El pol¨¦mico paso a la educaci¨®n infantil obligatoria
Unos expertos defienden adelantar la escolarizaci¨®n a los dos a?os mientras otros advierten del coste y creen que basta con universalizar una oferta gratuita
?Deber¨ªa adelantarse la escolarizaci¨®n obligatoria a la etapa de infantil, al menos al segundo ciclo (de tres a los seis a?os)? La mayor¨ªa de los pa¨ªses europeos escolarizan, como Espa?a, a partir de los seis a?os. Pero 17 de los 38 que forman parte del programa Erasmus+ de la UE lo hacen antes, en general a los cinco. Y Francia ha implantado este curso la escolarizaci¨®n a los tres. La cuesti¨®n, tratada en el Foro de Educaci¨®n de EL PA?S, despierta opiniones encontradas en la comunidad educativa.
¡°La etapa de infantil es una garant¨ªa de acceso a la educaci¨®n y la cultura, para la igualdad y la conciliaci¨®n familiar. El ciclo de tres a seis a?os deber¨ªa ser s¨ª o s¨ª obligatoria. Entre otras razones porque, al no ser obligatoria, se abre la puerta a que sea electiva no solo para los padres, sino para las Administraciones, que aunque sea gratuita pueden decidir no sufragar por ejemplo las becas de comedor y transporte¡±, afirma Vicent M¨¢?ez, presidente de la Federaci¨®n de Asociaciones de Directivos de Centros Educativos P¨²blicos de Educaci¨®n Infantil y Primaria. M¨¢?ez tambi¨¦n es partidario de convertir en obligatorio el curso de dos a tres a?os siguiendo el modelo de las aulas de dos a?os que regiones como el Pa¨ªs Vasco y la Comunidad Valenciana han empezado a implantar en las escuelas p¨²blicas de infantil y primaria.
Igual que tambi¨¦n suced¨ªa en Francia antes del cambio de regulaci¨®n, la escolarizaci¨®n de tres a seis a?os est¨¢ muy extendida en Espa?a: alcanza entre el 96,5% seg¨²n el Ministerio de Educaci¨®n. Siendo alto, ello implica que unos 40.000 ni?os de esa edad que no van a la escuela. En el ciclo anterior, de cero a tres a?os, la tasa de escolarizaci¨®n es muy inferior (38%) y las diferencias entre comunidades, acusadas. Si se toman los seis cursos que forman la etapa de infantil, un ni?o del Pa¨ªs Vasco pasa escolarizado un a?o m¨¢s (4,5 a?os en total) que uno canario. La ministra Isabel Cela¨¢ en una entrevista este domingo en este diario no se mostraba partidaria de la obligatoriedad: ¡°Est¨¢ matriculado el 96,5% de los ni?os en esa etapa. La familia que no lleva a su hijo es porque no quiere¡±.
La prioridad, cree, Miguel Soler, secretario de Educaci¨®n valenciano, es universalizar y convertir en gratuito ¡°todo, incluido comedor y transporte, en toda la etapa¡±. ¡°Y despu¨¦s lo deseable ser¨ªa que el ciclo de tres a seis a?os tambi¨¦n fuera obligatorio. Que ese 3% que nos falta se escolarice, porque posiblemente sea el que m¨¢s lo necesita¡±, afirma. Aparte de padres con tiempo y recursos socioculturales, que prefieren tener a los hijos en casa, apunta que otra parte de las familias que no escolarizan pronto se halla m¨¢s bien cerca de la exclusi¨®n.
Implantar la obligatoriedad en el segundo ciclo de infantil no ser¨ªa muy caro. Adelantarla a¨²n m¨¢s, s¨ª. Y Francisco Garc¨ªa, secretario de Educaci¨®n de Comisiones Obreras, recuerda que hay muchas urgencias educativas aguardando respuestas. ¡°Avanzar en la universalizaci¨®n de infantil a trav¨¦s de la red p¨²blica es razonable, porque genera equidad y cohesi¨®n social. Pero tambi¨¦n tenemos que reparar los da?os causados por los recortes en el sistema p¨²blico, que han sido especialmente graves en las medidas de atenci¨®n a los alumnos m¨¢s expuestos al fracaso escolar, como los programas y profesores de apoyo o los desdobles¡±, afirma.
Otras voces advierten de que, siendo valiosa, la etapa no es la panacea, sobre todo antes de los tres. ¡°El lado positivo de la escuela es que cuida, socializa, educa y ense?a. El negativo es que es una instituci¨®n, y no siempre est¨¢ a la altura de las necesidades ni de las posibilidades. La escolarizaci¨®n infantil es estupenda..., con moderaci¨®n. No puede sustituir a la familia, ni ofrecer el mismo nivel y calidad de cuidados que una familia ordinaria, pero s¨ª es un complemento importante y puede ser una tabla de salvaci¨®n para ni?os en situaci¨®n de desventaja. En consecuencia: oferta obligatoria, s¨ª; obligatoriedad, en ning¨²n caso¡±, zanja Mariano Fern¨¢ndez Enguita, catedr¨¢tico de Sociolog¨ªa en la Universidad Complutense.
Espacios familiares
Una opini¨®n que comparten padres como Montse Rodr¨ªguez, psic¨®loga y madre de un ni?o de 18 meses. ¡°Deber¨ªamos dejar a los ni?os jugar. ?De qu¨¦ sirve institucionalizarlos tan pronto? Deber¨ªa haber menos escuelas infantiles y m¨¢s espacios compartidos por educadores, familiares y criaturas, disponibles hasta los seis a?os¡±, afirma Rodr¨ªguez, que hasta que el horario laboral la empuj¨® a matricular a su hijo en una escuela infantil ordinaria estuvo yendo con su beb¨¦ a ¡°espacios familiares¡± de este tipo, como los centros Cotxeres Borrell y Aurora en Barcelona.
No hay duda de que la universalizaci¨®n contribuir¨ªa a reducir la desigualdad en primaria, asegura Leire Salazar, profesora de Sociolog¨ªa de la UNED especializada en primera infancia: ¡°Las familias con menos recursos escolarizan en menos medida a sus hijos en esta etapa¡± y cuando lo hacen tienen menos capacidad en t¨¦rminos de ¡°informaci¨®n, tiempo y dinero¡± a la hora de elegir.
Pero incluso si la universalizaci¨®n fuera acompa?ada de unos est¨¢ndares exigentes en capacitaci¨®n del profesorado, dotaci¨®n de los centros y reducci¨®n de la segregaci¨®n escolar, prosigue Salazar, la capacidad igualadora de la educaci¨®n infantil seguir¨ªa siendo limitada porque hay otros factores que alimentan las diferencias. Abordar las condiciones materiales de los hogares, ¡°por ejemplo a trav¨¦s de transferencias monetarias¡±, tendr¨ªa seguramente un impacto mayor, afirma la profesora, que insta a abrir el debate sobre ¡°c¨®mo garantizar el bienestar infantil en un sentido amplio, superando el ¨¦nfasis obsesivo en las competencias escolares¡±.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.