Cuba aprueba el matrimonio igualitario en un refer¨¦ndum con un elevado voto de castigo al Gobierno
El pa¨ªs fue a las urnas este domingo por una votaci¨®n sobre el c¨®digo de familia enrarecido por la crisis econ¨®mica y migratoria
Cuba ha dicho s¨ª en refer¨¦ndum a un nuevo C¨®digo de las Familias, que permitir¨¢ el matrimonio igualitario, la adopci¨®n por parejas del mismo sexo y la ¡°gestaci¨®n solidaria¡± (vientre subrogado sin compensaci¨®n econ¨®mica), entre otros avances que garantizan derechos durante d¨¦cadas vedados y que suponen un paso de gigante en un pa¨ªs que en los a?os sesenta margin¨® a los homosexuales y los intern¨® en campos de trabajo forzado. El resultado de la votaci¨®n, convocada por el Gobierno en un ambiente muy polarizado y en momentos de grave crisis que se ha traducido en un ¨¦xodo sin precedentes, fue hist¨®rico no solo por este motivo. De un censo total de 8,4 millones de cubanos con derecho a voto, la abstenci¨®n fue del 26% (unos 2,2 millones de personas), bastante elevada, dados los est¨¢ndares de Cuba, mientras que el s¨ª obtuvo cerca del 67% de los votos v¨¢lidos (algo m¨¢s de 3,9 millones de sufragios).
El 32,1% de los cubanos votaron en contra (casi 1,9 millones de personas), pero si se suman abstenciones, noes, votos nulos y blancos, que diversos analistas consideran como posible expresi¨®n un voto de castigo al Gobierno en estas circunstancias cr¨ªticas, resulta que m¨¢s de la mitad de la poblaci¨®n (4,4 millones) no apoy¨® explicitamente la nueva legislaci¨®n auspiciada por las autoridades, seg¨²n datos del propio Consejo Electoral Nacional (CEN).
De cualquier modo, y en esto coinciden la mayor¨ªa de los juristas y expertos consultados, incluso los m¨¢s cr¨ªticos con el Gobierno, la aprobaci¨®n del nuevo C¨®digo de las Familias es un paso hist¨®rico y una buena noticia, y hay que aplaudirlo, pues se trata de una legislaci¨®n avanzada, por la que defensores de los derechos del colectivo LGTBIQ+ llevan a?os luchando y que est¨¢ a la altura de las leyes m¨¢s garantistas y modernas vigentes en el mundo. Eso, pese al enrarecido clima en que se celebr¨® el pol¨¦mico refer¨¦ndum, que los detractores y partidarios del Gobierno convirtieron casi en un plebiscito para expresarse a favor o en contra del actual sistema socialista cubano, m¨¢s all¨¢ del contenido concreto de la norma.
Tras conocerse los resultados, el presidente del pa¨ªs, Miguel D¨ªaz-Canel, consider¨® una ¡°victoria de Cuba y del pueblo cubano¡± el s¨ª masivo y la participaci¨®n, pese ¡°al contexto de dif¨ªcil situaci¨®n econ¨®mica, energ¨¦tica, de movimientos migratorios y discrepancias comprensibles¡±.
El nuevo C¨®digo de las Familias sustituye el vigente desde 1975, e introduce derechos y garant¨ªas que muchos no pensaron ver plasmados nunca en una ley en Cuba, dados los antecedentes hom¨®fobos de la revoluci¨®n. El mismo lunes, luego de darse a conocer los resultados, parejas de homosexuales y lesbianas celebraban el resultado y anunciaban en las redes sociales que muy pronto contraer¨ªan matrimonio. Algo realmente emocionante para muchos cubanos que sufrieron en carne propia la marginaci¨®n en el pasado.
Uno de los aspectos clave de la legislaci¨®n auspiciada por el Gobierno ¡ªque durante meses ha hecho una omnipresente campa?a por el s¨ª en los medios oficiales, sin conceder espacios a los defensores del no, algo muy criticado por la oposici¨®n¡ª, es el matrimonio igualitario, al que la Iglesia Cat¨®lica y las cristianas se han opuesto. La isla se convierte de este modo en el noveno pa¨ªs de Am¨¦rica Latina en legalizar el matrimonio entre personas del mismo sexo, detr¨¢s de Argentina, Chile, Uruguay, Brasil, Colombia, Ecuador, Costa Rica y M¨¦xico. El c¨®digo anterior se refer¨ªa al matrimonio como ¡°la uni¨®n voluntariamente concertada de un hombre y una mujer¡±. La nueva norma lo califica de ¡°uni¨®n voluntariamente concertada de dos personas con aptitud legal para ello, con el fin de hacer vida en com¨²n, sobre la base del afecto, el amor y el respeto mutuos¡±. Junto a ello, se reconocen una diversa gama de filiaciones que trascienden la consanguinidad.
El C¨®digo de las Familias acaba, adem¨¢s, con el matrimonio infantil, que hasta ahora estaba contemplado en la norma de 1975, aunque de modo excepcional, si ten¨ªa el visto bueno de los padres siempre que ¡°la hembra¡± tuviese ¡°por lo menos 14 a?os cumplidos y el var¨®n 16 a?os¡±. Ahora se establece que ¡°la capacidad de las personas para formalizar matrimonio se alcanza a los 18 a?os¡±, en l¨ªnea con las tesis de la Unicef, que considera que el matrimonio infantil despoja a las ni?as de su infancia y pone su salud en peligro, adem¨¢s de existir un mayor riesgo de sufrir violencia dom¨¦stica y tener menos probabilidades de seguir asistiendo a la escuela.
Sobre la posibilidad de adopci¨®n, al abrir las puertas al matrimonio homosexual, este derecho se extiende a parejas del mismo sexo, est¨¦n casadas o en uni¨®n libre, algo hasta ahora reservado a parejas heterosexuales. Se legaliza tambi¨¦n la posibilidad de ¡°gestaci¨®n solidaria¡± para personas ¡°unidas por v¨ªnculos familiares o afectivamente cercanos¡± e incapacitados para tener hijos, por ejemplo, ¡°hombres solos o parejas de hombres¡±, pero poniendo como l¨ªmite que no medie ¡°remuneraci¨®n, d¨¢diva u otro beneficio¡± para lograrlo, es decir una posici¨®n contraria al ¡°vientre de alquiler¡±, que en las consultas populares previas a la elaboraci¨®n del c¨®digo fue tajantemente descartado.
El c¨®digo es muy abarcador y contempla tambi¨¦n las ¡°familias multiparentales¡±, por ejemplo, las integradas por parejas que hayan tenido hijos anteriormente y las madrastras y padrastros se conviertan tambi¨¦n en tutores. Otro concepto novedoso es el de ¡°responsabilidad parental¡±, que sustituye al de patria potestad, y reconoce a ni?os y adolescentes como sujetos de derechos y a sus padres o tutores como sujetos de responsabilidades. Adem¨¢s, se establece la ¡°autonom¨ªa progresiva¡±, que permite al menor, si tiene ¡°edad y grado de madurez suficiente¡±, ser escuchado en un tribunal en diversos casos, incluido un proceso de adopci¨®n.
Hasta personalidades y juristas muy cr¨ªticos con el sistema cubano han alabado el contenido del nuevo c¨®digo y lo consideran un gran paso de avance, si bien acusan al Gobierno de haber politizado la consulta. Entre los cr¨ªticos que as¨ª opinan, destaca el prestigioso jurista Julio Fern¨¢ndez Estrada, que desde hace meses reside fuera de Cuba, quien consider¨® en una entrevista a Hypermedia que se trataba de una ¡°ley muy progresista¡±, pero a la vez ¡°un objeto perturbador¡± en el panorama jur¨ªdico cubano, cuando acaba de aprobarse el C¨®digo Penal (sin ser sometido refer¨¦ndum) que castiga el disenso pol¨ªtico en la isla. ¡°Es un c¨®digo para un pa¨ªs ideal, para el pa¨ªs que yo quisiera, pero no para el pa¨ªs que existe en la realidad. Estamos luchando por el pan y los antibi¨®ticos, y nos cuesta trabajo mirar hacia la parte de la justicia que se esconde debajo de nuestra supervivencia material y b¨¢sica¡±.
En v¨ªsperas del refer¨¦ndum, por lo caldeado del ambiente y ante la posibilidad de que por expresar el rechazo al Gobierno muchos votaran en contra de una legislaci¨®n a la que ha costado mucho llegar, relevantes soci¨®logos, historiadores, juristas y psic¨®logos, la mayor¨ªa cr¨ªticos con el Gobierno, trataron de poner un poco de racionalidad en el debate. El propio Estrada coment¨®: ¡°Enfrentarse al totalitarismo frenando una legislaci¨®n defensora de los derechos humanos y jur¨ªdicamente de avanzada es un error pol¨ªtico porque, si bien intenta molestar a la maquinaria de poder, limita los derechos de las personas que tambi¨¦n han sido v¨ªctima del totalitarismo¡.¡±.
El nuevo C¨®digo cubano de las Familias ya es una realidad, y muchos se felicitan por ello. Pero tambi¨¦n es una realidad in¨¦dita en Cuba el voto de castigo al Gobierno que ha salido de este refer¨¦ndum. En un pa¨ªs socialista, de partido ¨²nico, y acostumbrado a una aparente unanimidad durante d¨¦cadas, que cerca de 4,4 millones de cubanos con derecho a voto (de un censo de 8,4 millones) no hayan seguido la consigna oficial y eligieran las opciones de la abstenci¨®n, el no, o votar nulo o en blanco, es un mensaje que deber¨ªa tener muy en cuenta el Gobierno, opinan diversos expertos. Los cubanos, dicen los que as¨ª sienten, est¨¢n reclamando a gritos cambios econ¨®micos, pol¨ªticos y sociales que van m¨¢s all¨¢ de los derechos de la familia ahora concedidos, y que son bienvenidos. Cuba es hoy ¡°una mejor naci¨®n, m¨¢s completa, m¨¢s democr¨¢tica y m¨¢s justa¡±, dijo D¨ªaz-Canel tras hacerse p¨²blicos los datos oficiales.
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