Alejandro Mestre, nuevo jesuita denunciado por abusos en Bolivia y primer arzobispo espa?ol acusado de pederastia
El misionero, el sexto de la orden procedente de Espa?a se?alado en el pa¨ªs andino, fue obispo de La Paz y secretario de la conferencia episcopal boliviana. La Fiscal¨ªa del pa¨ªs latinoamericano registra la sede de la Compa?¨ªa en busca de documentaci¨®n
EL PA?S puso en marcha en 2018 una investigaci¨®n de la pederastia en la Iglesia espa?ola y tiene una base de datos actualizada con todos los casos conocidos. Si conoce alg¨²n caso que no haya visto la luz, nos puede escribir a: abusos@elpais.es. Si es un caso en Am¨¦rica Latina, la direcci¨®n es: abusosamerica@elpais.es.
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El esc¨¢ndalo de pederastia en la Iglesia boliviana alcanza a los altos puestos de la jerarqu¨ªa eclesi¨¢stica. El arzobispo espa?ol Alejandro Mestre, fallecido en 1988 y que fue arzobispo de La Paz, ha sido denunciado por la Compa?¨ªa de Jes¨²s ante la Fiscal¨ªa del pa¨ªs latinoamericano por abusos sexuales a menores en 1961, cuando era profesor en el colegio de San Calixto de La Paz, en Bolivia, pa¨ªs donde desarroll¨® su carrera. El ministerio p¨²blico inform¨® este mi¨¦rcoles de que ya ha creado una comisi¨®n de fiscales para investigar este caso. La abogada de los jesuitas, Audalia Zurita, ha explicado que esa misma tarde la fiscal¨ªa realiz¨® dos registros ¡°en busca de informaci¨®n y documentaci¨®n que est¨¢ en poder de la curia¡± sobre los sacerdotes jesuitas que recientemente han sido acusados de abusos sexuales, entre los que se encuentra Mestre. Es el sexto miembro de la orden acusado en los ¨²ltimos d¨ªas en Bolivia, despu¨¦s de que EL PA?S desvelara el caso de Alfonso Pedrajas, el jesuita espa?ol que llev¨® durante d¨¦cadas un diario de decenas de abusos en este pa¨ªs.
Mestre, nacido en la localidad valenciana de Quart de Poblet en 1912, es el primer espa?ol en desempe?ar el cargo de obispo que es acusado de un delito de pederastia. Entr¨® en la Compa?¨ªa de Jes¨²s en 1928 y fue ordenado en 1943. Fuentes de la orden en Espa?a informan de que no constan denuncias por abusos contra ¨¦l en Espa?a y no disponen de la fecha en que fue enviado a Bolivia, donde desempe?¨® toda su carrera. Fue nombrado obispo auxiliar de Sucre en 1976 y ascendi¨® a arzobispo coadjutor de La Paz en 1982. Su carrera le llev¨® hasta el cargo de secretario general de la Conferencia Episcopal Boliviana a comienzos de los ochenta, uno de los puestos m¨¢s influyentes de la Iglesia en el pa¨ªs latinoamericano.
La denuncia contra Mestre lleg¨® a las oficinas de la Fiscal¨ªa una semana despu¨¦s de que EL PA?S destapara el caso de Pedrajas, que revelaba abusos de decenas de menores en colegios de la orden en el pa¨ªs sudamericano y tambi¨¦n revelaba c¨®mo sus superiores lo encubrieron durante d¨¦cadas. La publicaci¨®n ha desatado un terremoto pol¨ªtico y medi¨¢tico en las ¨²ltimas semanas: los jesuitas han apartado a ocho exprovinciales por posible encubrimiento, la fiscal¨ªa general ha abierto una investigaci¨®n y el presidente boliviano, Luis Arce, ha registrado un anteproyecto de ley para hacer imprescriptibles los delitos de pederastia. Todo esto ha provocado que hayan salido a la luz nuevos casos. Uno de ellos ha sido el de Mestre, que hizo p¨²blico la propia Compa?¨ªa de Jes¨²s hace unos d¨ªas, pero del que ya ten¨ªa conocimiento desde diciembre de 2021, seg¨²n ha informado la orden este jueves a las nueve de la noche (hora boliviana) a EL PA?S.
Los jesuitas abrieron entonces una investigaci¨®n can¨®nica, recopilaron informaci¨®n de los hechos y, finalmente, cerraron el proceso al estar muerto el acusado. ¡°La Compa?¨ªa de Jes¨²s instruy¨® que se atendiera al denunciante con acompa?amiento especializado. A la fecha, el denunciante no se ha comunicado para concretar dicho acompa?amiento¡±, explica la Compa?¨ªa a este diario. Los jesuitas han incluido la documentaci¨®n de estas pesquisas can¨®nicas en su denuncia al ministerio p¨´blico.
Aunque la Conferencia Episcopal Boliviana pidi¨® perd¨®n tres d¨ªas despu¨¦s de la publicaci¨®n del reportaje de EL PA?S sobre el caso Pedrajas, no ha querido hacer una valoraci¨®n sobre la denuncia de Mestre. Los jesuitas afirmar que comunicaron este caso a los obispos bolivianos en febrero de este a?o. Durante su mandato como secretario general, el ahora acusado desempe?¨® un papel relevante como intermediario pol¨ªtico contra la dictadura de Luis Garc¨ªa Meza, que se prolong¨® del 1980 al 1981. Mestre, entre otras cosas, se esforz¨® para que los cad¨¢veres de los dirigentes fusilados del MIR (Movimiento de Izquierda Revolucionaria) fueran devueltos a sus familiares para que recibieran un entierro cristiano.
Junto a la denuncia de Mestre, los jesuitas de Bolivia presentaron otra contra Luis Mar¨ªa Roma Padrosa, que ya fue acusado en 2019 poco antes de morir, pero la orden no llev¨® entonces este caso ante la justicia. Lucho Roma, como era conocido en Bolivia, fue denunciado internamente por otro antiguo miembro de la Compa?¨ªa. Este exreligioso descubri¨® por casualidad en 2007 un CD propiedad de Roma con numerosas fotograf¨ªas de menores desnudos, en escenas sexuales y en las que incluso aparec¨ªa el propio jesuita.
Como Roma y Mestre, la mayor¨ªa de los religiosos acusados que han salido a ra¨ªz del caso Pedrajas son jesuitas espa?oles enviados como misioneros a Bolivia. Algunos como Pedrajas, Mestre, Roma o Antonio Gausset ¡ªjesuita fallecido y acusado de abusar de ni?os ind¨ªgenas en los a?os noventa en Sucre¡ª desarrollaron toda su carrera en el pa¨ªs latinoamericano. Pero otros, como Luis T¨® o Francesc Peris, fueron profesores en colegios de la Compa?¨ªa en Espa?a y fueron enviados a Bolivia tras ser acusados ¡ªcondenados por un tribunal en el caso de T¨®¨D de abusar de menores. Peris, por ejemplo, solo pas¨® un curso (1982-1983) en un colegio de Cochabamba donde est¨¢ se?alado de abusar de ni?as y luego regres¨® al centro jesuita de Caspe, Barcelona. Recientemente, como ha publicado EL PA?S, varias v¨ªctimas lo acusan de tocamientos en los noventa y la orden en Espa?a ha confesado que lo apart¨® en 2005 del contacto con menores por ¡°conductas inapropiadas¡±.
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