Un experimento deja a 97 j¨®venes una semana sin m¨®vil: ¡°He le¨ªdo un libro por primera vez en seis a?os¡±
Un estudio de varias universidades p¨²blicas reporta que los j¨®venes de 15 a 24 a?os pasan una media de cinco horas diarias con el m¨®vil. La mayor¨ªa asegura no sentirse bien informado con medios tradicionales como la tele o la radio
Pasar una semana sin el m¨®vil. Es el reto que aceptaron el pasado mayo un grupo de 92 j¨®venes espa?oles de 15 a 24 a?os para participar en una investigaci¨®n liderada por varias universidades espa?olas y europeas, cuyo objetivo es analizar las fuentes que utilizan para informarse. Tras siete d¨ªas desconectados ¡ªel 39% de los que tienen entre 18 y 24 utilizan las redes sociales como su principal fuente de noticias, seg¨²n el Instituto Reuters¡ª la mayor¨ªa aseguraron haberse sentido poco informados. Los medios a los que acudieron fueron, principalmente, la tele y la radio, y de forma residual alg¨²n diario de papel. ¡°Cada ma?ana nada m¨¢s abrir los ojos, voy a Instagram y me entran los temas del d¨ªa, me sent¨ªa un poco perdida sin el m¨®vil¡±, cuenta Lorena Vegas, una de las participantes en el experimento, de 21 a?os, que como muchos de los entrevistados consigui¨® leer el primer libro en a?os, el superventas ?Un ¨²ltimo baile, milady?, de Megan Maxwell.
¡°Nos movi¨® a arrancar la investigaci¨®n una fuerte preocupaci¨®n: los datos nos dicen que los j¨®venes acuden a fuentes oscuras para informarse, a actores ajenos a la profesi¨®n period¨ªstica, la sociedad del futuro se contenta con esa banalizaci¨®n del contenido¡±, apunta Pedro Farias, catedr¨¢tico de Periodismo de la Universidad de M¨¢laga e investigador principal del proyecto, en el que han participado otras universidades como la Complutense, la Miguel Hern¨¢ndez o la de Viena. Este jueves se ha presentado el primer cap¨ªtulo de la investigaci¨®n, que se prolongar¨¢ durante 2023 y en la que se preguntar¨¢ a casi 9.000 j¨®venes europeos qu¨¦ elementos influyen para que se crean una informaci¨®n o qu¨¦ les empuja a compartir o no ese contenido en sus redes sociales, entre otras cuestiones.
El trabajo ¡ªfinanciado por el Ministerio Ciencia e Innovaci¨®n¡ª monitoriz¨® el uso del m¨®vil de los chavales durante tres semanas (entre mayo y julio de 2022): la primera con un uso normal, la segunda sin el dispositivo y la tercera de nuevo con el aparato encendido, tiempo durante el que anotaron sus reflexiones en un diario y contestaron a encuestas semanales. Durante los primeros siete d¨ªas se registr¨® un tiempo medio de consumo de cinco horas diarias, de las que cuatro se dedicaron a las redes sociales: Whatsapp en primer lugar, seguida de Instagram y TikTok, este ¨²ltimo en ¡°constante aumento como ¨²nico canal informativo para los m¨¢s j¨®venes¡±.
Durante el tiempo en el que permanecieron con el m¨®vil apagado, reportaron incomodidad, ansiedad, inseguridad y dependencia, aunque para algunos supuso una cierta liberaci¨®n. ¡°Me tranquilizaba solo con tenerlo cerca¡±, ¡°he tenido m¨¢s ansiedad que cuando intento dejar de fumar¡± o ¡°ver a todo el mundo con el m¨®vil en el transporte p¨²blico me creaba necesidad de usarlo¡±, fueron algunos de los estados m¨¢s repetidos. La mayor¨ªa de los participantes report¨® una mayor cercan¨ªa con su familia esa semana. ¡°Cuando estoy en mi casa, despu¨¦s de cenar, me voy a mi cuarto a ver TikTok y al no tener m¨®vil he hecho m¨¢s vida en familia¡±, ¡°he visto una serie con mis padres sin distracci¨®n: lo he disfrutado¡± o ¡°esta semana apenas hemos discutido por mi uso del m¨®vil: ha sido un alivio¡±, fueron algunos de los testimonios destacados en el informe.
Otra de las ventajas que reportaron fue una mayor concentraci¨®n en la tarea acad¨¦mica, con frases como ¡°me ayud¨® un mont¨®n el estar sin m¨®vil; hice todos los trabajos en menos tiempo¡±, o el retorno a la lectura de libros de papel: ¡°He conseguido leerme un libro completo. Hace seis a?os que no le¨ªa uno por placer¡±.
Los autores del estudio creen que con este tipo de experimentos se consigue que los j¨®venes recapaciten sobre sus excesos digitales. Lorena Vargas cuenta por tel¨¦fono que sus noches son TikTok, que antes de meterse en la cama deja que el algoritmo de la aplicaci¨®n le vaya mostrando de forma aleatoria v¨ªdeos de comedia o de bailes, un entretenimiento que le lleva unas cuatro horas. ¡°Vivo con tres compa?eras, charlamos un poco despu¨¦s de cenar y cada una se mete en su habitaci¨®n, hace a?os que no veo la tele¡±. En su semana sin m¨®vil retom¨® la lectura de novelas y ensayos y ahora solo dedica dos horas a ese ocio nocturno en las redes. ?Crees que te va a durar? ¡°Pues la verdad, no lo s¨¦¡±, traslada.
Esa semana apenas se enter¨® de ning¨²n evento de actualidad. ¡°Gracias al m¨®vil las noticias llegan a ti y t¨² no tienes que buscarlas¡±, opina. La mayor¨ªa de los participantes aseguraron que comprar un peri¨®dico ¡°no sirve de nada¡±, puesto que es invertir dinero en algo que ya ha pasado cuando en internet est¨¢ la ¨²ltima hora.
El informe Digital News Report 2022, realizado por el Instituto Reuters y la Universidad de Oxford a partir de m¨¢s de 93.000 entrevistas a consumidores de 46 pa¨ªses, alerta a los medios tradicionales del reto que supone atraer a las nuevas generaciones, as¨ª como el de conseguir que paguen por sus contenidos, cuando la media de los suscriptores est¨¢ en los 47 a?os, y en pa¨ªses como Reino Unido o Estados Unidos, los nuevos suscriptores menores de 30 a?os son solo el 8% y el 17%. El documento se?ala que a los j¨®venes les resulta dif¨ªcil entender el lenguaje que usan los medios tradicionales y su forma de contar las historias. El uso de TikTok para informarse ha pasado del 3% en 2020 al 15% en 2022. Les engancha el estilo informal, m¨¢s personalizado y diverso, adem¨¢s de los v¨ªdeos en directo.
En el informe de la OCDE Lectores del siglo XXI: desarrollando competencias de lectura en un mundo digital (publicado en mayo 2021), se pregunt¨® a los estudiantes de 15 a?os si ten¨ªan dificultades para identificar textos sesgados. Mientras el 46% de los estudiantes espa?oles se?al¨® haber recibido formaci¨®n en su centro escolar sobre c¨®mo reconocer si la informaci¨®n es o no fiable, en la media de los pa¨ªses de la OCDE ascendi¨® a un 54%. En pa¨ªses como Australia, Canad¨¢, Dinamarca y Estados Unidos, m¨¢s del 70% de los adolescentes aseguraron haber recibido dicha formaci¨®n en sus institutos. A la pregunta sobre si los alumnos eran capaces de distinguir entre hechos y opiniones, un 41% de los espa?oles contest¨® que s¨ª frente al 47% de media de los pa¨ªses de la OCDE.
Hay otros j¨®venes para los que el consumo de redes y contenidos informativos no son una prioridad. Lo que m¨¢s ech¨® de menos Amparo Garc¨ªa (21), otra de las participantes en el experimento de la Universidad de M¨¢laga, durante la semana sin m¨®vil fue el GPS. ¡°Fue un drama, me oriento fatal, tuvo que imprimir un mapa¡±. Cuenta que esa semana durmi¨® en la gloria, sin la presi¨®n de tener que contestar a los grupos de Whatsapp. Junto a las llamadas, esta aplicaci¨®n es la que concentra sus casi cuatro horas diarias de consumo del dispositivo. ¡°Cuando lo encend¨ª, ten¨ªa 700 mensajes sin leer de 140 chats, eso es lo que m¨¢s tiempo me ocupa, no todos estamos atrapados en las redes¡±.
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