El inspector apartado del ¡®caso Madeleine¡¯: ¡°Br¨¹ckner es un producto de la ficci¨®n policial para limpiar la imagen de los padres¡±
Gon?alo Amaral, que ha defendido en libros la hip¨®tesis de la responsabilidad paterna, mantiene una larga batalla contra los McCann pendiente ahora de una resoluci¨®n del Tribunal Europeo de los Derechos Humanos
Entre mayo y octubre de 2007 Gon?alo Amaral dirigi¨® el equipo de la Polic¨ªa Judicial portuguesa que investig¨® la desaparici¨®n de la ni?a Madeleine McCann mientras dorm¨ªa en una urbanizaci¨®n tur¨ªstica de Praia da Luz, en el Algarve. El 2 de octubre de 2007 fue apartado del caso por sus cr¨ªticas hacia los investigadores brit¨¢nicos que se sumaron a las pesquisas y sus fallidas l¨ªneas de trabajo: declar¨® sospechosos oficiales a Robert Murat, un vecino de Praia da Luz, y a los padres de la ni?a, Gerry y Kate McCann, sobre los que luego no se encontraron pruebas incriminatorias. Amaral, que abandonar¨ªa el cuerpo despu¨¦s de 27 a?os, public¨® varios libros sobre el caso. El primero, Maddie: la verdad de la mentira (2008), le enfrent¨® en los tribunales con los McCann, que ped¨ªan su retirada. Lo consiguieron en primera instancia, pero finalmente el Tribunal Supremo de Portugal dio la raz¨®n a Amaral y consider¨® que la libertad de expresi¨®n deb¨ªa prevalecer sobre la protecci¨®n del honor de los padres. El asunto est¨¢ ahora pendiente de que el Tribunal Europeo de Derechos Humanos, al que recurrieron los McCann contra el Estado portugu¨¦s, se pronuncie. Tras la reactivaci¨®n del caso en 2020 con la aparici¨®n como sospechoso del alem¨¢n Christian Br¨¹ckner, que cuenta con un largo historial como agresor sexual y que la noche del suceso estaba en la zona de Praia da Luz, Amaral public¨® en octubre de 2021 en Portugal un nuevo libro, Maddie: Basta de mentiras, donde analiza este giro de la investigaci¨®n y concluye que el nuevo se?alado es un ¡°chivo expiatorio¡±. En esta entrevista, realizada por correo electr¨®nico, habla de todo ello.
Pregunta. ?Qu¨¦ sentimientos le provoca, 15 a?os despu¨¦s, el caso Madeleine?
Respuesta. De tristeza y revuelta, porque despu¨¦s de estos a?os no se ha averiguado lo que ocurri¨® ni se ha identificado y juzgado a los responsables, y porque la principal preocupaci¨®n de los investigadores policiales y la mayor¨ªa de los periodistas es limpiar la imagen de los padres.
P. Ahora se ha declarado arguido (sospechoso oficial) a Christian Br¨¹ckner, encarcelado en Alemania. ?Qu¨¦ opina sobre ello?
R. Christian Br¨¹ckner es un producto de la ficci¨®n policial para limpiar la imagen de los padres de la ni?a desaparecida, y un chivo expiatorio a quien se imputan las responsabilidades de otros. Su designaci¨®n como arguido parece una simple ingenier¨ªa procesal para evitar la prescripci¨®n del caso. Que se haya pedido la acci¨®n a las autoridades alemanas sin haber interrogado formalmente a Br¨¹ckner denota que no existe nada en concreto. Las autoridades portuguesas no han conseguido encontrar indicios que lo impliquen en el crimen de la ni?a, porque la desaparici¨®n en s¨ª no constituye un delito.
P. Christian Br¨¹ckner fue uno de los ped¨®filos investigados por su equipo en 2007. ?Qu¨¦ descubrieron sobre ¨¦l y por qu¨¦ fue descartado?
R. Fue investigado como otras decenas, no se descubri¨® nada.
P. ?Cu¨¢les son los errores que se cometieron en la investigaci¨®n?
R. El principal error fue aceptar que la polic¨ªa brit¨¢nica viniese a Portugal para investigar con nosotros, est¨¢bamos bien solos. El otro error fue no haber declarado arguidos a los padres por la eventual negligencia en la guarda de los hijos, a los padres de la menor desaparecida y a los padres de los ni?os del grupo de vacaciones que todas las noches dejaban a sus hijos abandonados en sus apartamentos.
P. ?Variar¨ªa su hip¨®tesis sobre la responsabilidad de los padres con la aparici¨®n de nuevas pruebas?
R. En este momento no sabemos qu¨¦ le ocurri¨® a la ni?a, la ¨²nica cosa segura es que la noche del 3 de mayo de 2007 se dio una alerta de desaparici¨®n, pero no sabemos si la ni?a desapareci¨® de hecho ese d¨ªa. Es necesario revisar toda la investigaci¨®n y caminar en todos los sentidos, alej¨¢ndose de la creaci¨®n de un chivo expiatorio.
P. ?Tiene previsto publicar alg¨²n libro m¨¢s sobre el caso?
R. En Maddie: Basta de mentiras, publicado en octubre, reviso y analizo la investigaci¨®n alemana sobre Christian Br¨¹ckner, a la que tuve acceso. Mi conclusi¨®n es que Br¨¹ckner es un chivo expiatorio. ?l est¨¢ preso por la violaci¨®n de una ciudadana estadounidense ocurrida en 2005 en Praia da Luz. El examen ginecol¨®gico realizado en el hospital conforme al protocolo para casos de violaci¨®n concluye que no existi¨®. La pregunta es c¨®mo pudo ser juzgado y condenado por ese delito si el examen de la v¨ªctima concluye que no existi¨®. El proceso portugu¨¦s se tradujo al alem¨¢n, excepto el examen ginecol¨®gico, escrito a mano por la doctora, ya que el traductor dijo que era ilegible. Hab¨ªa tanto deseo de los investigadores alemanes de detener a Christian Br¨¹ckner que el principal elemento del proceso no se tiene en cuenta. En Alemania est¨¢ preso un individuo por un delito inexistente, es el todo vale, una tristeza.
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