La pandemia dispara un 68% el porcentaje de ni?os que pasan m¨¢s de dos horas al d¨ªa frente a una pantalla

En Espa?a, el 42% de los menores de entre 4 y 14 a?os pasa m¨¢s de dos horas diarias frente a una pantalla, es decir, que rebasan el m¨¢ximo que la Organizaci¨®n Mundial de la Salud recomienda para conseguir un adecuado desarrollo psicol¨®gico, f¨ªsico y social. Son datos de 2021, del estudio sobre h¨¢bitos saludables Adi¨®s a la dieta mediterr¨¢nea, presentado este mi¨¦rcoles por Save the Children. En 2017 eran el 25%. En solo cuatro a?os, el n¨²mero se ha disparado un 68% y, seg¨²n la entidad, la pandemia ha tenido que ver en ello: el cierre de colegios y actividades educativas desplaz¨® el ocio a las pantallas, y la p¨¦rdida econ¨®mica de los hogares, tambi¨¦n. En el estudio se cifra el ¨ªndice de obesidad y sobrepeso entre los ni?os y adolescentes de 4 a 16 a?os (28,1%), ¡°preocupante¡± seg¨²n la entidad, y se analizan los determinantes para sufrirlos. Crecer en un hogar de bajos ingresos duplica las probabilidades de tener exceso de peso que hacerlo en una familia rica.

El sobrepeso y la obesidad infantil, un ¡°grave problema de salud p¨²blica¡±, se relacionan con ¡°problemas cardiovasculares, diabetes y trastornos emocionales, como baja autoestima, trastornos de la conducta alimentaria y depresi¨®n¡±, ha explicado Andr¨¦s Conde, director general de Save The Children. Con el objetivo de estudiar el impacto de la crisis de la covid en la nutrici¨®n y en la salud de la infancia, la ONG realiz¨® en septiembre de 2021 un sondeo a 2.000 padres y madres donde se formularon las mismas preguntas que en la ¨²ltima Encuesta Nacional de Salud, de 2017.

Si bien el porcentaje de exceso de peso apenas ha variado desde entonces ¡ªdel 27,2% al 28,1%¡ª, la ONG considera que supone una ruptura de la tendencia de los ¨²ltimos a?os, cuando se hab¨ªa observado una bajada de las cifras. La organizaci¨®n teme que los datos sigan aumentando en 2022, dada la subida de la inflaci¨®n ¡ªque impacta en los precios de los alimentos¡ª, que el Banco de Espa?a ha previsto que alcance una media anual del 7,5%.

Encarni, una madre de 40 a?os, cuenta que en su casa no pueden permitirse consumir pescado o verduras regularmente. ¡°En vez de tomar pescado una vez a la semana, tomas cada dos semanas, porque si no, no llegas a final de mes¡±. As¨ª lo explica en un v¨ªdeo publicado por Save the Children en el que cuenta que participa en un taller de la entidad donde les ense?an h¨¢bitos saludables. Ahora, para merendar, le da a su hija de cinco a?os, en vez de pasteles, ¡°m¨¢s frutas, m¨¢s yogur, algo m¨¢s sano¡±. Esta mujer cuenta que a la ni?a le gusta ¡°la comida chatarra¡±, las pizzas, las hamburguesas. Muchas veces piden comida porque ¡°sale mucho m¨¢s barato que hacerla¡±, ¡°entre la subida de la luz, el agua, el aceite, el jab¨®n¡±. Su hija ya no quiere salir mucho, as¨ª que ha dejado de hacer nataci¨®n. ¡°Consume mucho m¨®vil¡±, dice la madre. Unas cuatro horas al d¨ªa, le gusta ver YouTube.

La historia de Encarni es la de tantas familias. Seg¨²n destaca Save the Children, con datos del Instituto Nacional de Estad¨ªstica, 742.000 ni?os y adolescentes viv¨ªan en 2020 en hogares con privaci¨®n material severa, un indicador que engloba a quienes no pueden permitirse al menos cuatro de nueve puntos, entre los que se incluyen comer carne o pescado al menos cada dos d¨ªas o afrontar gastos imprevistos.

La asociaci¨®n destaca que el sobrepeso es un problema estructural. Seg¨²n cifras de 2015 a 2017, Espa?a estaba en cabeza, solo por detr¨¢s de Chipre, en obesidad infantil en ni?os de seis a nueve a?os (18%, frente a la media del 12% en la Uni¨®n Europea). El pa¨ªs ha vivido, seg¨²n Conde, ¡°una transici¨®n nutricional muy importante en los ¨²ltimos a?os, el paso del consumo de alimentos con alto contenido en hidratos de carbono complejos y fibras a otro tipo de consumo donde abundan los alimentos industriales procesados, de alto contenido en az¨²cares, refinados, l¨¢cteos y productos de origen animal¡±. Alexander Elu Ter¨¢n, especialista en pobreza de Save the Children, afirma que ¡°la crisis ocasionada por la pandemia es una piedra m¨¢s dentro de este camino que va desde 2008 hasta hoy¡±, y que estas no han hecho m¨¢s que ahondar las desigualdades, que tienen un claro reflejo en los h¨¢bitos saludables de los m¨¢s peque?os.

Es decir, que se juntan dos tendencias. Por un lado, cada vez se come peor. La ONG destaca que los ni?os suecos son los m¨¢s cercanos a llevar una dieta mediterr¨¢nea actualmente en Europa. La encuesta arroja datos reveladores. Si en 2017 el 55,8% de los menores de entre cuatro y 14 a?os consum¨ªan fruta a diario, en 2021 eran el 39,7%, y ha bajado del 63% al 52% el porcentaje de quienes practican actividad f¨ªsica de manera regular.

Adem¨¢s, Conde ha explicado que debido a la pandemia los menores duermen 27 minutos menos de media al d¨ªa, bajando de las 9,3 horas de media en 2017. 9 de cada 10 ni?os de 4 a 14 a?os descansa menos de 10 horas diarias, como recomienda la Asociaci¨®n Espa?ola de Pediatr¨ªa para menores de 3 a 18 a?os, seg¨²n destaca la ONG. En ello ha influido la pandemia. Y especialmente el tiempo de ocio dedicado a las pantallas, televisi¨®n, ordenador, tableta, videoconsola, m¨®vil, que tambi¨¦n condicionan un mayor sedentarismo. ¡°Los ni?os m¨¢s peque?os, entre cuatro y seis a?os, les dedican dos horas y media al d¨ªa. Los adolescentes de 13 a 16, entre tres horas y media y cuatro horas al d¨ªa, y esto correlaciona fuertemente con sus patrones de sue?o¡±, ha apuntado Conde.

Una segunda tendencia es la ¡°fort¨ªsima correlaci¨®n entre el sobrepeso y la desigualdad social¡±, seg¨²n lo ha descrito el director general de la ONG. Los principales determinantes de la obesidad y el sobrepeso son, adem¨¢s de factores culturales y biol¨®gicos, la calidad de la alimentaci¨®n, la actividad f¨ªsica y el n¨²mero de horas que duermen los ni?os y que pasan frente a una pantalla. Nacer en un hogar con rentas bajas (con ingresos mensuales menores a los 1.300 euros) da peores papeletas para cada uno de estos indicadores que hacerlo en una familia con altos ingresos (m¨¢s de 3.600 euros). Para tener sobrepeso, las probabilidades suben al 32,5% frente al 19% para los menores de 4 a 16 a?os; para practicar actividades f¨ªsicas o deportivas regularmente, se reducen al 41,2% frente al 71,4%; para comer dulces a diario, suben al 18,1% frente al 10%. 8 de cada 10 de los ni?os que pasan menos de una hora al d¨ªa frente a una pantalla viven en hogares con renta alta. En cambio, casi la mitad de los que dedican m¨¢s de cinco horas, en familias con ingresos bajos.

Conde atribuye estas grandes diferencias a tres causas: ¡°El acceso a alimentos frescos y saludables y a actividades deportivas que cuestan dinero es imposible para muchas de estas familias; tienen menor capacidad de conciliaci¨®n, de pasar tiempo de ocio saludable con sus hijos e hijas; y un menor capital educativo y cultural¡± sobre h¨¢bitos saludables. Por ello, la ONG propone medidas en el ¨¢mbito fiscal, como gravar m¨¢s los alimentos perjudiciales para la salud; en el educativo, entre ellas, aumentar la cobertura y cuant¨ªas de las becas comedor, y en el sanitario, como regular la figura del dietista.