El abuso a un menor que sacude la ¨¦lite intelectual francesa

Enero empieza a convertirse en el mes en el que tiembla la comunidad intelectual francesa. Un a?o despu¨¦s de que la editora Vanessa Springora sacudiera el mundo literario parisino con la publicaci¨®n de El Consentimiento, donde denuncia el caso de pederastia del que fue v¨ªctima cuando ten¨ªa 14 a?os con un escritor de 50, Gabriel Matzneff, con la connivencia de todo el mundillo intelectual de la ¨¦poca, otro libro saca de nuevo los colores a esa misma poderosa ¨¦lite cultural y pol¨ªtica francesa con un esc¨¢ndalo de abuso de menores en su seno. Seg¨²n revela en La familia grande, la jurista Camille Kouchner, hija del exministro socialista y cofundador de M¨¦dicos Sin Fronteras Bernard Kouchner y de la polit¨®loga e ¡°icono de la izquierda¡± ?velyne Pisier, su hermano gemelo fue v¨ªctima desde los 13 a?os de abusos sexuales por parte de su padrastro, el constitucionalista Olivier Duhamel, otra figura habitual de la escena pol¨ªtica y medi¨¢tica francesa.

¡°Ten¨ªa 14 a?os y dej¨¦ que sucediera [¡­]. Ten¨ªa 14 a?os, lo sab¨ªa y no dije nada¡±. La culpa ha acompa?ado m¨¢s de tres d¨¦cadas a Camille Kouchner, haciendo de ella otra v¨ªctima m¨¢s de esa historia incestuosa que acab¨® destruyendo a su familia. Muestra de ello es que tarda m¨¢s de cien p¨¢ginas en contar lo sucedido en un libro que busca precisamente exorcizar ese trauma familiar que, como admite en la ¨²nica entrevista que ha concedido por ahora, la ha ¡°aprisionado¡± todo este tiempo. ¡°Este libro nace de una necesidad de testificar sobre el incesto, para demostrar que es algo que dura a?os y que es muy, muy dif¨ªcil salir de ese silencio. La omert¨¢, en una familia, pesa sobre todos¡±, explic¨® en L¡¯Obs en v¨ªsperas de la puesta a la venta, este jueves, del libro editado bajo un gran secreto por Seuil y que EL PA?S ha podido leer por adelantado.

La familia grande (t¨ªtulo en espa?ol en el original) no difiere esencialmente de otros relatos de abusos a menores: los pasos que una Camille adolescente escucha en el pasillo cuando el padrastro se acerca a la habitaci¨®n de su hermano, al que decide llamar V¨ªctor para proteger su identidad y que acaba confes¨¢ndole a su gemela que Duhamel va hasta su cama y ¡°le acaricia y despu¨¦s¡­ ya sabes¡±. El ¡°secreto¡± que les impone el hasta entonces ¡°adorado padrastro¡± para proteger a una madre que pasa por una depresi¨®n y que, cuando finalmente estos deciden contarle todo, dos d¨¦cadas m¨¢s tarde, apoya al marido y culpabiliza, hasta su muerte en 2017, a sus hijos.

Lo que cambia, como sucedi¨® con el caso de Vanessa Springora, es el poderoso entorno en que se produce, en un pa¨ªs como Francia donde muchos intelectuales son tan c¨¦lebres como artistas o famosos de la far¨¢ndula. Un c¨ªrculo que, al menos desde que en 2008 los hijos destaparon el secreto familiar, decidi¨® no denunciar lo que muchos entre ellos conoc¨ªan. ¡°Una aut¨¦ntica omert¨¢¡±, cita Le Monde a un amigo que acab¨® alej¨¢ndose. ¡°No revelo nada en el libro. Todo el mundo lo sabe¡±, sostiene tambi¨¦n Camille Kouchner, que creci¨® en el mismo barrio parisino que Springora, Saint-Germain-des-Pr¨¦s, un ¡°microcosmos de gente con poder¡±, como lo define Le Parisien, que durante d¨¦cadas ha atra¨ªdo a la ¨¦lite cultural e intelectual de Francia y m¨¢s all¨¢.

Sus padres se conocieron en los a?os sesenta en Cuba, donde ?velyne Pisier mantuvo un idilio con Fidel Castro antes de casarse con Kouchner, una de las figuras m¨¢s internacionales de Francia. Tres hijos m¨¢s tarde, Kouchner y Pisier se divorcian y esta se casa con otro referente de la izquierda francesa, Olivier Duhamel, ¡°uno de los pocos elegidos¡± para participar en la celebraci¨®n privada de la victoria de Emmanuel Macron en 2017, recuerda Le Monde. En la ¨¦poca en la que supuestamente abus¨® de su hijastro, a finales de los a?os ochenta, por la casa de la pareja desfilan ¡°universitarios, fil¨®sofos, soci¨®logos, profesores de derecho, juristas, magistrados, abogados, futuros ministros¡± y hasta antiguos o futuros jefes de Gobierno como los socialistas ¡°[Michel] Rocard, [Edith] Cresson, [Pierre] B¨¦r¨¦govoy y m¨¢s tarde [Lionel] Jospin¡±. ¡°La izquierda de la rive gauche, la familia grande¡±, resume Camille Kouchner en referencia al apodo en espa?ol con que su padrastro se refer¨ªa a su poderoso c¨ªrculo de amigos y que da t¨ªtulo al libro.

Solo la t¨ªa materna, la actriz y musa de Bu?uel Marie-France Pisier, fallecida en 2011, habr¨ªa intentado alejar a Duhamel. En cuanto a Bernard Kouchner, guard¨® silencio a petici¨®n de sus hijos, aunque al conocer los hechos en 2008, quiso ¡°romperle la cara¡± al marido de su exmujer. ¡°Afortunadamente, este terrible secreto que pesaba sobre nosotros desde hac¨ªa demasiado tiempo sali¨® a la luz¡±, ha dicho en un comunicado.

Duhamel, de 70 a?os, no ha hecho declaraciones, pero dimiti¨® el lunes, poco antes de que estallara la noticia, de todos sus cargos, entre otros de la presidencia de la Fundaci¨®n Nacional de Ciencias Pol¨ªticas que controla la prestigiosa escuela Sciences Po, de donde salen buena parte de los dirigentes e intelectuales de Francia.

Gran impacto social y pol¨ªtico

Muestra del impacto social y pol¨ªtico del caso es que la Fiscal¨ªa de Par¨ªs anunci¨® tras las primeras revelaciones una investigaci¨®n por ¡°violaci¨®n y agresi¨®n sexual contra un menor de 15 a?os¡±. La ministra delegada de Ciudadan¨ªa, Marl¨¨ne Schiappa, record¨® que ella impuls¨® en 2018 ampliar a 30 a?os a partir de la mayor¨ªa de edad de las v¨ªctimas la prescripci¨®n de los delitos sexuales contra menores ¡ªlos gemelos Kouchner tienen hoy 45 a?os¡ª, aunque finalmente no logr¨® fijar una edad m¨ªnima de consentimiento. Sin mencionar el libro, el Ministerio del Interior subray¨®, en plena ebullici¨®n en las redes sociales por las revelaciones que, ¡°prescritos o no, todas las violencias sexuales pueden y deben ser denunciadas¡±.

Las ondas de choque pol¨ªticas podr¨ªan ir m¨¢s all¨¢ en un pa¨ªs que en los ¨²ltimos dos a?os se ha visto obligado a hablar cada vez m¨¢s abiertamente de los abusos sexuales contra menores tras la bomba que supuso El consentimiento, as¨ª como la multiplicaci¨®n de denuncias de pederastia en la Iglesia cat¨®lica francesa, que han provocado la condena de varios altos cargos eclesi¨¢sticos.

Ahora llega La familia grande. Todo ello, adem¨¢s, cuando acaba de arrancar una comisi¨®n especial que busca, precisamente, levantar el tab¨² sobre el incesto y otras violencias sexuales contra menores, no sin controversia, puesto que su presidenta, la exministra de Justicia Elisabeth Guigou, era una de las amigas de Duhamel, hecho que ha multiplicado las demandas de que dimita, pese a que ella asegura que no conoc¨ªa un ¡°crimen¡± que est¨¢ lejos de ser una excepci¨®n en Francia. Seg¨²n un reciente sondeo de Ipsos, 6,7 millones de personas en Francia, un 10% de la poblaci¨®n, declaran haber sido v¨ªctimas de incesto.