Una campa?a viral que simula el dolor de la regla con est¨ªmulos el¨¦ctricos agita el debate de la baja menstrual en Francia

¡°?Aceptas que te inflija dolor de manera temporal?¡±. As¨ª empieza el experimento llevado a cabo por dos diputados ecologistas franceses para sensibilizar sobre lo doloroso que puede llegar a ser la menstruaci¨®n. La prueba, realizada con un electroestimulador y grabada por v¨ªdeo, se hizo viral por la reacci¨®n de los legisladores que aceptaron la propuesta. ¡°?Aaah, para, para!¡±, rog¨® uno de ellos, doblado en dos. ¡°Muy desagradable¡±, coment¨® otro, con la cara crispada. El objetivo era recabar apoyos para un proyecto de ley presentado por los ecologistas que busca instaurar una baja menstrual en el pa¨ªs, similar a la que existe en Espa?a.

La idea era que los diputados sufrieran el dolor en carne propia. Que se pusieran en la piel de las mujeres que experimentan molestias intensas y, a veces, incapacitantes, cuando menstr¨²an. ¡°Cuando alguien me dice que le duele, generalmente le creo. Pero quer¨ªa hacer la experiencia para ver, para entender c¨®mo era¡±, explica por tel¨¦fono Erwan Balanant, uno de los 10 legisladores que acept¨® someterse a la prueba. ¡°Efectivamente, duele, sorprende y provoca evidentes p¨¦rdidas de concentraci¨®n¡±, agrega el pol¨ªtico del partido centrista MoDem, aliado del presidente Emmanuel Macron.

¡°Es un dolor insoportable¡±, reconoce por correo electr¨®nico Louis Boyard, del partido izquierdista La Francia Insumisa, primer bloque opositor en la Asamblea y hermanado con Podemos en Espa?a. ¡°Este simulador es ciertamente ¨²til para sensibilizar a algunos diputados, pero lo que hace falta sobre todo es creer a las mujeres cuando nos hablan de su dolor. Es problem¨¢tico que los hombres se vean obligados a ¡®comprobarlo¡¯ a trav¨¦s de un simulador¡±, reflexiona.

El v¨ªdeo tuvo ¨¦xito. Las im¨¢genes de los diputados gritando, con risa nerviosa o contorsion¨¢ndose por el dolor se compartieron m¨¢s de 4.000 veces en la red social X y acumularon m¨¢s de dos millones de visualizaciones. Durante la experiencia, se les pidi¨® leer la exposici¨®n de motivos del proyecto de ley, que prev¨¦ una baja menstrual de hasta 13 d¨ªas al a?o. Pero los legisladores interrumpen la lectura con cada descarga recibida, similar a los fuertes dolores de regla. La grabaci¨®n es acompa?ada de una sonata de Mozart, que le a?ade cierto tono c¨®mico.

¡°Es una peque?a muestra de lo que podemos sentir cada mes o no necesariamente cada mes, pero al menos regularmente en nuestras vidas¡±, explica en conversaci¨®n telef¨®nica Marie-Charlotte Garin, impulsora del proyecto, junto a S¨¦bastien Peytavie, ambos del partido ecologista. El v¨ªdeo busca ¡°impactar, llamar la atenci¨®n y llegar a mucha gente¡±, prosigue. ¡°Tambi¨¦n poder hablar del tema, que sigue siendo muy tab¨² hoy en d¨ªa¡±, se?ala.

La idea de la experiencia vino de sus equipos y se propuso a diputados de distintos colores pol¨ªticos. Para llevarla a cabo, emplearon un electroestimulador que se usa en el mundo deportivo. El objeto se conecta al cuerpo a trav¨¦s de electrodos y dispone de varios niveles de intensidad.

Creer a las mujeres

Al igual que Balanant, del MoDem, Boyard subraya que las menstruaciones incapacitantes pueden ir acompa?adas de v¨®mitos, mareos, problemas digestivos, malestar general y migra?as. ¡°Solo es una visi¨®n parcial de estos dolores¡±, abunda el diputado centrista, que opina que ¡°cuando hay equipos m¨¦dicos e investigadores que afirman que las reglas pueden ser dolorosas e incapacitantes, uno no tiene que usar un simulador para creerlo¡±.

La propuesta de los ecologistas, de momento, no ha conseguido el apoyo suficiente. El texto fue rechazado a finales de marzo en una comisi¨®n parlamentaria. La Asamblea Nacional deb¨ªa haberlo examinado nuevamente la semana pasada, pero finalmente no lleg¨® a debatirlo. El tema, sin embargo, empieza a hacerse un hueco en el pa¨ªs. En febrero, el Senado, dominado por la derecha de Los Republicanos, rechaz¨® otro proyecto en ese sentido presentado por el partido socialista.

Y desde 2023, algunas ciudades han empezado a implementar este tipo de baja para sus funcionarias, como Grenoble, Estrasburgo o Lyon. La pionera fue Saint-Ouen, una banlieue del norte de Par¨ªs. En Espa?a, la baja menstrual, integrada en la reforma de la ley del aborto, entr¨® en vigor en julio.

La posibilidad de una baja a¨²n divide y no consigue consenso hasta en la coalici¨®n gubernamental. El ministro delegado (por debajo de la ministra) encargado de Salud, Fr¨¦d¨¦ric Valletoux, reconoci¨® la importancia de que se hable y avance en el tema, pero rechaz¨® las propuestas presentadas por razones que van desde el respeto al secreto m¨¦dico a temores de que se produzcan discriminaciones a la hora de contratar. Un argumento que rechaza el exministro de Transportes Cl¨¦ment Beaune, perteneciente al ala socialdem¨®crata del macronismo y que tambi¨¦n prob¨® el simulador de reglas. ¡°Si pensamos as¨ª, ?deber¨ªamos de suprimir el permiso de maternidad!¡±, opina en un correo electr¨®nico a este diario.

Y a?ade: ¡°Es la ley la que debe adaptarse al dolor que sufren millones de mujeres, y no al rev¨¦s. No es justo obligar a las mujeres a evolucionar en el mundo laboral pidi¨¦ndoles que pretendan tener la misma vida cotidiana que los hombres. Como hombres, a veces es dif¨ªcil imaginar lo que viven las mujeres en su d¨ªa a d¨ªa¡±.

Durante el v¨ªdeo, un breve texto asegura que ¡°una de cada dos mujeres sufre reglas dolorosas¡± en Francia. Tras el experimento, los diputados hablaron con Garin de lo que sintieron y le hicieron algunas preguntas. ?El dolor es siempre as¨ª? ?Hay momentos en que se detiene un poco? No todos los diputados votar¨¢n a favor del texto. ¡°Algunos ya eran favorables o pueden entender su utilidad, pero no est¨¢n necesariamente de acuerdo con la versi¨®n que propusimos¡±, explica la ecologista. ¡°Pero creo que todo el debate que suscit¨® nuestra propuesta de ley los empujar¨¢ a idear ellos mismos un dispositivo¡±, apuntala.