Estados Unidos aprueba una ley para blindar el matrimonio entre personas del mismo sexo
La C¨¢mara de Representantes ratifica por amplia mayor¨ªa el texto aprobado por el Senado
Solo falta que el presidente, Joe Biden, la firme. El Congreso de Estados Unidos ha aprobado definitivamente una ley para proteger en todo el pa¨ªs los derechos de los matrimonios entre personas del mismo sexo. Tras la votaci¨®n del Senado de la semana pasada, la C¨¢mara de Representantes ha aprobado por una amplia mayor¨ªa (258 a 169 votos) una norma que blinda el matrimonio igualitario frente al riesgo de que la mayor¨ªa conservadora del Tribunal Supremo decida revertir su doctrina, que hasta ahora lo reconoce como un derecho constitucional.
Es la primera vez que el Congreso de Estados Uni...
Solo falta que el presidente, Joe Biden, la firme. El Congreso de Estados Unidos ha aprobado definitivamente una ley para proteger en todo el pa¨ªs los derechos de los matrimonios entre personas del mismo sexo. Tras la votaci¨®n del Senado de la semana pasada, la C¨¢mara de Representantes ha aprobado por una amplia mayor¨ªa (258 a 169 votos) una norma que blinda el matrimonio igualitario frente al riesgo de que la mayor¨ªa conservadora del Tribunal Supremo decida revertir su doctrina, que hasta ahora lo reconoce como un derecho constitucional.
Es la primera vez que el Congreso de Estados Unidos aprueba una ley para defender el matrimonio entre homosexuales. Como tantos otros derechos en Estados Unidos, el de casarse con una persona del mismo sexo no se aplicaba en todo el pa¨ªs por una ley federal, sino por una sentencia del Tribunal Supremo.
La nueva ley ya fue aprobada en el Senado con 61 votos a favor y 36 en contra. El respaldo de numerosos congresistas del Partido Republicano en ambas c¨¢maras refleja el amplio apoyo social al matrimonio entre homosexuales conquistado en las ¨²ltimas dos d¨¦cadas. En 2004 solo era legal en Massachusetts y se opon¨ªan al mismo incluso prominentes dem¨®cratas como Barack Obama, que luego celebr¨® en 2015, siendo presidente, la legalizaci¨®n por parte del Supremo como una ¡°victoria para Am¨¦rica¡±.
El apoyo de parte de los republicanos ha permitido una tramitaci¨®n r¨¢pida de la norma antes de la renovaci¨®n del Congreso, en enero, con los elegidos en las elecciones del 8 de noviembre. La mayor¨ªa de los republicanos, en todo caso, ha votado en contra de la ley. De hecho, ha habido menos votos a favor que en otra versi¨®n del texto, aprobada antes de las elecciones.
La presidenta de la C¨¢mara de Representantes, Nancy Pelosi, ha celebrado ostensiblemente el resultado de la votaci¨®n. Aunque quedan algunas iniciativas por tramitar en el Congreso antes de su disoluci¨®n, esta es probablemente la ¨²ltima ley con alta carga simb¨®lica de su mandato. En la pr¨®xima legislatura los republicanos tendr¨¢n mayor¨ªa en la C¨¢mara para elegir un nuevo presidente y Pelosi, de 82 a?os, ya ha anunciado que deja incluso el liderazgo de su grupo.
Este mi¨¦rcoles, Pelosi ha publicado un art¨ªculo en The Washington Post en el que aplaud¨ªa la prevista aprobaci¨®n de la ley como ¡°un glorioso triunfo del amor, de la libertad y de la dignidad para todos¡±. ¡°Al igual que empec¨¦ mi carrera luchando por las comunidades LGBTQ, estoy encantada de que una de las ¨²ltimas leyes que firmar¨¦ como presidenta de la C¨¢mara sea la Ley de Respeto al Matrimonio, que garantiza que el Gobierno federal nunca m¨¢s se interpondr¨¢ en el camino para casarse con la persona que uno ama¡±, a?ad¨ªa.
Blindaje parcial
La nueva norma no establece el matrimonio entre homosexuales como un derecho federal aplicable en todo el pa¨ªs, pero s¨ª que impide que se pueda discriminar a un matrimonio porque los dos miembros de la pareja sean del mismo sexo. As¨ª, en caso de que el Supremo llegase a revocar su doctrina, los Estados podr¨ªan impedir a las parejas homosexuales casarse en su territorio, pero tendr¨ªan que reconocer legalmente y con igualdad de derechos a los matrimonios celebrados en otro Estado donde sea legal. No es un blindaje completo, pero es la soluci¨®n de compromiso alcanzada, junto a otras concesiones, para lograr el apoyo de suficientes senadores republicanos.
El matrimonio entre personas del mismo sexo es legal en todo Estados Unidos desde que el Tribunal Supremo, entonces con mayor¨ªa progresista, dict¨® la sentencia Obergefell contra Hodges en 2015 en la que anul¨® leyes de M¨ªchigan, Kentucky, Ohio y Tennessee que solo permit¨ªan la uni¨®n entre un hombre y una mujer. El Supremo declar¨® que todos los Estados tienen obligaci¨®n de permitir el matrimonio a parejas del mismo sexo. Antes de esa sentencia, ya era legal en 37 Estados y la capital, Washington. Hay cerca de 600.000 parejas homosexuales casadas en Estados Unidos.
El riesgo de que el Supremo cambiase de criterio se puso de manifiesto en un voto particular en la sentencia sobre el aborto de junio pasado. El juez Clarence Thomas, de la mayor¨ªa conservadora invitaba a revisar otros precedentes, entre ellos el que legaliz¨® el matrimonio entre homosexuales en todo el pa¨ªs. A ra¨ªz de ello, los dem¨®cratas propusieron en el Congreso blindarlo mediante ley. Varios congresistas republicanos han asegurado durante los debates que no es cierto que la doctrina del Supremo est¨¦ en peligro y que esta norma era innecesaria. Otros siguen rechazando el fondo de la cuesti¨®n y se oponen al matrimonio de personas del mismo sexo.
Reconocimiento expl¨ªcito
Quiz¨¢ el blindaje de la ley no resulte necesario, pero el riesgo es que si el Supremo decide revertir sus precedentes, podr¨ªa volver a estar en vigor la restrictiva ley de Defensa del Matrimonio, aprobada en 1996, que solo reconoc¨ªa la uni¨®n entre un hombre y una mujer y negaba los derechos y beneficios federales a los matrimonios del mismo sexo y luego anulada por el Supremo. La nueva Ley de Respeto al Matrimonio deroga la norma de 1996 y reconoce expresamente los derechos federales para los matrimonios entre homosexuales y entre personas de diferentes razas.
Las cautelas que ha introducido el texto y que han permitido el apoyo de parte de los republicanos, e incluso de la iglesia mormona, consisten en un reconocimiento expreso de la libertad religiosa que evita que se pueda obligar a las iglesias a celebrar y reconocer esos matrimonios homosexuales y que las blinda de perder exenciones y beneficios fiscales por no hacerlo. Tambi¨¦n se ha dejado claro que el reconocimiento no alcanza a matrimonios pol¨ªgamos.
Los dem¨®cratas presentaron una proposici¨®n de ley en verano con poca confianza en que saliese adelante. Era m¨¢s una forma de forzar a los republicanos a retratarse ante los votantes antes de las elecciones legislativas del pasado 8 de noviembre. Pero los senadores republicanos se mostraron abiertos a apoyar la ley si se dejaba para despu¨¦s de las elecciones. As¨ª ha sido, tras el esfuerzo de pol¨ªticos y donantes homosexuales republicanos para lograrlo.
Pese a esta victoria, las amenazas para el colectivo LGTBI siguen vigentes. El Supremo estudia ahora un caso en que deber¨¢ trazar hasta qu¨¦ punto la libertad de expresi¨®n se puede utilizar como argumento para permitir la discriminaci¨®n a parejas del mismo sexo. La semana pasada tuvo lugar la vista y los magistrados conservadores parec¨ªan inclinados a respaldar a una dise?adora de p¨¢ginas webs que se niega a hacerlas para bodas entre homosexuales.
¡°Esta ser¨ªa la primera vez en la historia en la que el Tribunal [Supremo] dijese que un negocio comercial abierto al p¨²blico, que atiende al p¨²blico, puede negarse a servir a un cliente por motivos de raza, sexo, religi¨®n u orientaci¨®n sexual¡±, alert¨® la jueza progresista Sonia Sotomayor.