El juicio a una mujer que mat¨® a su marido maltratador reabre en Francia el debate sobre la violencia machista
Val¨¦rie Bacot fue violada de ni?a por su padrastro, luego convertido en su marido, que adem¨¢s de maltratarla la oblig¨® a prostituirse. Su proceso comienza cuando una nueva oleada de feminicidios brutales cuestiona las pol¨ªticas contra la violencia machista del Gobierno
El 13 de marzo de 2016, Val¨¦rie Bacot dijo basta al bucle de violencia, abusos sexuales y psicol¨®gicos al que la hab¨ªa sometido quien primero fuera su padrastro y despu¨¦s marido, a la par que proxeneta y, siempre, maltratador. Esa noche, en alg¨²n punto de una carretera de Sa?ne-et-Loire, en el centro de Francia, tras una nueva amenaza por no haberse sometido a las demandas de uno de los clientes con los que la obligaba a prostituirse, y temiendo que pronto empezara a abusar tambi¨¦n de su hija de 14 a?os, cogi¨® la pistola de su marido y le peg¨® un tiro. Cinco a?os y tres meses despu¨¦s, comienza este lunes el juicio por asesinato en su contra, en medio de un renovado debate en Francia sobre los fallos del Estado para proteger a las mujeres de la violencia machista tras una nueva oleada de brutales feminicidios.
Bacot, de 40 a?os, afronta la cadena perpetua. Una campa?a nacional, con m¨¢s de medio mill¨®n de firmas, reclama que no tenga que volver a pisar la c¨¢rcel. Su caso ha sido comparado con el de Jacqueline Sauvage, la mujer condenada a 10 a?os de c¨¢rcel por matar a su marido tras 47 a?os de violencia conyugal y a la que indult¨® ese mismo 2016 el entonces presidente socialista Fran?ois Hollande.
¡°Todo el mundo lo sab¨ªa. Mucha gente ten¨ªa una idea de lo que me pod¨ªa pasar en la intimidad del hogar. Los golpes, la violencia, las humillaciones diarias¡ Todas las inv ariables de esta vida que no es verdaderamente una vida. Un d¨ªa, para que ¨¦l no nos matara, lo mat¨¦ yo¡±, escribe Bacot en Todo el mundo lo sab¨ªa, publicado en v¨ªsperas del juicio. Un libro que relata la terrible historia personal de Bacot, pero que expone, tambi¨¦n, el fracaso de unas instituciones que no supieron proteger a una menor de maltratos y abusos sexuales primero, y despu¨¦s, ya como mujer adulta, de la violencia machista que sufr¨ªa d¨ªa s¨ª y d¨ªa tambi¨¦n.
¡°No solo es violencia conyugal, hablamos de incesto, de violaciones, hablamos de fallos de la justicia, de todas las instituciones. Desde que era peque?a, se cometieron errores enormes contra una menor (...) y luego contra una mujer¡±, dice su abogada, Janine Bonaggiunta, especializada en violencia conyugal y derecho de familia y que espera obtener una condena menor.
Miedo todo el tiempo
Val¨¦rie creci¨® en una familia disfuncional ¡ªa los cinco a?os, su hermano mayor abus¨® de ella sin que su madre, alcoh¨®lica, hiciera nada¡ª, pero la verdadera pesadilla empieza cuando entra en su vida Daniel Polette. El camionero, 25 a?os mayor que Val¨¦rie, es la nueva pareja de su madre, aunque pronto empieza a fijarse en la hija. A los 12 a?os, la viola por primera vez. ¡°Ten¨ªa miedo todo el tiempo¡±, escribe Bacot. Seg¨²n su defensa, a partir de ese momento, la joven queda totalmente bajo la influencia de Polette. ¡°Podemos hablar de secuestro, fue casi un encarcelamiento desde que era peque?a¡±, dice por tel¨¦fono Bonaggiunta, que tambi¨¦n defendi¨® a Jacqueline Sauvage.
En 1995, unos familiares denuncian los abusos contra Val¨¦rie. De la condena a cuatro a?os de c¨¢rcel, Polette solo cumple dos y medio, durante los cuales la madre de Val¨¦rie la obliga a visitar a su padrastro y violador a la c¨¢rcel, otra muestra de los fallos institucionales, apunta su abogada. ¡°Ese hombre se col¨® por todas las grietas del sistema¡±, denuncia. Cumplida la pena, vuelve a casa de Bacot, sin que ninguna instituci¨®n, nuevamente, haga seguimiento alguno. El patr¨®n no tarda en repetirse. ¡°Todo volvi¨® a empezar r¨¢pidamente. Cada d¨ªa, cuando volv¨ªa del colegio, me dec¨ªa, tras la merienda: ¡®Vamos, sube¡¯. Yo sab¨ªa lo que quer¨ªa decir. Y sab¨ªa que m¨¢s me val¨ªa obedecer¡±, relat¨® Bacot en entrevista con el diario Le Parisien.
A los 17 a?os, Val¨¦rie se queda embarazada de su padrastro. Su madre la echa de casa. Sin apoyos, no ve m¨¢s salida que irse a vivir con su hasta entonces padrastro. Su ¡°verdugo¡±, corrige su abogada. La pareja, que se casa en 2008, tiene cuatro hijos. Las palizas, las amenazas y la violencia psicol¨®gica son constantes. Hasta en dos ocasiones, sus hijos acuden a la polic¨ªa a denunciar los maltratos. Nadie les escucha. ¡°Acabas viviendo con la idea de que te lo mereces porque no haces las cosas como es debido¡±, dice Bacot, quien seg¨²n sus abogadas y el comit¨¦ creado para apoyar su defensa, no fue consciente del poder que ejerc¨ªa su marido sobre ella hasta tiempo despu¨¦s. Fue durante el a?o que pas¨® en prisi¨®n despu¨¦s de que fuera hallado el cuerpo de Polette, que hab¨ªa enterrado con la ayuda de dos de sus hijos.
Adem¨¢s de las palizas y violaciones, a partir de 2004, Bacot se ve obligada a prostituirse en las ¨¢reas de descanso de una autopista. Su marido ejerce de proxeneta. ¡°Si hubiera sido una serie de Netflix, la gente habr¨ªa dicho que se han pasado¡±, dice Florian Ma?ly, portavoz del comit¨¦ de apoyo a Val¨¦rie Bacot creado por media docena de conocidos de la mujer ¡ªamigos y vecinos como Ma?ly, due?o de la bolera a la que Bacot acudi¨® los ¨²ltimos a?os con sus hijos¡ª para lograr que no tenga que volver a la c¨¢rcel. Su petici¨®n en la plataforma change.org ha logrado ya m¨¢s de medio mill¨®n de firmas.
¡°No pedimos que se la absuelva¡±, precisa Ma?ly. ¡°Ha habido un hombre que, pese a todo, ha muerto. Y tiene que haber una condena¡±. Pero considera que los jueces podr¨ªan condenarla a un a?o de prisi¨®n firme, que ya cumpli¨® antes de obtener la libertad vigilada, y el resto una pena suspendida. Lo principal ¡°es que no tenga que volver a pisar jam¨¢s la c¨¢rcel¡±, subraya.
¡°Ya ha cumplido su pena, hace 24 a?os que vive en una prisi¨®n, una prisi¨®n creada en parte con la complicidad del Estado, porque los servicios sociales no la ayudaron, porque la justicia no conden¨® a su padrastro a una pena m¨¢s alta, porque tanto los adultos como las instituciones fallaron cuando esta ni?a de 17 a?os qued¨® embarazada. Es todo el Estado franc¨¦s el que ha fallado¡±, insiste.
Ola de feminicidios
El juicio a Bacot se celebra en el mismo a?o en que Francia rompi¨® el tab¨² sobre el incesto contra menores tras la publicaci¨®n de La familia grande de Camille Kouchner, donde la hija del exministro y cofundador de M¨¦dicos Sin Fronteras Bernard Kouchner revela los abusos a los que someti¨® a su hermano gemelo de adolescente el padrastro de ambos, el tambi¨¦n conocido polit¨®logo Olivier Duhamel. Los cinco d¨ªas de audiencias tienen lugar adem¨¢s tras una nueva ola de brutales feminicidios ¡ªcomo el de mayo en M¨¦rignac, donde un maltratador varias veces condenado asesin¨® a su exmujer en plena calle quem¨¢ndola con gasolina tras dispararle en las piernas para que no pudiera huir¡ª que han puesto de nuevo en evidencia los fallos del sistema.
Una sensibilizaci¨®n de la sociedad que la abogada Bonaggiunta espera ayude a Bacot y, sobre todo, que impulse un cambio profundo de las instituciones. Porque ¡°todo el mundo critica, se habla y se habla, pero al mismo tiempo seguimos con los textos (jur¨ªdicos) de antes, en posiciones ancladas y ancestrales. As¨ª no podemos seguir¡±, advierte.
Mientras, Bacot, que tampoco pide su absoluci¨®n ¡ª¡±le he quitado la vida a alguien, es normal que vaya a la c¨¢rcel¡±, ha declarado¡ª, se dice ansiosa por afrontar de una vez un proceso que, espera, tambi¨¦n sea un juicio contra el hombre que destruy¨® su vida. ¡°Lo veo un poco como un combate contra ¨¦l. Espero lograr ser m¨¢s fuerte que ¨¦l, poder ganarle por una vez en la vida¡±.
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