Cuba decreta el toque de queda en La Habana por la subida de casos de la covid-19

Con la pandemia de la covid-19 desmandada, aunque a niveles considerablemente m¨¢s bajos que otros pa¨ªses del ¨¢rea, el Gobierno cubano acaba de decretar un segundo toque de queda en La Habana a partir del 5 de febrero, as¨ª como el endurecimiento de las medidas en sus fronteras incluida una nueva reducci¨®n de vuelos y la reinstauraci¨®n de la cuarentena obligatoria para los viajeros en centros estatales y hoteles. Cuba ha pasado de cuantificar los casos positivos por decenas (mientras los aeropuertos se mantuvieron cerrados, entre abril y noviembre del a?o pasado) a hacerlo por centenares e incluso rebasar los 1.000 casos diarios en las ¨²ltimas jornadas, cifras que han hecho saltar todas las alarmas.

Desde marzo hasta el 31 de diciembre de 2020 se registraron en la isla 12.225 contagios y 146 fallecidos. En los 35 d¨ªas de 2021, tras la reapertura de las fronteras, van m¨¢s de 18.000 infectados y 74 muertos. Buena parte de estos casos positivos son de La Habana, ciudad con 2,2 millones de habitantes donde las autoridades reconocen que la situaci¨®n epidemiol¨®gica es ¡°m¨¢s compleja¡± y ya se aplican cuarentenas y cierres perimetrales en varias zonas.

A mediados de enero se orden¨® en la capital el cierre de bares, restaurantes, teatros, cines, playas y otros sitios de ocio, adem¨¢s de suspenderse el transporte p¨²blico por la noche. Ahora, con el objetivo de contener la propagaci¨®n del virus, ante el aumento exponencial de los contagios, entra en vigor el toque de queda a partir de este viernes desde las 21.00 hasta las 5.00 horas, una medida que se mantendr¨¢ ¡°por tiempo indefinido¡±, hasta que se logre frenar esta tercera ola de la epidemia, que ha resultado la peor para la isla.

En septiembre del a?o pasado fue decretado otro toque de queda similar en La Habana, cuando el nivel de contagios era mucho menor. En noviembre se produjo la reapertura de los aeropuertos y la llegada de los primeros turistas, y decenas de miles de cubanoamericanos viajaron a la isla desde Florida para encontrarse con sus familias.

Las autoridades vinculan la expansi¨®n desenfrenada de la pandemia en esta tercera ola al incumplimiento de los protocolos para viajeros y a las indisciplinas de la poblaci¨®n -al rebajarse la percepci¨®n de riesgo-, que ha tra¨ªdo como consecuencia el retroceso en la desescalada en casi todo el pa¨ªs.

Junto a las restricciones internas adoptadas en La Habana y la mayor¨ªa de las provincias, el Gobierno ha reforzado las medidas preventivas en las fronteras, obligando a todos los viajeros a presentar una prueba PCR negativa realizada 72 horas antes de tomar el avi¨®n, adem¨¢s de reducir dr¨¢sticamente los vuelos procedentes de Estados Unidos, M¨¦xico, Panam¨¢, Rep¨²blica Dominicana, Colombia y otros pa¨ªses del ¨¢rea con altos niveles de infecci¨®n.

Es obligatorio, adem¨¢s, someterse a dos pruebas PCR a la llegada a la isla, una realizada en el propio aeropuerto y otra cinco d¨ªas despu¨¦s. A partir del pr¨®ximo s¨¢bado, todos los viajeros que lleguen al pa¨ªs tambi¨¦n deber¨¢n guardar una cuarentena en hoteles (los turistas) o en centros estatales (los residentes en Cuba), instalaciones de las que no podr¨¢n salir hasta obtener el resultado de las dos PCR, aproximadamente ocho d¨ªas despu¨¦s.

El repunte de la pandemia en Cuba ocurre en medio de una situaci¨®n de grave desabastecimiento de alimentos y art¨ªculos de primera necesidad, y cuando el pa¨ªs acomete una reforma monetaria que ha disparado la inflaci¨®n y obliga a la gente a salir de casa a buscarse la vida y los suministros a diario, porque no se puede acaparar. Las colas en las tiendas y en los bancos son kilom¨¦tricas, y aunque en ning¨²n medio oficial se ha establecido relaci¨®n entre colas y contagios, se vislumbra como uno de los focos principales. Las autoridades son conscientes de ello, pero tambi¨¦n de que mientras la crisis galopante contin¨²e no pueden decretar un cierre absoluto. La decisi¨®n de abrir los aeropuertos en noviembre y permitir la llegada de viajeros y turistas, pese al riesgo, responde a la necesidad de buscar fuentes de ingreso de divisas para que la isla no colapse.

As¨ª las cosas y ante la imposibilidad de luchar contra los imponderables, la esperanza oficial est¨¢ puesta hoy en las cuatro posibles vacunas contra la covid-19 que se desarrollan en los laboratorios la isla -Soberana 01 y 02, Mambisa y Abdala-. La Soberana 02 es la m¨¢s avanzada -est¨¢ en la fase 2 de pruebas-, y los cient¨ªficos que la desarrollan, pertenecientes al Instituto Finlay, aseguran que hasta el momento ofrece buenos resultados y que, de seguir as¨ª, podr¨ªa comenzarse la vacunaci¨®n de la poblaci¨®n en los pr¨®ximos meses.

¡°Tenemos la capacidad para fabricar este a?o 100 millones de dosis [de Soberana 02]¡±, dijo recientemente el doctor Vicente V¨¦rez, director del Finlay. ¡°Si todo sale bien, tendremos a toda la poblaci¨®n vacunada en 2021¡±, asegur¨® V¨¦rez. La idea, desde luego, ser¨ªa exportar despu¨¦s la vacuna y convertirse en el primer pa¨ªs latinoamericano en conseguirlo. Pero para eso, advierten los propios cient¨ªficos, todav¨ªa falta un buen trecho.

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