?ngel Aguado, un te¨®logo de la liberaci¨®n en el mundo rural
Super¨® la identificaci¨®n de la ciudadan¨ªa con la naci¨®n y defendi¨® la ciudadan¨ªa-mundo, sin discriminaci¨®n geogr¨¢fica, ¨¦tnica, cultural, religiosa, de clase social, de g¨¦nero e identidad sexual
La muerte repentina del sacerdote y te¨®logo palentino ?ngel Aguado Mart¨ªnez el 4 de agosto, a los 70 a?os, en San Cebri¨¢n de Campos, su pueblo natal, le impidi¨® despedirse de colegas, familiares, amigas, amigos y parroquianos de los diferentes pueblos de su provincia de norte a sur donde ejerci¨® tres actividades para ¨¦l inseparables: la pastoral, la social y la educativa. Tampoco yo pude despedirme de ¨¦l. Precisamente el pasado 29 de julio daba yo una conferencia en mi pueblo, Amusco, a cuatro kil¨®metros del suyo, y se excus¨® por su delicado estado de salud. Grande es mi pena, pero mayor es la esperanza en la utop¨ªa de otro mundo posible que nos transmiti¨®.
La gente de su pueblo y de los pueblos con quienes convivi¨®, le acompa?aron en el multitudinario funeral celebrado en San Cebri¨¢n. Le acompa?¨® y fue la protagonista de la emotiva ceremonia en la que le expresaron los recuerdos de las experiencias compartidas con ¨¦l. Fue la mejor expresi¨®n de cari?o, reconocimiento y agradecimiento.
?ngel fue una persona sincera para con Dios y honesta con la realidad, que quiso transformar. Su identidad fue enriqueci¨¦ndose en cada lugar donde trabaj¨®. Su identidad se convirti¨®, as¨ª, en inter-identidad. Supo compaginar la reflexi¨®n y la acci¨®n. Fueron el estudio y la reflexi¨®n quienes guiaron su pr¨¢ctica liberadora. En varias ocasiones interrumpi¨® su actividad pastoral para estudiar, primero en el Centro Internacional de Catequesis y Pastoral ¡°Lumen Vitae¡±, de B¨¦lgica, donde obtuvo la licenciatura, y despu¨¦s en la Universidad Pontificia de Salamanca, donde se doctor¨®. Dos fueron las gu¨ªas de su formaci¨®n teol¨®gica, trabajo social y actividad eclesial: el Concilio Vaticano II y la teolog¨ªa de la liberaci¨®n.
Creo que ?ngel Aguado fue un referente de la teolog¨ªa de la liberaci¨®n encarnada en el mundo rural. Y lo fue sin tener que hacer un esfuerzo especial, ya que en dicho mundo naci¨®, ech¨® ra¨ªces, creci¨®, vivi¨®, se aliment¨® de su savia y comparti¨® las esperanzas y los fracasos, las alegr¨ªas, tristezas y angustias del campesinado sometido a la explotaci¨®n de los diferentes sistemas de dominaci¨®n coaligados: el capitalismo, el colonialismo y el patriarcado.
Se identific¨® con las causas y las luchas del campesinado oprimido y defendi¨® sus reivindicaciones. Su compromiso con el mundo rural traspas¨® los l¨ªmites de la regi¨®n castellanoleonesa y se movi¨® en todo el territorio espa?ol como Consiliario Nacional del Movimiento Rural de Acci¨®n Cat¨®lica. Intervino en la creaci¨®n de los primeros sindicatos en defensa del peque?o campesinado desprotegido.
A ?ngel no le resultaron f¨¢ciles algunas transiciones episcopales de la di¨®cesis de Palencia, sobre todo la sustituci¨®n de Nicol¨¢s Castellanos, obispo que puso en marcha las reformas del Concilio Vaticano II en la iglesia palentina y le nombr¨® Vicario de Pastoral, por algunos de sus sucesores, que frenaron dichas reformas y condujeron a la di¨®cesis por sendas neoconservadoras conforme a las directrices que ven¨ªan de Roma. La involuci¨®n de aquellos a?os le hizo sufrir, y mucho. Pero la llegada de Francisco le devolvi¨® la esperanza de que otra Iglesia era posible.
El anuncio de Evangelio era inseparable de la lucha por la justicia en el mundo rural y de la opci¨®n por la gente empobrecida. Y dentro de esta gente una de sus prioridades fue la integraci¨®n de las personas y los colectivos inmigrantes y la defensa de todos sus derechos: laborales, educativos, sociales, culturales y sanitarios. Super¨® la identificaci¨®n de la ciudadan¨ªa con la naci¨®n y defendi¨® la ciudadan¨ªa-mundo, sin discriminaci¨®n geogr¨¢fica, ¨¦tnica, cultural, religiosa, de clase social, de g¨¦nero e identidad sexual.
Dicha prioridad la desarroll¨® en el pueblo de Villamuriel, donde fungi¨® como p¨¢rroco durante 16 a?os y foment¨® el di¨¢logo entre las diferentes religiones, espiritualidades, culturas e identidades ¨¦tnicas de los colectivos inmigrantes que all¨ª (mal)viv¨ªan. Pero el di¨¢logo no lo entendi¨® como un simple hablar y escuchar, sino que le dio un contenido social convirtiendo la casa parroquial en lugar de encuentro de inmigrantes y espacio de recepci¨®n de alimentos para luego distribuirlos entre las personas m¨¢s vulnerables.
Estuvo siempre abierto a nuevos horizontes. Cumplidos los 70 a?os inici¨® una nueva experiencia en Cuba, donde fue no con intenci¨®n misionera ni de estudio, sino para aprender, encontrarse con una Iglesia viva en Am¨¦rica Latina, y llevar a cabo un trabajo social para aliviar la pobreza.
La vida de ?ngel Aguado tuvo sentido y dio sentido a la vida de muchas personas. Dej¨® una huella indeleble que nos invita a seguir.
Juan Jos¨¦ Tamayo es te¨®logo y autor de Teolog¨ªas del Sur. El giro descolonizador (Editorial Trotta)
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