Las personas con discapacidad dejar¨¢n por fin de ser disminuidas: ¡°La terminolog¨ªa importa¡±

Una complicaci¨®n durante el parto de su madre hizo que Raquel C¨¢rcamo (35 a?os, Madrid) naciera con discapacidad intelectual. De peque?a no entend¨ªa por qu¨¦ le costaba m¨¢s esfuerzo y m¨¢s horas estudiar que a sus compa?eros de clase para conseguir el mismo resultado, pero agradece que en su familia nunca fuera un tema tab¨² y se lo explicaran con pedagog¨ªa. A Mario Sancho (40 a?os, Valencia), una negligencia m¨¦dica le produjo una paraparesia ¡ªdebilidad casi total en las piernas¡ª que le obliga a vivir en una silla de ruedas. Una situaci¨®n en la que tambi¨¦n se encuentra Ana Raya (46 a?os, Granada), que a los nueve desarroll¨® una artritis idiop¨¢tica infantil, una enfermedad que afecta a las articulaciones. Hasta el momento, seg¨²n la Constituci¨®n, los tres eran disminuidos; ahora, la ley fundamental se referir¨¢ a ellos como personas con discapacidad. Un cambio que el colectivo reclama desde hace 20 a?os. ¡°De peque?a se refer¨ªan a m¨ª como minusv¨¢lida o inv¨¢lida, muchas veces con pena o paternalismo¡±, recuerda Raya.

El 29 de diciembre, el PSOE y el PP, los dos partidos con mayor representaci¨®n parlamentaria, culminaron la negociaci¨®n para reformular el art¨ªculo 49 de la Constituci¨®n con el objetivo de eliminar el t¨¦rmino despectivo y registraron ese mismo d¨ªa la propuesta en el Congreso. El acuerdo entre ambas formaciones era esencial, ya que se necesita una mayor¨ªa de tres quintos para cambiar la Ley Fundamental, ¨²nicamente posible con los votos de populares y socialistas. Los grupos pactaron que la reforma se realizara por la v¨ªa de urgencia y lectura ¨²nica, es decir, que no necesitara un tr¨¢mite en comisi¨®n. As¨ª que este martes se debatir¨¢ en el Congreso, se abrir¨¢ posteriormente un plazo de 48 horas para la presentaci¨®n de enmiendas y se votar¨¢ en pleno el jueves. En caso de superar la votaci¨®n, como es previsible, el texto se enviar¨ªa ese mismo d¨ªa al Senado, donde se espera que se apruebe, probablemente a mediados de febrero. El ¨²ltimo paso ser¨ªa su publicaci¨®n en el Bolet¨ªn Oficial del Estado.

La odisea hasta conseguir que los m¨¢s de 4,3 millones de personas con alg¨²n tipo de discapacidad, seg¨²n datos del Instituto Nacional de Estad¨ªstica, se desprendieran del t¨¦rmino disminuidos empez¨® hace m¨¢s de dos d¨¦cadas. El Comit¨¦ Espa?ol de Representantes de Personas con Discapacidad (CERMI), una plataforma que agrupa a m¨¢s de 8.000 asociaciones, comenz¨® entonces a reivindicar un lenguaje menos peyorativo y m¨¢s actualizado, que se ajustara a los est¨¢ndares de la Convenci¨®n de la ONU de los Derechos de las Personas con Discapacidad.

El debate se formaliz¨® en el Congreso de los Diputados con la presentaci¨®n de un anteproyecto en 2018, tras la moci¨®n de censura del actual presidente del Gobierno, Pedro S¨¢nchez, a su antecesor, Mariano Rajoy. Pero el adelanto electoral de 2019 y la pandemia dilataron la reforma durante varios a?os ¡ªno se puede iniciar un proceso de cambio constitucional si hay un estado de alarma en vigencia¡ª. El clima de tensi¨®n y de conflicto continuo entre el Gobierno y la oposici¨®n en los ¨²ltimos tiempos ha complicado el entendimiento entre ambas formaciones.

El valenciano Sancho defiende que ¡°la terminolog¨ªa importa porque ayuda a crear realidades¡±, aunque matiza que ¡°cambiar la palabra no soluciona todo¡±. Coincide en la opini¨®n del poder de las palabras C¨¢rcamo, para quien personas con discapacidad es la opci¨®n que m¨¢s se adecua. Para la granadina Raya, la reforma supone un avance clave.

A pesar de que la mayor¨ªa de la sociedad se ha desprendido de t¨¦rminos antes habituales como minusv¨¢lido o incluso subnormal o mong¨®lico, todav¨ªa hay una parte que se expresa en t¨¦rminos inadecuados y utiliza la palabra discapacitados, rechazada por gran parte de los colectivos. Sancho recuerda entre risas que hace unos a?os, en un acto de celebraci¨®n del D¨ªa Internacional de las Personas con Discapacidad, un hombre mayor se refiri¨® a su silla de ruedas como carrito de los lisiados. ¡°No me lo tom¨¦ mal, me hizo gracia, pero entiendo que hay personas para quienes este tipo de comentarios son hirientes¡±, espeta.

El consenso sobre la idoneidad del t¨¦rmino ¡°personas con discapacidad¡± es amplio entre los colectivos y los afectados, aunque hay algunas voces dispares que reivindican un lenguaje de menor correcci¨®n pol¨ªtica y que utilizan la abreviaci¨®n disca para referirse a ellos mismos. Adem¨¢s, muestran su discapacidad sin complejos a trav¨¦s de las redes sociales. Es el caso de la usuaria de Instagram @Oyirum, que abandera sus cuentas personales en redes sociales con el t¨¦rmino orgullo tullido. Hay otras que se sienten m¨¢s c¨®modas con el uso de eufemismos tales como persona con diversidad funcional o con capacidades especiales, aunque tambi¨¦n en este caso son una minor¨ªa.

La elecci¨®n de personas con discapacidad como t¨¦rmino definitivo y definitorio no es casual: coincide con el utilizado en la Convenci¨®n Internacional sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad. La presidenta de la confederaci¨®n Plena Inclusi¨®n, Carmen Laucirica, explica que es una manera de referirse ¡°sin connotaciones peyorativas¡±. ¡°Si alguien quiere autodenominarse de otra manera, no hay problema, pero creemos que es el que mejor se ajusta¡±, concreta Laucirica. El presidente de la Confederaci¨®n Espa?ola de Personas con Discapacidad F¨ªsica y Org¨¢nica (Cocemfe), Anxo Queiruga, a?ade que ¡°era imprescindible¡± cambiar una palabra ¡°despectiva y que corresponde a ¨¦pocas remotas¡±.

Eufemismos

El peligro del uso de eufemismos, comentan ambos presidentes, es que sus reivindicaciones se diluyen y pierden fuerza. ¡°Persona con diversidad funcional o con necesidades diversas son conceptos que nosotros podemos entender, pero que, para la sociedad en general, quitan el foco del problema¡±, comenta Queiruga. Tambi¨¦n se suma a la disconformidad la directora de la Fundaci¨®n Prevent ¡ªque trabaja por la inclusi¨®n laboral de este colectivo¡ª, Montse Mor¨¦, quien opina que ¡°puede resultar ambiguo¡± y que invisibiliza a ¡°un grupo social espec¨ªfico¡±. Sancho es m¨¢s contundente: ¡°Odio capacidades especiales, porque yo no vuelo¡±. Tambi¨¦n Raya recalca que ella ¡°no tiene superpoderes¡±.

Existe el riesgo de que, del mismo modo que ahora suena anacr¨®nico utilizar mong¨®lico o subnormal, el t¨¦rmino personas con discapacidad quede desfasado dentro de unos a?os. As¨ª lo defendi¨® el periodista, escritor y creador de la Fund¨¦u ?lex Grijelmo, en una columna publicada hace dos semanas en este peri¨®dico en la que alertaba de que ¡°toda palabra delicada que sustituye a otra que se desprecia como ofensiva acaba volvi¨¦ndose ofensiva a su vez, transcurridos unos a?os¡±. Laucirica responde que ¡°seguro que queda desfasado, porque la vida evoluciona¡±, pero le resta importancia y considera que no es motivo suficiente como para no realizar el cambio constitucional. Un diagn¨®stico que comparte la directora de Prevent, que considera ¡°probable¡± que ocurra porque ¡°los cambios de lenguaje son el reflejo de la evoluci¨®n de la sociedad¡±.

El nuevo art¨ªculo 49 de la Constituci¨®n establecer¨¢ en su primer apartado: ¡°Las personas con discapacidad ejercen los derechos previstos en este T¨ªtulo en condiciones de libertad e igualdad reales y efectivas. Se regular¨¢ por ley la protecci¨®n especial que sea necesaria para dicho ejercicio¡±. Y en el segundo: ¡°Los poderes p¨²blicos impulsar¨¢n las pol¨ªticas que garanticen la plena autonom¨ªa personal y la inclusi¨®n social de las personas con discapacidad, en entornos universalmente accesibles. Asimismo, fomentar¨¢n la participaci¨®n de sus organizaciones, en los t¨¦rminos que la ley establezca. Se atender¨¢n particularmente las necesidades espec¨ªficas de las mujeres y los menores con discapacidad¡±.

Cabe destacar la menci¨®n espec¨ªfica a las mujeres y los menores como otro aspecto novedoso que celebran las asociaciones, adem¨¢s del ya referido cambio de t¨¦rmino. El ministro de Derechos Sociales, Pablo Bustinduy (Sumar), calific¨® el acuerdo de ¡°victoria hist¨®rica¡± en su cuenta de X, el mismo d¨ªa en que se hizo p¨²blico. En su primer Consejo de Ministros, present¨® una declaraci¨®n institucional para instar al Gobierno a llevar a cabo esta reforma constitucional. Fuentes de su departamento se?alan que les habr¨ªa gustado que la propuesta hubiera sido presentada por todos los grupos pol¨ªticos, no solo por el PSOE y el PP. Esta ser¨¢ la tercera vez que se realice una reforma puntual de la Constituci¨®n, tras las efectuadas en 1992, para reconocer el derecho pasivo de los ciudadanos comunitarios, y en 2011, para imponer un cors¨¦ al gasto p¨²blico.

El cambio constitucional no supondr¨¢ un punto y final en las reivindicaciones de C¨¢rcamo, Sancho y Raya. Los tres siguen sufriendo discriminaciones puntuales en su d¨ªa a d¨ªa, a pesar de los avances sociales de las ¨²ltimas d¨¦cadas. Eso s¨ª, cuando se apruebe la reforma a lo largo de este mes, los tres celebrar¨¢n ser reconocidos como personas antes que nada.