Muere por coronavirus Juan del R¨ªo, arzobispo castrense desde 2008
El Rey lo eligi¨® para el cargo despu¨¦s de una larga disputa entre el Gobierno Zapatero y el Vaticano
Al arzobispo Juan del R¨ªo Mart¨ªn, vicario general castrense, se le consideraba la sonrisa del episcopado, habitualmente estridente y circunspecto. Cercano y sol¨ªcito, atend¨ªa con mimo a los medios de comunicaci¨®n, era afirmativo en un colectivo instalado en el no, y se mostraba partidario de la moderaci¨®n en los frecuentes combates de la jerarqu¨ªa eclesi¨¢stica con el poder pol¨ªtico. ¡°?Por qu¨¦ perder el tiempo quej¨¢ndose de la noche mientras nos espera la luz del d¨ªa? ?Todos los problemas de la vida tienen su amanecer!¡±, proclam¨® en Twitter el 2 de diciembre pasado. Falleci¨® en el Hospital General de la Defensa G¨®mez Ulla el jueves pasado, fulminado por el coronavirus. Ten¨ªa en la agenda oficiar la misa por los difuntos de la Asociaci¨®n de la Prensa de Madrid, que celebra este a?o sus 125 a?os de existencia, pero una semana antes llam¨® a la Conferencia Episcopal para decir que se encontraba mal y que le sustituyeran.
Fue la ministra de Defensa, Margarita Robles, quien primero inform¨® del fallecimiento, en la toma de posesi¨®n del almirante general Teodoro L¨®pez Calder¨®n como Jefe de Estado Mayor de la Defensa (Jemad). ¡°Hace escasos minutos ha fallecido nuestro arzobispo castrense, don Juan del R¨ªo, a quien todos quer¨ªamos enormemente¡±, dijo para abrir el acto oficial en el Ministerio de Defensa. En el hospital G¨®mez Ulla, a donde acudi¨® para presentar sus ¡°respetos y cari?o¡± a la familia, la ministra a?adi¨®: ¡°Era un hombre que todos admir¨¢bamos; siempre ten¨ªa una palabra de aliento, siempre una sonrisa. Don Juan, le vamos a echar de menos y sabemos que desde arriba nos va a seguir ayudando¡±. La Jefatura del Estado daba a conocer poco despu¨¦s el telegrama de condolencia que los Reyes enviaron al Papa. ¡°Siempre recordaremos su servicio a las Fuerzas Armadas, as¨ª como su cercan¨ªa con toda la Familia Real¡±, dice. La pandemia se ha cobrado ya la vida de tres obispos. Adem¨¢s del vicario castrense, el pasado octubre muri¨® por covid el prelado em¨¦rito de Ciudad Real, Antonio Algora Hernando, y en noviembre, Alfonso Mili¨¢n Sorribas, em¨¦rito de Barbastro¨CMonz¨®n, ambos con 80 a?os.
Juan del R¨ªo naci¨® en Ayamonte (Huelva) en 1947 y era arzobispo castrense desde 2008, nombrado por Benedicto XVI despu¨¦s de una larga y accidentada negociaci¨®n del Gobierno de Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero con el Vaticano para encontrar sustituto a su predecesor, Francisco P¨¦rez Gonz¨¢lez, que hab¨ªa sido nombrado arzobispo de Pamplona un a?o antes.
El art¨ªculo tercero del llamado Acuerdo entre el Estado espa?ol y la Santa Sede sobre la asistencia religiosa a las Fuerzas Armadas, de enero de 1979, dice que la elecci¨®n del general castrense se har¨¢ ¡°mediante la propuesta de una terna de nombres¡± negociada entre el nuncio (embajador) del Papa y el Ministerio de Asuntos Exteriores. Esa terna se somete a la aprobaci¨®n del Estado vaticano y, ¡°en el t¨¦rmino de 15 d¨ªas¡±, es el Rey quien escoge a uno de ellos para ¡°su nombramiento por el Romano Pont¨ªfice¡±.
Aunque el Vaticano y Espa?a concordaron en 1979 que las negociaciones se mantuvieran en secreto absoluto (ocurre lo mismo con la selecci¨®n de los obispos, sobre los que el Gobierno tambi¨¦n tiene derecho de opini¨®n, aunque no de veto), la elecci¨®n del arzobispo castrense con el grado general de divisi¨®n, propietario de una di¨®cesis personal con casi un centenar de eclesi¨¢sticos, un presupuesto de casi cuatro millones de euros y un sueldo que supera los 60.000 euros anuales (m¨¢s del triple del salario de los obispos diocesanos), no ha sido siempre pac¨ªfica porque el Gobierno de turno quiere en el cargo a un prelado alejado de los habituales enfrentamientos entre el episcopado y el poder pol¨ªtico. No trascendieron en 2007 los nombres que quer¨ªa en el cargo la jerarqu¨ªa cat¨®lica, pero s¨ª que el Ejecutivo Zapatero retras¨® el acuerdo un a?o, hasta ver en la terna a Juan del R¨ªo y que el rey Juan Carlos I lo se?alara como su preferido.
Juan del R¨ªo era en 2008 obispo de una di¨®cesis irrelevante, la de Asidonia-Jerez, nombrado por Juan Pablo II despu¨¦s de destacarse como un experto en comunicaci¨®n social en el pabell¨®n del Vaticano en la Exposici¨®n Universal de Sevilla, en 1992, donde fue portavoz y gran animador. Hab¨ªa ingresado en el seminario de Sevilla en 1965 y, ya sacerdote, fue enviado a Roma para estudiar Teolog¨ªa en la Universidad Pontificia Gregoriana, de los jesuitas. Antes de ser obispo, fue p¨¢rroco, profesor de seminario, director de la Oficina de Informaci¨®n de los Obispos del Sur de Espa?a, presidente de la Comisi¨®n de Medios Comunicaci¨®n Social en la Conferencia Episcopal y miembro del Comit¨¦ Ejecutivo de este organismo. Entre sus libros, destacan Santidad y pecado en la Iglesia, La cultura del di¨¢logo, Los desaf¨ªos de final de siglo y Apuntes para la vida.
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