La devastaci¨®n del volc¨¢n en primera persona: ¡°Mi madre no tiene ni una chaqueta. No nos queda otra que pedir ropa y comida¡±
An¨ªbal D¨ªaz, v¨ªctima de 25 a?os que charl¨® este jueves con los Reyes, relata la semana de pesadilla que ha vivido junto a su familia desde que viera explotar el volc¨¢n a un kil¨®metro de casa
¡°Mi nombre es An¨ªbal D¨ªaz, tengo 25 a?os, viv¨ªa en Las Manchas, muy cerca del volc¨¢n de La Palma, y mis padres y yo lo hemos perdido todo. La tarde anterior al domingo, en una reuni¨®n, nos dijeron que estallar¨ªa por Jedey, a varios kil¨®metros. Pero, por si acaso, mi madre, mi padre y yo preparamos una maletita con documentos y algo de ropa. No pens¨¢bamos que tuvi¨¦ramos que utilizarla.
Esa ma?ana, yo pase¨¦ por el monte y, en un momento, sent¨ª que un globo gigante pasaba por debajo de mis pies. Vi c¨®mo el coche, a lo lejos, se mov¨ªa. Parec¨ªa que hubiera olas debajo de la tierra. Y empezaron los terremotos. S¨¦ que eran cinco cada minuto porque enviaba audios por el m¨®vil a los amigos en los que los contaba.
A las tres y cuarto explot¨®, muy cerca de donde yo hab¨ªa estado paseando por la ma?ana, a poco m¨¢s de un kil¨®metro de mi casa. Se fue la luz. La puerta del garaje dej¨® de funcionar. Cogimos la maletita y los perros. Vino un guardia civil y nos dijo que por favor nos di¨¦ramos mucha prisa. Pero el problema era mi gato, que no aparec¨ªa. Estaba muy asustado y huy¨®. Le ped¨ª al guardia civil un minuto. Al final, ya con mis padres en el coche, lo encontr¨¦, lo met¨ª adentro y nos fuimos adonde nos dijeron, al campo de f¨²tbol de El Paso.
De all¨ª pasamos al piso de mis abuelos, en Los Llanos. No sab¨ªamos qu¨¦ pasaba con la casa. No nos informaba nadie. No hab¨ªa im¨¢genes en las televisiones porque a esa lengua de lava, m¨¢s peque?a que la de Todoque, le hac¨ªan poco caso. Pero un agricultor de la zona amigo nuestro, con un dron que ten¨ªa, hac¨ªa v¨ªdeos y nos los pasaba a los vecinos. As¨ª supimos que ¨ªbamos a perder la casa. Ayer pude ir gracias a unos concejales. Cog¨ª el ordenador, ropa para m¨ª y para mis padres, las fotos de la familia, lo met¨ª todo en unas bolsas, tranqu¨¦ la puerta y me fui de vuelta. Tard¨¦ menos de 15 minutos. No hab¨ªa m¨¢s tiempo. Ni siquiera el coche pod¨ªa subir la cuesta debido a que resbalaba por la cantidad de ceniza que acumulaba el acceso. Hoy he visto que la lava ya est¨¢ al lado de mi casa, a punto de echarla abajo.
Soy bombero forestal. El lunes, al d¨ªa siguiente de lo del volc¨¢n, fui a trabajar. Pero luego no he podido.An¨ªbal D¨ªaz
Soy bombero forestal. El lunes, al d¨ªa siguiente de lo del volc¨¢n, fui a trabajar. Pero luego no he podido. Ya no he podido. Me han dado de baja. Me muero de tristeza. Estoy viendo a los psic¨®logos que nos mandan. Mi padre trabaja en la construcci¨®n, pero la empresa queda en la zona que han desalojado. Mi madre es empaquetadora de pl¨¢tanos. Y le pasa lo mismo. No saben si recuperar¨¢n su trabajo. Mi padre est¨¢ destrozado. Y mi madre, a¨²n peor. Mi hermano vino de Barcelona en cuanto se enter¨®. Yo tengo solo un su¨¦ter. Mi padre una chaqueta. Mi madre no tiene nada, ni una chaqueta. No se la cog¨ª cuando fui a la casa ayer, y por eso no tiene. Creo que esta tarde iremos al campo de f¨²tbol de El Paso, donde dan ropa y comida. No nos gusta pedir, nunca hemos pedido nada, pero no nos queda otra. Tenemos todo arriba.
Hemos ido al banco y la directora de la sucursal le dijo a mi padre que el seguro no cubre los volcanes. No nos cobrar¨¢, dice, el montante de la hipoteca durante un a?o, pero s¨ª los intereses. Le he preguntado a mi madre cu¨¢nto nos falta por pagar de la hipoteca, pero ahora no se acuerda. Mi padre le respondi¨® a la del banco que si tampoco est¨¢n asegurados los muebles, la nevera, la televisi¨®n¡ Y tampoco. No s¨¦ entonces para qu¨¦ est¨¢n los seguros. No lo s¨¦.
Y si hablo aqu¨ª no es solo por m¨ª, sino por todos los vecinos nuestros, porque casi todos est¨¢n igual que nosotros. Los conozco a todos. Siempre viv¨ª ah¨ª, en esa casa. Nac¨ª all¨ª. La construy¨® mi padre. Ten¨ªamos un terreno, y animales: gansos, gallinas y patos. Antes de irnos les dejamos la puerta abierta para que escaparan. Vete a saber d¨®nde est¨¢n. Me acuerdo de una cosa: de mi cama. Me la compr¨¦ hace un mes, y estaba muy contento porque era muy c¨®moda y me gustaba mucho. Me da mucha rabia porque ah¨ª se qued¨®¡
Tienen que venir las ayudas. Pero de verdad, que yo s¨¦ de qu¨¦ va esto, que soy bombero forestal y s¨¦ lo que pasa despu¨¦s de los incendios con las ayudas que se prometen. Que las ayudas lleguen, y que lleguen pronto, por favor, que no pongan pegas, que se haga, que esto va en serio, que no sabemos qu¨¦ hacer, que esto no es un espect¨¢culo. Porque incluso hay gente que est¨¢ peor que nosotros, porque nosotros tenemos el piso de mis abuelos, podemos meternos ah¨ª, aunque es peque?o para todos, pero otros no tienen ad¨®nde ir, yo los conozco.
Hemos llamado a Servicios Sociales del Ayuntamiento y nos han dicho que nos llamar¨¢n de vuelta. Pero hasta ahora no ha llamado nadie. Hoy [por el jueves], por la ma?ana, hemos estado en La Laguna con el Rey y la Reina. Mi madre les ha explicado lo que nos ha pasado. Nos han asegurado que Espa?a entera est¨¢ con nosotros y que no se van a olvidar de nuestro caso. Eso espero.
Mis padres ya no quieren volver. Quieren irse a otro lugar, a lo mejor a otra isla, pero nunca a Las Manchas, nunca a donde viv¨ªamos. All¨ª no. Dicen que van a alquilar. Lo que sea, pero alquilar, que nunca m¨¢s van a comprar una casa¡±.
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