La vacunaci¨®n con AstraZeneca se reanuda con incertidumbre, pero el rechazo es ¡°anecd¨®tico¡±

En la reanudaci¨®n de la vacunaci¨®n con AstraZeneca hay dudas, nervios y mucha incertidumbre. Pero, despu¨¦s de tres d¨ªas, el rechazo al suero est¨¢ siendo ¡°anecd¨®tico¡±, coinciden tanto las consejer¨ªas de Sanidad como sociedades y sindicatos de enfermer¨ªa consultados por EL PA?S. La ¨²nica autonom¨ªa que ha aportado datos es la Comunidad Valenciana: all¨ª, antes del par¨®n con este f¨¢rmaco, la negativa a recibirlo rondaba el 1,8%. El mi¨¦rcoles, cuando se reemprendieron las inoculaciones de nuevo, solo el 1% declin¨® pon¨¦rsela.

El rechazo a la inyecci¨®n era el efecto secundario que m¨¢s tem¨ªan muchos expertos tras la crisis que ha sufrido este f¨¢rmaco. Todo comenz¨® en la semana del 8 de marzo, cuando algunos pa¨ªses europeos y cinco comunidades aut¨®nomas comenzaron a paralizar lotes de la vacuna al detectar eventos tromb¨®ticos tras la inyecci¨®n. Espa?a cancel¨® las vacunaciones el lunes 15 de marzo, a la espera de una investigaci¨®n de la Agencia Europea del Medicamento (EMA, por sus siglas en ingl¨¦s). Las conclusiones llegaron cuatro d¨ªas m¨¢s tarde. El organismo inform¨® de que, en general, tras el pinchazo no hab¨ªa m¨¢s trombos que entre la poblaci¨®n general. S¨ª eran algo m¨¢s frecuentes dos tipos muy extra?os: la coagulaci¨®n intravascular diseminada y la trombosis del seno venoso cerebral, de los que se detectaron algo m¨¢s de un caso por mill¨®n de vacunados. La EMA no encontr¨® relaci¨®n con el f¨¢rmaco de AstraZeneca, pero tampoco lo pudo descartar. La recomendaci¨®n, en cualquier caso, fue seguir con las inyecciones, ya que los beneficios superaban con mucho los posibles riesgos.

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Todo este embrollo coincidi¨® con el fallecimiento de una profesora tras la vacunaci¨®n en Marbella. La autopsia descart¨® la relaci¨®n entre el medicamento y la muerte. Pero la confianza de la ciudadan¨ªa se resinti¨®. Una encuesta de YouGov entre un millar de personas mostr¨® que el 52% de los espa?oles consideraba la vacuna de la farmac¨¦utica anglosueca insegura, el doble que antes de la crisis.

Pero esta inseguridad se est¨¢ solucionando con informaci¨®n, seg¨²n cuentan los profesionales de enfermer¨ªa consultados. Lo resume Florentino P¨¦rez Raya, presidente del Consejo General de Enfermer¨ªa: ¡°Las noticias en torno a los efectos secundarios de la vacuna de AstraZeneca no parecen haber provocado una animadversi¨®n o recelo de la poblaci¨®n. Las enfermeras de Atenci¨®n Primaria nos trasladan que no est¨¢n encontrando rechazo, salvo alg¨²n caso aislado y no representativo. S¨ª se registran m¨¢s dudas o consultas que suelen resolver las enfermeras. En Madrid, por ejemplo, los profesores a los que les tocaba vacunarse est¨¢n llamando a sus centros de salud para citarse en consulta telef¨®nica con su enfermera para pedir consejo sobre si deben vacunarse o no. Una vez que les explican lo de los trombos y que ese riesgo existe, por ejemplo, en muchos medicamentos corrientes se disipan las dudas. As¨ª que en este sentido no se prev¨¦n retrasos ni problemas¡±. Estas mismas conclusiones las comparten el sindicato de enfermer¨ªa Satse, la Asociaci¨®n Nacional de Enfermer¨ªa y Vacunas, la Sociedad Madrile?a de Enfermer¨ªa Familiar y Comunitaria, as¨ª como la mayor¨ªa de las comunidades aut¨®nomas consultadas por este peri¨®dico.

Abelina Mateos, de 55 a?os, fue este viernes al Wanda Metropolitano de Madrid con ¡°miedo¡±. Padece diabetes y otras enfermedades que le hacen albergar dudas sobre la vacuna de AstraZeneca. ¡°Si pudiera elegir, optar¨ªa por la de Pfizer¡±, se?ala esta profesora de matem¨¢ticas de un centro escolar de la Comunidad de Madrid. Pese a la preocupaci¨®n, Mateos no quer¨ªa perder la oportunidad de vacunarse, porque, como explica, m¨¢s adelante puede que no haya vacunas suficientes. A Mateos la citaron con solo 24 horas de antelaci¨®n y la mujer reconoce que est¨¢ sorprendida por lo r¨¢pido que la han contactado para recibir el pinchazo.

Las ganas de vacunarse est¨¢n pudiendo a las posibles reservas de muchas personas. Gracias a la labor de informaci¨®n, subraya Alda Recas, presidenta de la Asociaci¨®n Madrile?a de Enfermer¨ªa. Ella trabaja en un centro de ense?anza donde tienen que vacunarse 250 docentes. ¡°Hay much¨ªsimas dudas, incertidumbres y bulos. Aunque existe mucha informaci¨®n disponible, no todo el mundo accede a la buena. Muchos profesores tem¨ªan que se le fuera a inocular el coronavirus, cuando esto no es as¨ª¡±, relata. A base de explicar que los beneficios superan a los riesgos, la gran mayor¨ªa de los que ten¨ªan dudas han decidido vacunarse en su centro. De los 250, hay tres que no han atendido a sus explicaciones y han declinado la vacuna.

Carmen P¨¦rez, de 59 a?os, fue con cierto recelo a la cita, pero sin dudas. Apenas sinti¨® el pinchazo: ¡°Una aguja normal te causa m¨¢s dolor¡±, bromea. P¨¦rez, que tambi¨¦n es profesora en un centro educativo de la capital, desea ya recuperar la normalidad y al fin reencontrarse con sus padres a los que lleva sin ver un a?o. Comprende que no se pueda elegir vacuna. ¡°De lo contrario ser¨ªa un caos¡±, razona. ¡°Estas cosas est¨¢n siendo estudiadas, y todos corremos es el mismo riesgo que cuando nos pon¨ªan la vacuna de peque?os¡±, zanja.

Si bien no hay apenas rechazo, s¨ª est¨¢ costando volver a poner en marcha la maquinaria, rehacer agendas y llamar a las personas con un d¨ªa de antelaci¨®n. ¡°Hay quien no puede acudir, pero pide cita otro d¨ªa¡±, explican fuentes de las comunidades aut¨®nomas. El ritmo est¨¢ siendo lento: el viernes se inyectaron algo m¨¢s de 40.000 dosis de AstraZeneca y, al mismo tiempo, 170.000 de Pfizer, seg¨²n el ¨²ltimo informe de vacunaci¨®n del Ministerio de Sanidad. La velocidad con el suero anglosueco ya era menor antes del par¨®n: todav¨ªa quedan casi un mill¨®n de dosis de AstraZeneca almacenadas.