No habr¨¢ m¨¢s abortos, habr¨¢ menos condenadas
39.000 mujeres son hospitalizadas cada a?o por interrumpir su embarazo en Argentina, que ha dado un paso hist¨®rico este viernes en el camino para garantizar que se pueda abortar de forma legal y segura
El estigma existe. Una mujer no habla de un aborto como lo har¨ªa de una operaci¨®n de ri?¨®n. Casi siempre es una intervenci¨®n a la que le sigue la verg¨¹enza, el silencio y la culpa. Uno de los logros que el robusto movimiento feminista argentino consigui¨® hace dos a?os, en su pen¨²ltimo intento para convertirlo en ley, fue cuestionar el tab¨², ayudar a la despenalizaci¨®n social. Pusieron sobre la mesa que un aborto legal, seguro y gratuito es la conquista de un derecho para todas las mujeres, ni m¨¢s ni menos. Este viernes han dado un paso importante con la aprobaci¨®n en la C¨¢mara de Diputados del proyecto de ley, pendiente ahora de la votaci¨®n del Senado.
El debate no es aborto s¨ª o aborto no. Las prohibiciones no los frenan. Solo en Argentina, se practican entre 371.965 y 522.000 abortos cada a?o al a?o, seg¨²n un informe de Human Rights Watch (HRW). La cuesti¨®n de fondo es en qu¨¦ condiciones se practican y cu¨¢les son las consecuencias para las mujeres que acceden a ellos en los peligrosos m¨¢rgenes que deja la persecuci¨®n penal. En los ¨²ltimos 40 a?os, m¨¢s de 3.000 mujeres han muerto por abortar en Argentina. Y 39.000 son hospitalizadas cada a?o por complicaciones derivadas de interrupciones de embarazos, seg¨²n los datos oficiales.
¡°La legalizaci¨®n del aborto salva vidas de mujeres, no aumenta la cantidad de abortos ni los promueve. Solo resuelve un problema que afecta a la salud p¨²blica¡±, resumi¨® el presidente argentino, Alberto Fern¨¢ndez. Es la primera vez que el principal mandatario de Argentina est¨¢ a favor de que se despenalice en todos los supuestos y sea accesible en las primeras 14 semanas. Y puede que este intento, el noveno, sea el definitivo para un pa¨ªs m¨¢s pr¨®spero y con m¨¢s cuotas de libertad que sus vecinos.
Argentina es el ¨²nico pa¨ªs de la regi¨®n, con Uruguay, que est¨¢ en cabeza en el ¨ªndice de desarrollo humano de Naciones Unidas que mide la esperanza de vida, la educaci¨®n y la riqueza, entre otras variables. Fue la naci¨®n pionera de Am¨¦rica Latina en aprobar una ley de matrimonio igualitario (2010) y otra de identidad de g¨¦nero para garantizar condiciones dignas a las personas trans, en 2012. Los derechos de las mujeres siempre se quedan para el final. Si la ley recibe respaldo suficiente en el Senado ¨Ddonde cay¨® en 2018¨D, ser¨¢ el primer gran pa¨ªs latinoamericano con una normativa que ya tienen Uruguay, Cuba, Guayana o Ciudad de M¨¦xico.
Un aborto trae estigma casi siempre. Y, a veces, consecuencias peores que recaen sobre los hombros de las m¨¢s vulnerables. El ejemplo m¨¢s grave est¨¢ en El Salvador, uno de los pa¨ªses m¨¢s restrictivos del mundo frente a este derecho. All¨ª est¨¢n Las 17, mujeres presas con condenas de m¨¢s de 30 a?os por abortar o perder a los beb¨¦s por complicaciones obst¨¦tricas. ¡°El C¨®digo Penal de El Salvador afecta desproporcionadamente a las mujeres pobres¡±, alerta Naciones Unidas. En Argentina, lo subrayan informes de HRW y del Centro de Estudios Sociales y Legales: al menos 73 mujeres han sido criminalizadas desde 2012. La amenaza penal impacta en todas las mujeres ¡°pero solo encarcela y castiga a quienes carecen de las herramientas simb¨®licas o materiales para acceder a un aborto seguro, dentro o fuera del sistema de salud¡±, dice Human Rights Watch. Despenalizar el aborto no es solo asegurar un derecho para todas, es tambi¨¦n la garant¨ªa de que algunas, las m¨¢s pobres, no acabar¨¢n en la c¨¢rcel o en el hospital.
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