235 ambulancias saboteadas en cuatro meses de conflicto laboral en el Pa¨ªs Vasco
La Ertzaintza investiga el ataque contra un veh¨ªculo sanitario que no pudo llegar al domicilio de una anciana en parada cardiorrespiratoria
Una mujer de 71 a?os falleci¨® la madrugada del 13 de enero en su domicilio de Bermeo (Bizkaia) mientras un m¨¦dico le practicaba maniobras de reanimaci¨®n. Se encontraba en parada cardiorrespiratoria. Al domicilio de la paciente no pudo acudir la ambulancia de este municipio porque hab¨ªa sido atacada por unos desconocidos. Para atender la emergencia hubo que llamar a un veh¨ªculo del servicio urgente de Gernika (a 26 minutos por carretera), pero esta unidad tampoco pudo movilizarse porque le pincharon las ruedas y le destrozaron las lunas cuando iba a prestar la asistencia sanitaria, seg¨²n denuncia la cooperativa La Pau, concesionaria del servicio de ambulancias en el Pa¨ªs Vasco. Los hechos est¨¢n siendo investigados por la Ertzaintza. El consejero de Seguridad del Gobierno Vasco, Josu Erkoreka, ha afirmado esta semana que lo sucedido es ¡°particularmente¡± grave.
Este suceso luctuoso es el m¨¢s preocupante de una cadena de sabotajes cometidos desde septiembre contra las ambulancias que gestionan las cooperativas La Pau y Ambulancias Gipuzkoa. Desde entonces, se han registrado 235 ataques contra unidades sanitarias. Todos los actos vand¨¢licos han sido denunciados ante la Polic¨ªa vasca. El 9 de enero, a una ambulancia del servicio urgente le pincharon las ruedas cuando hab¨ªa acudido a asistir a un paciente infartado en Miribilla (Bilbao), lo que ¡°puso en peligro la vida de este paciente¡±, afirma el portavoz de Ambulancias La Pau, Rafael Fern¨¢ndez Ca?as. La noche del 19 de diciembre, en v¨ªsperas de una huelga convocada por los sindicatos, un veh¨ªculo con soporte b¨¢sico vital lleg¨® con ¡°m¨¢s de media hora de retraso¡± a atender a una persona de 94 a?os que hab¨ªa sufrido un ictus porque ¡°las unidades de las bases m¨¢s cercanas estaban pinchadas o incendiadas¡±, a?ade el representante de la cooperativa concesionaria.
Las ambulancias siniestradas durante los ¨²ltimos cuatro meses han sufrido da?os de diversa ¨ªndole: veh¨ªculos incendiados, lunas rotas, ruedas pinchadas, cinturones de seguridad cortados, retrovisores arrancados, pintadas¡ El 95% de estas acciones vand¨¢licas se han producido en Bizkaia, principalmente en zonas del interior y aisladas de los principales n¨²cleos urbanos, donde los recursos son m¨¢s escasos. El portavoz de La Pau calcula que los desperfectos ocasionados est¨¢n valorados en ¡°m¨¢s de 360.000 euros¡±. ¡°Cada una de las dos ambulancias quemadas cuestan unos 150.000 euros. Adem¨¢s, se han tenido que reparar las lunas y retirar las pintadas de varios veh¨ªculos, entre otros gastos¡±, asegura Fern¨¢ndez Ca?as.
El ¨²ltimo de estos episodios ocurri¨® el domingo por la noche en Santurtzi (Bizkaia), donde fue saboteada una unidad que hab¨ªa sido reparada recientemente tras sufrir cuatro ataques en los ¨²ltimos 14 d¨ªas. ¡°Esta ambulancia del servicio de transporte sanitario urgente ha sido inutilizada cada tres d¨ªas, pr¨¢cticamente cada vez que ha sido reparada¡±, afirma el portavoz de La Pau.
La persecuci¨®n contra las ambulancias tiene su origen en el conflicto laboral por la renovaci¨®n del convenio colectivo, que se ha visto salpicado por jornadas de huelga todos los meses desde septiembre. Los sindicatos se han ido desmarcando de estos ataques y han condenado el m¨¢s grave ocurrido el s¨¢bado en Bermeo. La Pau ha interpuesto una denuncia en el juzgado de guardia por estos hechos. El representante de LSB-USO Antonio Frechilla conden¨® el lunes lo sucedido en la localidad vizca¨ªna tras conocerse que la mujer que estaba siendo atendida hab¨ªa fallecido antes que llegara una ambulancia a su domicilio. Pero aclar¨® que el recurso sanitario que se traslad¨® a Bermeo no era de La Pau, sino ¡°una ambulancia p¨²blica con personal de Osakidetza, que no est¨¢ en huelga¡± y que no result¨® saboteada. Para el delegado sindical, la empresa est¨¢ haciendo una utilizaci¨®n ¡°mezquina¡± de la situaci¨®n y est¨¢ ¡°enquistando¡± el conflicto laboral.
Los ataques contra las ambulancias se han ido intensificando con el paso de los meses. Durante los tres d¨ªas de huelga de noviembre, 32 unidades sanitarias resultaron saboteadas y otras dos ambulancias fueron apedreadas mientras transportaban a pacientes, siempre seg¨²n la versi¨®n de la concesionaria. La Pau, que cuenta con una flota de 350 ambulancias?, contabiliz¨® 45 de estos veh¨ªculos el¨¦ctricos con las ruedas pinchadas la noche del 14 de noviembre en la base de Zorrotza (Bilbao). En los paros de diciembre, 21 fueron saboteados en 24 horas y una de las ambulancias fue quemada en Basauri (Bizkaia), ¡°poniendo en peligro a dos trabajadores que trataban de extinguir el fuego y acabaron siendo atendidos por inhalaci¨®n de humo¡±, se queja Fern¨¢ndez Ca?as.
La negociaci¨®n que mantienen la patronal y los sindicatos ELA, USO, LAB, UGT, CC OO y ESK no ha permitido acercar posturas tras celebrar una treintena de reuniones. El conflicto tiene en vilo a 1.800 trabajadores. La representaci¨®n laboral reclama la homologaci¨®n con los empleados p¨²blicos que prestan el mismo servicio para Osakidetza, entre otras mejoras. La patronal ha ofrecido un incremento salarial del 20% en cinco a?os, adem¨¢s de m¨¢s d¨ªas festivos y libranzas. Esta parte asegura que los trabajadores de este sector en el Pa¨ªs Vasco son ¡°los que menos horas trabajan de todo el pa¨ªs¡±, 1.712 horas anuales frente a las 1.800 de media en el conjunto de Espa?a, y los que m¨¢s ganan de media (16,88 euros por hora frente a 11,94 euros de promedio en el resto del pa¨ªs). El sindicato ELA, en cambio, asegura que el personal tiene el convenio bloqueado desde hace dos a?os y sufre una p¨¦rdida de poder adquisitivo del 20%.
La Asociaci¨®n Empresarial de Ambulancias del Pa¨ªs Vasco (EOGE, en sus siglas en euskera) advierte de que ¡°cuando se sabotea una ambulancia se pone en peligro la salud de las personas, porque supone enviar a otras dotaciones de otras bases y los retrasos pueden acarrear riesgos para la vida de los pacientes¡±. En especial, ¡°ponen en peligro a personas que deben asistir a tratamientos de di¨¢lisis, quimioterapia, radioterapia y otras diagnosis¡±. El portavoz de La Pau lamenta que, adem¨¢s de los da?os ocasionados en las ambulancias, ¡°trabajadores est¨¢n sufriendo amenazas de sus compa?eros, los coches particulares de mandos intermedios de la empresa han sido atacados y se est¨¢n vertiendo amenazas a trav¨¦s de las redes sociales¡±. Representantes sindicales tambi¨¦n han denunciado ataques contra sus veh¨ªculos personales y el env¨ªo de ¡°pasquines amenazantes¡± al domicilio de un delegado de ESK.
El conflicto no tiene visos de solucionarse en un breve plazo. La representaci¨®n de los empleados ha exigido que se desbloquee la mesa de negociaci¨®n y llama a secundar movilizaciones que, bajo el lema Ambulancias en huelga, se prolong¨® hasta el 21 de enero frente a los hospitales en defensa de un nuevo convenio colectivo. La protesta del sector se une a la oleada de huelgas que se est¨¢ dando en los ¨²ltimos meses en el Pa¨ªs Vasco, principalmente contra la administraci¨®n p¨²blica y que ha afectado a sectores como el transporte, la educaci¨®n, la sanidad o la Ertzaintza.
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