La derogaci¨®n del aborto en Estados Unidos se ensa?a con las menores de edad
El caso de una ni?a de 10 a?os violada que tuvo que cambiar de Estado para interrumpir su embarazo origina una batalla pol¨ªtica y medi¨¢tica y destapa una realidad que afecta a miles de ni?as y adolescentes
El caso de una ni?a de 10 a?os violada en Ohio que tuvo que viajar a la vecina Indiana para poder interrumpir su embarazo se ha colocado en el centro de un bronco debate que habla con elocuencia de las batallas que se libran a diario en Estados Unidos despu¨¦s de que el Tribunal Supremo tumbara la sentencia Roe contra Wade, que convirti¨® el aborto en un derecho constitucional en 1973. Desde el 24 de junio, la decisi¨®n de si ese derecho est¨¢ pr...
El caso de una ni?a de 10 a?os violada en Ohio que tuvo que viajar a la vecina Indiana para poder interrumpir su embarazo se ha colocado en el centro de un bronco debate que habla con elocuencia de las batallas que se libran a diario en Estados Unidos despu¨¦s de que el Tribunal Supremo tumbara la sentencia Roe contra Wade, que convirti¨® el aborto en un derecho constitucional en 1973. Desde el 24 de junio, la decisi¨®n de si ese derecho est¨¢ protegido o no depende de cada uno de los 50 Estados, y una docena ya ha corrido para prohibirlo completamente, sin excepciones para casos como la violaci¨®n o el incesto. Esa nueva realidad dibuja en la Am¨¦rica posRoe un sombr¨ªo futuro para las ni?as y adolescentes, dos de los colectivos m¨¢s vulnerables: seg¨²n el Instituto Guttmacher, entidad de referencia en el tema en Estados Unidos, se registraron 4.460 embarazos entre menores de 15 a?os en 2017 (¨²ltimo a?o en el que cuentan con estad¨ªsticas). De entre ellos, 44% termin¨® en aborto.
La historia que ha atra¨ªdo todos los focos la destap¨® un peri¨®dico local, el Indianapolis Star, y comienza el 27 de junio, tres d¨ªas despu¨¦s del fallo del Supremo, con una llamada a la consulta de la ginec¨®loga de la capital de Indiana Caitlin Bernard. Una colega de Ohio quer¨ªa saber si ella podr¨ªa tratar a una ni?a embarazada que hab¨ªa sobrepasado las seis semanas que establece la ley en ese Estado como l¨ªmite para practicar un aborto. En Indiana, las reglas a¨²n no han cambiado (sigue siendo legal hasta la vig¨¦sima segunda semana), pero se espera que lo hagan tan pronto como el 25 de julio, cuando est¨¢ convocada una sesi¨®n extraordinaria en el Parlamento estatal, cuyas dos c¨¢maras controla el Partido Republicano (una mayor¨ªa de legisladores promovieron esa convocatoria inmediatamente despu¨¦s de conocerse, hace tres semanas, que seis de los nueve jueces del Supremo hab¨ªan tumbado un precedente de medio siglo).
Bernard, cuya profesionalidad ha sido puesta injustamente en entredicho, le practic¨® la intervenci¨®n y dos d¨ªas despu¨¦s, el 2 de julio, la puso, como manda el protocolo, en conocimiento del Departamento de Salud de Indiana. Seg¨²n indican los documentos judiciales y policiales, la violaci¨®n se produjo a principios de mayo y la peque?a fue consciente de su embarazo el 22 de junio.
Lo que sigui¨® fue una desagradable bronca pol¨ªtica y medi¨¢tica que indica hasta qu¨¦ punto el aborto es uno de los asuntos que m¨¢s polariza a un pa¨ªs enfrentado sin remedio. El presidente Joe Biden cit¨® el caso en el discurso con el que anunci¨® un decreto con t¨ªmidas medidas para hacer frente a las prohibiciones. ¡°?10 a?os, 10 a?os!¡±, exclam¨®. ¡°Violada, embarazada de seis semanas, y ya traumatizada, tuvo que viajar a otro Estado¡±. Y los medios conservadores se lanzaron a cuestionar la historia, ciertamente dif¨ªcil de verificar, y la misma existencia de la ni?a.
Jesse Watters, presentador de Fox News, sugiri¨® en su programa que podr¨ªa ser un ¡°montaje¡± destinado a cargar de razones a los defensores de la libertad reproductiva de las mujeres, mientras que The Wall Street Journal public¨® un editorial el martes pasado con el siguiente titular: ¡°Una historia de aborto demasiado buena para confirmar¡±. La defin¨ªan como ¡°fantasiosa¡± e ¡°improbable¡±.
Peri¨®dicos y canales de noticias trataron de contrastar una informaci¨®n con una sola fuente, la doctora, mientras funcionarios y pol¨ªticos del Partido Republicano pensaron que para qu¨¦ esperar. El congresista de Ohio Jim Jordan, devoto seguidor de Donald Trump, tuite¨®: ¡°Otra mentira. ?A alguien le sorprende?¡±. ¡°Cada d¨ªa que pasa, toma cuerpo la idea de que es una invenci¨®n¡±, declar¨® a USA Today el fiscal general del Estado del Medio Oeste Dave Yost. ¡°No estoy diciendo que no pudo haber sucedido. Lo que estoy diciendo es que no hay ni una maldita chispa de evidencia¡±.
El asunto se resolvi¨® finalmente el mi¨¦rcoles, con la publicaci¨®n en el medio local Columbus Dispatch, de la ciudad m¨¢s poblada de Ohio, de la identidad del criminal, Gerson Fuentes, guatemalteco de 27 a?os y vecino de Columbus. Confes¨® a la polic¨ªa haber violado a la ni?a en al menos dos ocasiones. Fuentes se enfrenta a una pena de entre 3 y 11 a?os. Jordan borr¨® su tuit y se ha negado varias veces esta semana en los pasillos del Capitolio a mostrar arrepentimiento. Yost, por su parte, emiti¨® un escueto comunicado: ¡°Mi coraz¨®n sufre por esa ni?a. Nos alegramos cada vez que sacan de las calles a un violador de menores¡±.
Obligadas a viajar
Las nuevas leyes que regir¨¢n en la mitad del pa¨ªs (se calcula que 26 de los 50 Estados est¨¢n a punto de prohibir o restringir la interrupci¨®n del embarazo, y solo es cuesti¨®n de tiempo saber cu¨¢ndo lo har¨¢n) dejar¨¢n sin protecci¨®n a 33 millones de mujeres en edad reproductiva, que se ver¨¢n obligadas a viajar a otros Estados para obtener una intervenci¨®n quir¨²rgica o recibir la receta para las p¨ªldoras abortivas.
Elizabeth Nash, analista de pol¨ªticas estatales del Guttmacher, explic¨® en una conversaci¨®n reciente con este diario que eso afectar¨¢ especialmente a las mujeres con pocos ingresos. Un aborto no es barato, y a ese precio, demasiado alto para muchas pacientes, hay que a?adirle el del viaje, la gasolina (que est¨¢ desbocada) o las noches de hotel, que son varias en los Estados, como Iowa, que exigen que pasen al menos 24 horas entre la consulta y la intervenci¨®n.
Todo se agrava en el caso de las menores, para las que las trabas son en muchos casos insalvables. En los Estados en los que est¨¢ permitida la excepci¨®n de la violaci¨®n o el incesto tiene que mediar una denuncia policial, que no parece un tr¨¢mite precisamente f¨¢cil para una ni?a. Y en todos los casos se requiere el consentimiento de los padres o tutores.
Para alertar sobre la gravedad del asunto, los proveedores de servicios abortivos en Estados Unidos comparten estas semanas casos como el de una ni?a de 11 a?os que viaj¨® desde Texas hasta Denver (Colorado, a unos 1.400 kil¨®metros) para ponerse en manos de una ginec¨®loga llamada Kristina Tocce, que ha contado a The New York Times que para la muchacha hab¨ªa supuesto la primera vez que cog¨ªa un avi¨®n.
En los Estados del Sur las distancias para acceder a los servicios de salud reproductiva pueden resultar insalvables. Seg¨²n datos obtenidos de un mapa interactivo en la web del Instituto Guttmacher, las mujeres de Texas tienen que viajar una media de 870 kil¨®metros para procurarse un aborto. Las de Luisiana, 1.070 kil¨®metros.
Cuando se conoci¨® el arresto de Fuentes, la organizaci¨®n antiabortista Ohio Right to Life emiti¨® un comunicado que dec¨ªa: ¡°Nuestras oraciones est¨¢n con ella y con su familia mientras intentan recuperarse de una situaci¨®n tan traum¨¢tica. (...) El aborto solo aument¨® el dolor y la violencia contra ella. La v¨ªctima se merec¨ªa algo mejor. Situaciones tr¨¢gicas como esta resaltan a¨²n m¨¢s la depravaci¨®n de nuestra sociedad y enfatizan la importancia de continuar nuestra lucha por una verdadera cultura de la vida que respete la dignidad y el valor de cada persona individual¡±.
James Bopp Jr., abogado vinculado a esa asociaci¨®n, declar¨® a Politico que ¡°la ni?a debi¨® tener el hijo¡±. Bopp es uno de los personajes m¨¢s desconocidos y m¨¢s influyentes en la cruzada contra la salud reproductiva en Estados Unidos. Era un adjunto al fiscal general de Indiana de 24 a?os cuando el Supremo fall¨® Roe contra Wade, y desde entonces ha trabajado decididamente para su derogaci¨®n.
Tras d¨¦cadas de intentarlo, dio con la soluci¨®n: cambiar las leyes de financiaci¨®n de los partidos. Eso acab¨® haciendo, seg¨²n demuestra la historiadora legal Mary Ziegler en su libro Dollars for Life, reci¨¦n editado, que el Partido Republicano acabara en manos de alguien como Donald Trump, que coloc¨® a tres jueces originalistas en el Supremo actual, el m¨¢s conservador del que hay memoria desde los a?os treinta. El originalismo es una doctrina jur¨ªdica que promueve una interpretaci¨®n f¨¦rrea de la Constituci¨®n, que est¨¢ en la base de la derogaci¨®n de Roe: seg¨²n la mayor¨ªa que domina el tribunal (hoy y durante las d¨¦cadas que est¨¢n por venir), el aborto no est¨¢ reconocido en tan intocable texto.