El doctor Anthony Fauci cuelga la bata despu¨¦s de dar la batalla contra el coronavirus en Estados Unidos

En una de las primeras llamadas que hizo como presidente electo, Joe Biden pidi¨® al doctor Anthony Fauci que, adem¨¢s de dirigir el equipo m¨¦dico de la Casa Blanca, se pusiera al frente de un grupo especial contra la covid-19. El epidemi¨®logo y Biden se conoc¨ªan, hab¨ªan coincidido cuando el dem¨®crata fue vicepresidente durante el segundo mandato de Barack Obama y el m¨¦dico daba respuesta a otras crisis, las del zika y el ¨¦bola. Fauci no era ning¨²n desconocido para Biden, pero s¨ª para la opini¨®n p¨²blica, que puso cara al probo funcionario a causa del coronavirus. En medio siglo largo de carrera, ejercida a lo largo de siete Administraciones de ambos signos pol¨ªticos, solo hab¨ªa saltado a los titulares cuando Donald Trump intent¨® empa?ar su cr¨¦dito, en 2020.

Fauci, de 81 a?os, ha confirmado este lunes su retirada en diciembre ¡ªcumple 82 a?os el 24 de ese mes¡ª, para dedicarse a ¡°otra fase de su carrera¡±. Ya anticip¨® en julio que lo dejar¨ªa al t¨¦rmino del mandato de Biden, una vez que la pandemia parece encarrilada como una nueva realidad ¡°estable¡±. El dem¨®crata le ha despedido con un comunicado que rezuma aprecio y consideraci¨®n. Pocos cient¨ªficos han tenido el impacto en las pol¨ªticas de salud p¨²blica de Fauci, que ha pasado m¨¢s de cinco d¨¦cadas en el Instituto Nacional de Salud. Ahora, el doctor italoamericano deja el cargo de principal asesor m¨¦dico de la Casa Blanca y el de director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas, que ha dirigido durante 38 a?os. Tambi¨¦n la direcci¨®n del laboratorio de este organismo.

En 2020, Fauci aguant¨® estoicamente el chaparr¨®n de descalificaciones de Trump sobre el coronavirus. Impert¨¦rrito, a¨²n se recuerdan sus r¨¦plicas, con argumentos cient¨ªficos en la mano, al republicano, que lleg¨® a insinuar su intenci¨®n de despedirle. ¡°La gente est¨¢ harta de Fauci y todos esos idiotas¡±, dijo Trump en la recta final de su mandato, tild¨¢ndole de desastre y criticando su veteran¨ªa como si fuera un lastre: ¡°Es un buen tipo, pero lleva 500 a?os en la Administraci¨®n¡±. Varios congresistas republicanos recordaron la entrega incondicional de Fauci desde la presidencia de Ronald Reagan. ¡°Si m¨¢s estadounidenses escucharan sus consejos, tendr¨ªamos menos casos de covid-19 y ser¨ªa m¨¢s seguro volver al colegio y al trabajo y a los restaurantes¡±, dijo entonces el senador Lamar Alexander. Lo mejor del rifirrafe es que ni siquiera el airado Trump pudo despedirlo, porque es un funcionario de carrera, no un cargo p¨²blico. Por eso quien primero sali¨® de la Casa Blanca fue Trump, no el especialista en inmunolog¨ªa.

La llegada de Biden a la Casa Blanca fue un alivio para el m¨¦dico, una figura cotidiana y amable, siempre dispuesta, tanto para los periodistas como en los c¨ªrculos cient¨ªficos; su incansable faceta divulgativa le asom¨® al hogar de millones de estadounidenses con grandes dosis de pedagog¨ªa, en un contexto en el que la lucha contra el coronavirus no era solo un desaf¨ªo cient¨ªfico, sino un arma arrojadiza cada vez m¨¢s peligrosa. La polarizaci¨®n de EE UU hall¨® en la emergencia sanitaria uno de sus campos de batalla, con el bando republicano entregado en buena parte al negacionismo porque ve¨ªa en ¨¦l un s¨ªmbolo del confinamiento y el uso de mascarillas.

Con la campa?a de vacunaci¨®n, redoblaron sus cr¨ªticas y no faltaron quienes acusaron al laboratorio que dirige de extra?as connivencias con China (para los republicanos, el origen del virus). El senador Rand Paul, peso pesado del partido, le acus¨® hace un a?o de mentir acerca de las investigaciones del laboratorio y Fauci le contest¨®: ¡°Si alguien miente aqu¨ª, es usted¡±. Una frase gruesa dirigida a un legislador, con pocos precedentes en la ret¨®rica institucional. Los republicanos m¨¢s recalcitrantes amagan con investigarle si logran el control del Congreso en noviembre, pero para entonces Fauci ya estar¨¢ de salida, sin puertas giratorias a la industria farmac¨¦utica, como algunos, tambi¨¦n republicanos, apuntan maliciosamente.

La gesti¨®n de la pandemia era la principal preocupaci¨®n de los estadounidenses en oto?o de 2020 y, tras ganar las elecciones, el dem¨®crata Biden deposit¨® en Fauci toda su confianza. ¡°He podido llamarlo a cualquier hora del d¨ªa para pedirle consejo mientras abord¨¢bamos esta pandemia ¨²nica en una generaci¨®n. Su compromiso con el trabajo es inquebrantable y lo hace con un esp¨ªritu, una energ¨ªa y una integridad cient¨ªfica incomparables¡±, ha recalcado Biden sobre el trabajo de Fauci al frente del equipo especial creado por la nueva Administraci¨®n para luchar contra la covid.

Sobrevivir a siete presidentes con el prestigio intacto est¨¢ al alcance de muy pocos. Galardonado con la medalla presidencial de la Libertad en 2008 por George W. Bush, el m¨¢ximo honor civil del pa¨ªs, Fauci ha navegado todas las crisis de salud p¨²blica causadas por virus en el pa¨ªs, desde la del sida a la de la covid, del zika y el ¨¦bola a varios brotes de gripe aviar. Por eso, a juicio de Biden, ¡°Estados Unidos es m¨¢s fuerte, m¨¢s resistente y m¨¢s saludable gracias a ¨¦l¡±. El mandatario ha recordado tambi¨¦n que la contribuci¨®n de Fauci no solo ha salvado vidas en el pa¨ªs, sino ¡°en todo el mundo¡±.

¡°Mientras tenga salud, que la tengo, y me apasione lo que hago, que es el caso, quiero hacer algunas cosas fuera del ¨¢mbito del Gobierno federal¡±, explic¨® este domingo Fauci en una entrevista. Por ejemplo, habl¨® de usar su experiencia y conocimientos de salud p¨²blica para ¡°con suerte, inspirar a las j¨®venes generaciones m¨¢s j¨®venes¡±.

Gracias en buena parte a la tarea de Fauci durante la pandemia, y al ¨¦xito de la campa?a de vacunaci¨®n, la prevalencia del virus en EE UU arroja hoy datos confortables: un descenso del 19% en nuevos casos y del 7%, en hospitalizaciones y fallecimientos, seg¨²n el c¨®mputo diario de The New York Times. Para el cient¨ªfico, no son buenas noticias: ¡°No me hace nada feliz que a¨²n tengamos 400 muertes al d¨ªa; espero que en los pr¨®ximos meses, las cosas mejoren¡±. Otra epidemia nueva, la de la viruela del mono, que ha sido declarada emergencia sanitaria por Washington, trae de cabeza a las autoridades sanitarias y ha obligado a desviar atenci¨®n y recursos, incluso al cierre de centros de vacunaci¨®n contra la covid-19.

Fue la pandemia, de la que por cierto tampoco se libr¨®, al contagiarse en junio, la que catapult¨® a la fama a Fauci. Ni siquiera la solemne imagen de Bush hijo imponi¨¦ndole la medalla de la Libertad en 2008 le granje¨® la popularidad que el coronavirus le trajo. Seguro que habr¨ªa sido m¨¢s feliz en la zona de sombra de la investigaci¨®n, fuera del alcance de los focos, como se plante¨® hacer, dicen, cuando Biden relev¨® a Trump en la Casa Blanca. No lo hizo por sentido del deber, aun a costa de arrostrar protecci¨®n por las amenazas a ¨¦l y a su familia. Fauci cuelga ahora su eterna bata blanca, porque, como dijera en julio, ¡°si espero a que desaparezca la covid, cumplir¨¦ 105 a?os¡±.