La excepci¨®n espa?ola: la vacunaci¨®n sigue viento en popa mientras en Europa pierde fuelle
Un sistema de atenci¨®n primaria muy proactivo y lo marginal del movimiento antivacunas contribuyen a que Espa?a se mantenga a la cabeza en el ritmo de inmunizaci¨®n entre los grandes pa¨ªses europeos, algunos de los cuales ya ven c¨®mo los pinchazos se ralentizan
El ritmo de vacunaci¨®n en la Uni¨®n Europea empieza a flojear. Italia y Francia se han estancado en las ¨²ltimas semanas en el n¨²mero de dosis que ponen por cada 100.000 habitantes, mientras que en otros pa¨ªses, como Alemania y Polonia, la velocidad a la que se administran los pinchazos se ha reducido claramente desde mediados de junio. La curva, ascendente hasta entonces, lleg¨® a su pico hace un mes y desde entonces no deja de descender, para preocupaci¨®n de sus autoridades sanitarias. Entre los grandes pa¨ªses europeos, Espa?a es la excepci¨®n. Pone m¨¢s vacunas en funci¨®n de su poblaci¨®n que el resto y la ca¨ªda en el ritmo que se observa en los ¨²ltimos d¨ªas es menos pronunciada.
Ante la evidencia de que la vacunaci¨®n empieza a tocar techo en buena parte de Europa, los pa¨ªses estudian de qu¨¦ manera pueden convencer a los que dudan. La Uni¨®n Europea se hab¨ªa puesto como objetivo tener vacunada con pauta completa al 70% de la poblaci¨®n adulta a finales del verano. Pero no esperaba este verano. En un momento de ascenso de la curva epid¨¦mica y con la amenaza del auge de la variante delta, m¨¢s contagiosa, hay todav¨ªa margen de mejora, mucha poblaci¨®n susceptible de vacunar, y algunos expertos sostienen que la inmunidad de grupo no se alcanzar¨¢ con el 70% sino con el 80% o hasta el 90% de la poblaci¨®n inmunizada. Los especialistas consultados se?alan que, a diferencia de otras partes de Europa, el apoyo a las vacunas en Espa?a es muy elevado y su sistema sanitario es m¨¢s proactivo para favorecer la vacunaci¨®n.
El Gobierno franc¨¦s ya ha tomado decisiones: obligar¨¢ a vacunarse a personal sanitario y de residencias, y le pondr¨¢ muy dif¨ªcil la vida social en interiores y la movilidad a los que no est¨¦n inmunizados, porque les exigir¨¢ un certificado covid para entrar en bares y restaurantes y viajar en tren y avi¨®n. En octubre, adem¨¢s, las PCR dejar¨¢n de ser gratuitas. Alemania, que a mediados de junio pon¨ªa de media 950.000 dosis diarias y ahora no llega a las 600.000, tambi¨¦n estudia medidas de persuasi¨®n para alentar a la poblaci¨®n, aunque por ahora las autoridades han descartado la obligatoriedad para el personal sociosanitario. El Ejecutivo griego ha dado a los trabajadores de las residencias hasta el 16 de agosto para vacunarse y a los sanitarios hasta el 1 de septiembre. Podr¨ªan perder su empleo si no lo hacen.
El comisario europeo de Mercado Interior, Thierry Breton, destacaba el s¨¢bado pasado en su cuenta de Twitter que Europa ha superado a Estados Unidos en primeras dosis, mientras exporta m¨¢s de la mitad de las vacunas que produce en su territorio (EE UU no exporta nada), y apuntaba al nuevo desaf¨ªo: ¡°Superar las dudas sobre la vacuna en Europa¡±.
El oasis espa?ol en el ritmo de vacunaci¨®n se explica, seg¨²n Am¨®s Garc¨ªa, presidente de la Asociaci¨®n Espa?ola de Vacunolog¨ªa, por la elevada aceptaci¨®n que hay en el pa¨ªs a las vacunas: ¡°Espa?a es un pa¨ªs muy vacunador. Las tasas de cobertura de primovacunaci¨®n [las primeras vacunas que reciben los beb¨¦s] superan el 95%. Tenemos profesionales sanitarios muy concienciados y que han interiorizado las bonanzas de las vacunas¡±. En Francia, por ejemplo, la cobertura vacunal contra el sarampi¨®n es ligeramente m¨¢s baja que la de Espa?a, del 90%, seg¨²n la OCDE, y en Italia, aunque es del 93%, se produjeron en 2019 importantes brotes por el auge de los movimientos antivacunas, tambi¨¦n muy presentes en el suelo franc¨¦s.
Tambi¨¦n con la vacunaci¨®n de la gripe, la cobertura en Espa?a fue del 65,5% en 2020 entre los mayores de 65 a?os, mientras que en Italia fue del 54% y en Alemania, de algo menos del 39%. ¡°Todos los movimientos antivacunas en Europa y Estados Unidos empezaron a estar en boga a finales de los a?os sesenta, pero en Espa?a encontraron un terreno poco propicio porque acab¨¢bamos de salir de una epidemia de polio gracias a una vacuna. En algunos pa¨ªses europeos, hay muchos sanitarios antivacunas. En Espa?a, los que hay son pocos y tienen poco peso¡±, resuelve Alberto Infante, profesor em¨¦rito de Salud Internacional de la Escuela Nacional de Sanidad del Instituto de Salud Carlos III.
¡°En Espa?a los antivacunas son anecd¨®ticos¡±, coincide Garc¨ªa, y agrega que la accesibilidad a las inyecciones, gratuitas y recogidas dentro del calendario de vacunaci¨®n infantil, ha favorecido un clima de aceptaci¨®n de estos medicamentos. Tambi¨¦n la presencia de una atenci¨®n primaria s¨®lida, cercana, ramificada por todo el territorio y con la mayor¨ªa de sus sanitarios favorables a la vacunaci¨®n. ¡°Tambi¨¦n tenemos un sistema nacional de salud muy potente que engloba a toda la ciudadan¨ªa. Ese poder¨ªo de lo p¨²blico es clave y, adem¨¢s, es un sistema muy proactivo¡±, a?ade el vacun¨®logo.
En pa¨ªses como Alemania, donde no hay un sistema de atenci¨®n primaria p¨²blico ni historia cl¨ªnica digital, el que debe ser proactivo es el paciente. Los m¨¦dicos no son funcionarios: trabajan por su cuenta, en sus consultas privadas, no en centros de salud o ambulatorios. El sistema est¨¢ muy atomizado. Durante la campa?a de vacunaci¨®n los sistemas de salud regionales no han ido llamando a la poblaci¨®n por franjas de edad, como en Espa?a. Quien se ha inmunizado ha tenido que buscar una cita en centros de vacunaci¨®n o en las consultas privadas de los m¨¦dicos, y eso fue muy complicado, tambi¨¦n para los mayores de 60, durante los primeros meses de la campa?a. Ahora ya es f¨¢cil. Hay citas de sobra.
Hajo Zeeb, epidemi¨®logo del Instituto Leibniz de Investigaci¨®n Preventiva y Epidemiolog¨ªa, afirma: ¡°En Alemania el factor limitante de las dosis disponibles ya no existe, pero el ritmo est¨¢ disminuyendo lentamente. Parece que incluso hubo un pico justo antes de la temporada de vacaciones, cuando mucha gente quiso vacunarse temprano¡±. El ritmo sigue siendo alto, asegura, pero a partir de ahora va a ser complicado mantenerlo porque ¡°se ha alcanzado un efecto techo¡±. El experto cree que podr¨ªan adelantarse las segundas dosis para proteger lo antes posible a los que as¨ª lo desean. En Alemania estas se ponen bastante m¨¢s tarde que en Espa?a. Con Moderna, por ejemplo, a los 42 d¨ªas, cuando en Espa?a son 28.
El Gobierno espa?ol ha lanzado campa?as para fomentar la vacunaci¨®n y las comunidades han combinado el llamamiento individual a la vacunaci¨®n (a trav¨¦s de un sms o una llamada directa a la persona) con la apertura de autocitas. Las autonom¨ªas, adem¨¢s, han puesto en marcha acciones de repesca para captar a ciudadanos con edades de riesgo que se quedaron rezagados en el proceso vacunal. Catalu?a, por ejemplo, ha desplegado autobuses de vacunaci¨®n y camiones cedidos por Seat como puntos m¨®viles donde pincharse para facilitar el acceso a los f¨¢rmacos. En Alemania, los pol¨ªticos llaman a la vacunaci¨®n, y hay carteles por las calles que animan a los ciudadanos a pedir cita, pero son llamadas gen¨¦ricas.
Con la vista puesta en el crecimiento de la variante delta, que es hasta un 60% m¨¢s contagiosa, seg¨²n el Centro Europeo de Control de Enfermedades (ECDC, por sus siglas en ingl¨¦s), los expertos recuerdan la necesidad de atajar la transmisi¨®n con celeridad. ¡°Habr¨ªa que alcanzar la inmunidad de grupo cuanto antes, pero con la variante delta, el porcentaje del 70% de la poblaci¨®n vacunada para alcanzarlo se queda corto. Vamos a necesitar una cobertura del 80%¡±, avisa Joan Cayl¨¤, miembro de la Sociedad Espa?ola de Epidemiolog¨ªa.
Los expertos consultados coinciden en que en Espa?a no hace falta llegar a esos extremos y, mucho menos, obligar a vacunarse. De hecho, explica Garc¨ªa, ¡°tomar medidas tan dr¨¢sticas en Espa?a es absurdo y servir¨ªa para rearmar a los movimientos contrarios a la vacuna¡±. Las dudas de la poblaci¨®n, asegura el vacun¨®logo, se disipan r¨¢pido, ¡°cuando la gente comprueba que las teor¨ªas negativas sobre las vacunas son falsas¡±. En octubre de 2020, antes de que llegasen al mercado los primeros preparados, los espa?oles estaban muy divididos: seg¨²n el CIS, casi el 44% de la poblaci¨®n rechazaba vacunarse de inmediato contra el coronavirus, mientras que el 40% estar¨ªa dispuesto a pincharse en cuanto hubiese un f¨¢rmaco. En enero, las encuestas dieron un vuelco y el n¨²mero de espa?oles dispuestos a vacunarse inmediatamente de la covid se dispar¨® al 72%.
En lo que va de campa?a vacunal, Espa?a ha logrado una cobertura casi total de las personas mayores de 70 a?os. En los sexagenarios y el grupo de 50 a 59 a?os, inmersos ahora en completar la pauta vacunal, ya se ha logrado una cobertura por encima del 95% y el 90% respectivamente. Como todav¨ªa hay margen de mejora, Sanidad ha anunciado una campa?a para fomentar la vacunaci¨®n y las conductas sociales responsables con la colaboraci¨®n de los deportistas ol¨ªmpicos.
Infante teme que baje ¡°un poco¡± la cobertura vacunal entre los menores de 40 a?os, ¡°aunque los s¨ªntomas que hay, por ahora, son positivos porque hay colas en los puntos de vacunaci¨®n¡±, admite. Cayl¨¤, por su parte, conf¨ªa en que las coberturas seguir¨¢n siendo buenas y no faltar¨¢n personas que quieran vacunarse: ¡°El ¨²nico problema que tenemos aqu¨ª es que a¨²n recibimos pocas vacunas¡±.
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