Consentimiento, credibilidad y revictimizaci¨®n: radiograf¨ªa comentada de la sentencia contra Dani Alves en 11 extractos clave
Cinco juristas comentan el fallo que condena al exjugador por violaci¨®n a cuatro a?os y medio de c¨¢rcel, un texto que refleja los avances pol¨ªticos, sociales y legislativos de los ¨²ltimos a?os
Cuatro a?os y medio por violaci¨®n para Dani Alves. Ese es el fallo, recurrible, de la Secci¨®n 21? Audiencia de Barcelona despu¨¦s de dos semanas de deliberaci¨®n y tres sesiones de juicio, entre el 5 y el 7 de febrero, en los que la Fiscal¨ªa pidi¨® nueve a?os de prisi¨®n, 12 la acusaci¨®n particular, y la defensa solicit¨® la absoluci¨®n bajo el argumento al que el exjugador del Barcelona se aferr¨® tras tres versiones distintas ¡ªque el sexo fue consentido¡ª y con una estrategia basada en desacreditar y difamar a la v¨ªctima. La sentencia del tribunal es sin embargo contundente: no hubo consentimiento; y n¨ªtida respecto a esa cuesti¨®n: no hay ninguna causa de incredibilidad.
Las ¡°luces¡± de la sentencia son claras para varias juristas a quienes ha contactado este diario. Tambi¨¦n hay alguna ¡°sombra¡±. Aqu¨ª, el an¨¢lisis de algunos extractos del fallo que creen ¡°clave¡± a futuro, a nivel jurisprudencial, pero tambi¨¦n social.
El consentimiento
¡°El consentimiento en las relaciones sexuales debe prestarse siempre antes e incluso durante la pr¨¢ctica del sexo, de tal manera que una persona puede acceder a mantener relaciones hasta cierto punto y no mostrar el consentimiento a seguir [...]. Es m¨¢s, el consentimiento debe ser prestado para cada una de las variedades de relaciones sexuales dentro de un encuentro sexual, alguien puede estar dispuesto a realizar tocamientos sin que ello suponga que accede a la penetraci¨®n, o sexo oral pero no vaginal, o sexo vaginal pero no anal, o sexo ¨²nicamente con preservativo y no sin este. Ni siquiera el hecho de que se hubieran realizado tocamientos, implicar¨ªa haber prestado el consentimiento para todo lo dem¨¢s¡±.
Una explicaci¨®n clara
Sobre el consentimiento hay foco pol¨ªtico, social y legislativo desde que se produjo la agresi¨®n de La Manada en Pamplona en 2016 y fue el eje del debate en la tramitaci¨®n de la ley de Libertad Sexual. Del modelo del ¡°no es no¡± se pas¨® al modelo del ¡°solo s¨ª es s¨ª¡±, colocando el consentimiento afirmativo ¨Cy no el negativo, es decir, la resistencia¨C en el centro. Octavio Salazar, catedr¨¢tico de Derecho Constitucional y miembro del Comit¨¦ Asesor del Instituto Europeo de Igualdad de G¨¦nero, recuerda que ¡°cualquier deseo o acci¨®n que se quiera desarrollar con otra persona tiene un l¨ªmite¡±, el que marque esa otra persona, en cualquier momento, y eso, a?ade, ¡°est¨¢ hondamente explicado en la sentencia, y hay que valorarlo a nivel social y jur¨ªdico¡±.
Los mitos de la cultura de la violaci¨®n
¡°En el ¨¢mbito de que haya podido ocurrir con posterioridad una agresi¨®n sexual, debe se?alarse que ni que la denunciante haya bailado de manera insinuante, ni que haya acercado sus nalgas al acusado, o que incluso haya podido abrazarse al acusado, puede hacernos suponer que prestaba su consentimiento a todo lo que posteriormente pudiera ocurrir. Estas actitudes o incluso la existencia de insinuaciones no suponen dar carta blanca a cualquier abuso o agresi¨®n que se produzca con posterioridad¡±.
Perreo no es sexo
A las 3.40 de la madrugada en que se produjo la agresi¨®n la sentencia recoge que hab¨ªa "perreo". Y a pesar del perreo, de lo cerca que estuvieran o de lo que sucediera el instante antes de entrar al ba?o, el Tribunal es claro: no significa nada m¨¢s que lo que significa en ese momento. Octavio Salazar apunta a que esto es un ejemplo claro de c¨®mo ¡°reconocer la autonom¨ªa y la libertad sexual de las mujeres¡± y est¨¢ relacionado, a su vez, con uno de los mitos de la cultura de la violaci¨®n, que pone sobre las v¨ªctimas la responsabilidad de su propia agresi¨®n por qu¨¦ hac¨ªan, d¨®nde estaban, c¨®mo o a qu¨¦ hora. Cuestiones que el fallo desmonta en esta y en varias ocasiones m¨¢s.
La credibilidad de la v¨ªctima
¡°No se ha se?alado ninguna causa de incredibilidad subjetiva, alguna rencilla, envidia, celos u otro motivo que le llevara a denunciar unos hechos que no habr¨ªan ocurrido seg¨²n el acusado. Al contrario, de todo lo que ha relatado la v¨ªctima, de los partes de baja aportados, de los informes psicol¨®gicos y psiqui¨¢tricos, concluimos que la denuncia, a priori, le traer¨ªa m¨¢s problemas a la denunciante que ventajas. [...] Tampoco cabe hablar de inter¨¦s econ¨®mico¡±.
Un delito sin testigos
Una de las respuestas m¨¢s comunes a por qu¨¦ no denuncia una mujer que ha sufrido violencia machista en cualquiera de sus formas, es el miedo a no ser cre¨ªda. Y eso, en violencia sexual, se acrecienta por cuanto es un delito que en su pr¨¢ctica totalidad se comete fuera de cualquier ojo y, muchas veces, el relato de las mujeres es la ¨²nica prueba. Por eso, dice Luc¨ªa Avil¨¦s, magistrada candidata a vocal del CGPJ y experta en violencia de g¨¦nero, es ¡°muy adecuado¡± c¨®mo la sentencia explica detalladamente el trabajo que ha hecho el tribunal para recoger y analizar el testimonio de la v¨ªctima y por qu¨¦ "el testimonio de ella tiene peso¡±. Incluso con algunos detalles no coincidentes entre el relato de ella y lo que se ve en las c¨¢maras de seguridad, el tribunal ¡°entiende que eso no afecta al n¨²cleo esencial de los hechos, la agresi¨®n, y no le resta credibilidad¡±. Seg¨²n Manuel Cancio, catedr¨¢tico de Derecho Penal en la Universidad Aut¨®noma de Madrid y vocal permanente de la Comisi¨®n General de Codificaci¨®n, el tribunal ¡°se ha tomado el trabajo de exponer con claridad qu¨¦ significa y c¨®mo funciona la violencia sexual y por qu¨¦ es suficiente a veces el relato de la v¨ªctima, incluso con las contradicciones que puedan existir¡±.
Ni heridas f¨ªsicas ni resistencia
¡°Ya se ha dicho anteriormente que para la existencia de agresi¨®n sexual no es preciso que se produzcan lesiones f¨ªsicas, ni que conste una heroica oposici¨®n de la v¨ªctima a mantener relaciones sexuales¡±.
Preceptos que abandonar
La fiscal del Supremo Isabel Rodr¨ªguez, durante la ¨²ltima intervenci¨®n en el Tribunal por el caso de La Manada, us¨® pr¨¢cticamente la misma formulaci¨®n: ¡°No se puede exigir a las v¨ªctimas actitudes peligrosamente heroicas¡±. A Mar¨ªa Acale le parece ¡°muy importante que expresamente se diga, una vez m¨¢s, que no es necesaria esa resistencia ni esa violencia para que exista una violaci¨®n¡± porque, recuerda, ¡°la ¨²nica parte que durante la vista oral sac¨® este tema fue la abogada de Dani Alves¡±. Le pregunt¨® a la v¨ªctima c¨®mo se resisti¨® ella ante la violencia. Esta inclusi¨®n expl¨ªcita infiere, para Acale, que el Tribunal quiere ¡°dar continuidad a la jurisprudencia que ya existe para que esos preceptos se abandonen de una vez por todas¡±.
El protocolo
¡°HHH, director de la discoteca, ha manifestado que [...] cost¨® mucho que les dijera lo que hab¨ªa pasado. Le acompa?aron a una zona m¨¢s tranquila. Ella estaba alterada diciendo que se quer¨ªa ir a casa. ?l quer¨ªa saber qu¨¦ hab¨ªa ocurrido para activar o no el protocolo. Luego les dijo que hab¨ªa sido v¨ªctima de una agresi¨®n sexual. Posteriormente ¨¦l llam¨® a la polic¨ªa. La v¨ªctima le dijo que no le iban a creer, que hab¨ªa entrado de forma voluntaria, que quer¨ªa salir luego, pero no le dej¨®. El testigo ha declarado que le explic¨® que el protocolo ten¨ªan que seguirlo, se lo intentaron explicar. Al final accedi¨® y se qued¨®¡±.
Los primeros momentos
Octavio Salazar apunta a las m¨²ltiples formas en que puede reaccionar una v¨ªctima ante una agresi¨®n, entre ellas, ¡°negar lo que ha ocurrido y aparentar normalidad¡± entre otras razones, por ese miedo a no ser cre¨ªda que, en este caso, la misma v¨ªctima apunt¨® y tambi¨¦n recoge la sentencia. De ah¨ª la importancia de con qui¨¦n se cruza y qu¨¦ sucede en los primeros momentos, ¡°para que tenga la mejor atenci¨®n posible y tambi¨¦n de cara a probar unos hechos en un proceso judicial¡±.
Las penas
¡°El art. 192 CP impone como inicialmente preceptiva la medida de libertad vigilada [¡] cinco a?os a ejecutar con posterioridad a la pena privativa de libertad. [¡] La prohibici¨®n de aproximarse a VVV a menos de 1000 metros de su lugar de trabajo, domicilio y de su persona durante un periodo superior en diez a?os a la pena de prisi¨®n que se imponga en sentencia, as¨ª como la prohibici¨®n de comunicaci¨®n con ella por cualquier medio por el mismo plazo. [¡] Se impone igualmente la pena de inhabilitaci¨®n especial para el ejercicio de empleo, cargo p¨²blico, profesi¨®n u oficio relacionados con menores de edad por tiempo de 5 a?os superior a la pena privativa de libertad impuesta¡±.
M¨¢s all¨¢ de la prisi¨®n
Habitualmente, en un fallo, la primera mirada se dirige instant¨¢neamente a los a?os de c¨¢rcel, en este caso, cuatro a?os y medio, muy cuestionado por juristas porque roza el m¨ªnimo posible. Victoria Rosell, la exdelegada del Gobierno contra la Violencia de G¨¦nero cuando entr¨® en vigor la ley del solo s¨ª es s¨ª, recuerda que hay penas ¡°m¨¢s all¨¢ del tiempo de prisi¨®n¡± que son tambi¨¦n ¡°importantes¡±. Entre las distintas que se le han impuesto a Dani Alves, Rosell destaca la de inhabilitaci¨®n para trabajar con menores ¨Cuna especificidad que introdujo la Ley de Libertad Sexual¨C, ¡°especialmente en este caso, ya que son perfiles que, tras dejar de estar en activo, suelen entrenar a chicos y chicas menores de edad¡±.
La revictimizaci¨®n en el proceso
¡°No, no parece que ninguna ventaja obtuviera la denunciante denunciando los hechos, sino todo problemas, sin contar los que se derivan de la victimizaci¨®n secundaria: explicar los hechos a los trabajadores de Sutton, posteriormente a los Mossos d¡¯Esquadra, a los m¨¦dicos que le asistieron primero de urgencias y luego a los forenses, al Juez de Instrucci¨®n y acudir a un juicio donde iba a ser interrogada por un m¨ªnimo de tres profesionales de la Justicia ante la observaci¨®n de un Tribunal de tres magistrados¡±.
Tener en cuenta el despu¨¦s
Cuando el tribunal est¨¢ exponiendo en el fallo la valoraci¨®n de la prueba, recoge de forma clara c¨®mo la v¨ªctima se enfrenta a una revictimizaci¨®n durante el proceso, que sucede cuando tiene que declarar una y otra vez. Que quede plasmado "supone otorgarle importancia", dice Victoria Rosell, ya que es ¡°precisamente evitar m¨¢s dolor a las v¨ªctimas el ejercicio que debe hacer el Estado desde todos sus ¨¢mbitos¡±. La Ley de Libertad Sexual estableci¨® que se tomaran ¡°las medidas necesarias para evitar o limitar, en la medida de lo posible, que el desarrollo de la investigaci¨®n o la celebraci¨®n del juicio se conviertan en una nueva fuente de perjuicios para la v¨ªctima del delito¡±. Y especificaba que era aplicable, entre otras, la posibilidad de grabar las declaraciones durante la fase de investigaci¨®n para ¡°ser reproducidas en el juicio en los casos y condiciones determinadas por la Ley de Enjuiciamiento Criminal¡±.
La revictimizaci¨®n medi¨¢tica y social
¡°Adem¨¢s, la v¨ªctima presentaba temor a denunciar los hechos por las posibles repercusiones medi¨¢ticas que pudiera tener y por el hecho de que su identidad pudiera ser revelada. Este temor podr¨ªa haberse visto confirmado por cuanto, seg¨²n ha sido expuesto por la letrada de la Acusaci¨®n Particular, recientemente han denunciado la filtraci¨®n de los datos personales de la denunciante¡±.
Foco de los medios y un da?o no reparado
No es una ni dos veces las que la sentencia hace alusi¨®n a c¨®mo ha afectado la exposici¨®n medi¨¢tica y social a la v¨ªctima. Lo hace, adem¨¢s de en el extracto a?adido a este art¨ªculo, cuando habla del ¡°alto nivel¡± de estr¨¦s postraum¨¢tico de la v¨ªctima, ¡°no siendo posible determinar qu¨¦ proporci¨®n de la sintomatolog¨ªa est¨¢ exclusivamente relacionada con el hecho traum¨¢tico sufrido y cu¨¢l estar¨ªa modulada por el estr¨¦s ambiental posterior¡±. Mar¨ªa Acale cree que mientras que ¡°es importante que el fallo recoja esto¡±, tambi¨¦n entra en contradicci¨®n: ¡°Esa revictimizaci¨®n que se reconoce no parece haberse valorado¡±. Se refiere a c¨®mo el tribunal us¨® los 150.000 euros que Alves consign¨® al principio del proceso como un atenuante que, varias expertas consultadas creen que fue ¡°exagerado¡± en cuanto al peso que se le ha dado para rebajarle la pena de prisi¨®n. Esto, dice Acale, porque ¡°qued¨® patente que Alves nunca quiso reparar el da?o¡±; dio entrevistas minando la credibilidad de la v¨ªctima, su entorno hizo p¨²blicos sus datos personales y toda su estrategia ha ido enfocada a desacreditarla. Es decir, que "se le premia [la sentencia usa esa palabra] por algo que nunca hizo.
Lesiones que se condenan por separado
¡°Por el delito leve de lesiones se impone la pena de 2 meses de multa, teniendo en cuenta la indemnizaci¨®n que ofrece el acusado adem¨¢s del alcance de las lesiones con una cuota diaria de 150 euros que es la cantidad que ha solicitado la acusaci¨®n particular, con la responsabilidad personal subsidiaria en caso de impago de un mes¡±.
Reconocer los da?os
Una de las cuestiones que la ley de Libertad Sexual incluy¨® fue que los da?os se penaran por separado, recuerda Victoria Rosell. Lo hizo incluyendo un nuevo art¨ªculo en el C¨®digo Penal, el 194.bis, que dice que las penas sobre delitos sexuales ¡°se impondr¨¢n sin perjuicio de la que pudiera corresponder por los actos de violencia f¨ªsica o ps¨ªquica que se realizasen¡±. En este caso, el tribunal, por ese delito leve de lesiones, impuso una condena aparte.
Lesiones que no se condenan por separado
¡°Consta que la v¨ªctima result¨® afectada psicol¨®gicamente por los hechos, encontr¨¢ndose de baja laboral desde entonces, y est¨¢ recibiendo apoyo psicol¨®gico y psiqui¨¢trico¡±.
Da?os que (a¨²n) no se reconocen
Tanto Victoria Rosell como Mar¨ªa Acale apuntan a la tendencia judicial a no entender como da?o separado en los delitos sexuales el psicol¨®gico, como s¨ª es m¨¢s habitual hacerlo con los f¨ªsicos. En el caso de la agresi¨®n sexual de la v¨ªctima de Alves, mientras que la lesi¨®n f¨ªsica fue leve, no as¨ª las consecuencias emocionales y ps¨ªquicas. Y, sin embargo, dice Rosell, ¡°siguen sin tenerse en cuenta¡±. Acale ahonda en la importancia de reconocer estos da?os que ¡°adem¨¢s para esta mujer han supuesto un tratamiento m¨¦dico, ha alterado su vida¡±, y recuerda que esas lesiones, las ps¨ªquicas, no son leves, ¡°sino que estar¨ªamos hablando del art¨ªculo 147.1 del C¨®digo Penal, que tiene no solo multa, sino pena de prisi¨®n¡±. Ese art¨ªculo dice: "El que, por cualquier medio o procedimiento, causare a otro una lesi¨®n que menoscabe su integridad corporal o su salud f¨ªsica o mental, ser¨¢ castigado, como reo del delito de lesiones con la pena de prisi¨®n de tres meses a tres a?os o multa de seis a doce meses, siempre que la lesi¨®n requiera objetivamente para su sanidad, adem¨¢s de una primera asistencia facultativa, tratamiento m¨¦dico o quir¨²rgico¡±.
Qui¨¦n es el agresor
¡°Que condenamos a Daniel Alves Da Silva como autor responsable de un delito de violaci¨®n de los art¨ªculos 178 y 179 del C¨®digo Penal, concurriendo la atenuante de reparaci¨®n del da?o del art¨ªculo 21.5 CP a la pena de cuatro a?os y seis meses de prisi¨®n¡±.
La posici¨®n de autoridad
Apunta Octavio Salazar a la ¡°absoluta asimetr¨ªa¡± entre Dani Alves y la v¨ªctima, y a c¨®mo en la narraci¨®n de los hechos probados ¡°es muy evidente c¨®mo se vale de su posici¨®n de autoridad masculina, de famoso, y se desprende perfectamente la idea de control, dominio y poder ligadas a estas masculinidades y acciones en las que a veces derivan estas masculinidades¡±. ?Lo importante?, pregunta de forma ret¨®rica, ¡°que no ha importado que fuera Dani Alves, y eso es un cambio¡±. Uno del que tambi¨¦n habla Victoria Rosell: ¡°Es un paradigma del cambio. La cultura del consentimiento significa tambi¨¦n decirles a los hombres, por muy poderosos que estos sean, que si no tienen el consentimiento de las mujeres no pueden continuar y satisfacer sus deseos por encima de la voluntad de ellas¡±.
Con informaci¨®n de Pau Alemany.
El tel¨¦fono 016 atiende a las v¨ªctimas de la violencia machista ¡ªde la psicol¨®gica a la sexual, la econ¨®mica o la trata¡ª, a sus familias y a su entorno las 24 horas del d¨ªa, todos los d¨ªas del a?o, en 53 idiomas diferentes. El n¨²mero no queda registrado en la factura telef¨®nica, pero hay que borrar la llamada del dispositivo. Tambi¨¦n se puede contactar a trav¨¦s del correo electr¨®nico 016-online@igualdad.gob.es y por WhatsApp en el n¨²mero 600 000 016. Los menores pueden dirigirse al tel¨¦fono de la Fundaci¨®n ANAR 900 20 20 10. Si es una situaci¨®n de emergencia, se puede llamar al 112 o a los tel¨¦fonos de la Polic¨ªa Nacional (091) y de la Guardia Civil (062). Y en caso de no poder llamar, se puede recurrir a la aplicaci¨®n ALERTCOPS, desde la que se env¨ªa una se?al de alerta a la Polic¨ªa con geolocalizaci¨®n.
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