El Reino Unido e Irlanda diagnostican un par¨¢sito intestinal en cientos de turistas regresados de Espa?a
Las investigaciones apuntan a que la mayor¨ªa de los contagios de criptosporidiosis se produjeron entre los propios viajeros en las piscinas de los hoteles
El Cryptosporidium es un protozoo microsc¨®pico que lleva de cabeza a los servicios de salud p¨²blica de media Europa. La incidencia de este par¨¢sito del sistema digestivo, que habitualmente causa cuadros gastrointestinales leves ¡ªaunque pueden ser graves en beb¨¦s por deshidrataci¨®n y suponer un riesgo vital para personas inmunodeprimidas¡ª, se ha disparado en buena parte del continente sin que los expertos acaben de dar con una ¨²nica causa que lo explique. Espa?a ha contabilizado en lo que va de a?o 2.940 casos confirmados, una cifra que multiplica los 805 registrados en todo 2022, de los que 121 han tenido que ser hospitalizados, seg¨²n datos del Centro Nacional de Epidemiolog¨ªa. Una tendencia similar a la observada en el Reino Unido, Irlanda, Pa¨ªses Bajos y Luxemburgo, seg¨²n publicaciones recientes del Centro Europeo para el Control y Prevenci¨®n de Enfermedades (ECDC).
La detecci¨®n del par¨¢sito en las ¨²ltimas semanas en m¨¢s de 600 turistas brit¨¢nicos e irlandeses tras pasar sus vacaciones en Espa?a ha activado los sistemas de alerta europeos, aunque tambi¨¦n ha despertado algunos recelos entre investigadores y responsables de salud p¨²blica espa?oles. La raz¨®n es la forma en que pa¨ªses como Irlanda han presentado el auge de casos, se?alando a localidades espa?olas como Salou (Tarragona) como un foco de contagios en los que es recomendable ¡°no consumir bebidas con hielo¡± y ¡°revisar si el agua del grifo est¨¢ tratada¡±, entre otras medidas. ¡°Hu¨¦lala para detectar el olor a lej¨ªa del cloro¡±, puede leerse en un comunicado de la sanidad p¨²blica de ese pa¨ªs.
En realidad, apuntan responsables sanitarios de dos comunidades aut¨®nomas conocedores de las investigaciones epidemiol¨®gicas, ¡°el foco en este tipo de contagios son muchas veces las piscinas de los hoteles, donde coinciden decenas o cientos de personas de la misma nacionalidad, algunas de los cuales llegan infectadas y donde no siempre se respetan todas las medidas de higiene, lo que favorece los brotes entre los propios turistas¡±. Estas fuentes destacan que ¡°la criptosporidiosis (la enfermedad causada por el par¨¢sito) es un asunto global y la forma en que en ocasiones se ha planteado el problema est¨¢ alejada de la realidad y no pone el foco en las medidas que realmente ayudan a evitar contagios¡±.
Un ejemplo, muy citado entre los especialistas, es la recomendaci¨®n de las autoridades irlandesas de, en caso de diarrea, ¡°no entrar a piscinas durante dos d¨ªas despu¨¦s de que los s¨ªntomas hayan desaparecido¡±, cuando lo establecido en estos casos es evitar el ba?o durante 14 d¨ªas.
Los Cryptosporidium son en realidad un amplio g¨¦nero de protozoos que afectan a decenas de especies de mam¨ªferos, aves, reptiles... Aunque cada par¨¢sito tiene una mayor afinidad para una especie concreta, los saltos entre ellas son frecuentes. El protozoo llega al epitelio intestinal del hu¨¦sped por el consumo de agua o alimentos contaminados. All¨ª, tras varias fases, el par¨¢sito se multiplica y forma decenas de miles de ooquistes que se liberan al ambiente a trav¨¦s de las heces. Estos ooquistes son muchas veces resistentes a los niveles de cloro utilizados en redes de agua potable y piscinas. Esto y el hecho de que solo una decena de ellos sean suficientes para hacer enfermar a una persona explican la frecuencia y magnitud de los brotes.
Los contagios al ser humano suele producirse de dos formas. La primera es por la contaminaci¨®n ambiental de las redes de agua potable o instalaciones como piscinas, un proceso que se ve favorecido por episodios como lluvias torrenciales. Seg¨²n Isabel de Fuentes, investigadora en parasitolog¨ªa del Centro Nacional de Microbiolog¨ªa del Instituto de Salud Carlos III, en estos casos ¡°pueden verse desbordados sistemas y plantas de tratamiento de agua¡± o se produce un efecto arrastre de ooquistes dispersos en el ambiente o en explotaciones ganaderas.
Esta parece haber sido la causa del gran brote que se ha producido en los ¨²ltimos meses en Tarazona (Zaragoza), con m¨¢s de 500 casos y cuyo origen concreto a¨²n est¨¢ siendo investigado. La mayor epidemia de estas caracter¨ªsticas recogida en la literatura cient¨ªfica se produjo en abril de 1993 en Milwaukee (Estados Unidos) y afect¨® a m¨¢s de 400.000 personas ¡ªuna cuarta parte de la poblaci¨®n de su ¨¢rea metropolitana¡ª, con 69 fallecidos, al contaminarse la red de agua potable.
La segunda gran forma de contagio es entre personas y esto suele producirse la mayor¨ªa de las veces en instalaciones de aguas cerradas, explica Jacob Lorenzo-Morales, director del laboratorio de protozoos en el Instituto Universitario de Enfermedades Tropicales y Salud Publica de Canarias y con experiencia en la investigaci¨®n de brotes de Cryptosporidium. ¡°Piscinas y parques acu¨¢ticos son un foco recurrente de brotes, pero que sucedan tiene m¨¢s que ver con la higiene de algunos usuarios que con la limpieza de estos espacios, sometidos a un estricto mantenimiento regulado por la normativa¡±, explica.
¡°Si alguien no se limpia bien despu¨¦s de ir al ba?o o utiliza una piscina despu¨¦s de tener diarrea sin respetar los 14 d¨ªas recomendados, liberar¨¢ miles ooquistes en el agua. Si lo hacen una o dos personas, no habr¨¢ problemas por el cloro y la dispersi¨®n. Pero si son varias, o un beb¨¦ infectado est¨¢ en el agua con pa?ales sucios, o hechos similares, la piscina quedar¨¢ contaminada¡±, describe Lorenzo-Morales.
El Centro de Coordinaci¨®n de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES) del Ministerio de Sanidad confirma por escrito que este a?o ¡°ha habido un incremento de los casos de Cryptosporidium notificados por las comunidades aut¨®nomas y tambi¨¦n por Irlanda y Reino Unido¡±. La respuesta del Centro a?ade que ¡°la mayor¨ªa [de casos y brotes] se asocian a piscinas y aguas recreativas, principalmente en verano¡±. Ante el incremento detectado, Sanidad ¡°ha creado un grupo de trabajo con las comunidades para mejorar la vigilancia ambiental de este protozoo¡±.
Las autoridades de Irlanda publicaron el 13 de octubre el comunicado en el que alertaban de un aumento de casos de ¡°criptosporidiosis, una dolencia estomacal potencialmente grave, reportados en ¨¢reas de Espa?a, particularmente en Salou, en Catalu?a¡± y ofrec¨ªa ¡°precauciones a seguir con alimentos y agua para ayudar a mantenerse seguro¡±. Los datos ofrecidos por el Centro de Vigilancia de Protecci¨®n de la Salud del pa¨ªs apuntaban a que desde agosto hab¨ªan sido diagnosticados 64 casos vinculados a Salou, con cinco hospitalizaciones, y a?ad¨ªan que este a?o el pa¨ªs ha registrado m¨¢s de 650 casos de la enfermedad, un 30% m¨¢s que en 2022.
Estas informaciones, sin embargo, no precisaban cu¨¢ntos casos o brotes han ocurrido en el pa¨ªs en personas que no han viajado al extranjero, un dato relevante si se tiene en cuenta que el ¨²ltimo informe anual de la enfermedad en Europa del ECDC ¡ªpublicado en 2021 con datos de 2018¡ª sit¨²a al pa¨ªs como el segundo con mayor incidencia por criptosporidiosis de la UE. Una contabilidad que, sin embargo, los expertos recomiendan tomar con cautela porque existe una importante infranotificaci¨®n de la enfermedad y no todos los pa¨ªses tienen los mismos niveles de vigilancia ni env¨ªan los mismos datos al organismo.
Una investigaci¨®n a¨²n en marcha de investigadores del Reino Unido y cuyos primeros resultados han sido publicados en Eurosurveillance, la revista cient¨ªfica del ECDC, describe un ¡°incremento inusual¡± de casos de criptosporidiosis en el pa¨ªs y s¨ª distingue entre casos adquiridos en el Reino Unido y en el extranjero. Entre el 14 de agosto y el 1 de octubre, un total de 2.411 casos de la enfermedad han sido diagnosticados en el Reino Unido. De ellos, algo m¨¢s de la mitad de los que se dispone informaci¨®n hab¨ªan referido un viaje al extranjero, el 46% de los cuales ¡ªaproximadamente una cuarta parte del total, unos 600¡ª a Espa?a.
Esto lleva a los autores a afirmar que los datos ¡°sugieren que muchos casos pueden estar relacionados con viajes internacionales, sobre todo a Espa?a y otros pa¨ªses mediterr¨¢neos¡±, aunque tambi¨¦n admiten que ¡°en esta fase de la investigaci¨®n no se puede excluir que otras fuentes, por ejemplo alimentos contaminados, est¨¦n contribuyendo al exceso¡± de diagn¨®sticos. En cualquier caso, los investigadores insisten en ¡°la importancia de evitar el uso de piscinas mientras [la persona] sufra s¨ªntomas [gastrointestinales] y en los 14 d¨ªas posteriores a su fin¡±.
De la lectura del trabajo puede extraerse tambi¨¦n otra conclusi¨®n: que el riesgo no est¨¢ tanto en viajar, sino en ba?arse en piscinas contaminadas.¡°Que la mitad de los contagiados en el Reino Unido no hayan viajado fuera del pa¨ªs es significativo¡¤, destaca De Fuentes.
Esta experta considera que los viajes y actividades propias del verano ¡ªen este el turismo en Espa?a ha subido con fuerza¡ª son claves importantes a tener en cuenta para interpretar los datos publicados. ¡°La gente viaja m¨¢s y se ba?a m¨¢s en las piscinas en verano, as¨ª que es l¨®gico que se produzcan m¨¢s brotes cu¨¢ndo y d¨®nde esto sucede. Sin un estudio completo y pormenorizado de la situaci¨®n sanitaria y genotipos, antes y despu¨¦s de los viajes, no se puede afirmar si el origen de los brotes est¨¢ en Espa?a o si el par¨¢sito ha viajado con los turistas desde sus pa¨ªses de origen¡±, concluye.
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