45 recomendaciones para ¡°reparar¡± siete d¨¦cadas de cr¨ªmenes pederastas de la Iglesia francesa

Fran?ois Devaux eligi¨® con mucho cuidado sus palabras durante la presentaci¨®n en Par¨ªs del informe de la Comisi¨®n Independiente sobre Abusos en la Iglesia Cat¨®lica (Ciase) y las, al menos, 216.000 v¨ªctimas de religiosos pederastas franceses desde 1950 hasta hoy, entre las que se cuenta ¨¦l. ¡°Ustedes son una verg¨¹enza para la humanidad y deben pagar por todos esos cr¨ªmenes¡±, dijo, marcando cada palabra, el presidente de la hoy disuelta pero a¨²n influyente asociaci¨®n Palabra Liberada, la organizaci¨®n de v¨ªctimas de un cura pederasta en Lyon que, hace seis a?os, rompi¨® el silencio de las v¨ªctimas de Francia y, con ello, destruy¨® la omert¨¢ que desde hac¨ªa d¨¦cadas pesaba sobre estos cr¨ªmenes en el seno de la iglesia gala, como antes ha sucedido en otros pa¨ªses (pero no en Espa?a). Pero, ?c¨®mo se ¡°paga¡± por un crimen cometido ¡ªy silenciado¡ª una y otra vez durante d¨¦cadas y que ha destruido la vida de incontables personas?

Para Devaux, har¨ªa falta un ¡°Concilio Vaticano III¡± inmediato ¡ª¡±esta tarde, no dentro de diez a?os¡±, dijo a periodistas el martes tras la presentaci¨®n del informe¡ª porque la responsabilidad llega hasta un Papa que hasta ahora ha estado ¡°ausente¡±, y ¡°hay que revisarlo todo, reorganizarlo todo¡± y se va a requerir ¡°mucho dinero¡±. Sin ir tan lejos, las reformas que proponen los expertos de la Ciase en las 2.500 p¨¢ginas de informe, elaborado en 32 meses de an¨¢lisis e investigaciones, pueden remover algunos de los pilares de la Iglesia cat¨®lica de Francia y allende sus fronteras, incluido el secreto de confesi¨®n o la cuesti¨®n del celibato.

Responsabilidad ¡°sist¨¦mica¡±

La Ciase quiere que la Iglesia ¡°reconozca¡± de una vez su ¡°responsabilidad sist¨¦mica¡± y cree que ¡°el peso social y espiritual de la Iglesia hace que pese sobre ella una responsabilidad particular en la sociedad a la que pertenece¡±. Ello requiere, subraya en sus recomendaciones, que la jerarqu¨ªa gala, que tambi¨¦n deber¨ªa reconocer la responsabilidad ¡°civil, social y c¨ªvica¡± como instituci¨®n m¨¢s all¨¢ de las responsabilidades individuales de los religiosos pederastas, ¡°examine los factores que han contribuido a sus fallos institucionales¡±.

En este sentido, la Ciase propone crear ¡°dispositivos concretos de reconocimiento¡±, como ceremonias p¨²blicas, celebraciones lit¨²rgicas en ¡°memoria de los sufrimientos infligidos¡± o un memorial de las v¨ªctimas, puntos sobre los que ya se puso de acuerdo la Conferencia Episcopal Francesa (CEF) en su reuni¨®n de primavera, donde propuso un ¡°d¨ªa nacional¡± en su memoria.

Definir el secreto de confesi¨®n, revisar el celibato

?Y si el problema estuviera en conceptos y principios generalizados desde hace siglos en la Iglesia? Para la Ciase, todo puede ser cuestionado, revisado o, al menos, aclarado.

Como el secreto de confesi¨®n. La Ciase propone ¡°transmitir un mensaje claro, indicando a los confesores y a los fieles que el secreto de confesi¨®n no puede derogar la obligaci¨®n, prevista por el c¨®digo penal (¡­), de se?alar a las autoridades judiciales y administrativas los casos de violencias sexuales infligidas a un menor o una persona vulnerable¡±. Es una cuesti¨®n, reconoci¨® el presidente de la Ciase, Jean-Marc Sauv¨¦, delicada. ¡°Somos conscientes de la gravedad de esta propuesta¡±, dijo. Pese a ello, agreg¨®, ¡°personalmente, la apoyo¡±. Porque aunque el secreto de confesi¨®n sea un secreto profesional, protegido por la ley, este no puede ser opuesto a la obligaci¨®n de proteger a las personas, que es ¡°una obligaci¨®n del derecho natural de protecci¨®n de la vida y de la dignidad de las personas¡±, defendi¨®. Y la ley francesa, recuerda la Ciase, requiere que se denuncie todo abuso sexual contra un menor del que se tenga conocimiento. Varios responsables religiosos, incluido el otrora todopoderoso cardenal Philippe Barbarin, exarzobispo de Lyon, fueron llevados a juicio justamente por haber silenciado presuntamente casos que conoc¨ªan.

Otro tab¨² que se deber¨ªa, cuando menos, analizar: el celibato. En la recomendaci¨®n 4, se propone ¡°identificar las exigencias ¨¦ticas del celibato¡± y especialmente la ¡°representaci¨®n del sacerdote¡± que ofrece, o ¡°el riesgo de conferirle una posici¨®n heroica o de dominaci¨®n¡±. En este sentido, la Ciase anima a ¡°evaluar, para la Iglesia en Francia, las perspectivas abiertas por las reflexiones del S¨ªnodo de la Amazonia, en particular la demanda de que, ad experimentum, sean ordenados curas hombres casados que cumplen las condiciones que san Pedro demanda a los pastores en la Primera Carta a Timoteo¡±. La propuesta se ha topado con el recelo inmediato de la jerarqu¨ªa cat¨®lica. Para el presidente de la Conferencia Episcopal Francesa (CEF), ?ric de Moulins-Beaufort, el problema no es el celibato, ¡°sino la manera de vivirlo y c¨®mo integrar la sexualidad¡± en un proyecto de vida como el de un sacerdote (o monja). ¡°Los curas no son los ¨²nicos solteros en el mundo que no tienen una actividad sexual, y todos los que son solteros no son necesariamente depredadores sexuales¡±, record¨®. Para Moulins-Beaufort, lo importante es buscar la ¡°manera de integrar la sexualidad y hay que trabajar en ello, pero no se trata de cuestionar la castidad, que es una promesa de dedicaci¨®n¡±, indic¨® a periodistas tras la presentaci¨®n del informe.

En su recomendaci¨®n 36, la Ciase tambi¨¦n osa tocar otro tema delicado al proponer, ¡°en vista del principio de dignidad igualitaria, reforzar grandemente la presencia de laicos en general y de mujeres en particular en las esferas de decisi¨®n de la Iglesia cat¨®lica¡±.

Reformas al derecho can¨®nico

Para la Ciase, el derecho can¨®nico est¨¢ ¡°ampliamente inadaptado para el castigo de las violencias sexuales¡± y ¡°no ha contribuido, como podr¨ªa y deber¨ªa haber hecho¡±, a un tratamiento adecuado de las agresiones sexuales, acot¨® Sauv¨¦. Por ello, pide definir m¨¢s claramente las infracciones y calificarlas, darle m¨¢s espacio a las v¨ªctimas, ¡°los grandes ausentes de estos procesos¡±, y aclarar responsabilidades, adem¨¢s de lograr una mejor articulaci¨®n con la justicia penal civil y adaptarlo a las normas internacionales sobre un proceso justo, introduciendo, entre otros, ¡°jueces laicos especialmente formados¡±.

Formar mejor a los religiosos, escuchar m¨¢s a las v¨ªctimas

La Ciase lanza una serie de propuestas para mejorar la formaci¨®n de los religiosos y del personal laico que emplea en materia de agresiones sexuales, adem¨¢s de pedir que se analicen los antecedentes judiciales de todo postulante. Asimismo, propone reformar, ampliar y mejorar las c¨¦lulas de escucha para atender a las v¨ªctimas de posibles abusos, que deber¨ªan estar integradas por personas laicas con una formaci¨®n espec¨ªfica y en contacto con asociaciones de v¨ªctimas.

Indemnizaciones, la gran cuesti¨®n

¡°Hay que reparar, en la medida de lo posible, el mal hecho¡±, dijo Sauv¨¦ en su presentaci¨®n del informe. Y una buena parte de ello pasa por indemnizar a las v¨ªctimas, cuya vida ¡ªsexual, afectiva, pero a veces tambi¨¦n social¡ª en muchos casos se ha visto profundamente afectada por los abusos sexuales sufridos por religiosos pederastas. La Ciase recomienda ¡°individualizar el c¨¢lculo de la indemnizaci¨®n a cada v¨ªctima¡±, para lo que se deber¨ªa tener en cuenta ¡°los prejuicios sufridos m¨¢s que elaborar categor¨ªas de infracciones perpetradas¡±. El arbitraje deber¨ªa estar en manos de una comisi¨®n independiente, ¡°exterior a la Iglesia¡±, y la financiaci¨®n de las indemnizaciones, la gran cuesti¨®n, deber¨ªa realizarse ¡°a partir del patrimonio de los agresores y de la Iglesia de Francia¡±, subraya la comisi¨®n, que pide ¡°descartar un llamamiento a donaciones de fieles¡± con este objeto. La Conferencia Episcopal ya acord¨® en marzo proponer una ¡°ayuda financiera¡± basada en las necesidades de cada una de las v¨ªctimas para superar los abusos y anunci¨® la creaci¨®n de un fondo de dotaci¨®n de cinco millones de euros, cifra que claramente, como se?alan v¨ªctimas como Devaux, apenas servir¨¢ para poner en marcha el procedimiento, no para pagar las indemnizaciones.