As¨ª decidir¨¢ el m¨¦dico si el paciente est¨¢ en plenas facultades para pedir la eutanasia
Si el enfermo no es capaz ni est¨¢ consciente en el momento de la solicitud, solo puede acceder a la prestaci¨®n de ayuda para morir si tiene un documento de voluntades anticipadas donde contemple esa demanda
La eutanasia ya es un derecho en Espa?a. Tras dos d¨¦cadas de debate social y propuestas legislativas fracasadas, la ley que regula la prestaci¨®n de ayuda para morir ha entrado este viernes en vigor y el Gobierno y las comunidades se apuran en pulir los ¨²ltimos flecos para aterrizar la norma. As¨ª, el Consejo Interterritorial, donde est¨¢n representados el Ministerio de Sanidad y las autonom¨ªas, dio este mi¨¦rcoles luz verde a uno de los cabos sueltos de la ley que quedaban pendientes de afinar: el protocolo de actuaci¨®n para que el m¨¦dico responsable ¡ªel facultativo elegido por el paciente para llevar su caso¡ª dictamine si el enfermo est¨¢ en plenas capacidades para tomar la decisi¨®n de solicitar la eutanasia. La ley prev¨¦ que, adem¨¢s de ser mayor de edad y cumplir unos criterios cl¨ªnicos (padecer una enfermedad incurable o un padecimiento grave), la persona que la pida tiene que ¡°ser capaz y consciente en el momento de la solicitud¡±. Si no lo es, solo podr¨¢ acceder a la prestaci¨®n si tiene un documento de voluntades anticipadas donde haya contemplado esta demanda. El protocolo de actuaci¨®n plantea una entrevista cl¨ªnica inicial para dilucidar la capacitaci¨®n del enfermo y, si el m¨¦dico tiene dudas, puede recurrir a herramientas t¨¦cnicas de evaluaci¨®n de las capacidades y, en ¨²ltimo caso, hacer una interconsulta a otro facultativo para pedir su valoraci¨®n.
Quedan aspectos de la ley por concretar y los expertos consultados asumen que habr¨¢ muchas dudas por resolver. Y m¨¢s que surgir¨¢n a medida que se vayan topando con las peticiones de eutanasia. Pero hay cuestiones que no se pod¨ªan aplazar, como la creaci¨®n de las comisiones de garant¨ªas de cada comunidad, que tendr¨¢n la ¨²ltima palabra al valorar una petici¨®n de eutanasia, o la gu¨ªa para dictaminar si una persona est¨¢ capacitada para solicitar la prestaci¨®n. De hecho, si no es capaz y tampoco tiene un documento de voluntades previas donde explicita su demanda, el m¨¦dico tiene que denegar la petici¨®n.
El protocolo de actuaci¨®n aprobado por Sanidad y las comunidades parte de la presunci¨®n de que los solicitantes son capaces y est¨¢n en plenas facultades para tomar decisiones acerca de su propia vida. Con la primera entrevista personal que contempla la ley, donde m¨¦dico y paciente entran en un proceso deliberativo sobre la situaci¨®n del enfermo, las alternativas terap¨¦uticas y el pron¨®stico, el facultativo ya estima si el solicitante est¨¢ en plenas facultades cuando pide la eutanasia: valora la capacidad de comprensi¨®n, apreciaci¨®n, razonamiento y expresi¨®n de una elecci¨®n por parte del paciente. Adem¨¢s, el m¨¦dico responsable debe asegurarse de que la incapacidad no venga determinada por un d¨¦ficit de informaci¨®n, dificultades comunicativas u otros elementos culturales, reza el protocolo.
Pero la gu¨ªa de recomendaciones del ministerio contempla tambi¨¦n, en caso de duda del m¨¦dico, herramientas de evaluaci¨®n alternativas para dictaminar las capacidades del paciente. El protocolo matiza que son ¡°aconsejables¡±, pero siempre como un elemento ¡°complementario y posterior a la valoraci¨®n cl¨ªnica general y a la deliberaci¨®n con la persona enferma¡±. Las herramientas recomendadas son dos gu¨ªas que ya se usan en otros campos: el Instrumento de Ayuda para la Evaluaci¨®n de la Capacidad (ACE) y la Herramienta de Evaluaci¨®n de la Capacidad para Tratamiento (MacCATT), que miden tambi¨¦n si el paciente entiende lo que se le dice, si conoce su enfermedad, si su decisi¨®n est¨¢ condicionada por elementos externos y cu¨¢les son las consecuencias de la decisi¨®n que ha tomado. La ley de la eutanasia define la incapacidad de hecho como la ¡°situaci¨®n en la que el paciente carece de entendimiento y voluntad suficientes para regirse de forma aut¨®noma, plena y efectiva por s¨ª mismo¡±.
¡°Un m¨¦dico, cuando habla con un paciente, ya valora sus capacidades¡±, sostiene Javier Velasco, presidente de la Asociaci¨®n Derecho A Morir Dignamente (DMD). ¡±En la mayor¨ªa de los casos no har¨ªan falta los instrumentos de medida; estos son solo para los casos en los que hay dudas. Pero es verdad que la capacidad no es toda o nada. Hay personas que tienen lagunas de memoria, pero tienen capacidad para tomar decisiones importantes o realizar actos jur¨ªdicos. Y la gente con trastornos mentales tiene momentos agudos donde no tienen capacidad, pero luego, cuando se pasa ese momento agudo, est¨¢n perfectos¡±, a?ade. El protocolo contempla, precisamente, distintos grados de deterioro cognitivo que repercuten de forma desigual sobre la capacidad del paciente de decidir sobre procesos que tengan una gran repercusi¨®n sobre su salud.
Si, tras emplear estas herramientas, el m¨¦dico siguiese con dudas sobre las capacidades del paciente, puede hacer una interconsulta a otro facultativo experto en la valoraci¨®n de este tipo de situaciones o de la patolog¨ªa del paciente. El protocolo matiza que esta opini¨®n solicitada a un m¨¦dico especializado en valoraci¨®n de capacidades no exime al facultativo responsable del paciente de pasar el segundo filtro de control que contempla la ley: el aval del m¨¦dico consultor, que es un profesional con formaci¨®n en las patolog¨ªas que padece el enfermo, pero ajeno al equipo del facultativo responsable. El consultor deber¨¢ estudiar el caso y dictaminar si el paciente cumple los requisitos para recibir la prestaci¨®n. En caso de discrepancia entre el m¨¦dico responsable y el consultor respecto a la incapacidad de hecho, la decisi¨®n se elevar¨¢ al pleno de la comisi¨®n de garant¨ªa y evaluaci¨®n de la comunidad aut¨®noma, que es el ¨®rgano que tiene la ¨²ltima palabra en la concesi¨®n de la prestaci¨®n.
El protocolo para valorar la capacidad del paciente para tomar la decisi¨®n, se?alan los profesionales consultados, es una herramienta clave. Sobre todo, para los casos m¨¢s complejos, donde hay deterioro cognitivo o problemas de salud mental que pueden influir o modular la voluntad del paciente. Precisamente, en Pa¨ªses Bajos, donde llevan 20 a?os con una ley de eutanasia en vigor, se enfrentan ahora al reto de abordar la evaluaci¨®n de demandas de eutanasia en personas con demencias avanzadas. M¨®nica Povedano, jefa de la Unidad Funcional de Enfermedad de Motoneurona del servicio de Neurolog¨ªa del Hospital de Bellvitge de Barcelona, valora la importancia de que haya un protocolo com¨²n y que se d¨¦ ¡°capacidad al profesional para decidir qui¨¦n est¨¢ capacitado y qui¨¦n no¡±. ¡°Desde el punto de vista neurol¨®gico es f¨¢cil ver cu¨¢ndo el paciente se est¨¢ deteriorando, cu¨¢l es el grado de demencia... Pero el otro gran campo en el que actuar es el del enfermo psiqui¨¢trico, que tambi¨¦n puede pedir la eutanasia. Es muy importante formar a los profesionales en situaciones de final de vida y en este tipo de valoraciones porque no estamos formados¡±, defiende.
La Sociedad Espa?ola de Psiquiatr¨ªa est¨¢ preparando cursos formativos, en colaboraci¨®n con el ministerio, para entrenar a los profesionales en la valoraci¨®n de las capacitaciones. Su vicepresidente, Manuel Mart¨ªn Carrasco, alerta de que la comunidad m¨¦dica ¡°no est¨¢ bien formada¡± para realizar estos an¨¢lisis y hay que reforzar el entrenamiento en este campo. ¡°Hay casos claros donde no hace falta ni un m¨¦dico para saber que una persona no est¨¢ capacitada. Pero hay tambi¨¦n una gran gama de situaciones intermedias m¨¢s complicadas. Las herramientas de apoyo son ¨²tiles, pero no bastan para hacer una valoraci¨®n adecuada¡±, advierte el psiquiatra.
Manual de buenas pr¨¢cticas
Otra cosa que queda por aprobar en el seno del Consejo Interterritorial es el manual de buenas pr¨¢cticas que atar¨¢ otros cabos sueltos de la ley y homogeneizar¨¢ procesos. Esta gu¨ªa contemplar¨¢ las recomendaciones sobre los medicamentos a administrar para que la ejecuci¨®n de la prestaci¨®n de ayuda para morir sea homog¨¦nea. Tambi¨¦n incluir¨¢ modelos de los principales documentos para el desarrollo del proceso, como son el formulario de solicitud, la hoja de informaci¨®n sobre la eutanasia y el consentimiento informado, entre otros.
El manual contemplar¨¢, adem¨¢s, las recomendaciones para el ejercicio de objeci¨®n de conciencia, al que pueden acogerse todos los profesionales que no quieran participar en la aplicaci¨®n de la eutanasia. Seg¨²n la ley, el Gobierno y las comunidades tienen tres meses desde la entrada en vigor de la norma para elaborar el manual de buenas pr¨¢cticas, pero algunas voces del sector se?alan que ya est¨¢ bastante avanzado y estar¨¢ listo antes de tres meses.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.