El fin de las ayudas del Gobierno federal por la pandemia deja en Nueva York medio mill¨®n de nuevos pobres

La Universidad de Columbia y la ONG Robin Hood rastrean la marginaci¨®n en Nueva York, la ciudad de los milmillonarios y el coste estratosf¨¦rico de la vida. A diferencia de otros informes, que se limitan a una visita concreta en un momento determinado, el denominado Rastreador de la Pobreza, un estudio pionero establecido en 2012, hace un seguimiento continuado de 4.000 hogares de la Gran Manzana, a lo largo de varias ¨¦pocas del a?o, es decir, ofrece una perspectiva din¨¢mica y evolutiva, para bien y para mal, del desamparo. Las conclusiones del ¨²ltimo informe son descorazonadoras: casi dos millones de residentes, entre ellos uno de cada cuatro ni?os (600.000 menores), se hallaban en situaci¨®n de pobreza en 2022, un aumento de medio mill¨®n de personas que supuso el mayor incremento en un solo a?o en una d¨¦cada. Por debajo de la l¨ªnea de pobreza hab¨ªa 1,2 millones de adultos y 350.000 ni?os. La causa fundamental de esa oleada de nuevos pobres fue el fin de las ayudas del Gobierno para mitigar la pandemia.

En porcentajes, el 23% de los residentes de la ciudad viv¨ªan en la pobreza, definida como no poder afrontar necesidades b¨¢sicas como vivienda y alimentaci¨®n, seg¨²n el estudio. En 2021, esa cifra era del 18%. Los estragos de la pandemia y, a continuaci¨®n, la despiadada inflaci¨®n, que dispar¨® precisamente el precio de las rentas y la canasta b¨¢sica, han puesto contra las cuerdas a un cuarto de la poblaci¨®n total de la ciudad, de unos ocho millones de personas.

Una realidad de la que dan fe a diario las largas colas ante los comedores sociales y los bancos de alimentos: una imagen propia de la pandemia que, sin embargo, se ha perpetuado en el tiempo. De hecho, seg¨²n el estudio, la afluencia a los bancos de alimentos se ha multiplicado por dos entre aquellos que experimentan penuria alimentaria, es decir, una realidad rayana en el hambre o cuando menos dificultad extrema para afrontar la compra m¨¢s b¨¢sica: en algunas zonas de la ciudad, como Lower Manhattan y Brooklyn, las colas aumentaban en 2022 hasta las 2.800 personas al mes, frente a las 500 antes de la pandemia.

Un tercio de los hogares de rentas m¨¢s bajas han dejado de pagar al menos una mensualidad de alquiler, mientras que la mitad de los trabajadores menos cualificados han perdido su empleo. El efecto en los menores es atroz: el 71% de los padres con rentas m¨¢s bajas manifestaron el a?o pasado su temor al fracaso o abandono escolar de sus hijos.

La principal raz¨®n del aumento de la pobreza, tanto en el resto del pa¨ªs como en Nueva York, fue el fin de las medidas adoptadas por el Gobierno federal durante la pandemia para afrontar el cierre de la econom¨ªa y, en muchos casos, la p¨¦rdida de empleo, como la ampliaci¨®n del cr¨¦dito fiscal por hijos, la mejora del seguro de desempleo y los pagos en efectivo que ayudaban a las familias de bajos ingresos a hacer frente a los crecientes costes de la vida, seg¨²n Christopher Wimer, director del Centro sobre Pobreza y Pol¨ªtica Social de la Universidad de Columbia y coautor del informe. ¡°Es desalentador. Tras varios a?os de reducci¨®n de la pobreza en la ciudad, vamos en direcci¨®n contraria¡±, declar¨® el experto en la presentaci¨®n del informe.

La desigualdad se resiste a abandonar a las minor¨ªas: la pobreza defini¨® en 2022 al 39% de los latinos y el 33% de los afroamericanos, frente al 18% de los blancos. Las disparidades tambi¨¦n discriminan por g¨¦nero, ya que las mujeres tienen m¨¢s probabilidades que los hombres de no poder cubrir sus necesidades b¨¢sicas. Seg¨²n James Parrott, director del Centro Estudios de la Ciudad de Nueva York de la prestigiosa New School, una de las principales razones de estas brechas es la desigual recuperaci¨®n del empleo.

Aunque la ciudad recuper¨® oficialmente en octubre todos los puestos de trabajo perdidos durante la pandemia, la te¨®rica vuelta a la normalidad se ha producido en su mayor¨ªa en sectores mal pagados, como la asistencia sanitaria a domicilio, que paga a los trabajadores una media de 32.100 d¨®lares al a?o (en 2022 el umbral de pobreza para una familia con dos hijos se situaba en 44.000 d¨®lares y para un adulto solo, en 20.340 d¨®lares). La renta media por hogar en Nueva York es de unos 75.000 d¨®lares. Adem¨¢s, el sector minorista, que emplea a una mayor¨ªa de trabajadores negros, latinos y asi¨¢ticos, perdi¨® m¨¢s puestos de trabajo que cualquier otro. Pese a la recuperaci¨®n de empleo, Nueva York multiplica por tres el ¨ªndice de paro del pa¨ªs, m¨¢s acusadamente adem¨¢s en el caso de las minor¨ªas: el a?o pasado la tasa media entre los neoyorquinos negros era del 9,3%, m¨¢s del triple que entre los blancos (y que el conjunto de sus compatriotas).

Con todo, los datos de pobreza infantil son los m¨¢s rese?ables del informe, por dram¨¢ticos. El 25% de los menores que viv¨ªan en la pobreza en 2022 supone la tasa m¨¢s elevada desde 2015, seg¨²n el informe. Y representa tambi¨¦n un fuerte retroceso con respecto a 2021, cuando la ampliaci¨®n del programa federal de cr¨¦dito fiscal por hijos redujo la pobreza infantil en la ciudad de Nueva York en un 30%. Fue una de las medidas estrella adoptadas por el Gobierno del presidente Joe Biden al arrancar su mandato, como plan de choque para combatir los estragos de la pandemia. Las ayudas terminaron en septiembre de 2021, al no prorrogar el Congreso las prestaciones.

Otro factor a?adido que engorda las cifras de pobreza infantil es la carest¨ªa de los servicios de atenci¨®n a la infancia, de manera que los padres -habitualmente las madres- se ven obligados a dejar su trabajo para cuidar de los hijos, al no poder asumir el gasto de una guarder¨ªa. En el caso concreto de Nueva York, sometido a varios recortes presupuestarios este a?o, la disminuci¨®n de las ayudas municipales al programa preescolar gratuito, el conocido como K, est¨¢ dificultando que los padres lleguen a fin de mes, adem¨¢s de comprometer la educaci¨®n de los menores.