisivas para parar cualquier rebrote, pero la batalla no se va a ganar hasta que cada uno haga su parte. La vacunaci¨®n ser¨¢ una contribuci¨®n important¨ªsima al arsenal del que ya disponemos para controlar la covid-19, pero en el corto plazo lo que se necesita es que mantengamos todas las medidas de salud p¨²blica que sabemos que funcionan.

P. Usted ha dicho que los casos est¨¢n bajando poco a poco. ?Debemos esperar que el de fallecimientos vaya en la misma direcci¨®n?

R. S¨ª, esperamos que el n¨²mero de fallecidos emprenda el mismo camino con varias semanas de retraso. En las ¨²ltimas semanas hemos visto un gran avance en Europa con la aplicaci¨®n de medidas que, aunque dif¨ªciles, han reducido la transmisi¨®n del coronavirus. Al bajar el n¨²mero total de casos se alivia la presi¨®n sobre los sistemas sanitarios, que as¨ª pueden prepararse para cuidar adecuadamente a quienes enfermen. Disminuir la velocidad de la propagaci¨®n tambi¨¦n significa que se puede proteger mejor a los m¨¢s vulnerables y que habr¨¢, por tanto, menos personas infectadas en el tiempo que queda hasta que lleguen las medidas de prevenci¨®n y tratamiento. Cuando se ponen en marcha de manera correcta, las medidas de salud p¨²blica pueden prevenir infecciones, reducir hospitalizaciones y salvar vidas.

P. ?Conf¨ªan en salvar, sanitariamente, la Navidad?

R. Nos dirigimos a un periodo que se caracteriza por dos de los aspectos que han propulsado esta pandemia: los viajes masivos y las reuniones sociales, as¨ª que no hay espacio para relajar las medidas, sino para reforzarlas. La tasa de infecci¨®n en Europa permanece alta, y la situaci¨®n epidemiol¨®gica puede empeorar r¨¢pidamente. Si queremos entrar en 2021 con buen pie, habr¨¢ que aprovechar lo aprendido en el verano.

P. La mayor¨ªa de los pa¨ªses est¨¢n tomando decisiones muy estrictas, pero parece que no en todas partes se est¨¢ trabajando en la misma direcci¨®n ni con los mismos resultados. ?Hay alguna raz¨®n biol¨®gica o sanitaria para ello?

R. El virus no ha cambiado significativamente ni en su forma de transmitirse ni de causar una enfermedad. Los rebrotes o disminuciones de los casos no son parte del ciclo natural del virus, sino efecto de las medidas tomadas por los pa¨ªses y las personas. Las medidas de salud p¨²blica y las sociales han tenido un valor cr¨ªtico para reducir las muertes. Hay que aplicar las medidas bas¨¢ndose en la intensidad de la transmisi¨®n y en la capacidad de respuesta de los sistemas sanitarios. La OMS ha suministrado indicadores detallados y umbrales para que los pa¨ªses se eval¨²en de una manera sistem¨¢tica. Cuando decidan qu¨¦ medidas imponer, los responsables deben considerar tambi¨¦n el impacto en la sociedad y los individuos. Las medidas tienen que tener un marco temporal, ser revisadas peri¨®dicamente y aplicadas al nivel m¨¢s local posible. Todos los pa¨ªses se enfrentan a un delicado equilibrio entre salvar vidas, mantener el bienestar econ¨®mico y preservar la calidad de vida. No hay un modelo ¨²nico que sirva a todos. Para tener ¨¦xito cada pa¨ªs tiene que adoptar una estrategia que est¨¦ basada cient¨ªficamente y que sea culturalmente aceptable.

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