Feij¨®o y la eutanasia
El candidato popular a la presidencia del Gobierno revel¨® en su entrevista en ¡®El Hormiguero¡¯ una confusi¨®n en conceptos b¨¢sicos injustificable en un dirigente con ese nivel de responsabilidad
Acaban de cumplirse dos a?os desde que entr¨® en vigor la ley de eutanasia en Espa?a y si algo hay que destacar es que se ha aplicado con la mayor normalidad, sin incidentes ni controversias. Lejos de la anunciada ¡°pendiente resbaladiza¡± por la que seg¨²n sus contrarios la ley pod¨ªa convertirse en un medio para deshacerse de ancianos e inv¨¢lidos, la norma se aplica con todo el rigor, dentro de los estrictos y acotados supuestos que est¨¢n previstos. Y si algo destacan los profesionales que han intervenido en esta prestaci¨®n at¨ªpica es el agradecimiento de quienes desean poner fin a su sufrimiento y comprueban que pueden hacerlo con una ayuda c¨¢lida y humanista que va m¨¢s all¨¢ de la excelencia profesional.
Por eso resulta tan decepcionante que el candidato del PP a la presidencia del Gobierno, Alberto N¨²?ez Feij¨®o, opinara con tanto desconocimiento y tanta frivolidad sobre este asunto en la entrevista que le hizo Pablo Motos en El Hormiguero. En sus comentarios, Feij¨®o revel¨® no solo su desconocimiento de la ley, sino una confusi¨®n en conceptos b¨¢sicos injustificable en un dirigente con ese nivel de responsabilidad.
Una sola frase revel¨® la dimensi¨®n de su ignorancia y lo que es peor, pudo inducir a los espectadores poco informados a un error garrafal: el de pensar que si uno cae enfermo, le pueden practicar la eutanasia contra su voluntad. Dijo que si un enfermo de ELA no quer¨ªa la eutanasia, se tendr¨ªa que respetar su voluntad, como si ahora no fuera as¨ª y el m¨¦dico pudiera prescribirle una muerte obligatoria.
Una cosa es tener lapsus, como frecuentemente le ocurre a Feij¨®o, y otra demostrar que no tiene ni idea de lo que est¨¢ hablando. Por supuesto que se ha de respetar la voluntad del enfermo y de hecho la Ley de Autonom¨ªa del Paciente ya establece desde 2002 que todos los enfermos tienen la ¨²ltima palabra sobre sus tratamientos; que pueden rechazarlos cuando quieran. Pero lo m¨¢s importante es que el primer requisito de la ley de la eutanasia es la voluntariedad, que tiene que ser siempre a petici¨®n del paciente. No existe la posibilidad de una eutanasia no voluntaria. Eso ser¨ªa homicidio. La ley no solo consagra esa voluntariedad, sino que establece que el enfermo debe reiterar en dos ocasiones su voluntad de morir y, por supuesto, puede desdecirse en cualquier momento.
Tampoco basta con la mera voluntad de morir. Para que la ley sea aplicable, debe acreditarse que se dan los supuestos previstos en la ley, es decir, sufrir una enfermedad grave e incurable o un padecimiento grave, cr¨®nico e imposibilitante. Y eso debe certificarlo en primer lugar el m¨¦dico al que se dirige el paciente y ratificado por un m¨¦dico consultor ajeno al caso. Y adem¨¢s, cada caso debe recibir la autorizaci¨®n de la Comisi¨®n de Garant¨ªa y Evaluaci¨®n de cada comunidad aut¨®noma que, a diferencia de la legislaci¨®n de otros pa¨ªses, act¨²a como un control previo.
Al hablar de la muerte de su padre, Feij¨®o confundi¨® sedaci¨®n terminal con eutanasia, cuando no tienen nada que ver. La sedaci¨®n terminal es una buena pr¨¢ctica cl¨ªnica que se aplica de forma rutinaria en el caso de los enfermos terminales. No busca provocar la muerte, sino aliviar el sufrimiento de la agon¨ªa, aunque a veces acorte en horas o en d¨ªas la vida. La eutanasia, por el contrario, implica prestar una ayuda m¨¦dica destinada a provocar la muerte, y por eso la ley prev¨¦ requisitos que no rigen para la sedaci¨®n terminal.
El PP dedica apenas una l¨ªnea de su programa a decir que revisar¨¢ la ley de eutanasia ¡°tomando en consideraci¨®n la opini¨®n del Comit¨¦ de Bio¨¦tica¡±. Vox asegura que exigir¨¢ su derogaci¨®n. Algo tan importante como la libertad para tomar la ¨²ltima decisi¨®n de nuestra vida no deber¨ªa quedar en esa nebulosa. Los ciudadanos tienen derecho a saber qu¨¦ har¨ªa Feij¨®o de llegar al Gobierno.
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