Diecis¨¦is profesionales del mundo de la gimnasia art¨ªstica acusan de abuso de poder y maltrato al entrenador Pedro Mir
Un informe acusa al t¨¦cnico del centro de ¨¦lite de Mallorca de ¡°atentar sistem¨¢ticamente contra la salud de deportistas¡±, algunas menores, persuadi¨¦ndolas a entrenar y competir lesionadas
Un total de 16 profesionales del ¨¢mbito de la gimnasia art¨ªstica del centro de preparaci¨®n de ¨¦lite de Palma (Centre de Tecnificaci¨® Esportiva de les Illes Balears, CTEIB) han acusado de abuso sistem¨¢tico de poder y atentar contra la salud de menores a Pedro Mir Homar, director t¨¦cnico y entrenador del centro, y tambi¨¦n del club Xelska de Mallorca, uno de los m¨¢s prestigiosos de Espa?a. En este centro de tecnificaci¨®n, donde se prepara a los deportistas para dar el salto a equipos nacionales y la exigencia es m¨¢xima, Mir fue acusado en bloque en 2022 por cuatro m¨¦dicos y cinco fisioterapeutas de la entidad, que denunciaron a la Consejer¨ªa de Asuntos Sociales y Deportes del Gobierno balear su comportamiento con las gimnastas ¨Dmenores de edad, en su mayor¨ªa, cuando estaban en el centro¨D durante a?os, al menos desde 2013. Otras tres profesionales del ¨¢mbito socioeducativo que hab¨ªan entrevistado a 371 personas, entre deportistas, familias y personal del centro, dentro de un plan de detecci¨®n de abusos en 2021, tambi¨¦n notificaron a la direcci¨®n situaciones de abuso de poder y maltrato psicol¨®gico. Adem¨¢s, comunicaron su preocupaci¨®n, de forma verbal, por la ¡°violencia estructural y sist¨¦mica¡±.
Las personas que acusan a Mir, un t¨¦cnico muy conocido en este deporte, se elevan a 16 con cuatro testimonios de exgimnastas recabados por EL PA?S. La consejer¨ªa, responsable del CTEIB, puso el caso en manos de la Fiscal¨ªa de Menores, que lo archiv¨® en octubre de 2022, al considerar que lo que se denunciaba no estaba tipificado como delito, aunque inst¨® al Gobierno balear a estudiar medidas disciplinarias administrativas. Sin embargo, se desestimaron. Pedro Mir Homar sigue en su puesto.
El informe que firmaron en enero de 2022 estos nueve profesionales, empleados en el centro desde 2003 y en diferentes ¨¦pocas, es contundente: ¡°Pedro Mir Homar ha ejercido sistem¨¢ticamente abuso de poder y ha atentado sistem¨¢ticamente contra la salud de deportistas haciendo caso omiso en multitud de ocasiones al criterio de los profesionales sanitarios del centro m¨¦dico, vulnerando los derechos de dichos deportistas como pacientes¡±. A?ade, adem¨¢s, que desde 2013 se inform¨® de esas pr¨¢cticas a los responsables del centro y hasta a dos directores generales de deporte del Gobierno balear sin que hicieran nada. Recuerdan en ese escrito que ya en 2020, en una reuni¨®n del personal m¨¦dico con el gerente del CTEIB, este les coment¨® de ¡°forma verbal¡± que la entidad ¡°buscar¨ªa un abogado para derivar el caso a la Fiscal¨ªa de Menores por considerarlo un maltrato infantil continuado¡±. En el extenso dosier de m¨¢s de 500 p¨¢ginas que se entreg¨® al fiscal de Menores ¡ªy al que ha tenido acceso ahora este diario¡ª con declaraciones, documentaci¨®n interna y correos electr¨®nicos, acusan a Mir de forzar a gimnastas lesionadas a entrenarse y competir, e imponer su criterio al del personal sanitario para intentar acortar las bajas m¨¦dicas o directamente no respetarlas.
Las gimnastas han relatado a este diario ¡°abuso de poder¡±, ¡°maltrato f¨ªsico y psicol¨®gico constante¡± y ¡°tiempos de baja de seis meses despu¨¦s de cirug¨ªas importantes que se convert¨ªan en dos y medio¡±. ¡°Machaque normalizado¡±, repiten, y m¨¢s hacia las gimnastas que ten¨ªan tendencia a ganar peso. ¡°Gordas¡±, dicen que se escuchaba una y otra vez en la sala. ¡°Se te est¨¢ poniendo el culo como el de tu madre¡±, apunta otra que se?ala que vio a una ni?a meterse los dedos en la boca para provocarse el v¨®mito y expulsar la comida. ¡°Te premiaban si adelgazabas¡±, a?ade. Una que pertenec¨ªa a otro club, pero que todas las ma?anas se entrenaba con el grupo de ¨¦lite de Mir, corrobora las acusaciones: ¡°Las gimnastas com¨ªamos separadas de todos los deportistas, Pedro nos acompa?aba porque ten¨ªa que medirnos la comida. Todas hemos normalizado eso, las cachetadas, el ¡®gorda¡¯, ¡®qu¨¦ culo tienes¡¯, era lo normal¡±. Todas las y los gimnastas consultados para este reportaje piden no ser identificados por miedo; algunos incluso rechazan hablar aunque sea de forma an¨®nima.
Dos personas dicen haber visto a Mir pegar un tortazo a dos gimnastas. ¡°De ah¨ª el miedo, porque las ni?as lo ve¨ªan, todo el mundo lo ve¨ªa, por eso todos tienen miedo a que se enfade. Yo so?aba con ¨¦l, que lo mataba de una paliza de la rabia que me generaba. Cualquier persona que ha estado ah¨ª dentro y dice que no lo ha visto, miente. Todo el mundo mira y calla. Por miedo¡±, relata una de las gimnastas que declar¨® ante la Fiscal¨ªa.
La cronolog¨ªa del caso es la siguiente: en 2020 el centro impulsa el plan de detecci¨®n de abusos, en el que tres profesionales del ¨¢mbito socioeducativo realizan una memoria; estos entregan la memoria (que habla de abuso de poder y maltrato) el 10 de enero de 2022; a partir de la informaci¨®n recogida en la memoria, el 11 de enero de 2022 los gerentes piden a uno de los m¨¦dicos un informe para que detalle el alcance de las denuncias recogidas. Este entrega el informe a la gerencia, firmado por otros tres m¨¦dicos y cinco fisioterapeutas. El 16 de febrero de 2022 la Consejer¨ªa de Asuntos Sociales y Deporte env¨ªa la documentaci¨®n al fiscal de Menores, que lo archiva en octubre de 2022.
Mir niega las acusaciones: ¡°El alto nivel es muy exigente¡±
Pedro Mir niega todas las acusaciones. ¡°El deporte de la gimnasia en el alto nivel es muy exigente y siempre puede haber cositas, interpretaciones¡ Pero lo de aqu¨ª no entra dentro de las cosas que est¨¢n buscando de abusos. Lo que ha habido es una denuncia, si lo quiere llamar as¨ª, m¨¢s bien es un informe emitido por un m¨¦dico buscando la firma de otros profesionales que no ha ido a ninguna parte porque no ten¨ªa sost¨¦n, no defin¨ªa claramente lo que yo estaba haciendo. Creo que un m¨¦dico, impulsado por los fisioterapeutas, quiso meter mierda contra m¨ª y le cay¨® encima a ¨¦l¡±, se defiende. En realidad, lo que hay es una denuncia colectiva y un informe, que el gerente solicita al m¨¦dico. ¡°Me pide por correo, como responsable del servicio m¨¦dico, que lo emita. Pienso que tiene a¨²n m¨¢s fuerza si est¨¢n las firmas de todos y entre todos se acord¨® y elabor¨® el documento¡±, aclara el m¨¦dico citado.
Mir asegura que en sus 40 a?os como t¨¦cnico siempre ha sido cuidadoso. ¡°Ninguna gimnasta ni menor ni mayor de edad me ha denunciado. Tampoco ning¨²n padre. Siempre he respetado much¨ªsimo a mis gimnastas, nunca he usado palabras malsonantes, ni las he llamado gordas ni culo gordo. Ni he dado collejas como dicen algunos, ni tortazos¡±, asegura. Tambi¨¦n afirma que ninguna de sus gimnastas ha competido o entrenado lesionada: ¡°Nunca he obligado a una gimnasta a competir si ten¨ªa un da?o, lesionada o de baja ya es impensable porque est¨¢ mi sueldo y el pan de mis hijos y no vale la pena. La deportista siempre ha iniciado una competici¨®n con alta m¨¦dica, seguro, diferente es que el alta m¨¦dica no fuera del m¨¦dico del centro de tecnificaci¨®n, pero a m¨ª no me obligaba nadie y gerencia estaba informada¡±. Entre las acusaciones, precisamente, est¨¢ la de obtener las altas con m¨¦dicos externos, contra el criterio de los especialistas del centro.
El fiscal de Menores que llev¨® el caso fue Jos¨¦ D¨ªaz Cappa, que escuch¨® en calidad de testigo al responsable m¨¦dico del centro y tambi¨¦n a gimnastas de ambos sexos y entrenadores. En conversaci¨®n con este peri¨®dico, explica: ¡°No se pudo constatar la existencia de indicios y pruebas suficientes para considerar que lo que estaba denunciado existiera como delito¡±. Y a?ade: ¡°Por ese motivo remit¨ª a la consejer¨ªa a la ley del deporte de Islas Baleares 14/2006, en la que se establecen una serie de cuestiones disciplinarias-administrativas para que, desde la Administraci¨®n, se plantearan la valoraci¨®n de esas medidas y en su caso aplicarlas¡±. Esa ley se?ala entre las infracciones graves ¡°la realizaci¨®n de actividades y la prestaci¨®n de servicios relacionados con el deporte en condiciones que puedan afectar gravemente a la salud y seguridad de las personas¡±, con multas de 6.000 a 60.000 euros, suspensi¨®n de la actividad por un per¨ªodo de uno a cuatro a?os e inhabilitaci¨®n. Pero la consejer¨ªa no vio nada sancionable. ¡°He visto muchos casos como estos en el deporte, es un vac¨ªo legal en que hay conductas violentas, que arruinan vidas, pero no son delito, y no se hace nada, porque siempre ha ido as¨ª¡±, opina un experto en protecci¨®n contra los abusos en el deporte, con m¨¢s de 15 a?os de experiencia.
La consejera de Asuntos Sociales y Deportes en ese momento era Fina Santiago, que asegura que lo que ocurri¨® fue ¡°un problema entre el cuerpo m¨¦dico y el entrenador¡±. Y a?ade: ¡°Se llevaban fatal y ten¨ªan criterios diferentes. Nos remitieron a consejer¨ªa las quejas, invitamos al m¨¦dico a denunciarlo a Fiscal¨ªa, pero no quiso, as¨ª que lo hicimos nosotros¡±. Cuando se le hace notar que no solo fue un m¨¦dico, sino tres m¨¢s, adem¨¢s de cinco fisioterapeutas, dice: ¡±Algunos luego se desdijeron. Lo que m¨¢s nos sorprendi¨® es que el responsable m¨¦dico nos dijera que esas pr¨¢cticas se estaban llevando a cabo desde 2012 y nunca inform¨® por escrito de eso antes de 2021. Creo que los dos ten¨ªan una disputa personal que llevaron al extremo¡±. De los nueve firmantes del informe inicial, ocho contestaron a los requerimientos de la propia Santiago, que pidi¨® detalles por escrito y de manera oficial de los casos denunciados.
Cuando se le pregunta por esas medidas internas o administrativas que el fiscal de Menores sugiri¨®, Santiago responde: ¡°No hubo sanci¨®n porque no dio lugar a que la hubiera. Los denunciantes aseguraban que Mir Homar hac¨ªa regresar a los entrenamientos y a las competiciones a las gimnastas antes de lo planeado por las cirug¨ªas. Pero los padres firmaban las autorizaciones de las cirug¨ªas y tambi¨¦n los planes de rehabilitaci¨®n. Ninguna de las gimnastas con las que se habl¨® consider¨® que se le estaba forzando o exigiendo sobremanera¡±. Y a?ade: ¡°Lo consultamos con los servicios jur¨ªdicos y nos trasladaron que, normalmente, cuando se env¨ªa una denuncia y se resuelve que no hay delito penal, siempre emplean la coletilla de que lo penal no excluye lo administrativo. Pero, en este caso, no se abri¨® expediente en ese sentido porque los servicios jur¨ªdicos consideraron que no hab¨ªa ning¨²n incumplimiento de contrato laboral (¡) Pedro Mir Homar no oper¨® a nadie, las operaciones las hac¨ªan m¨¦dicos externos con el consentimiento de los padres. No hab¨ªa donde acogerse administrativamente¡±.
Sobre la investigaci¨®n del fiscal, Pedro Mir explica: ¡°Llamaron a 14 gimnastas m¨ªas a declarar. Le dije al fiscal: ?no le parece un poco fuerte que est¨¦ preguntando a mis gimnastas si las he maltratado, insultado, o si he pagado a algunas para declarar a mi favor? Lo que concluy¨® es que simplemente, en todo caso, siempre hab¨ªa habido una divergencia entre el diagn¨®stico m¨¦dico y una falta de protocolo en el uso de servicios externos¡±.
¡°La frase t¨ªpica era ¡®hay que pasar por el aro¡±
Uno de los gimnastas consultados, que no era entrenado directamente por Pedro Mir, pero que compart¨ªa sala de entrenamiento con las chicas y viaj¨® con el t¨¦cnico a una competici¨®n internacional, cuenta que fueron dos semanas para olvidar debido a los insultos que le espet¨®: ¡°Cuando volv¨ª se me hab¨ªan pasado las ganas de hacer gimnasia. Ten¨ªa 15 a?os. Los t¨¦cnicos justifican esos comportamientos con que el deporte de alto rendimiento es as¨ª. La frase t¨ªpica era: ¡®hay que pasar por el aro¡¯. No pod¨ªas debatir, ni preguntar. Se hace as¨ª y punto. Cuando eres joven y no tienes los mecanismos para defenderte, est¨¢s a su merced. Ese se?or era muy manipulador, con las gimnastas y con sus padres. Lo m¨¢s frustrante es que contaba con el benepl¨¢cito de todos¡±. Este gimnasta, que pide no ser identificado, termin¨® dejando el deporte.
Hay otros que defienden a Mir, aunque uno de quienes le acusan opina: ¡°La mayor¨ªa dir¨¢ que aquello era una familia y Pedro una especie de padre y que todo era bonito. No voy a decir que era una secta, pero algo semejante. Le com¨ªa la cabeza a las ni?as y a los padres. Nos prohib¨ªa entablar relaciones con las gimnastas. El nivel de presi¨®n era tal, que incluso cuando decid¨ªas dejarlo, no pod¨ªas; te hac¨ªan chantaje emocional¡±. Este exgimnasta dej¨® el CTEIB en 2015 y se apunt¨® a otro deporte: ¡°Estoy 50 veces m¨¢s sano mentalmente de lo que estaba en esa ¨¦poca¡±.
Este diario ha hablado tambi¨¦n con atletas que no tienen mal recuerdo. Como Magdalena Garau, que dej¨® la gimnasia en 2017, y asegura que solo puede decir ¡°cosas buenas¡± de Mir. Andrea Gonz¨¢lez Canoyra dej¨® el deporte hace a?o y medio y asegura que tampoco vio nada: ¡°La gimnasia es dura y un entrenador tiene que ser duro, no es muy bonito decirlo, pero tiene que ser as¨ª¡±. Una tercera asegura que Pedro fue como ¡°un segundo padre¡± para ella y que ¡°hizo mucho por la gimnasia¡±.
Sin embargo, en el extenso informe con acusaciones a Mir se relatan al menos 11 episodios controvertidos. A continuaci¨®n se detallan tan solo tres. En el primero, Mir pide que se emita un certificado de aptitud deportiva para que una gimnasta compita a finales de enero cuando el cirujano que la oper¨® en diciembre asegura que no puede volver antes de marzo. Desde el centro m¨¦dico, por lo tanto, no emiten ese certificado, aunque aseguran que ella ya estaba entren¨¢ndose. ¡°Esto est¨¢ a la orden del d¨ªa, sobre todo en algunos deportes¡±, se?ala el experto en protecci¨®n de abusos en el deporte. ¡°El que diga lo contrario, miente. No mandan los servicios m¨¦dicos, manda la direcci¨®n deportiva. Un fisioterapeuta que ponga problemas y retrase el alta se sustituye¡±, agrega. ¡°Luego el deportista se rompe y qu¨¦ mala suerte. No es mala suerte, es mala praxis. El argumento que usan para defenderse siempre es el mismo: solo lo llevamos a su l¨ªmite deportivo¡±.
En un segundo caso, una deportista menor se tuerce el pie en un entrenamiento y sale de urgencias con muletas, una bota de yeso y un diagn¨®stico de un esguince de tercer grado en un ligamento. A los tres d¨ªas, los padres la recogen en el centro de tecnificaci¨®n y la menor no lleva la bota de yeso: un fisioterapeuta, por indicaci¨®n del t¨¦cnico, se la sustituye por una bota Walker (una especie de f¨¦rula con cierres de velcro). La madre de la menor de edad pide explicaciones a Pedro Mir y ¨¦l responde que ¡°son los protocolos, no se puede estar mucho tiempo con el pie inmovilizado, esa bota se puede ir quitando para hacer cosas poco a poco¡±. Esa menor (13 a?os), sin haberse recuperado del todo de la rotura de dos ligamentos, competir¨¢ en un campeonato porque, al acercarse las pruebas para acceder al centro de tecnificaci¨®n, el t¨¦cnico le pregunt¨® si quer¨ªa participar y ella accedi¨® con la condici¨®n de hacer solo un elemento. Hizo todos.
¡°Todas entren¨¢bamos lesionadas¡±
Otra gimnasta, mayor de edad y considerada indispensable para aspirar a conseguir una plaza ol¨ªmpica, compiti¨® con una lesi¨®n en contra de la opini¨®n del m¨¦dico y se entren¨® y compiti¨® la temporada siguiente sin el alta del cirujano que la oper¨®. Es m¨¢s, mientras se estaba decidiendo si volv¨ªa o no a pasar por quir¨®fano, Pedro Mir Homar la apunt¨® a una competici¨®n, seg¨²n inform¨® al m¨¦dico, ¡°para que la ni?a no se agobie en este periodo de espera¡±. Es lo que consta en la documentaci¨®n a la que ha tenido acceso este peri¨®dico. La gimnasta siempre acept¨® hacerlo y era consciente de sus lesiones.
Una de las gimnastas que han hablado con EL PA?S corrobora: ¡°Las recuperaciones en la gimnasia ten¨ªan que ser lo m¨¢s r¨¢pidas posibles, todas entren¨¢bamos lesionadas y quien dice que no, miente. Recuerdo el caso de una gimnasta, que ven¨ªa de una de sus numerosas operaciones de rodilla, y ver a Pedro Mir sentarse encima de esa rodilla para que la tuviera estirada como la otra cuanto antes. Recuerdo todav¨ªa hoy sus chillidos de dolor, el llanto, c¨®mo le ped¨ªa que parara¡±.
Otra gimnasta de una ¨¦poca posterior relata lo mismo: ¡°Ha habido ni?as que han competido con el menisco roto. Tirabas a base de Ibuprofeno y Enantyum. Nunca se respetaban los tiempos de descanso y de rehabilitaci¨®n, siempre hab¨ªa que volver lo m¨¢s r¨¢pido posible para que se estuviera m¨¢s o menos. Vi casos de llorar del dolor y seguir. Tambi¨¦n por el miedo a las reacciones, Pedro impon¨ªa mucho¡±. Una tercera, que tuvo que dejar el deporte por las lesiones y fue una de las testigos llamadas por el fiscal de Menores, dice que tendr¨ªa que haber m¨¢s l¨ªmites: ¡°Porque con 12 a?os haces lo que te dice el entrenador, sin pensar en las consecuencias. Yo me he sentido forzada a hacer m¨¢s de lo que pod¨ªa hacer; a nivel psicol¨®gico para m¨ª eso fue lo peor, me afect¨® tambi¨¦n en el d¨ªa a d¨ªa de despu¨¦s. ¡®Venga, tienes que competir, inf¨ªltrate, aguanta, tienes que hacerlo¡¯, me dec¨ªan. Y compet¨ªa. Todo esto fue con el consentimiento de mis padres¡±.
El entrenador orden¨® instalar, seg¨²n la denuncia del personal sanitario, la camilla de fisioterapia en la sala de entrenamiento, violando as¨ª la intimidad de las deportistas, que no ten¨ªan un espacio privado en el que ser tratadas y hablar libremente con los sanitarios. Mir era, en lugar del m¨¦dico, quien decid¨ªa qui¨¦n y cu¨¢ndo ten¨ªan que ser tratadas las gimnastas.
En los escritos individuales de los sanitarios, remitidos a la Consejer¨ªa de Asuntos Sociales y Deporte que se los requiri¨®, los m¨¦dicos y fisioterapeutas hablan de coacci¨®n ¡°tanto a los deportistas para no seguir nuestras pautas como tambi¨¦n a nosotros (...). Todo esto, en muchos casos, ha generado un agravamiento de las lesiones y de su sintomatolog¨ªa, entre otras consecuencias¡±. Informan que el efecto del modus operandi de Mir es ¡°un aumento en el dolor de las gimnastas, incrementando as¨ª el riesgo de lesi¨®n y disminuyendo su estado de ¨¢nimo y bienestar¡±. Otro especialista detalla las presiones. Dice haber asistido ¡°en varias ocasiones¡± a situaciones concretas ¡°con diferentes deportistas, en las cuales se les forzaba a entrenar y competir con lesiones, pese a los claros s¨ªntomas y signos de dolor e incapacidad. Incluso en casos graves de fracturas ¨®seas por estr¨¦s¡±.
Por su parte, los tres profesionales del ¨¢mbito socioeducativo, que ten¨ªan entre 14 y 20 a?os de experiencia, que hicieron el otro informe cr¨ªtico con Mir alertaron a la direcci¨®n, la gerencia y el responsable de Igualdad de la Fundaci¨®n para el Deporte Balear del Gobierno insular. Dice una de esas tres profesionales, pedagoga: ¡°Hemos trabajado muchos a?os en el ¨¢mbito social y vimos que en el ¨¢mbito deportivo el tema de los abusos era un mundo aparte y que hab¨ªa urgente necesidad de abordar la prevenci¨®n y la detecci¨®n¡±. En su memoria detallaron maltrato f¨ªsico y verbal (con coacciones a deportistas), abuso de poder, sexismo, desigualdad en el trato y machismo. Una de esas profesionales resume as¨ª el ambiente que detect¨®: ¡°Estamos ante un caso de abuso de poder ejercido sobre un grupo de deportistas y parte del personal t¨¦cnico¡±.
El informe hac¨ªa una serie de recomendaciones, pero al ver que ca¨ªan en saco roto, las tres autoras del documento notificaron al IMAS, el servicio de protecci¨®n del menor de Baleares, lo que hab¨ªan detectado. ¡°La persona que recibi¨® el informe me llam¨® y me dijo que era muy heavy, que lo hablar¨ªa con su superior y me har¨ªa saber para notificarlo a la Fiscal¨ªa de Menores. Me volvi¨® a llamar a la hora. Me dijo que no hab¨ªa nada que hacer porque los menores no eran menores desprotegidos, ten¨ªan familias que se hac¨ªan cargo de ellos¡±, relata una de estas profesionales.
Si conoce alg¨²n caso de abusos en el deporte espa?ol que no haya visto la luz, puede escribir a: abusos@elpais.es
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