¡°No es f¨¢cil morir as¨ª, pero ella ya no estaba en esta vida y no quer¨ªa estar¡±
Eskarne muri¨® el 23 de julio con 86 a?os tras aplic¨¢rsele la eutanasia, la primera que ha trascendido desde que es legal en Espa?a. Hace una d¨¦cada dej¨® escrita su voluntad
Eskarne falleci¨® el pasado 23 de julio a los 86 a?os de edad. Muri¨® como ella deseaba, en el dormitorio de su domicilio, rodeada de familiares y con la ayuda de los m¨¦dicos. Es la primera persona a la que se le ha aplicado la eutanasia en el Pa¨ªs Vasco. En un tiempo r¨¦cord, en menos de un mes desde la entrada en vigor el 25 de junio de la ley que regula el derecho a solicitar y recibir asistencia para morir en determinados casos de enfermedad incurable o que causa un sufrimiento insoportable. El hijo de Eskarne explica que ¡°morirse es algo muy ¨ªntimo y no es necesario dar detalles personales¡±. La familia quiere mantenerse en el anonimato, aunque ha aceptado relatar a EL PA?S la experiencia vivida, ¡°muy intensa y positiva¡±, cuenta el hijo, desde que activaron el protocolo para acogerse a la eutanasia hasta oficiarse el ¨²ltimo adi¨®s de ella. ¡°Decidi¨® morir as¨ª, fue un acto de mucha valent¨ªa y a la vez ejemplar para la sociedad en que vivimos¡±, explica este familiar.
Hace diez a?os Eskarne registr¨® el documento de voluntades anticipadas en el que expresaba su deseo de acogerse a la eutanasia. Ya entonces, cuando estaba en pleno uso de sus facultades mentales, explica su hijo, ¡°ella ten¨ªa muy claro que estaba preparada para poner fin a la vida¡±. Las dolencias del coraz¨®n y una salud en fase terminal fueron consumi¨¦ndola poco a poco, hasta dejarla encamada de continuo, sin movilidad durante los ¨²ltimos meses y con una ¡°dependencia para todas las actividades de la vida diaria¡±, seg¨²n recogen todos los informes m¨¦dicos. Los facultativos constataron que sufr¨ªa un ¡°deterioro cognitivo severo¡± y en su caso no hab¨ªa ¡°alternativas terap¨¦uticas curativas¡±. Para la familia, la situaci¨®n era ¡°muy evidente¡± y no dejaba ¡°ning¨²n resquicio a la duda¡±. Eskarne cumpl¨ªa todos los requisitos que marca la ley para que se le aplicara la eutanasia. Hab¨ªa pedido ¡°morir dignamente¡± en una decisi¨®n que fue personal, firme, libre y meditada.
En su testamento vital, dej¨® escrito que para ella la calidad de vida es ¡°un valor primordial¡±, entendida como ¡°ausencia de sufrimiento y ausencia de dependencia para actividades b¨¢sicas de la vida cotidiana¡±. ¡°Desde hace muchos a?os¡±, dec¨ªa Eskarne en 2011, ¡°estimo que la vida en este mundo debe incluir la capacidad de sentir, pensar y elegir, de comunicar y compartir¡±. Y a?ad¨ªa en sus ¨²ltimas voluntades: ¡°No puedo considerar como v¨¢lida ni de calidad suficiente aquella vida que me impide desarrollar, con autonom¨ªa razonable, las actividades b¨¢sicas de la vida cotidiana, porque ser¨ªa incompatible con mis creencias y valores el permanecer de modo permanente e irreversible con esa calidad de vida en grado m¨ªnimo e irreversible¡±.
Eskarne no ten¨ªa ninguna duda y se hab¨ªa anticipado a los acontecimientos: ¡°Si esa fuese la circunstancia de gran dependencia, lo que para m¨ª ser¨ªa un insoportable sufrimiento en el que me encontrase en un futuro, no quisiera vivir m¨¢s as¨ª, por lo que desear¨ªa me fueran aplicadas t¨¦cnicas de eutanasia activa, indoloras y r¨¢pidas¡±. Sus deseos se han cumplido una d¨¦cada despu¨¦s al pie de la letra.
El pasado 25 de junio, el mismo d¨ªa que entr¨® en vigor la ley de la eutanasia que el Congreso de los Diputados aprob¨® tres meses antes, la familia present¨® la solicitud para que Eskarne pudiera acogerse a este derecho. As¨ª arranc¨® un procedimiento que culmin¨® justo 30 d¨ªas despu¨¦s: ¡°Todo ha sido muy r¨¢pido, sin ninguna complicaci¨®n, y discurri¨® de forma especialmente correcta y natural¡±, explica el hijo en una conversaci¨®n telef¨®nica.
¡°Ella necesitaba morir¡±
Aquel 25 de junio entregaron la solicitud al m¨¦dico de cabecera, que result¨® ser objetor de conciencia, pero ¡°la situaci¨®n se solvent¨® enseguida porque ese mismo d¨ªa Osakidetza [Servicio vasco de Salud] puso el caso en manos de un m¨¦dico que estaba dispuesto a acompa?arnos durante todo el proceso¡±. La maquinaria administrativa y sanitaria entr¨® en marcha de inmediato, con una diligencia que sorprendi¨® a los familiares. Fueron cumpli¨¦ndose todos los pasos, varios informes m¨¦dicos mediante, hasta que la comisi¨®n de garant¨ªas y evaluaci¨®n dio su visto bueno definitivo: ¡°Nuestro caso era muy claro, no plante¨® ninguna duda a los m¨¦dicos. Ella no estaba consciente, llevaba varios a?os sin ser persona y necesitaba morir¡±, comenta resignado el hijo.
Lleg¨® el momento que la familia estaba esperando. El d¨ªa 23 de julio el equipo de m¨¦dicos y enfermeras asisti¨® a la paciente en el momento de administrarle la sustancia que le provoc¨® la muerte. Cuenta este familiar que ese trance es ¡°emocionalmente muy potente¡±: ¡°Es fr¨ªo pero a la vez muy humano, un final muy digno. Para nada result¨® violento. Fue en el dormitorio, con todos los seres queridos a su lado. No es f¨¢cil morir as¨ª, pero ella ya no estaba en esta vida y no quer¨ªa estar¡±.
La familia est¨¢ gratamente sorprendida de ¡°la calidad humana y el trato exquisito recibido¡± por Osakidetza y los profesionales sanitarios que les han atendido. ¡°Todos los m¨¦dicos y enfermeras tuvieron una atenci¨®n muy cercana, con mucha sensibilidad y humanidad. Fueron especialmente cuidadosos en el momento de la muerte, cuando tuvieron que explicarnos de forma muy precisa c¨®mo iba a ser el final. Nos sentimos muy arropados¡±, asegura el familiar.
El hijo de Eskarne celebra que en Espa?a se haya regulado la eutanasia y, vista la experiencia que ha vivido en primera persona, considera que ¡°ha merecido la pena¡±. M¨¢s a¨²n, a?ade que ¨¦l ¡°tambi¨¦n lo har¨ªa¡± si se encontrara en la misma situaci¨®n que su madre.
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