Los obispos dejaron fuera de su informe sobre pederastia m¨¢s de 300 casos ya reconocidos por ¨®rdenes y di¨®cesis: ¡°Han manipulado las cifras¡±
El documento ignora en total m¨¢s de 600 acusaciones conocidas y no incluye las denuncias recogidas por 39 congregaciones. Di¨®cesis y ¨®rdenes han protestado por el blanqueo del estudio: ¡°Muchos obispados est¨¢n hartos de los fontaneros de la Conferencia Episcopal¡±
EL PA?S puso en marcha en 2018 una investigaci¨®n de la pederastia en la Iglesia espa?ola y tiene una base de datos actualizada con todos los casos conocidos. Si conoce alg¨²n caso que no haya visto la luz, nos puede escribir a: abusos@elpais.es. Si es un caso en Am¨¦rica Latina, la direcci¨®n es: abusosamerica@elpais.es.
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El informe sobre la pederastia en la Iglesia que la Conferencia Episcopal (CEE) present¨® en diciembre como ¡°el m¨¢s completo de los existentes¡± y llamado Para dar luz, en realidad est¨¢ lleno de sombras, oculta informaci¨®n relevante, contiene numerosas incongruencias y hace m¨¢s dif¨ªcil saber la verdad sobre esta lacra. Un an¨¢lisis detallado revela, de entrada, que contabiliza solo una lista de 806 casos de pederastia conocidos, una cifra que desinfla y contradice los ya admitidos por la propia Iglesia: excluye al menos 325 que ya han sido comunicados por ¨®rdenes y di¨®cesis al Defensor del Pueblo, seg¨²n se desprende del cruce de datos con el listado del informe de la entidad p¨²blica, presentado apenas mes y medio antes. Estos casos han desaparecido del informe de los obispos.
Consultada al respecto, la CEE responde que desconoce el motivo, ¡°pero puede deberse a que se han pedido cosas distintas, en momentos distintos¡±. ¡°Nosotros le dimos los datos al Defensor del Pueblo, pero ¨¦l no nos los ha dado a nosotros¡±, explica su responsable de prensa, Jos¨¦ Gabriel Vera, aunque el informe del Defensor es p¨²blico desde octubre y la CEE ha asegurado que ha cruzado sus datos con ¨¦l. Sobre los distintos informes publicados, a?ade: ¡°Cada uno tiene su metodolog¨ªa y su criterio de actuaci¨®n y podemos decir que son paralelos. Hemos detectado numerosos casos que aparecen en varios de ellos. Nosotros hemos ofrecido nuestra colaboraci¨®n poniendo a disposici¨®n la informaci¨®n que disponemos, pero, aunque tenemos la voluntad de que nuestro informe no deje fuera ning¨²n caso, no hemos recibido la informaci¨®n suficiente para poder hacerlo as¨ª¡±. No obstante, las ¨®rdenes y di¨®cesis consultadas aseguran que han mandado la misma informaci¨®n al Defensor que a los obispos.
En todo caso, el n¨²mero de denuncias ignoradas por la Iglesia es a¨²n mayor, al menos 654, si se compara la cifra oficial de la CEE con los cl¨¦rigos acusados que realmente se conocen: hasta el momento, 1.460, con al menos 2.608 v¨ªctimas, seg¨²n la base de datos p¨²blica de EL PA?S, la ¨²nica que detalla todos los casos conocidos ¨Dcon iniciales del acusado, lugar y fecha de los hechos y fuente de la informaci¨®n¨D y recopila las que han salido a la luz por cualquier v¨ªa, como prensa, sentencias judiciales o admisi¨®n por parte de la propia Iglesia. Al desde?ar estos casos, la Iglesia espa?ola desobedece al Papa, que obliga a investigar cada posible abuso ante la m¨¢s m¨ªnima informaci¨®n, incluida la de los medios. Sobre esto, la CEE replica que ¡°no tiene acceso a la base de datos¡±, aunque es p¨²blica desde hace casi tres a?os en la edici¨®n digital del diario.
Adem¨¢s, la Iglesia olvida, en casi mil p¨¢ginas de informe, detallar el n¨²mero de v¨ªctimas. Solo cita una cifra de su ¨²ltimo c¨¢lculo de junio de 2023, que hablaba de 927. En cambio, ¨®rdenes y di¨®cesis s¨ª comunicaron al Defensor al menos 1.385 v¨ªctimas. Desglosados los datos, hay al menos 39 ¨®rdenes que se han ca¨ªdo del informe Para dar luz: reconocieron casos al Defensor ¨Dun total de 236 denuncias¨D y ni siquiera figuran en la lista de los obispos. Y no habr¨ªa un error previo de n¨²meros del Defensor, pues ninguna orden tuvo nada que decir a ese informe y CONFER, la organizaci¨®n que re¨²ne a las congregaciones espa?olas, incluso agradeci¨® a la entidad el trabajo realizado en una nota p¨²blica. Pero a¨²n hay m¨¢s ¨®rdenes que han desaparecido de la contabilidad del estudio, porque el propio documento detalla una lista de CONFER de congregaciones que han comunicado casos, y hay tres no registradas hasta ahora que en las tablas aparecen despu¨¦s sin ning¨²n caso conocido o con la frase ¡°no hay datos disponibles¡±.
El ejemplo m¨¢s evidente de las lagunas del estudio de la CEE es que no figuran los maristas, la segunda congregaci¨®n con mayor n¨²mero de denuncias despu¨¦s de los jesuitas. Sin embargo, esta orden ya reconoci¨® 130 al Defensor y tiene 137 en el recuento de este diario. Fuentes de esta orden afirman que enviaron a la CEE ¡°todo lo que les pidieron¡± y que desconocen por qu¨¦ no figuran en el estudio.
Adem¨¢s de las ¨®rdenes que no aparecen en el informe, 15 congregaciones y 10 di¨®cesis enviaron m¨¢s casos al Defensor ¨Dun total de 89¨D de los que aparecen luego registrados por los obispos. Entre las ¨®rdenes, por ejemplo, solo figura una de las tres provincias de los escolapios con 8 casos, cuando la orden admiti¨® 32 al Defensor, y consta con 45 en la lista de este diario ¨Des la quinta con m¨¢s acusaciones¨D. En cuanto a las di¨®cesis, la de Barcelona declar¨® 39 casos al Defensor, que bajan a 24 en el estudio de los obispos. La de Alcal¨¢ de Henares inform¨® de 10 a la entidad p¨²blica, pero la CEE contabiliza solo tres. Cuenca admiti¨® 10, pero luego figuran solo cinco. Cartagena, ocho, que despu¨¦s quedan en cinco. No obstante, tambi¨¦n hay varios casos contrarios, de obispados que han revelado m¨¢s casos a Para dar luz que al Defensor del Pueblo. De hecho, queda de manifiesto que varias di¨®cesis le ocultaron informaci¨®n y no colaboraron con su investigaci¨®n: los 70 obispados, salvo el castrense, figuran con casos en el informe episcopal, pero hubo siete que no comunicaron ninguno al equipo de ?ngel Gabilondo.
Es m¨¢s sorprendente a¨²n que no figuren en el informe de la Iglesia ¨®rdenes con casos que han tenido un importante eco medi¨¢tico pero parecen no existir para la Iglesia. Por ejemplo, los abusos en la Abad¨ªa de Montserrat, que el propio monasterio reconoci¨®; o el caso del colegio San Jos¨¦ de los menesianos de Bermeo entre los a?os setenta y ochenta, descubierto por ETB en 2022, aunque el acusado incluso admiti¨® las acusaciones en un v¨ªdeo. Lo mismo ocurre con la orden de San Viator, que tiene uno de los casos m¨¢s graves conocidos, el de Jos¨¦ ?ngel Arregui Era?a, detenido en Chile en 2010 y que hab¨ªa abusado de al menos 17 menores en colegios espa?oles. Esta congregaci¨®n admiti¨® 12 casos al Defensor, pero no consta en el informe de los obispos. En resumen, no solo es que no se hayan contabilizado casos del pasado, o los ocultos en los archivos, sino que se ignoran muchos que ya han aparecido en medios.
El caos del documento, revelan fuentes eclesi¨¢sticas, se debe en parte a la improvisaci¨®n y las prisas para tener listo a tiempo un informe alternativo que eclipsara la auditor¨ªa encargada por la propia CEE al despacho de abogados Cremades & Calvo-Sotelo, que se?ala muchos m¨¢s casos, un total de 1.382, con 2.056 v¨ªctimas, y es cr¨ªtico con la Iglesia. Es m¨¢s, los obispos tuvieron un topo en la auditor¨ªa, que redact¨® un informe ben¨¦volo y que recortaba el n¨²mero de casos hasta que fue despedido por el bufete, para ser fichado luego por la propia CEE. Los obispos hicieron p¨²blicos ambos informes, el suyo y el de la auditor¨ªa, de forma ins¨®lita: sin rueda de prensa ni responder preguntas, en la v¨ªspera de la loter¨ªa de Navidad y con pocas horas de diferencia entre uno y otro. Divulgaron primero el de la CEE y relegaron el del bufete, aunque les ha costado m¨¢s de un mill¨®n de euros. Ambos estudios ten¨ªan un millar de p¨¢ginas y los medios tuvieron que leerlo en unas horas, sin previo aviso. En ning¨²n pa¨ªs cat¨®lico la Iglesia ha desde?ado y ni siquiera presentado un estudio sobre los abusos encargado por los propios obispos.
Sin embargo, otras omisiones del documento no parecen resultado de errores, sino deliberadas, apuntan dos fuentes episcopales, y eso ha tenido consecuencias. Al menos una decena de di¨®cesis y varias ¨®rdenes, se?alan estas fuentes, han expresado su malestar a la CEE en las ¨²ltimas semanas porque las cifras que han comunicado no se corresponden con las publicadas, han sido recortadas, y lamentan que puede dar la impresi¨®n de que han ocultado informaci¨®n, cuando la responsabilidad es de quien ha recopilado los datos. Obispados y congregaciones han comenzado a protestar en la CEE cuando han descubierto estos retoques de cifras, y algunas los han hecho a ra¨ªz de las consultas de este diario para conocer el detalle de sus casos. ¡°Muchas di¨®cesis est¨¢n hartas de los fontaneros de la Conferencia Episcopal¡±, se?ala un alto cargo de una di¨®cesis. ¡°Han manipulado las cifras, no han sido errores con los n¨²meros, el objetivo final es que salgan menos casos para ensombrecer la auditor¨ªa de Cremades¡±. Cree que se han utilizado como referencia los datos blanqueados del topo de los obispos en el bufete de abogados. ¡°Lo ¨²nico que hace esto es boicotear a las oficinas de las di¨®cesis que est¨¢n trabajando bien y se han comprometido en la lucha contra los abusos¡±, lamenta otra fuente episcopal.
Lo cierto es que, tras las quejas, la CEE ha ido corrigiendo el documento silenciosamente, con nuevas actualizaciones del PDF disponible en la web que iban borrando las anteriores. Este diario ha descargado al menos cuatro nuevas versiones que iban rectificando los datos. Es m¨¢s, en la ¨²ltima ocasi¨®n, a finales de este mes, se hizo retroceder la fecha de correcci¨®n del documento al 1 de febrero de 2024. El autor de estos constantes retoques, seg¨²n aparece en los metadatos del documento digital, es el director de prensa de los obispos, Jos¨¦ Gabriel Vera.
Sobre las correcciones del informe, este responsable responde: ¡°Para dar luz es un informe vivo que sigue recibiendo datos y que los incorpora seg¨²n los va recibiendo. Desde la ¨²ltima edici¨®n de diciembre hay algunas congregaciones y di¨®cesis y otras instituciones religiosas que se han puesto en contacto para actualizar sus datos y sus aportaciones se han incorporado y as¨ª se seguir¨¢ haciendo en el futuro¡±. Vera dio la ¨²nica declaraci¨®n a los medios tras el informe Para dar luz, para justificar que no aporten detalles de los casos, porque a la CEE le importan m¨¢s las personas que las listas. Explic¨® a TV3, de forma chocante: ¡°Ya basta de reducir las v¨ªctimas a cifras. Basta, porque si no les hacemos da?o. Nos enredamos en la cosa divertida de ver quien la tiene m¨¢s larga... la cifra, claro¡±.
En el momento de publicar este art¨ªculo, el n¨²mero de casos admitidos ya se hab¨ªa corregido y elevado de 806 a 822. La CEE detalla que los casos ¡°registrados¡± son todos aquellos que han sido ¡°denunciados, comunicados, puestos en conocimiento o conocidos por la Iglesia, a trav¨¦s de las diversas v¨ªas y cauces posibles, al margen de que los hayan sido constatados o probados o no¡±. Es decir, deber¨ªa ser igual o superior a los 1.460 acusados contabilizados en este momento por este peri¨®dico en su base de datos, que es p¨²blica y se actualiza peri¨®dicamente desde abril de 2021. Por el contrario, tanto la auditor¨ªa de Cremades & Calvo-Sotelo como el informe del Defensor del Pueblo subrayan que una de las principales fuentes de informaci¨®n de casos es la investigaci¨®n de EL PA?S, iniciada en 2018, e indican que muchas ¨®rdenes y di¨®cesis as¨ª lo admiten.
El desfase entre los casos que ¨®rdenes y di¨®cesis dicen conocer y los que se conocen realmente es sorprendente en muchas entidades. La orden con m¨¢s casos revelados, los jesuitas, ha comunicado 119 a la CEE, pero se conocen al menos 162, seg¨²n la contabilidad de este diario. Los salesianos, tercera congregaci¨®n en n¨²mero de casos, admiten 75, pero en realidad han trascendido ya 116. Esto solo en cuanto al n¨²mero de casos simplemente registrado, antes de valorar si son cre¨ªbles o no.
Tambi¨¦n es notable, en algunas ocasiones, la diferencia entre los casos conocidos y los finalmente admitidos como probados o veros¨ªmiles. Sobre todo en las ¨®rdenes m¨¢s reacias a investigar y a atender a las v¨ªctimas. La Salle, por ejemplo, solo dice conocer 29 casos, cuando solo este diario ya le ha comunicado 43 en sus sucesivos informes y se conocen p¨²blicamente un total de 70. Pero es m¨¢s, en total, La Salle tan solo admite dos como probados. La di¨®cesis de Bilbao ha registrado 34 casos, pero de momento solo considera probado uno, y otro, veros¨ªmil.
La Iglesia espa?ola solo cree a una de cada 10 v¨ªctimas
Por otro lado, entre los casos ignorados por el informe de la Iglesia se deduce que hay m¨¢s de medio millar de los recogidos por este diario en cuatro sucesivos dosieres y remitidos a la Iglesia y al Vaticano entre 2021 y 2023, porque el informe de la CEE indica que solo est¨¢ considerando 191, aunque tampoco explica por qu¨¦. Es plausible que solo contabilice aquellos en los que la v¨ªctima, por mediaci¨®n de este diario, accedi¨® a prestar declaraci¨®n ante la Iglesia. El resto ha desconfiado de la instituci¨®n, tambi¨¦n por los numerosos testimonios de ninguneo y revictimizaci¨®n de quienes acudieron a la Iglesia a denunciar, y ha preferido ponerse en contacto con el Defensor. O a¨²n espera que el Gobierno ponga en marcha una oficina de atenci¨®n p¨²blica e independiente para las v¨ªctimas.
El siguiente paso del informe con los casos registrados es clasificarlos entre probados, veros¨ªmiles o no probados, adem¨¢s de otros excluidos o en investigaci¨®n. La CEE afirma que este orden ¡°brota del estudio minucioso de cada uno de los casos¡±, y concluye que solo admite como probados o veros¨ªmiles un total de 275. Pero en la ¨²ltima correcci¨®n del informe incluso reduce esa cifra a 237. Otros 75 est¨¢n a¨²n bajo investigaci¨®n. Es decir, impera un escepticismo general hacia los testimonios de las v¨ªctimas y la negaci¨®n de sus acusaciones: la Iglesia solo reconoce un 16% de los casos conocidos en Espa?a, tomando como referencia la base de datos de EL PA?S y solo considerando el n¨²mero de acusados. En resumen, la Iglesia espa?ola solo cree a una de cada 10 v¨ªctimas.
Este dato da una pista clara de la actitud de la Iglesia a la hora de afrontar pr¨®ximas indemnizaciones, como ha prometido. Es m¨¢s, las v¨ªctimas no son informadas de todo esto: a ninguna de las cientos que est¨¢n en contacto con este diario y han acudido a di¨®cesis y ¨®rdenes se le ha dicho que su caso no se considera probado, del mismo modo que no se les informa del derecho a una compensaci¨®n. Lo habitual es no informarles de nada y dejarles en un limbo.
Para los obispos hay 280 casos ¡°no probados¡±, que incluso suben a 314 en la ¨²ltima rectificaci¨®n. Es decir, que no han sido tomados en consideraci¨®n ¡°por tratarse de casos de cuya certeza o, al menos verosimilitud, no existen indicios racionales¡±. Del mismo modo, Para dar a luz registra tres ¡°denuncias falsas o manifiestamente infundadas¡± en las di¨®cesis de Getafe, Guadix y Oviedo, que en la ¨²ltima rectificaci¨®n se reducen a dos, aunque siguen apareciendo las tres en el apartado de cada uno de esos obispados. Para aumentar la confusi¨®n, en el informe de diciembre no sal¨ªan las cuentas de la suma de todos los casos probados, no probados y dem¨¢s categor¨ªas: eran 670, frente a un total de 806 declarados. No se detalla qu¨¦ hab¨ªa pasado con 136 casos volatilizados en esa suma. Con todo, en la ¨²ltima correcci¨®n aparece de pronto una nueva categor¨ªa de casos ¡°no imputables a esa instituci¨®n¡±, principalmente los recogidos por di¨®cesis correspondientes a ¨®rdenes, que admite 121 nuevos casos, si bien luego no se explica qu¨¦ se ha hecho con ellos, ni si se consideran veros¨ªmiles o no.
El problema esencial radica en la total falta de transparencia de la Iglesia sobre lo que sabe de los abusos y los casos conocidos. Los obispos aumentan la confusi¨®n al negarse a publicar, como ya han hecho otras conferencias episcopales europeas o de EE UU, una lista ¨²nica de agresores, lugar y fecha de los hechos, que permita conocer exactamente los detalles de cada caso. La Iglesia solo da n¨²meros, y ¨²nicamente desde hace dos a?os, obligada por la presi¨®n de los medios, pues hasta 2021 sosten¨ªa que los casos en Espa?a eran ¡°cero o muy pocos¡±.
Este diario lleva m¨¢s de tres a?os preguntando a 70 di¨®cesis y al menos 100 ¨®rdenes por los detalles de cada caso y el resultado de las investigaciones, sin respuesta. Contribuye al caos que cada di¨®cesis y orden va por libre, con sus propios criterios, y no hay reglas ¨²nicas y obligatorias para todos, con un decreto general, porque la Iglesia espa?ola lo ha evitado. Con todo, pese a la opacidad, este diario ha cruzado durante semanas los nuevos datos de la CEE, del Defensor y los propios y ha identificado al menos 76 nuevos casos que ya han sido incorporados a la base de datos, si bien solo con los escasos detalles que se han comunicado. Simplemente se sabe que una di¨®cesis o una orden admite un nuevo caso, pero oculta cu¨¢l es, d¨®nde ocurri¨®, en qu¨¦ a?o, qu¨¦ ha hecho con ¨¦l.