La mortalidad en Espa?a vuelve a cifras normales tras un verano extremo
La ca¨ªda de los decesos en septiembre, unida a la bajada de temperaturas, se?ala al calor como el m¨¢ximo responsable del r¨¦cord de muertes registrado entre junio y agosto
Durante este verano meteorol¨®gico (junio, julio y agosto) murieron en Espa?a 21.355 personas m¨¢s de lo que era esperable. Ese fue el exceso de mortalidad, que cifra el incremento de los fallecimientos sobre los previstos en una determinada ¨¦poca y que ha batido r¨¦cords en el periodo estival. Las cifras han ca¨ªdo dr¨¢sticamente en septiembre. A falta de consolidar los datos, el MoMo (el sistema de monitorizaci¨®n de la mortalidad diaria por todas las causas) del Instituto de Salud Carlos III (ISCIII) ha arrojado un exceso de 434, lo que sigue estando algo por encima de la media de ese mes, pero ya entra dentro de los par¨¢metros habituales.
Esta brusca ca¨ªda contribuye a despejar una inc¨®gnita que planteaban las estad¨ªsticas del verano, que solo atribu¨ªan al calor 4.663 de esas muertes. Y no m¨¢s de un 20% (probablemente menos, como se ver¨¢ m¨¢s adelante) se pod¨ªan explicar directamente por la covid. Pero hab¨ªa una mayor¨ªa de decesos que, sobre el papel, no ten¨ªan una causa clara. La vuelta a cifras m¨¢s normales con la ca¨ªda de las temperaturas refuerza la principal hip¨®tesis que ten¨ªan muchos investigadores, como el experto en salud y clima Hicham Achebak: las infrecuentes olas de calor del verano est¨¢n, directa o indirectamente, detr¨¢s de la mayor¨ªa del exceso de muertes y el algoritmo del MoMo (que no se basa en un recuento, sino en un c¨¢lculo) probablemente no est¨¢ preparado para temperaturas tan extremas durante tanto tiempo.
Es la explicaci¨®n que asumen en el propio ISCIII. Amparo Larrauri, responsable de la Unidad de Vigilancia de Gripe y otros virus respiratorios del Centro Nacional de Epidemiolog¨ªa, explica que el MoMo hace un c¨¢lculo del exceso teniendo en cuenta las series de mortalidad y temperatura de los 10 a?os precedentes. ¡°En ese tiempo no hab¨ªamos tenido una ola de calor de semejantes caracter¨ªsticas por su intensidad, repetici¨®n y d¨ªas consecutivos¡±, se?ala. El modelo, explica, no tiene en cuenta factores como la situaci¨®n sanitaria derivada de la pandemia, la sociosanitaria o la crisis energ¨¦tica, que hace que mucha gente tenga menor acceso la refrigeraci¨®n en sus casas, lo que puede tener como consecuencia un aumento de los fallecimientos. Nunca hab¨ªa coincidido un periodo de tanto calor con una situaci¨®n como la actual, lo que puede dar lugar a que se potencien los efectos.
Larrauri tambi¨¦n apunta que para sus c¨¢lculos el MoMo computaba las temperaturas m¨¢ximas, pero no las m¨ªnimas, que este a?o tambi¨¦n han batido r¨¦cords: ¡°Es lo que hace que muchos hogares est¨¦n sometidos a temperaturas muy altas durante mucho tiempo¡±.
La temperatura es, de forma directa o indirecta, el mayor disparador de la mortalidad si no hay pandemias de por medio. En Espa?a, covid aparte, suele seguir un patr¨®n: picos en los meses de invierno, una disminuci¨®n durante la primavera para repuntar ligeramente de nuevo en verano y volver a caer en septiembre. Las temperaturas extremas, al alza o a la baja, ayudan a descompensar la salud de las personas m¨¢s d¨¦biles (en general las muy mayores) y las m¨¢s vulnerables desde el punto de vista socioecon¨®mico, que son las que tienen menos recursos para protegerse tanto del calor como del fr¨ªo.
La covid alter¨® estos patrones, especialmente durante el primer a?o. Ahora sigue matando a decenas de personas al d¨ªa, pero como se?ala Larrauri, las estad¨ªsticas oficiales seguramente sobredimensionan su letalidad, ya que incluyen tanto personas que mueren por covid (cada vez mayores y con m¨¢s comorbilidades previas) con las que fallecen con covid, es decir, que dieron positivo en un test, pero en las que el virus no fue el principal responsable del deceso. Avanzado el tercer a?o de pandemia, es un indicador que todav¨ªa no se ha afinado.
Pero, en mayor o menor medida, el coronavirus es, probablemente, junto al calor que tambi¨¦n se ha registrado en los primeros compases de septiembre, el que ha ocasionado que este mes tambi¨¦n est¨¦ por encima de la media de mortalidad. En t¨¦rminos del Euromomo, que mide esta estad¨ªstica en toda la UE, hemos pasado de un exceso ¡°muy alto¡± (rozando el escal¨®n m¨¢ximo) en verano a uno ¡°moderado¡±, cerca del nivel m¨ªnimo.
Pero estas explicaciones no anulan por completo otras hip¨®tesis sobre la subida de la mortalidad estival, en opini¨®n de Salvador Peir¨®, director de investigaci¨®n de la fundaci¨®n Fisabio. Se han barajado sobre todo efectos indirectos de la covid: la saturaci¨®n del sistema, la falta de revisiones puntuales en pacientes cr¨®nicos, la disminuci¨®n de cribados de c¨¢ncer cuyas consecuencias pod¨ªan estar ahora aflorando... Aunque puede que haya algo de todo esto, la repentina subida de la mortalidad en verano y su abrupta bajada en septiembre le restan peso. ¡°Yo dir¨ªa que los datos sugieren que la ola de calor ha tenido un papel m¨¢s importante del atribuido por el modelo MoMo. Pero esto no quiere decir que todo el exceso de mortalidad sea por el calor. Adem¨¢s, podr¨ªa haber interacciones entre calor y otras posibles causas, amplificando indirectamente el efecto de unas y otras¡±.
Existen estudios que apuntan un incremento de la mortalidad cardiovascular en los meses siguientes tras sufrir la covid. ¡°Muy especulativamente¡±, se?ala Peir¨®, ¡°el calor (que inicialmente act¨²a a trav¨¦s de la deshidrataci¨®n, incrementando riesgos cardiovasculares, cerebrovasculares, renal¡) podr¨ªa incrementar el riesgo de muerte cardiovascular postcovid (o vicerversa, el postcovid aumentar el riesgo de muerte atribuible al incremento de temperaturas)¡±.
Mejorar el sistema de c¨¢lculo
Pero para saber las causas de mortalidad exactas de estos meses habr¨¢ que esperar a mediados del a?o que viene. El MoMo es un mero c¨¢lculo y es el Instituto Nacional de Estad¨ªstica el que, con considerable retraso, pone fechas a las enfermedades causantes de los decesos y en qu¨¦ proporci¨®n. Pero, ni siquiera entonces, el misterio quedar¨¢ del todo resuelto. ¡°Incluso cuando veamos las causas de muerte no sabremos muy bien como interpretarlas. La clasificaci¨®n internacional de enfermedades, dise?ada por sistemas org¨¢nicos, no est¨¢ pensada para buscar factores comunes (en muchos casos fisiopatol¨®gicos) entre diferentes causas de muerte¡±, a?ade el epidemi¨®logo.
En lo que ya trabaja el ISCIII es en seguir mejorando el c¨¢lculo del MoMo. Larrauri cuenta que se ir¨¢ ajustando teniendo en cuenta veranos como este y que ya est¨¢n a?adiendo otras variables para que sea m¨¢s preciso. ¡°Estamos muy contentos de tener un modelo que nos aporte las muertes atribuibles a la temperatura, pero creemos que es susceptible de mejora, y vamos a intentarlo. MoMo mejorar¨¢ sobre todo con el paso del tiempo, cuando tengamos muchas series en los que se hayan dado circunstancias que se puedan comparar, como pueden ser la pandemia o la crisis energ¨¦tica¡ Un exceso como el de este verano ha tenido probablemente muchos factores contribuyentes, y el calor ha sido uno muy importante¡±.
El fen¨®meno no ha sucedido solo en Espa?a, y se ha extendido a buena parte de Europa, que tambi¨¦n ha vuelto en septiembre a la normalidad. En uno de los pa¨ªses que m¨¢s exceso sufri¨®, Reino Unido, se especulaba con una bajada en la calidad asistencial. ¡°Ahora que han pasado a defecto de mortalidad, sensatamente, nadie especula con que desde que han tirado a Boris Johnson los servicios sanitarios han pasado a funcionar bien y ya no hay esperas ni cr¨®nicos mal manejados¡±, ironiza Peir¨®.
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