?Existe brecha generacional en el colectivo LGTBI? De la lucha por los derechos al debate identitario
Los activistas j¨®venes, que han crecido con unas libertades conquistadas por la generaci¨®n anterior, centran su lucha en romper cors¨¦s sociales, incluir a las personas no binarias y apoyar a los menores trans
Los j¨®venes que nacieron en 2005, cuando se aprob¨® el matrimonio igualitario en Espa?a, cumplir¨¢n la mayor¨ªa de edad el a?o que viene. Se trata de una generaci¨®n que ha crecido en un clima de ampliaci¨®n constante de derechos para el colectivo LGTBI: despu¨¦s del matrimonio, se aprob¨® en 2007 la norma relativa a la identidad de g¨¦nero y, hace una semana, sal¨ªa del Consejo de Ministros el anteproyecto de ...
Los j¨®venes que nacieron en 2005, cuando se aprob¨® el matrimonio igualitario en Espa?a, cumplir¨¢n la mayor¨ªa de edad el a?o que viene. Se trata de una generaci¨®n que ha crecido en un clima de ampliaci¨®n constante de derechos para el colectivo LGTBI: despu¨¦s del matrimonio, se aprob¨® en 2007 la norma relativa a la identidad de g¨¦nero y, hace una semana, sal¨ªa del Consejo de Ministros el anteproyecto de la ley trans; sin contar con las numerosas legislaciones auton¨®micas. Esos cambios legales, que han ayudado a visibilizar y normalizar la diversidad sexual, son fruto de la lucha de las generaciones anteriores, que crecieron en un entorno diametralmente opuesto al de los j¨®venes actuales: perseguidos y acosados por leyes lgtbif¨®bicas, como la franquista sobre peligrosidad y rehabilitaci¨®n social aprobada en 1970.
¡°Los mayores han vivido la lucha, mientras que nosotros hemos nacido con los derechos dados¡±, resume Alejandro Mu?oz, de 24 a?os. Naci¨® en Salamanca, donde estudi¨® Comunicaci¨®n Audiovisual, y lleva un a?o y medio viviendo en Cork (Irlanda). ¡°Soy becario en el equipo creativo de una empresa: edito v¨ªdeo¡±, cuenta por tel¨¦fono. Es gay ¨C¡°para m¨ª el g¨¦nero es algo fluido, pero no me considero no binario¡±¨C y no sabe si quiere casarse: ¡°Soy consciente de que, como hombre blanco homosexual, soy un privilegiado dentro de la comunidad LGTBIQ+¡±.
A finales de los setenta, ser homosexual estaba perseguido en Espa?a. ¡°Serlo y parecerlo¡±, matiza Ram¨®n Linaza, activista de 64 a?os. Como explica Linaza, la ley de peligrosidad social ¡°permit¨ªa encarcelar sin juicio y de manera arbitraria a personas; uno de los motivos era ser homosexual o parecerlo¡±. As¨ª, el colectivo LGTBI comenz¨® su batalla peleando para abolir esa norma. Esa era la demanda de la primera manifestaci¨®n del Orgullo en Madrid, celebrado en 1978. Linaza form¨® parte de la cabecera de esa manifestaci¨®n, que no fue pionera en Espa?a; la primera marcha la hab¨ªa convocado Barcelona un a?o antes. A pesar de las movilizaciones, la ley que criminalizaba a la comunidad LGTBI permaneci¨® vigente hasta 1993.
Los derechos, en cambio, siempre han formado parte de la vida de los j¨®venes. ¡°El matrimonio igualitario fue un terremoto cultural que cambi¨® la percepci¨®n social con respecto a la realidad LGTBI¡±, cuenta Eduardo Rubi?o, diputado en la Asamblea de Madrid por el partido M¨¢s Madrid. ¡°Ese cambio afect¨® a los millennials y ha permitido a la generaci¨®n Z crecer y socializar con los derechos adquiridos¡±, contin¨²a el pol¨ªtico y activista.
Los j¨®venes entienden lo dif¨ªcil que era vivir con represi¨®n y sin libertad y valoran los avances legales. Pero no siempre es lo m¨¢s relevante. ¡°La gente mayor se queda un poco bloqueada al ver que no compartimos las reivindicaciones de su generaci¨®n¡±, afirma Micaela Trotter, de 18 a?os. Es lesbiana, estudiante de grado de Matem¨¢ticas en la Universidad Complutense y activista ¡°desde los 15¡å. Empez¨® en movimientos feministas, y ahora milita en Errequeteerre, ¡°el grupo transmaricabollo de la Complutense¡±, que lleva funcionando casi tres d¨¦cadas. ¡°Rechazamos lo institucional ¨Dest¨¢ vinculado a lo normativo¨D y pedimos m¨¢s compromisos sociales¡±, explica: ¡°Queremos que la sociedad se deconstruya para que se convierta en un espacio seguro para la pe?a LGTBI¡±.
La organizaci¨®n juvenil de la Federaci¨®n Estatal de la comunidad LGTBI (FELGTBIQ+ J¨®venes) constata cierta divergencia generacional en la comunidad. ¡°Durante la juventud, sobre todo en la etapa adolescente, se viven muchos procesos vitales a los que tenemos que prestar much¨ªsima atenci¨®n¡±, apunta Blue Rodr¨ªguez, de 22 a?os, que coordina FELGTBIQ+ J¨®venes, junto a Oliver Marcos. Define la organizaci¨®n como ¡°un grupo de j¨®venes activistas, que nos reunimos peri¨®dicamente de manera online para trabajar, conocernos o aprender¡± e incluye el activismo digital ¡ªy la visibilidad que aporta¡ª como otro rasgo de la lucha contempor¨¢nea que los diferencia de sus antecesores. Considera ¡°innegable¡±, la existencia de una brecha generacional: ¡°No es inherente al colectivo; est¨¢ presente en toda la sociedad¡±. Las nuevas inquietudes del colectivo se han expandido del marco legislativo y de consecuci¨®n de derechos hacia la identidad, la representatividad o la afectividad. As¨ª, FELGTBIQ+ J¨®venes tiene puesto el foco en tres puntos que considera clave: la situaci¨®n de los menores trans con la nueva ley; la atenci¨®n a las personas migrantes LGTBI; y la inclusi¨®n de las personas no binarias.
Hace una d¨¦cada no exist¨ªa una etiqueta para designar la realidad de las personas no binarias (aquellas que no se identifican con los roles de g¨¦nero femenino y masculino establecidos por la sociedad). ¡°Las etiquetas hablan de un grupo de gente que comparte realidad contigo¡±, apunta M¨ªa Gonz¨¢lez, de 30 a?os, que naci¨® en Tomelloso y ahora vive en Madrid. Para elle (como quiere que se denomine, sin g¨¦nero) fue ¡°muy importante¡± sentirse parte de un colectivo y con representaci¨®n. Desde hace unos meses, forma parte de la asociaci¨®n No Binaries Espa?a y considera ¡°necesaria¡± la ley trans. Aunque matiza: ¡°Deber¨ªa ser m¨¢s ambiciosa¡±.
Mientras el uso de los pronombres de nueva acu?aci¨®n elle/elles para referirse al g¨¦nero neutro est¨¢ normalizado entre los veintea?eros, algunos mayores presentan problemas para interiorizarlo. ¡°Hay personas homosexuales cisg¨¦nero de cierta edad a las que les cuesta adaptarse¡±, afirma Rosa Lambea, administrativa de Madrid, de 51 a?os y lesbiana. Ella misma se ha equivocado alguna vez con los pronombres, aunque sabe que la identidad es ¡°muy importante¡± para los j¨®venes. ¡°Cuando me ha ocurrido, me lo han avisado y he corregido¡±.
¡°Estamos aprendiendo a socializar de otra manera, sali¨¦ndonos de lo binario¡±, aclara la estudiante de Matem¨¢ticas Micaela Trotter. Para ella, uno de los puntos b¨¢sicos de las relaciones es la deconstrucci¨®n de los roles de g¨¦nero, heredados del sistema heteropatriarcal. ¡°Algunas mujeres lesbianas tambi¨¦n reproducen roles heteronormativos¡±, lamenta Trotter. ¡°Son parejas de t¨ªas, que se asignan roles masculino y femenino. Ocurre con respecto a los cuidados, el d¨ªa a d¨ªa, la representaci¨®n social o la manera de ligar, donde tambi¨¦n permanece esa idea del cazador y la presa¡±. En el mundo gay se replica esa queja. Adem¨¢s, critica cierto ¡°sesgo binario¡± en el deseo y las relaciones de pareja: ¡°Hay gente mayor que no es mon¨®gama, pero en mi generaci¨®n est¨¢ muy extendido [no serlo]; se vive con m¨¢s naturalidad¡±. Habla del poliamor y sus variantes o de la flexibilidad sexual: ¡°Es otra brecha. Algo que las generaciones anteriores no siempre entienden. Creo que la monogamia se ha deconstruido poco¡±.
Juan Manuel S¨¢nchez lleva siete a?os casado con su marido. ¡°Pero 11 de relaci¨®n¡±, a?ade este productor de televisi¨®n de 40 a?os. Vive en Majadahonda, ciudad a las afueras de Madrid en la que naci¨®. Con 22 a?os, S¨¢nchez verbaliz¨® que era gay. Al a?o siguiente se aprob¨® la Ley de Matrimonio Igualitario: ¡°Me cas¨¦ en 2015, cuando se celebraba el d¨¦cimo aniversario de la ley¡±. 12 meses despu¨¦s, ¨¦l y su marido eran padres. Su familia es ¡°una excepci¨®n¡± dentro de su grupo de amigos gais: ninguno se ha casado ni tiene hijos. ¡°A la ¨²nica boda gay que he ido es a la m¨ªa¡±, bromea.
Hace poco, coincidi¨® en una fiesta con un grupo de veintea?eros. ¡°Los vi muy desinhibidos y libres. Con parejas, pero llev¨¢ndolo de manera m¨¢s abierta. Tambi¨¦n me parecieron muy adultos: yo a los 20 era mucho m¨¢s ingenuo. Me maravill¨® ver la naturalidad con la que expresan su identidad: ellos est¨¢n viviendo una juventud que a m¨ª me han robado¡±. Recuerda que, en los noventa, cuando ¨¦l sal¨ªa con sus amigos no terminaba de encontrarse c¨®modo: ¡°No me sent¨ªa identificado, pero segu¨ªa el ritmo. Ten en cuenta que no hab¨ªa referentes¡±.
¡°Los referentes son muy importantes siempre, sobre todo cuando eres joven¡±, confirma Blue Rodr¨ªguez, ¡°para conocer diferentes realidades, para ver que encajas en alguna¡±. Justamente, Valeria Vegas se ha erigido en un referente contempor¨¢neo del colectivo LGTBI. La periodista y documentalista es autora de ?Digo! Ni puta ni santa. Las memorias de La Veneno, biograf¨ªa de Cristina Ortiz, icono del colectivo, y que sirvi¨® de base a la celebrada serie de televisi¨®n Veneno. Cree que ¡°hay cierto aislamiento intergeneracional¡±. ¡°Los j¨®venes no siempre entienden los momentos tan duros que han pasado las generaciones anteriores. Mientras que los mayores no siempre identifican las nuevas luchas con sus inquietudes y formatos¡±, afirma.
A pesar de las diferencias, la veterana Rosa Lambea habla de ¡°admiraci¨®n mutua¡± entre las generaciones del colectivo: ¡°Las mayores valoran la energ¨ªa nueva; las j¨®venes reconocen la lucha y los derechos conseguidos. Y saben que hay que mantenerlos¡±. Considera ¡°irremediable¡± la brecha generacional en el colectivo, pero no como algo negativo. ¡°Es importante que se cuestionen las cosas, que haya gente con ganas de cambiar las cosas. Si no fuera as¨ª, las luchas se acabar¨ªan¡±. Por su parte, Blue Rodr¨ªguez de FELGTBIQ+ J¨®venes habla de empat¨ªa: ¡°No hay que olvidar que los activistas son superh¨¦roes. Son gente que, aparte de su trabajo, lleva toda la vida peleando para mejorar nuestro pa¨ªs. No se les puede pedir que est¨¦n tambi¨¦n al tanto de todo¡±. De ah¨ª que considere relevante ¡°tener un grupo de personas j¨®venes, cuya voz se valora y escucha: ayuda a que exista un relevo generacional¡±.
¡°Alianza intergeneracional¡±, dice el pol¨ªtico de M¨¢s Madrid Eduardo Rubi?o. ¡°Hay que hacer un reconocimiento mutuo: de las luchas que nos han tra¨ªdo hasta aqu¨ª, y que convirtieron a Espa?a en un pa¨ªs de vanguardia en derechos LGTBI, pero tambi¨¦n de los nuevos debates, que recogen el testigo de ideas que quedaron fuera en las d¨¦cadas anteriores¡±, explica: ¡°Si conseguimos la alianza intergeneracional, el movimiento LGTBI ser¨¢ m¨¢s fuerte¡±.