Olatz Rodr¨ªguez Cano: ¡°La anorexia es un monstruo al que acabas queriendo¡±
La gimnasta y estudiante de Medicina, finalista de los Juegos Europeos de 2018, cuenta en un libro la ca¨ªda en el trastorno alimentario que casi le cuesta la vida en 2020, mientras sigue luchando contra la enfermedad
De esta chica de 19 a?os impresiona, de primeras, su carita de ni?a, pero, sobre todo, su voz infantil diciendo con toda naturalidad cosas terribles y acabando las frases con una risita nerviosa adorable. Lo m¨¢s conmovedor, sin embargo, es que lo que cuenta es su vida. La peripecia de una cr¨ªa de siete a?os de un pueblo leon¨¦s que se apunta a un gimnasio para divertirse, destaca tanto como para acabar formando parte del equipo nacional de gimnasia r¨ªtmica y competir en torneos internacionales, y acaba ingresando en 2020 en el hospital de Le¨®n al borde de la muerte por anorexia. En el libro Vivir del aire se explica a s¨ª misma, y al mundo, su ca¨ªda en ese trastorno de la conducta alimentaria, y la pelea por lograr salir de sus garras. Sigue en ello.
Su libro me ha ara?ado por dentro ?Lo comprende?
S¨ª, porque es una realidad que no nos atrevemos a enfrentar. Yo misma, cuando me ingresaron con 36 kilos, tampoco entend¨ªa qu¨¦ me estaba ocurriendo. Buscaba testimonios, quer¨ªa identificarme con ellos. Por eso he escrito este libro, para ayudar a entenderlo. Cuando por fin lo asumes, el ver que alguien puede con esto te hace sentir esperanzada.
?Se sent¨ªa un bicho raro?
S¨ª. Hay mucha desinformaci¨®n con los trastornos alimentarios. Se tiende a identificar anorexia con un estereotipo: alguien muy delgado obsesionado por el f¨ªsico. Es un mundo mucho m¨¢s amplio. La restricci¨®n de comida es como la fiebre de algo mucho m¨¢s profundo. El problema no es tanto el peso, sino la emoci¨®n que hay detr¨¢s.
Cuenta que su clic para casi dejar de comer fue ver a las gimnastas de Europa del este en un campeonato europeo. Si no pod¨ªa ser tan buena como ellas, al menos pod¨ªa ser tan delgada, pens¨®.
S¨ª, as¨ª controlaba algo. Es como quien acude a la bebida o a las drogas para evadirse de sus sentimientos. No comiendo me sent¨ªa m¨¢s tranquila, pero nunca es suficiente. Por poco que comas, te viene la culpa porque podr¨ªas haber comido menos. Hasta que un d¨ªa, muerta de hambre, te das un atrac¨®n, vuelve a empezar la rueda y pierdes el control por completo. La anorexia es una adicci¨®n porque dependes de ella. Dependes de ese comportamiento para sentirte tranquilo.
Tambi¨¦n dice que, peor que el hambre, es la culpa.
S¨ª. Te culpas por el da?o que te est¨¢s haciendo a ti misma y, sobre todo, a tu familia. Si hoy estoy mejor, ha sido por la culpa que me provoca el sufrimiento de mi familia. La anorexia es una enfermedad mental y, aunque todo venga de las emociones, piensas que, como t¨² has decidido dejar de comer, toda la culpa es tuya.
No comiendo me sent¨ªa m¨¢s tranquila, pero nunca es suficiente
En el libro, reparte la responsabilidad de su trastorno entre usted misma, su familia y la hiperexigencia de sus entrenadoras. ?Lo han le¨ªdo los y las aludidos?
Mis entrenadoras, no s¨¦. La gimnasia me dio algunos de los momentos m¨¢s felices de mi vida, pero el hecho de que te recriminaran cualquier ganancia de peso y que hicieran constantes alusiones al f¨ªsico, me hizo asociar la comida con algo malo. Adoraba entrenar, pero odiaba competir. Mi madre no ha sido capaz de leerlo, pero mi padre s¨ª y, a pesar de que hablo de algunos de sus problemas emocionales, dice que est¨¢ muy orgulloso de m¨ª.
Eso es una prueba de amor.
S¨ª, soy muy afortunada. Mi familia me adora, y yo a ellos.
?Cu¨¢nto se quiere usted, de 0 a 10?
Uf, es una pregunta muy dif¨ªcil. Te podr¨ªa decir lo que quiero a mi hermana, que es todo. Pero a m¨ª.... ?Un tres?
Dice no estar a¨²n curada. ?Qu¨¦ ser¨ªa para usted curarse?
Comer libre. Ya no recuerdo lo que es comer ni vivir sin la ansiedad constante de pensar qu¨¦ he comido y qu¨¦ voy a comer. Comer por placer, sin culpa. Yo no s¨¦ cu¨¢ndo tengo hambre y cu¨¢ndo estoy saciada. Mi cuerpo ni siente ni padece. Muchas veces como por obligaci¨®n. Mi ideal de estar recuperada ser¨ªa ir al campo y comerme un s¨¢ndwich de Nutella feliz, como cuando era ni?a.
?Se negaba otros placeres?
S¨ª. Sent¨ªa que no los merec¨ªa.
?Por qu¨¦?
Porque si, por ejemplo, tomas alg¨²n alimento cal¨®rico, te sent¨ªas tan culpable que tienes que restringir el resto de placeres, tanto alimentarios como no.
Mi ideal de estar recuperada ser¨ªa ir al campo y comerme un s¨¢ndwich de Nutella feliz, como cuando era ni?a
?Se castigaba sin cosas que le gustan solo por haber comido?
Exacto. Es que ni siquiera sientes que quieres hacer algo que te guste. La culpabilidad es tan enorme que ni lo piensas. As¨ª es muy dif¨ªcil vencer el miedo a ciertos alimentos y, al final, a comer, porque sabes las consecuencias. Pero el mensaje es que llega un d¨ªa en que eres capaz. Llegar¨¢.
?En qu¨¦ fase del camino de recuperaci¨®n cree encontrarse?
Me gustar¨ªa pensar que estoy a medias. Hay escalones, y reca¨ªdas, pero siempre hacia arriba. F¨ªjate: ahora como pan, incluso pasta. Antes no me atrev¨ªa. Me he enfrentado al sentimiento de culpa. Pero tienes que tener cuidado y pensar en cuando venga ese sentimiento, porque va a venir. Yo lo hablo con mi madre. Es importante tener alguien con quien puedas hablar y compartir tus miedos.
Imagine que soy su madre, ?qu¨¦ esperar¨ªa de m¨ª para ayudarla?
Comprensi¨®n, no opini¨®n. Decirle: ¡°Hija, no te preocupes, vas a mejorar¡±. Ir captando c¨®mo se siente tu hija. Es normal que cometas errores porque est¨¢s perdida. Yo comprendo la impotencia de ver a quien m¨¢s quieres sufrir y no poder hacer nada. De hecho, creo que yo no podr¨ªa soportarlo.
?Qu¨¦ deber¨ªamos evitar los dem¨¢s ante una persona con un trastorno alimentario?
Alusiones al f¨ªsico, porque nunca sabes lo que puede provocar en la otra persona. Es verdad que nosotras debemos tener herramientas para saber gestionarlas, pero ese es el problema cuando est¨¢s enferma, que no las tienes, o las pierdes. Mi padre me dec¨ªa ¡°gordi¡± con todo su cari?o y yo me lo tomaba como un agravio. La gente, cuando sal¨ª del hospital, me dec¨ªa que estaba muy guapa, y yo lo que interpretaba es que me estaban llamando gorda. Es as¨ª.
Cuenta que nunca le baj¨® la regla. ?Se le ha normalizado?
No.
?Se siente una ni?a, una chica, una mujer?
Es una pregunta dif¨ªcil. Me gustar¨ªa volver a ser una ni?a por la libertad de la que habl¨¢bamos.
?Le da miedo ser adulta?
Soy consciente de las responsabilidades que conlleva y me produce temor. Lo he tenido siempre. Desde segundo de la ESO. Pensaba que se iba acercando ese momento, ten¨ªa que llegar y, de hecho, ya ha llegado. Hasta que acept¨¦ que no pod¨ªa vivir en ese continuo adelantar acontecimientos, porque si no, no vives.
Tuvo que sacar una notaza en Selectividad para entrar en Medicina en la Universidad Complutense.
S¨ª, pero no me gusta hablar de n¨²meros. Como no me gustaba competir en gimnasia. Me pon¨ªa supertriste porque una nota no refleja nada. Entiendo que no existe otro modo de calificar, pero no es lo mejor.
?Ha hecho amigos en Madrid?
Me cuesta mucho. Desde peque?ita, siempre he vivido para adentro, pero, desde el ingreso, vivo en mi mundo, me lo dice la psic¨®loga, en las nubes.
Creo que es un mito el que de esto nunca te recuperas. Creo que s¨ª lo haces. Pero tambi¨¦n que tienes que tener siempre cuidado
?Los otros se le hacen un mundo?
S¨ª. Mi compa?era de habitaci¨®n me anim¨® a ir a una fiesta de Navidad, pero baj¨¦ las escaleras, vi mogoll¨®n de gente, me mare¨¦, empec¨¦ a llorar. Es un sentimiento muy angustioso.
?Se ha enamorado alguna vez? ?Ha tenido novio o novia?
No, nunca, y te agradezco que me preguntes por las dos posibilidades, pero es que, adem¨¢s, no siento ese tipo de atracci¨®n por nadie. Igual tiene que ver con las hormonas. Eso me dice mi madre, que no me machaque con eso tambi¨¦n, adem¨¢s de con el bicho, con el monstruo.
?Qu¨¦ es ¡°el monstruo¡±?
La anorexia. Porque al final es algo que te tiene encarcelada y est¨¢s continuamente luchando con ¨¦l. Pero tambi¨¦n, tal vez, es bueno, porque te da herramientas para el resto de tu vida. Yo, a veces, le doy las gracias por eso. La anorexia es un monstruo al que acabas queriendo. Forma parte de ti.
?Hasta cu¨¢ndo?
Creo que es un mito el que de esto nunca te recuperas. Creo que s¨ª lo haces. Pero tambi¨¦n que tienes que tener siempre cuidado. Es como quien tiene un esguince en el pie. Puedes correr, pero sabes que tu pie es delicado. Este es un mensaje que deben entender quienes sufren la enfermedad y sus familias. Pensar que tienes que lidiar con esto siempre te puede llevar a pensar que no quieres seguir as¨ª y llevarte a considerar otras opciones.
?Las ha considerado usted?
He querido dejar de sufrir, pero no matarme. Nunca. Por eso estudio Medicina. Quiero aprender a sentir que puedo ayudar a los dem¨¢s.
'VIVIR DEL AIRE'
El título del libro donde Olatz Rodríguez Cano (Tenerife, 19 años), exgimnasta de la selección española de gimnasia rítmica, cuenta su caída en la anorexia y su lucha por salir de ella alude tanto a sus vuelos sobre el tapiz como al trastorno alimentario que casi la mata. Su historia es la de una niña soñadora y despistada que se apunta a un gimnasio para divertirse, encuentra su pasión en el entrenamiento, pero no en la competición y, sometida a la hiperexigencia de sus entrenadoras, a ciertas dificultades de convivencia con su familia, y a su carácter perfeccionista y dependiente de la aprobación ajena, pasa del cielo al infierno sin darse casi cuenta. En 2020, Olatz ingresó en el hospital de León con un peso de 36 kilos y solo consintió en comer lo suficiente para sobrevivir bajo la amenaza de ser alimentada mediante una sonda nasogástrica. En el libro, Rodríguez traza un retrato certero, conmovedor y sin concesiones de una persona con un TCA (trastorno de la conducta alimentaria), afección que se ha disparado con la pandemia. Retirada de la competición deportiva, Rodríguez estudia Medicina para ayudar a otros.
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