La sanidad p¨²blica detecta una explosi¨®n de casos de sarna relacionada con la pandemia

?Puede una persona contraer la sarna prob¨¢ndose ropa en una tienda? Los expertos dicen que si alguien infectado se pone unos pantalones, los lleva durante unos minutos y poco despu¨¦s otro cliente repite el proceso con la misma prenda, no es imposible que ocurra algo as¨ª. Pero que es muy dif¨ªcil. De hecho, ninguno tiene noticia de un brote de estas caracter¨ªsticas. Y, pese a ello, un v¨ªdeo subido a la red social TikTok ha sumado cientos de miles de visitas en las ¨²ltimas horas al afirmar que existe ¡°una plaga¡± de sarna en los probadores de ropa. Una afirmaci¨®n que los especialistas atribuyen a un error muy com¨²n, establecer una relaci¨®n causal entre dos hechos fortuitos cercanos en el tiempo, influido por un hecho que s¨ª es real: la explosi¨®n de casos de sarna que vive Espa?a.

¡°Estamos desbordados. Antes de la pandemia, yo apenas ve¨ªa dos o tres casos al mes. Ahora estoy viendo 10 a la semana y, a veces, hasta cuatro en un d¨ªa¡±, explica Miquel Casals, responsable de dermatolog¨ªa pedi¨¢trica del Hospital Parc Taul¨ª de Sabadell (Barcelona). ¡°Yo nunca hab¨ªa visto tantos casos como ahora. Antes la sarna era una cosa bastante excepcional, una enfermedad rara de ver, y ahora se ha convertido en algo frecuente¡±, a?ade Vicente Baos, m¨¦dico de familia en el centro de salud de Collado Villalba Pueblo, en la provincia de Madrid.

La sarna, tambi¨¦n conocida como escabiosis, est¨¢ causada por el ¨¢caro Sarcoptes scabiei, que produce intensos picores al moverse por la epidermis excavando t¨²neles. Es bastante contagiosa entre personas cercanas, ya sea por el contacto directo piel con piel o por compartir espacios como la cama, un sof¨¢... Es un proceso cl¨ªnico considerado leve, pero que tiene un notable impacto en la vida del paciente porque, adem¨¢s de las molestias, la inflamaci¨®n que produce y el rascarse muy a menudo acaba en unos vistosos eccemas que llegan a requerir tratamiento con corticoides e incluso antibi¨®ticos si se produce una infecci¨®n por alguna bacteria oportunista.

La sarna nunca ha sido erradicada, pero durante mucho tiempo fue un problema menor muy localizado en grupos de poblaci¨®n y lugares concretos. Un estudio elaborado por investigadores del Centro Nacional de Epidemiolog¨ªa, publicado el pasado mes de noviembre, detect¨® sin embargo un aumento de la incidencia en Espa?a que ven¨ªa produci¨¦ndose desde 2014. Los autores vinculan este incremento con las consecuencias de la crisis econ¨®mica, que empeor¨® las condiciones de vida de parte de la poblaci¨®n. Una tendencia que los efectos de la pandemia ha disparado en los dos ¨²ltimos a?os.

¡°Los datos de atenci¨®n primaria que utilizamos en la investigaci¨®n nos permitieron comprobar que las personas con peores condiciones socioecon¨®micas tienen m¨¢s riesgo de sufrir la enfermedad. Y los [datos] de brotes de la Red Nacional de Vigilancia Epidemiol¨®gica (RENAVE) apuntan a las instituciones cerradas como el lugar donde se produce un mayor n¨²mero de casos. Sobre esta base, lo que ha ocurrido con la pandemia es que cada casa pas¨® a ser como una instituci¨®n cerrada y esto ha favorecido mucho la circulaci¨®n del par¨¢sito en los dos ¨²ltimos a?os¡±, explica Zaida Herrador, investigadora principal del estudio.

No existen datos precisos sobre la incidencia real de la sarna en Espa?a. No es una enfermedad de declaraci¨®n obligatoria y sobre ella solo suelen comunicarse los brotes m¨¢s importantes. ¡°Tuvimos que recurrir a cuatro bases de datos distintas que nos permitieron constatar el incremento: la Red Nacional de Vigilancia Epidemiol¨®gica (RENAVE), los registros hospitalarios, las bases de datos de atenci¨®n primaria y tambi¨¦n una base de enfermedades profesionales, porque muchos de los afectados son profesionales sanitarios y sociosanitarios¡±, a?ade Herrador.

Sarna: una epidemia dentro de la pandemia. Este es elocuente t¨ªtulo del estudio publicado hace un a?o en una revista cient¨ªfica por Miquel Casals, al que no dejaba de sorprenderle el sostenido incremento de casos que diagnosticaba en la consulta desde la irrupci¨®n del coronavirus. ¡°Ha sido algo espectacular y a lo que han contribuido varias cosas. Con el confinamiento, y especialmente en las viviendas m¨¢s peque?as, primero se contagiaron todos los convivientes. Luego, con la saturaci¨®n de la atenci¨®n primaria, se ha retrasado mucho el diagn¨®stico. Y despu¨¦s, cuando la gente ha ido recuperando la normalidad, hab¨ªa muchas personas infectadas que a su vez pod¨ªan contagiar a otros¡±, explica el dermat¨®logo.

Los especialistas alertan de otras razones que mantienen en niveles elevados la circulaci¨®n del Sarcoptes scabiei. ¡°El ¨¢caro ha empezado a hacerse resistente en algunos casos al tratamiento de primera elecci¨®n, que es la permetrina de uso t¨®pico. Esto retrasa la curaci¨®n de muchos procesos, lo que a su vez ampl¨ªa el riesgo de nuevos contagios. Al final, muchas veces tenemos que dar ivermectina en pastillas, un tratamiento que antes estaba reservado a los grandes brotes¡±, detalla Casals.

El diagn¨®stico de la enfermedad tampoco resulta f¨¢cil, especialmente en las primeras fases de una infecci¨®n, cuando los s¨ªntomas (picores, peque?os granos...) pueden confundirse con otras dolencias de la piel. ¡°Ven¨ªamos de a?os con una incidencia muy baja, los m¨¦dicos de familia no estaban acostumbrados a verla y la sarna a veces es complicada de diagnosticar porque hay otras patolog¨ªas con una cl¨ªnica similar¡±, precisa Zaida Herrador.

Un ¨²ltimo factor que destacan los expertos es la dificultad de acabar con la sarna cuando esta se ha instalado en una casa o comunidad. ¡°Primero hay que ponerse la crema de forma adecuada por todo el cuerpo, del cuello hacia abajo, lo que para algunas personas tampoco es f¨¢cil. Hay que dormir con ella hasta ducharse por la ma?ana. Luego hay que lavar bien toda la ropa, cubrecamas, s¨¢banas... Y tambi¨¦n es muy importante hacer un buen diagn¨®stico de los contactos y que todos los infectados cumplan el tratamiento. Basta que uno no lo haga bien para que todos vuelvan a reinfectarse y tengan que volver a empezar el proceso. Esto es algo que pasa demasiado a menudo¡±, concluye Vicente Baos.