Carlos Osoro, sobre los abusos: ¡°Entiendo que haya gente dolida y eso me duele tambi¨¦n a m¨ª¡±
El arzobispo de Madrid, una de las pocas figuras de referencia de la Iglesia que se ha posicionado contra la pederastia en Espa?a, critica el silencio de la instituci¨®n
Para muchos sacerdotes y l¨ªderes de la Iglesia espa?ola, el cardenal Carlos Osoro (Casta?eda, Cantabria, 76 a?os), vicepresidente de la Conferencia Episcopal (CEE), es una de las escasas figuras de referencia en la Iglesia espa?ola en la lucha contra la pederastia eclesi¨¢stica. El arzobispo de Madrid (tambi¨¦n lo fue de Ourense, Oviedo y Valencia) y rostro de las pol¨ªticas aperturistas del papa Francisco en Espa?a abri¨® hace ya tres a?os una completa oficina de atenci¨®n a v¨ªctimas, la entidad Repara, que adem¨¢s es una de las pocas que act¨²a con transparencia e informa de los casos que recibe. Tambi¨¦n se rebel¨® el pasado enero contra el silencio de la mayor¨ªa de prelados y la l¨ªnea oficial de la CEE sobre los abusos con un v¨ªdeo que rebat¨ªa ¡°falsas creencias¡±, como que los casos eran pocos y reclamaba una investigaci¨®n del pasado.
Osoro admite que sin el trabajo de investigaci¨®n de EL PA?S ¡°la situaci¨®n, posiblemente, no hubiese cambiado¡± e insiste en que el papel de los prelados espa?oles tiene que ir m¨¢s all¨¢ del discurso. ¡°Por sus obras los conocer¨¦is. Esto es del evangelio. Y los obispos de Espa?a lo tenemos que mostrar tambi¨¦n. No solo vale decir: ¡®S¨ª, estamos de acuerdo [en el problema]¡±. Aunque el cardenal tambi¨¦n opina que hay que contextualizar la actuaci¨®n frente al encubrimiento de los abusos en el pasado: ¡°La mirada de hace 20 a?os no es la de ahora¡±.
Pregunta. ?C¨®mo surge la idea de pedir a un bufete de abogados propiedad de un miembro del Opus Dei que haga una revisi¨®n a fondo de los casos, del encubrimiento y una auditor¨ªa sobre las posibles indemnizaciones?
Respuesta. No puedo decirte porque estaba en Roma cuando esto se autoriza. No tengo ni idea, me informaron [desde la CEE] cuando ya estaba hecho.
P. ?Podr¨ªa resumir en qu¨¦ consiste ese encargo?
R. Investigar con todas las consecuencias y llegar hasta el fondo.
P. ?Usted est¨¢ dispuesto a abrir los archivos de su di¨®cesis para que esta comisi¨®n de investigaci¨®n indague en ellos?
R. Lo que yo tengo lo puedo dar, ?para qu¨¦ me lo voy a guardar? Que te advierto que es muy poco de mi ¨¦poca [como arzobispo en Madrid].
P. ?Y de ¨¦pocas anteriores?
R. No he encontrado nada.
P. ?Cree que habr¨¢ obispos que se resistan a abrir los archivos?
R. Creo que no. Todos queremos acercarnos a la verdad, ?no? Si una cosa es evidente, no tiene por qu¨¦ ocultarse. No creo que las personas que est¨¦n implicadas quieran ocultar algo que ya est¨¢ en la calle.
P. ?Y c¨®mo interpreta que la Conferencia no haya dicho hasta ahora los abusos que conoce [esta entrevista se realiz¨® un d¨ªa antes de que la instituci¨®n admitiera m¨¢s de 500 casos]?
R. Eso depende un poco de los obispos. Cada ministro tenemos que decir los datos que tenemos. Pero hay una confusi¨®n: la Conferencia no es la instituci¨®n que dirige a la Iglesia. No tiene ning¨²n mando, de ning¨²n tipo. Tiene la misi¨®n de la comuni¨®n de los obispos.
P. Entonces, ?c¨®mo explica que la mayor¨ªa de los obispos no diga los casos que conoce?
R. A m¨ª me extra?a. Porque si t¨² sabes algo, no tienes por qu¨¦ ocultarlo. Pero no entro a juzgar porque no lo s¨¦. Yo hablo de m¨ª y de los casos que s¨¦. A lo mejor hay casos que incluso no s¨¦.
P. ?Cree que todos los obispos piensan como usted?
R. En estos momentos, s¨ª. Todos estamos dispuestos a situarnos en la verdad.
P. Ese es un giro que se ha dado hace muy poco, ?c¨®mo se explica este cambio de actitud?
R. Ha influido mucho el papa Francisco, que ha dado las razones suficientes y nos ha dado la valent¨ªa necesaria. Cuando Pedro dice algo, los dem¨¢s tenemos que seguir las huellas y las direcciones que nos marca. Es importante. Todos hemos tomado conciencia despu¨¦s. El trabajo que ha hecho EL PA?S tambi¨¦n es muy importante, porque nos lleva [a los obispos espa?oles] a afrontar esto.
P. ?Qu¨¦ importancia da al informe que este diario entreg¨® al Papa en diciembre?
R. Mucha. Esto es como cuando tus padres te abren los ojos y te hacen ver lo que es bueno y lo que es malo, lo que es verdad y lo que es mentira. A la larga, lo agradeces mucho. Hab¨¦is hecho tomar conciencia de algo que estaba sucediendo y que no pod¨ªamos ocultar. ?Y eso ha venido bien para poder reconstruir la sociedad de la verdad? S¨ª, claro. Y sobre todo para quitar el sufrimiento de mucha gente que estaba sufriendo. En ese sentido, vosotros sois pioneros, porque os hab¨¦is enfrentado a la realidad y nos hab¨¦is hecho ver que la verdad no se puede ocultar.
P. ?Estar¨ªa dispuesto a vender patrimonio para pagar las indemnizaciones?
R. Estudiaremos c¨®mo podemos afrontar los retos. De todas formas, yo en Madrid o vendo las iglesias o no hay nada. De todas las di¨®cesis que he tenido yo, es la m¨¢s pobre. Es una di¨®cesis joven. Pero no vamos a negar la responsabilidad.
P. ?C¨®mo cree que se ha comportado hasta ahora la Iglesia con las v¨ªctimas? Muchas con las que hemos hablado se han sentido maltratadas.
R. Es probable que muchas se sientan insultadas. Entiendo que haya gente dolida y eso me duele tambi¨¦n a m¨ª. Que tenga dolor por no haber sido escuchada. La gente ocultaba cosas porque cre¨ªa que hac¨ªa un bien. Y se salvaba al que lo hab¨ªa hecho y destru¨ªas al que lo hab¨ªa padecido. Hay que entonar el mea culpa. Hoy la gente quiere ver la verdad y ya est¨¢. Y quien haya sido destructor de la vida de una persona tiene que reconocerlo y pagar las consecuencias.
P. ?Cree que la resistencia de muchos obispos a investigar y decir la verdad puede obedecer a que pueden ser responsables de haber encubierto abusos en el pasado?
R. No creo. Lo digo de verdad. Hace 20 a?os la realidad se miraba de otra manera. Pero no solamente los obispos, sino toda la gente. ?Era un intento de ocultar la verdad? Yo creo que era un intento para salvar al victimario y quiz¨¢ tambi¨¦n a la v¨ªctima. Otra cosa es que ahora veamos que hay que hacerlo de otra manera.
P. Pero al victimario no se lo castigaba.
R. Ciertamente. Bien porque no se sab¨ªa [c¨®mo hacerlo] o porque no se investigaba lo suficiente. O porque la v¨ªctima te ped¨ªa que no dijeras nada.
P. Usted mismo est¨¢ acusado por una v¨ªctima de encubrir un caso de abusos cuando fue obispo de Oviedo en 2002.
R. Cuando sucedi¨® aquello no llevaba ni un mes en Oviedo. Recuerdo que habl¨¦ por tel¨¦fono con la madre y le dije: ¡®Llevo 15 d¨ªas y usted no ha dicho nada al obispo anterior¡¯. Quiz¨¢ mal dicho, pero lo hice. Habl¨¦ con el entonces vicario judicial, Juan Antonio Men¨¦ndez [posterior obispo de Astorga, acusado de silenciar un caso de abusos], y me dijo que ese caso ya hab¨ªa sido resuelto. Me cogi¨® en el primer mes, que estaba m¨¢s despistado que la una, con toda la crisis industrial y unos problemas sociales terribles. ?Eso justifica lo que hice? No. Hoy no hubiese actuado as¨ª.
P. ?Quiz¨¢ el vicario judicial tuvo un af¨¢n de encubrirlo?
R. Eso ya no lo s¨¦.
P. ?Ha llegado tarde la Iglesia espa?ola a hacer frente a este tema?
R. Si lo vemos desde este momento, es muy tarde. Pero no si lo vemos desde los par¨¢metros en los que se med¨ªan las cosas antes, cuando realmente no se intentaba ocultar la verdad.
P. ?No cree entonces que en los casos en los que se trasladaba a un acusado a otro destino el af¨¢n era el ocultamiento?
R. Eso estaba mal hecho. Tanto en una ¨¦poca como en otra, ese hombre era un enfermo, aparte de un delincuente.
P. Pero era una pr¨¢ctica com¨²n.
R. Es verdad. Y una mala pr¨¢ctica. Antes, un cura hac¨ªa esto y se le mandaba al otro extremo de la di¨®cesis. Se ocultaba de esta manera.
P. En las di¨®cesis por las que pas¨®, ?cu¨¢ntos casos ha conocido?
R. En Ourense, ninguno; en Oviedo, el citado antes, y en Valencia ninguno. Que los habr¨¢ habido, pero no me lleg¨® ninguno oficialmente. En Madrid he conocido varios y he actuado con todas las consecuencias.
P. ?Por qu¨¦ las v¨ªctimas no han ido a la Iglesia a denunciar y s¨ª a un peri¨®dico? ?Qu¨¦ ha fallado?
R. A los obispos se nos ha tenido un poco de miedo o respeto. Las personas a veces no te vienen con confianza. Hemos sido distantes por nuestra manera de vivir, no hemos salido a la calle a estar con la gente.
P. ?Ha visto preocupado al Papa durante su ¨²ltima visita al Vaticano con la situaci¨®n de los abusos en Espa?a?
R. Lo he visto preocupado, pero contento con las soluciones que se van dando. Sobre todo, enfrentarse a las situaciones que se presentan.
P. ?Qu¨¦ le parece que la pederastia se investigue en una comisi¨®n independiente liderada por el Defensor del Pueblo?
R. De Gabilondo tengo una buena imagen y le aprecio. Hay que esperar a ver c¨®mo se construye y c¨®mo inicia su trabajo. Pero por mi parte la veo bien.
P. ?Tiene la Iglesia disposici¨®n de colaborar?
R. La m¨ªa, total. Y supongo que la de toda la Iglesia. No tenemos por qu¨¦ no colaborar. Tambi¨¦n a ver qu¨¦ condiciones ponen. Nos faltan a¨²n datos suficientes.
P. ?Cree que este cambio de rumbo respecto al problema de los abusos puede marcar un antes y un despu¨¦s en la Iglesia de Espa?a?
R. S¨ª. Y creo que en la Iglesia universal.
Si conoce un caso de abusos sexuales que no haya visto la luz, escr¨ªbanos a abusos@elpais.es
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