Barcelona destinar¨¢ 563 millones a reducir las emisiones de CO2 en dos millones de toneladas

Barcelona ha declarado oficialmente este mi¨¦rcoles la emergencia clim¨¢tica con un paquete de 103 actuaciones que tienen como objetivo reducir las emisiones de efecto invernadero a la mitad en 2030 (tomando como referencia 1992, el primer a?o del que la ciudad tiene registros, tal como ped¨ªan los movimientos por el clima). En total, la reducci¨®n alcanzar¨¢ los dos millones de toneladas de CO₂, de los que una cuarta parte se quiere lograr limitando dr¨¢sticamente el uso del coche, aunque no cuantifica cu¨¢ntos veh¨ªculos dejar¨¢n de circular. Para todo el plan, la ciudad invertir¨¢ 563 millones de euros extraordinarios hasta 2025.

Entre las principales actuaciones previstas figuran desde la Zona de Bajas Emisiones (ZBE, ya en marcha) para vetar a los coches m¨¢s contaminantes, hasta multiplicar por cinco (hasta 15 kil¨®metros cuadrados) los espacios de tr¨¢fico restringido, limitar la circulaci¨®n en m¨¢s de la mitad de calles a 30 kil¨®metros por hora, o crear plazas delante de las escuelas de la ciudad y 10 nuevos parques o "ejes verdes".

"Quer¨ªamos que no fuera una declaraci¨®n ret¨®rica, sino un documento de medidas que marquen un antes y un despu¨¦s", ha defendido la alcaldesa Ada Colau, durante el acto de declaraci¨®n de la emergencia, en el solemne Sal¨® de Cent del Ayuntamiento y ante representantes de las entidades participantes. La regidora ha recordado las palabras de Greta Thunberg: "Esto no es un simulacro, la casa est¨¢ en llamas", una expresi¨®n que emplea la campa?a comunicativa con la que se difundir¨¢ la declaraci¨®n. Colau tambi¨¦n ha recordado que las ciudades son las principales fuentes de emisiones y ha manifestado que "defender la justicia clim¨¢tica es defender la democracia". "Se nos acaba el tiempo y no hay atajos", ha a?adido.

¡°Ganar espacio al coche¡±, ha defendido como objetivo la teniente de alcalde de Urbanismo, Ecolog¨ªa y Movilidad, Janet Sanz, que tambi¨¦n ha anunciado que se estudiar¨¢ la creaci¨®n de zonas de ultra bajas emisiones (en entornos muy contaminados o sensibles), o de un peaje urbano. La declaraci¨®n tambi¨¦n contempla multiplicar por 20 la generaci¨®n de energ¨ªa solar en azoteas de equipamientos, edificios de viviendas o incluso f¨¢bricas; y rehabilitar energ¨¦ticamente 10.000 viviendas al a?o.

Con este documento, que se ha trabajado con 200 entidades de la ciudad durante el ¨²ltimo semestre, Barcelona se convierte en la primera gran ciudad espa?ola que acompa?a de medidas concretas su compromiso para luchar contra el cambio clim¨¢tico. Del centenar de medidas, m¨¢s de la mitad (53) dependen en exclusiva del Ayuntamiento; el resto, del Ayuntamiento y del ?rea Metropolitana, la Generalitat o tambi¨¦n el Estado. Y en algunos casos, tambi¨¦n de particulares o empresas privadas.

La declaraci¨®n cuenta tambi¨¦n con un gran paquete de demandas y exigencias en materia de infraestructuras que no dependen solo de la ciudad. Pide m¨¢s carriles bus o de alta ocupaci¨®n en los accesos por carretera, inversiones para Cercan¨ªas, terminar la L9 del metro (una infraestructura de la Generalitat a la que le falta el tramo central) o enlazar las dos redes de tranv¨ªa por la avenida de la Diagonal. Y reclama al puerto y el aeropuerto que reduzcan sus emisiones y revisen sus planes de crecimiento, una cuesti¨®n sobre la que el Ayuntamiento no tiene competencias. En el caso del puerto, depende del Estado y de la Generalitat, y el aeropuerto lo gestiona AENA.

El documento trata otras cuestiones en relaci¨®n con el modelo econ¨®mico de la ciudad, el modelo de consumo, alimentaci¨®n o la salud de los ciudadanos. Por ejemplo, sobre la distribuci¨®n de mercanc¨ªas, propone crear un impuesto para la distribuci¨®n de paqueter¨ªa de las plataformas tecnol¨®gicas. Tambi¨¦n regular el aparcamiento en la calle en toda la ciudad, analizar el impacto del turismo en la sostenibilidad, que la recogida de basuras sea individualizada (para premiar a los que m¨¢s reciclen) o encaminarse a la eliminaci¨®n de los pl¨¢sticos de un solo uso.

Y tambi¨¦n hay actuaciones en materia de salud o alimentaci¨®n. Sugiere introducir dietas m¨¢s sanas, con productos de proximidad, ecol¨®gicos y menos carne en las escuelas; estudiar la regulaci¨®n de establecimientos de comida r¨¢pida y ultra procesada cerca de los colegios o crear 100 ¡°refugios clim¨¢ticos¡± en equipamientos municipales donde poder acudir si hay una ola de calor.

Por parte de las entidades, al final del acto de la declaraci¨®n ha intervenido Gemma Barricarte, de Fridays for Future. La activista ha cuestionado ¡°las deficiencias¡± del proceso participativo del que ha surgido la declaraci¨®n y ha avisado: ¡°Las entidades estaremos vigilantes, no podemos permitir maniobras dilatorias por intereses econ¨®micos o electorales, estamos hartas de una pol¨ªtica y una econom¨ªa que han desahuciado una parte de la vida¡±. Barricarte ha reivindicado tambi¨¦n el papel de la sociedad civil y la comunidad cient¨ªfica en presionar en la lucha contra el cambio clim¨¢tico: ¡°Ni esta declaraci¨®n ni las otras habr¨ªan sido posibles sin las demandas de la sociedad articulada y consciente y una comunidad cient¨ªfica independiente¡±.