Amenazados de muerte los dos l¨ªderes de la ONG mexicana que busca a desaparecidos en Guanajuato

Cuando Jos¨¦ Guti¨¦rrez y Janet Miranda fundaron el colectivo Sembrando Comunidad por las v¨ªctimas de homicidios en Guanajuato, apenas eran cuatro familias. De esto hace cinco meses. Ahora, en esta entidad hasta hace poco segura y pr¨®spera de M¨¦xico, su asociaci¨®n atiende a m¨¢s de 150 y la mayor¨ªa son familiares de desaparecidos. Guti¨¦rrez y Miranda se han convertido en poco tiempo en el ¨²nico apoyo externo de las v¨ªctimas de una violencia extrema que ha dejado m¨¢s de 400 muertos solo en enero. Y este martes decidieron abandonar durante unos d¨ªas su Estado porque tambi¨¦n su vida est¨¢ en riesgo.

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Una llamada de tel¨¦fono suspend¨ªa el trabajo de una organizaci¨®n que apenas acaba de nacer: "Si salen a buscar personas desaparecidas se los carga la chingada a ustedes y a su familia". Guti¨¦rrez colg¨® el tel¨¦fono. Ven¨ªan de una manifestaci¨®n de unas 50 familias en Le¨®n, la ciudad conservadora y m¨¢s grande del corredor industrial donde las protestas son escasas. Y se dirig¨ªan hacia sus casas en Irapuato y Salamanca.?

Cuando estaban entrando en Irapuato, ya de noche, Guti¨¦rrez recibi¨® la llamada mientras ten¨ªa el tel¨¦fono en manos libres. Se dio cuenta de que una camioneta los estaba siguiendo. Llam¨® al Gobierno del Estado y pidi¨® protecci¨®n. Unas patrullas de polic¨ªa local los escoltaron hacia la fiscal¨ªa para poner la demanda. "Lleg¨® un agente ministerial enfadado porque ten¨ªa que cuidarnos y acabamos regresando solos a nuestras casas", cuenta ahora Guti¨¦rrez desde el otro lado del tel¨¦fono.

Muchos de los casos que tienen en su organizaci¨®n son de familias cuyos parientes fueron?asesinados o secuestrados dentro de sus domicilios. Por eso sab¨ªan que ni siquiera ah¨ª estar¨ªan seguros. Fue entonces cuando decidieron abandonar Guanajuato durante un tiempo. "En lo que se enfr¨ªa el asunto. Pero tenemos que regresar, all¨¢ nos necesitan", a?ade Guti¨¦rrez. Y, aunque no tiene ninguna prueba de d¨®nde pudo llegar la amenaza de muerte, es consciente de que el nacimiento de su asociaci¨®n ha sido especialmente molesto para la fiscal¨ªa, hasta hace poco sin un supervisor civil que revisara su trabajo. "Sabemos que est¨¢n muy presionados. No sabemos qui¨¦n fue. Pero tenemos nuestras sospechas que pudo tener algo que ver con ellos", denuncia.

Hace una semana, en una entrevista a este diario, reconoc¨ªa que esto pod¨ªa pasar en cualquier momento. "No tengo miedo", se?alaba. Pero matizaba que el miedo ya est¨¢ instalado en los vecinos de este corredor industrial de Guanajuato ¡ªSalamanca, Irapuato, Celaya¡ª desde que el a?o pasado batiera el r¨¦cord de homicidios y se convirtiera en la entidad m¨¢s sangrienta del pa¨ªs. "Puedes morir como activista, casi con la misma probabilidad que a una madre le pueden arrebatar a su esposo mientras duerme y que aparezca descuartizado en una fosa", se?alaba acerca de uno de los casos que ellos asesoraban, el de Juan Carlos Medina, de Irapuato.

Guti¨¦rrez, de 32 a?os, y Miranda, de 25, comenzaron la asociaci¨®n cuando se dieron cuenta de la cantidad de irregularidades que se comet¨ªan en unos cuantos casos de homicidio. El mismo patr¨®n: criminalizar a la v¨ªctima, se?alaba Miranda.?"La Fiscal¨ªa no sigue protocolos y, si investiga, muchas veces lo hace para buscar una excusa que justifique su desaparici¨®n o su asesinato", denunciaba Guti¨¦rrez hace una semana desde su casa en Salamanca, uno de los municipios m¨¢s violentos del Estado. El famoso "andaba en malos pasos" que serv¨ªa para dar carpetazo a la mayor¨ªa de investigaciones que ellos siguieron de cerca. Y decidieron hacer algo por su Estado.

Los dos son crimin¨®logos, Guti¨¦rrez fue profesor de Miranda en la Universidad de Irapuato. Y el origen de la asociaci¨®n no es tan com¨²n: no buscaban a un desaparecido. Pero no soportaban que en su municipio se cometieran cr¨ªmenes, no se investigaran bien y quedaran impunes. Recibieron el apoyo de otras asociaciones de desaparecidos y v¨ªctimas de violaciones a los derechos humanos en otras partes de M¨¦xico, en Estados como Coahuila (en el norte), pioneros en la b¨²squeda de desaparecidos en fosas. Y tambi¨¦n de acad¨¦micos y expertos en la materia. "En M¨¦xico, desgraciadamente hay una historia larga de lucha por los derechos humanos y entidades que han vivido lo que nosotros vivimos ahora", explicaba.?

Los dos hab¨ªan dejado sus trabajos para dedicarse a tiempo completo a asesorar jur¨ªdicamente y acompa?ar a m¨¢s de un centenar de familias que denunciaban la indiferencia de las autoridades locales. Corr¨ªan de un municipio a otro, de una fiscal¨ªa a otra, exigiendo m¨¢s indicios, que buscaran donde no hab¨ªan buscado, que les entregaran un expediente y que tuvieran en cuenta a las familias para elaborar la Ley de Atenci¨®n a V¨ªctimas. Guanajuato es el ¨²nico Estado que todav¨ªa no cuenta con una legislaci¨®n que obligue a asistir, proteger y reparar el da?o.?

Hasta este martes, Guanajuato contaba con todos los ingredientes de la tragedia mexicana: secuestros masivos, desapariciones forzadas, ejecuciones extrajudiciales, balaceras, toque de queda autoimpuesto, fosas clandestinas y militarizaci¨®n de unos municipios antes pr¨®speros y seguros. A partir de ahora, tambi¨¦n con las amenazas de muerte de quienes tratan de que se haga justicia.