El colectivo LGTBI llama a la resistencia ante las amenazas a sus derechos

Un hombre radicalizado se ha liado a tiros en los alrededores de un ic¨®nico pub gay de Oslo. Una pel¨ªcula de animaci¨®n en la que aparece un beso l¨¦sbico ha sido vetada por decenas de pa¨ªses, mientras que algunos cines han advertido de que el filme conten¨ªa ¡°ideolog¨ªa de g¨¦nero¡±. Los delitos de odio contra el colectivo LGTBI han crecido en Catalu?a un 34%. En Florida, se ha aprobado la ley Don¡¯t say gay, que proh¨ªbe hablar de identidad sexual en colegios. ¡°Est¨¢n intentando cercenar nuestros derechos con un discurso de odio hacia todo el colectivo LGTBIQ+, pero tambi¨¦n hacia las mujeres o los migrantes¡±, afirma Uge Sangil, presidenta de la FELGTBIQ+, la federaci¨®n estatal espa?ola. ¡°Por eso hay que estar en la calle reclamando nuestros derechos para que no puedan quitarnos los avances¡±, prosigue.

Desde la aprobaci¨®n del matrimonio igualitario en Espa?a, en 2005, durante el Gobierno de Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, la tolerancia hacia el colectivo no ha hecho m¨¢s que aumentar. En 2007, Espa?a aprob¨® la Ley de Identidad de G¨¦nero. Cuatro a?os despu¨¦s, en 2011, el pa¨ªs ocup¨® el segundo puesto en el Rainbow Europe (el ¨ªndice anual que la organizaci¨®n ILGA-Europa elabora y donde clasifica la situaci¨®n legal y sociopol¨ªtica de las personas LGTBI en 49 pa¨ªses europeos). Sin embargo, en el ¨²ltimo ranking, publicado en mayo, Espa?a ha ca¨ªdo hasta el n¨²mero 10, la segunda bajada consecutiva. ¡°El discurso de odio lleva dos d¨¦cadas caminando por Europa¡±, argumenta la presidenta de la FELGTBIQ+. La organizaci¨®n considera que ¡°una legislaci¨®n integral y estatal que iguale al alza los derechos¡± podr¨ªa mejorar la puntuaci¨®n de Espa?a. As¨ª, el Gobierno de Pedro S¨¢nchez ha aprobado y enviado al Congreso, en v¨ªsperas del d¨ªa del Orgullo, la Ley para la igualdad real y efectiva de las personas trans y para la garant¨ªa de los derechos de las personas LGTBI. A pesar de ese avance, ¡°en los ¨²ltimos a?os, desde 2012, se ha ido consolidando una extrema derecha con poder, recursos econ¨®micos y posturas reaccionarias¡±, avisa Sangil.

Aunque el Orgullo de Madrid es reconocido mundialmente, este a?o no ondea la bandera arco¨ªris en su Ayuntamiento. El D¨ªa Internacional del colectivo LGTBI se celebra el 28 de junio y las ciudades organizan sus marchas reivindicativas en torno a esta fecha. Algunas, como M¨¦xico DF, Barcelona, Nueva York o S?o Paulo, ya lo han hecho; Madrid festeja entre el 1 y el 10 de julio. La bandera arco¨ªris solo se ha colgado en Cibeles entre los a?os 2015 y 2019, cuando Madrid estuvo gobernada por la izquierda, con la alcaldesa Manuela Carmena al frente. Durante el primer Orgullo del actual regidor, Jos¨¦ Luis Mart¨ªnez-Almeida (PP), la ense?a tambi¨¦n onde¨® en Cibeles. Un gesto que no gust¨® a la extrema derecha de Vox, que fue clave para investir al alcalde. No ha vuelto a ponerse.

¡°Es una reacci¨®n a los a?os de avances¡±, resume Eduardo Rubi?o, diputado en la Asamblea de Madrid por M¨¢s Madrid y activista. Inscribe las amenazas en un fen¨®meno internacional con ramificaciones en Am¨¦rica Latina, Estados Unidos o Europa. ¡°Est¨¢ relacionado con una agenda de ultraderecha, que quiere retroceder en materias de igualdad y diversidad. En Espa?a se puede ver en algunos partidos pol¨ªticos, que parece que quieren que vuelva la homofobia y la lgtbifobia¡±, a?ade el pol¨ªtico madrile?o.

¡°Pedimos al Ayuntamiento [de Madrid] que cuelguen la bandera¡±, reclama la presidenta de la FELGTBIQ+. Ella misma realiz¨® esa petici¨®n durante la presentaci¨®n del Orgullo madrile?o, donde tambi¨¦n declar¨® que ¡°[Almeida] no es el alcalde de todos¡±. Por su parte, algunos partidos de la oposici¨®n municipal han denunciado cierto obstruccionismo municipal a la hora de organizar el evento. ¡°Son actitudes que ponen en riesgo las fiestas del Orgullo¡±, lamenta Sangil. ¡°Pero no la reivindicaci¨®n¡±, agrega. La manifestaci¨®n estatal est¨¢ convocada el 9 de julio en Madrid bajo el lema: ¡°Frente al odio: visibilidad, orgullo y resiliencia¡±.

En Pa¨ªses Bajos, pionero en dotar de derechos al colectivo, tambi¨¦n han identificado un par¨®n en tolerancia: en 2022 la aceptaci¨®n al colectivo LGTBIQ+ se ha estancado. Es la primera vez que ocurre en 15 a?os, seg¨²n ha constatado un estudio elaborado por la Oficina de Planificaci¨®n Social y Cultural, una agencia del Gobierno neerland¨¦s. ¡°Durante a?os, los datos de aceptaci¨®n han ido en aumento, y ahora se estancan, e incluso dibujan una tendencia a la baja. No debemos permitir retrocesos en la emancipaci¨®n de las personas LGTBI¡±, denuncia Astrid Oosenbrug, presidenta de COC Nederland, asociaci¨®n referencial del colectivo en Pa¨ªses Bajos. ¡°Es preocupante¡±, agrega.

El pa¨ªs de la UE m¨¢s hostil hacia las minor¨ªas sexuales es Polonia, seg¨²n el Rainbow Europe. Est¨¢ gobernado desde 2005 por el partido ultraconservador PiS. A pesar de ello, Varsovia celebr¨® su Orgullo el 25 de junio con apoyo del Ayuntamiento de la capital, comandado por el liberal Rafal Trzaskowski, y con la visita de la comisaria europea de Igualdad, Helena Dalli. A la cita tambi¨¦n acudi¨® una delegaci¨®n en representaci¨®n de Ucrania: ¡°Si queremos que los derechos LGTBI se ejerzan, necesitamos que la guerra pare¡±, pidi¨® Lenny Emson, directora ejecutiva del Kiev Pride. Emson tambi¨¦n alert¨® de que el conflicto ha complicado, a¨²n m¨¢s, la vida a los miembros del colectivo en su pa¨ªs.

¡°En los momentos convulsos, las minor¨ªas est¨¢n m¨¢s expuestas. Es el momento perfecto para que nos vuelvan a usar como chivo expiatorio¡±, se?ala la pol¨ªtica, actriz y activista Carla Antonelli, que lleva desde finales de los a?os setenta luchando por los derechos del colectivo. ¡°Si hace 40 a?os me dicen que ¨ªbamos a avanzar tanto, no me lo hubiese cre¨ªdo¡±, dice. ¡°Si me hubieran dicho que, tras conseguir y asentar los derechos, iba a aparecer un movimiento reaccionario para cuestionarlos; tampoco me lo habr¨ªa cre¨ªdo. Es alucinante¡±, resume Antonelli.

La activista pone como ejemplo de esa ¡°ola reaccionaria¡± la reciente decisi¨®n del Tribunal Supremo de Estados Unidos que anula la protecci¨®n al derecho al aborto, establecida en 1973 en el pa¨ªs, y que abre la puerta a los Estados para que proh¨ªban la pr¨¢ctica. Uno de los jueces conservadores del Supremo, Clerence Thomas, ha abierto la puerta a ¡°reconsiderar¡± otros casos, mencionando espec¨ªficamente el matrimonio igualitario o los m¨¦todos anticonceptivos. ¡°Es una reacci¨®n machista contra la idea de que todos vivamos en igualdad¡±, resume la presidenta de la FELGTBIQ+. ¡°Al patriarcado le molesta y le duele la igualdad porque no quiere ceder poder y privilegios. Se ven amenazados¡±, contin¨²a Sangil.

¡°Cuando hay un retroceso en alg¨²n derecho social, la historia nos ha demostrado que suele tener un efecto domin¨®¡±, avisan desde Olympe Abogados, bufete formado por Roc¨ªo Moya e Isaac Guijarro y especializado, entre otros, en derecho LGTBI y violencia machista. Al igual que los derechos de las mujeres ¨Dy a diferencia de los de los hombres¨D, los logros conseguidos por la comunidad LGTBI parece que son el¨¢sticos: hay ¨¦pocas de avances, pero tambi¨¦n pueden experimentar retrocesos. ¡°Parece que los derechos conquistados son para siempre, pero ahora hemos visto que no siempre es cierto¡±, incide Rubi?o, de M¨¢s Madrid: ¡°Hay que defender esas conquistas para no sufrir retrocesos¡±.

¡°Los derechos sociales son transversales: quien est¨¢ en contra del feminismo, del aborto, tambi¨¦n lo est¨¢ de los derechos LGTBI. No se quedan tranquilos derogando uno, van a por el paquete entero¡±, opinan los abogados de Olympe. Y agregan: ¡°Quieren eliminar todo lo que desde la extrema derecha populista ¡ªy en ocasiones tambi¨¦n la derecha tradicional¡ª definen como leyes ideol¨®gicas, un t¨¦rmino que usan para que parezca que no est¨¢n hablando de recortar los derechos humanos de un colectivo¡±.