La Asamblea Nacional aprueba la inscripci¨®n del derecho al aborto en la Constituci¨®n francesa

Francia est¨¢ desde este martes un poco m¨¢s cerca de convertirse en uno de los primeros pa¨ªses del mundo en el que la Constituci¨®n consagre el derecho al aborto. La Asamblea Nacional ha adoptado en primera lectura, como estaba previsto, inscribir en el art¨ªculo 34 de la ley fundamental el siguiente p¨¢rrafo: ¡°La ley determina las condiciones por las cuales se ejerce la libertad garantizada a la mujer de recurrir a una interrupci¨®n voluntaria del embarazo.¡±

Votaron a favor del proyecto de ley 493 diputados del bloque partidario del presidente Emmanuel Macron y de la izquierda, y en contra, 30 procedentes de la derecha y la extrema derecha. Ahora el texto debe ir al Senado, donde la mayor¨ªa conservadora de Los Republicanos ¡ªpartido hermano del PP espa?ol¡ª podr¨ªa frenar el proceso o al menos enmendar la versi¨®n de la Asamblea Nacional.

El presidente del Senado, el conservador G¨¦rard Larcher, se declar¨® hace unos d¨ªas en contra: ¡°La interrupci¨®n voluntaria del embarazo no est¨¢ amenazada en nuestro pa¨ªs. Si estuviese amenazada, cr¨¦anme, combatir¨ªa para que se mantuviese¡±.

Tras el voto de este martes, el ministro de Justicia, ?ric Dupond-Moretti, ha dicho en el hemiciclo: ¡°La Asamblea Nacional y el Gobierno no han faltado a su cita con la historia de las mujeres. Ahora voy a encargarme de llevar vuestro mensaje al Senado¡±.

Para que se apruebe una reforma constitucional, primero el Senado y la Asamblea Nacional deben adoptar exactamente el mismo texto. Despu¨¦s, este se somete a la votaci¨®n del Congreso, que es el formato de ambas c¨¢maras reunidas conjuntamente. La reforma se adopta definitivamente si obtiene un m¨ªnimo de tres quintas partes de los votos en el Congreso.

Las primeras iniciativas en Francia para inscribir el derecho al aborto en la Constituci¨®n se presentaron como respuesta a la sentencia del Tribunal Supremo de Estados Unidos que en el verano de 2022 derog¨® la hist¨®rica sentencia Roe contra Wade, y a restricciones en pa¨ªses europeos como Polonia. La idea era blindar este derecho ante la posibilidad de que en alg¨²n momento accediese al poder un l¨ªder o partido con mayor¨ªa parlamentaria para suprimir la ley francesa de 1973.

En noviembre de 2022, la Asamblea Nacional ya aprob¨®, con 337 votos a favor y 32 en contra, inscribir en la Constituci¨®n ¡°el derecho a la interrupci¨®n voluntaria del embarazo¡±. La ley era una iniciativa de la izquierda que cont¨® con el apoyo de los macronistas, y segu¨ªa un procedimiento que habr¨ªa llevado a un refer¨¦ndum, de resultado quiz¨¢ m¨¢s incierto.

En febrero de 2023, el Senado adopt¨® su versi¨®n del texto. Ya no hablaba de ¡°derecho a la interrupci¨®n voluntaria del embarazo¡±, sino de ¡°libertad de la mujer para poner fin a su embarazo¡±. La diferencia entre ¡°derecho¡± y ¡°libertad¡± suscit¨® debate. La propuesta corr¨ªa el riesgo de quedar aparcada.

En marzo, durante un homenaje nacional a la hist¨®rica abogada y feminista Gis¨¨le Halimi, Macron terci¨®: ¡°Y hoy quiero que la fuerza de [su] mensaje nos ayude a cambiar nuestra Constituci¨®n con el fin de grabar en ella la libertad de las mujeres a recurrir a la interrupci¨®n voluntaria del embarazo, para asegurar solemnemente que nada pueda obstaculizar o deshacer lo que, de este modo, ser¨¢ irreversible.¡±

El presidente present¨® en diciembre un proyecto de compromiso, destinado a recoger el m¨¢ximo consenso y asegurar su adopci¨®n en el Congreso con los votos de la izquierda, el centro y la derecha. Por eso el texto adoptado el martes habla, en vez de ¡°derecho¡±, de ¡°libertad garantizada¡±, expresi¨®n que tiene m¨¢s posibilidades de agradar a los conservadores del Senado. Ahora ellos tienen la clave.