El arzobispado de Barcelona, sobre el cura depredador de menores: ¡°Es una verg¨¹enza que no se investigara¡±
El caso de Josep Vendrell, acusado en 1975 pero que sigui¨® activo otros 30 a?os, pone en evidencia todos los errores cometidos por la Iglesia durante d¨¦cadas en la gesti¨®n de los casos de pederastia
EL PA?S puso en marcha en 2018 una investigaci¨®n de la pederastia en la Iglesia espa?ola y tiene una base de datos actualizada con todos los casos conocidos. Si conoce alg¨²n caso que no haya visto la luz, nos puede escribir a: abusos@elpais.es. Si es un caso en Am¨¦rica Latina, la direcci¨®n es: abusosamerica@elpais.es.
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¡°Es una verg¨¹enza que no se investigara¡±, adm...
EL PA?S puso en marcha en 2018 una investigaci¨®n de la pederastia en la Iglesia espa?ola y tiene una base de datos actualizada con todos los casos conocidos. Si conoce alg¨²n caso que no haya visto la luz, nos puede escribir a: abusos@elpais.es. Si es un caso en Am¨¦rica Latina, la direcci¨®n es: abusosamerica@elpais.es.
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¡°Es una verg¨¹enza que no se investigara¡±, admite el vicario judicial del arzobispado de Barcelona, Santiago Bueno, sobre el caso de Josep Vendrell Cortasa, el sacerdote acusado de pederastia en esta provincia por una veintena de personas y que, pese a haber sido acusado ante la di¨®cesis en 1975 por un p¨¢rroco y una familia, simplemente fue trasladado y sigui¨® activo 30 a?os m¨¢s. ¡°No puedo explicar por qu¨¦ no se actu¨®, todo lo que sabemos es de la documentaci¨®n que hemos encontrado y de la que hemos informado¡±, asegura en conversaci¨®n telef¨®nica. En la ma?ana del jueves lo ha dicho p¨²blicamente, en Catalunya R¨¤dio, en un gesto poco frecuente en las di¨®cesis espa?olas. Pero la de Barcelona es la del presidente de la Conferencia Episcopal (CEE), Juan Jos¨¦ Omella, y el esc¨¢ndalo le obliga a dar ejemplo. Bueno admite que siguen investigando y a¨²n pueden encontrar m¨¢s informaci¨®n sobre este cura, fallecido en 2004. El caso, destapado por EL PA?S el pasado s¨¢bado tras varios meses de investigaci¨®n, refleja muy bien todo lo que la Iglesia espa?ola ha hecho mal hasta ahora en la gesti¨®n de los casos de pederastia en el clero.
El primer movimiento para ocultar la verdad sucede cuando el arzobispado conoce el problema. Seg¨²n los testimonios recogidos por este diario, fue ya en 1970, en la parroquia de Santo Tom¨¢s de Aquino, en Barcelona, donde al menos dos familias denunciaron los abusos de Vendrell, una en comisar¨ªa y otra, en la archidi¨®cesis. No obstante, Bueno asegura que no consta nada en sus archivos. Entonces fue trasladado al municipio de Caldes d¡¯Estrac, a 40 kil¨®metros de Barcelona. Es aqu¨ª donde cinco a?os despu¨¦s, en 1975, estalla de nuevo el esc¨¢ndalo y de eso ya hay rastro documental. Entonces la pregunta es qui¨¦n le encubre y le traslada, porque fue enviado de la noche a la ma?ana a Montcada i Reixac, cerca de la capital catalana. ¡°El responsable que firma el traslado es el obispo¡±, explica el vicario. En ese momento, y hasta 1990, era el cardenal Narc¨ªs Jubany. Santiago Bueno apunta que no tiene la certeza de que tuviera toda la informaci¨®n. Su sucesor, en todo caso, Ricard Maria Carles, tambi¨¦n encubri¨® y ayud¨® a huir al extranjero al sacerdote Jordi Senabre, antes de que pudiera ser juzgado por abusos en 1990, tal y como desvel¨® este diario en 2018.
La siguiente pregunta es qu¨¦ hace un obispo que conoce un caso oculto de pederastia cuando se va y llega el siguiente. ?Le pasa la informaci¨®n de los secretos y los asuntos comprometidos? ¡°No funciona as¨ª. Una di¨®cesis grande genera much¨ªsima documentaci¨®n, no se le puede entregar todo, quiz¨¢ se puede comentar verbalmente algo. No estoy nada seguro de que en este caso se informara. No lo podemos saber. Pero s¨ª, entonces es como si el caso quedara enterrado, hicieron muy mal¡±. Sea por complicidad en el encubrimiento, ignorancia u omisi¨®n, lo cierto es que cuando llega el siguiente obispo, borr¨®n y cuenta nueva. No sabe nada, y puede decir que no sabe nada, hasta hoy: ¡°Nosotros no sab¨ªamos nada, no hemos escondido nada. Los que intervinieron entonces est¨¢n muertos¡±, se?ala Bueno. En el relevo episcopal cesan todos los cargos, menos el vicario judicial, que es el enlace entre una etapa y otra, pero si no llega a conocer el caso no puede reportarlo.
Casualidad o no, Jubany deja el cargo en 1990 y en enero de 1991 Vendrell cambia de destino. Va a la parroquia de Sant Dom¨¨nec de Guzm¨¢n, en el barrio de Sant Antoni de Barcelona. En 1999, es trasladado de nuevo a la de Sant Ignasi. No consta en los archivos que se tuviera con ¨¦l ninguna cautela especial o que se le impidiera el contacto con ni?os: ¡°En su expediente no figura ninguna medida de prevenci¨®n. En los a?os siguientes no pas¨® nada, que sepamos, no hay denuncias. He preguntado a personas de esa ¨¦poca y casi nadie le recuerda¡±. Las v¨ªctimas que han aparecido hasta ahora son de la parroquia de Santo Tom¨¢s de Aquino, en Barcelona, y de Caldes d¡¯Estrac, entre 1965 y 1975. Antes de ser sacerdote, Vendrell fue entrenador en el club de nataci¨®n Montjuic entre 1954 y 1957. Esta entidad no responde a EL PA?S sobre si tuvo noticia de alg¨²n abuso en aquella etapa.
Han pasado casi 50 a?os desde la primera denuncia deso¨ªda en Caldes, y el caso solo vuelve a resurgir porque una v¨ªctima se pone en contacto con EL PA?S en el verano de 2022. Este diario lo incluy¨® en su tercer informe de casos de pederastia en la Iglesia, el pasado mes de diciembre, entregado a la CEE. El peri¨®dico decidi¨® en 2021 adoptar esta forma de trabajo ante el enorme volumen de v¨ªctimas que escrib¨ªan a su correo electr¨®nico de denuncia, que suma ya m¨¢s de mil mensajes. Ante la imposibilidad de publicarlos todos, al menos se comunicaban a la Iglesia aquellos verificados y que eran veros¨ªmiles, para que tuviera constancia de ellos y los pudiera investigar. El primer informe se entreg¨® al Papa y a la CEE en diciembre de 2021. El segundo, en junio de 2022. El tercero, en diciembre de 2022. En total, 500 casos. Este diario no facilit¨® la identidad de las v¨ªctimas, pero se compromet¨ªa a hacerlo si estas daban su permiso. En cada ocasi¨®n, envi¨® un correo electr¨®nico a todas indicando la direcci¨®n a la que pod¨ªan escribir para colaborar.
M¨¢s de un a?o despu¨¦s, di¨®cesis y ¨®rdenes siguen sin informar de lo que han averiguado de estos casos. Por ejemplo, en noviembre, la di¨®cesis de Alicante y los maristas se negaron a aclarar el encubrimiento de un cura acusado en Elche y sus destinos durante 35 a?os. Ante la pregunta de si informar¨ªa al Defensor del Pueblo si se lo exig¨ªa, la di¨®cesis respondi¨® que lo estudiar¨ªa si eso llegaba a producirse. La instituci¨®n que dirige ?ngel Gabilondo ha adelantado que pedir¨¢ documentaci¨®n a ¨®rdenes y di¨®cesis, aunque no est¨¢n obligados a proporcion¨¢rsela.
El de Josep Vendrell fue uno de los casos incluidos en el ¨²ltimo informe y la archidi¨®cesis de Barcelona admite que lo conoci¨® en enero de 2023. El pasado 20 de febrero, EL PA?S inform¨® al arzobispado de que iba a publicar el caso, tras recabar nuevos testimonios, y solicit¨® informaci¨®n sobre la investigaci¨®n abierta. Pero la respuesta fue que no hab¨ªa ninguna investigaci¨®n, y tampoco se dio ninguna informaci¨®n. En una nota, la archidi¨®cesis explic¨® que no investigaba ¡°delaciones an¨®nimas¡±, y que ¡°EL PA?S no puede constituirse en autoridad judicial o polic¨ªa, como si se tratara de una comisar¨ªa que recibe denuncias¡±. Conclu¨ªa que solo investigar¨ªa si las v¨ªctimas acud¨ªan a denunciar al arzobispado, aunque en este caso no deseaban hacerlo, por desconfianza en la instituci¨®n. En realidad, esta viene siendo la actitud de muchas di¨®cesis, aunque va en contra de las ¨®rdenes del Papa, que obliga a abrir una investigaci¨®n previa ante cualquier indicio de delito, incluidas las informaciones de los medios de comunicaci¨®n. Sin embargo, la consigna dominante hasta ahora en la Iglesia espa?ola es que las v¨ªctimas que salen en prensa no existen y se ha desde?ado el trabajo de este diario, poniendo en duda su credibilidad.
Tras la publicaci¨®n del art¨ªculo, el pasado s¨¢bado, la archidi¨®cesis inform¨® este mi¨¦rcoles de que hab¨ªa revisado los archivos y, en efecto, se confirmaban acusaciones de abuso contra Vendrell en 1975. La conclusi¨®n es que si el caso no hubiera aparecido en prensa no se habr¨ªa investigado. Las v¨ªctimas han accedido ahora a contactar con la vicar¨ªa judicial tras constatar que comenzaba a informar del caso. Pero hay m¨¢s, el arzobispado admite que lo ha conocido por EL PA?S, y que hasta hace poco no ha comenzado a inspeccionar sus archivos hist¨®ricos en busca de casos, una tarea que llevar¨¢ mucho tiempo por los miles de documentos. Es decir, no estaba entre los casos que ha remitido al Defensor del Pueblo, a la Fiscal¨ªa y a la auditor¨ªa encargada por la CEE al despacho de abogados Cremades & Calvo-Sotelo. Lo que le constaba oficialmente es solo lo que aparec¨ªa en un registro de denuncias, no en toda la informaci¨®n disponible en la di¨®cesis. Y muchas otras ni siquiera est¨¢n examinando sus archivos. Nadie lo har¨¢ en la mayor¨ªa de los casos, porque la auditor¨ªa del bufete tampoco est¨¢ teniendo acceso a los archivos, y casos como el de Vendrell simplemente no saldr¨¢n a la luz. Un trabajo exhaustivo de revisi¨®n de archivos requerir¨ªa a?os, tal como ha sucedido en otros pa¨ªses, pero en Espa?a la auditor¨ªa de la Iglesia se ha dado un plazo de solo un a?o, aunque finalmente lo ampliar¨¢ ocho meses m¨¢s, hasta el pr¨®ximo mes de octubre.