Una v¨ªctima de trata en Rumania: ¡°Me raptaron con 15 a?os y me encerraron cuatro meses para prostituirme¡±
Espa?a es uno de los principales pa¨ªses de destino de las menores prostituidas que salen del pa¨ªs. El 40% de las adolescentes proviene de instituciones de protecci¨®n de menores
El horror entrecorta la voz de Roxana, una joven de 19 a?os que prefiere mantener el anonimato por haber sufrido, cuando todav¨ªa era una adolescente, una forma de esclavitud moderna: la explotaci¨®n sexual. Ese horror empez¨® hace cuatro a?os, cuando acab¨® bajo custodia del sistema de protecci¨®n de menores en un centro de Iasi ¡ªla tercera ciudad m¨¢s poblada de Rumania¡ª, porque su madre era incapaz de hacerse cargo de ella. En ese momento, recalca, empez¨® su ¡°calvario¡±. Muchas chicas de familias desestructuradas terminan en un sistema p¨²blico que, se supone, debe protegerlas. Sin embargo, se convierten en presas f¨¢ciles para los traficantes de personas. Las agresiones comienzan en los mismos orfanatos en los que se encuentran: en ocasiones, son apaleadas y sedadas por aquellos que deben cuidarlas. ¡°Los educadores nos pegaban, nos insultaban y nos forzaban a tomar pastillas como si fu¨¦ramos animales¡±, relata Roxana, que se acuerda con lagunas, por los efectos de la medicaci¨®n, de la mayor¨ªa de las humillaciones a las que la somet¨ªan.
En los informes de la Comisi¨®n Europea y Europol desde hace m¨¢s de una d¨¦cada, Rumania se sit¨²a en el top de todas las variables en las estad¨ªsticas, es uno de los pa¨ªses que registra mayor n¨²mero de v¨ªctimas de trata, por ejemplo, y tambi¨¦n son las mujeres rumanas las que suponen el mayor n¨²mero de v¨ªctimas en proporci¨®n al tama?o de la poblaci¨®n, una por cada 16.781; seguida de Bulgaria (una de cada 25.316 habitantes), y Hungr¨ªa (una de cada 59.242 habitantes). Muchas no se quedan en el pa¨ªs, y Espa?a es uno de los grandes destinos: la ONG Reaching Out Romania, que ha ayudado a m¨¢s de 1.200 ni?as, el 70% de ellas procedentes de orfanatos, asegura que es el pa¨ªs al que m¨¢s menores van, seguido de Italia y Suiza, aunque ahora la tendencia se est¨¢ inclinando a los pa¨ªses n¨®rdicos.
Roxana cree que la ausencia de los padres y la falta de cuidado y empat¨ªa de quienes trabajan en esos centros est¨¢n relacionadas con que ¡°muchas menores acaben reclutadas y sean v¨ªctimas de trata en el extranjero¡±, en pa¨ªses como Espa?a. Seg¨²n el ¨²ltimo informe de Interior, publicado este lunes y con datos de 2023, solo el pasado a?o, la Polic¨ªa Nacional y la Guardia Civil liberaron a 664 v¨ªctimas de explotaci¨®n sexual y de redes de trata con este fin: 637 mujeres, 12 ni?as y 15 hombres. Y durante las inspecciones que hicieron en aquellos lugares donde se da la prostituci¨®n, identificaron a a 7.049 personas mientras la ejerc¨ªan. Son lo que las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad espa?oles denomina ¡°personas en riesgo¡± y fueron, en su inmensa mayor¨ªa, mujeres, la mayor parte colombianas (1.605), espa?olas (1.263) y rumanas (890), entre los 33 y los 37 a?os.
No se conoce, sin embargo, el n¨²mero exacto de mujeres que hay actualmente en estas redes, aunque desde instituciones como Interior ha habido c¨¢lculos que llegan a las 45.000 mujeres explotadas sexualmente solo en Espa?a. La ONU y la Uni¨®n Europea estiman que el 80% de las v¨ªctimas de trata detectadas en Europa son mujeres y ni?as, y de ellas, el 95% son v¨ªctimas de explotaci¨®n sexual a las que, cuenta Roxana, las suelen captar mediante el m¨¦todo lover boy: hacer que se enamoren de un chico con el objetivo de crear dependencia hacia ¨¦l.
¡°Se te acercaban hombres con coches de lujo como BMW o Mercedes, incluso alg¨²n Ferrari, y te preguntaban si quer¨ªas dar una vuelta, te promet¨ªan que te har¨ªan un book de modelo en otro pa¨ªs; pero en realidad nunca te tra¨ªan de vuelta al centro¡±, explica ella. El caso de esta joven ¡ªmadre de un ni?o de dos a?os y medio y de otra ni?a de cinco meses¡ª, fue distinto.
Al mes de entrar en el orfanato, unos individuos la introdujeron violentamente en un coche sin su consentimiento, en pleno d¨ªa, cuando se dirig¨ªa al instituto. ¡°Me raptaron con apenas 15 a?os y me encerraron en un lugar oculto que a¨²n desconozco, durante cuatro meses, para prostituirme¡±. Durante ese tiempo no volvi¨® a ver la luz del sol hasta que logr¨® escapar. ¡°Me tra¨ªan a todo tipo de hombres, incluso 30 personas de golpe, uno tras otro o varios al mismo tiempo, sin descanso; me violaban y me pegaban casi en continuo, y apenas me daban un taz¨®n de arroz y un vaso de agua cada tres d¨ªas¡±, detalla. Su ¨²nica manera de defenderse era morder a quien se acercaba.
Dos d¨ªas antes de huir, pens¨® que iba a morir. ¡°Un hombre me coment¨® que no vivir¨ªa mucho, as¨ª que dej¨® la puerta abierta y grit¨® ¡®vete, chica¡¯; sal¨ª corriendo lo m¨¢s r¨¢pido posible¡±, recuerda Roxana, que se encontr¨® hace tres semanas con varios de los traficantes que la raptaron en una gasolinera. ¡°Me escond¨ª hasta que se largaron un buen rato despu¨¦s¡±. Solo dos de ellos terminaron en prisi¨®n, liberados no mucho despu¨¦s por buena conducta. Roxana regres¨® al centro de menores, un lugar que pide que se cierre para que otras chicas no pasen por lo que pas¨® ella. Ahora, busca un trabajo estable para recuperar a sus dos hijos, que est¨¢n bajo la protecci¨®n de los servicios sociales.
La direcci¨®n de su centro rechaza las acusaciones de que exista cualquier tipo de reclutamiento por parte de los traficantes y argumenta que se trata solo de escenarios fabricados para desacreditar al sistema p¨²blico de protecci¨®n. Pero, ¡°desgraciadamente, esta situaci¨®n no es singular¡±, explica Visinel Balan, activista por los derechos de los ni?os abandonados y exsubsecretario de Estado sobre Tr¨¢fico de Personas. Indica que ¡°la pr¨¢ctica de la prostituci¨®n en el sistema est¨¢ en una cota alarmante¡±.
Infancia mutilada
¡°Los traficantes son conscientes del trauma de apego que padecen las ni?as; les mandan fotos y les generan la ilusi¨®n de que est¨¢n enamorados¡±, explica Mirela Bornagel, terapeuta de un centro de urgencia de menores de Bucarest desde 2016. La despidieron en julio del a?o pasado por denunciar numerosas negligencias. Hace un mes recuper¨® su puesto tras ganar el juicio por despido improcedente.
Bornagel denunci¨® tambi¨¦n la desaparici¨®n de dos ni?as de 12 y 14 a?os, despu¨¦s de que la mayor fuera reclutada mediante ese m¨¦todo, el lover boy. A las dos las agasajaron durante dos semanas. Luego, empezaron a aprovecharse f¨ªsicamente. ¡°Las vendieron a cinco hombres, que llegaron a pagar hasta 500 euros cada uno¡±, explica la terapeuta, que inici¨® la b¨²squeda de las chicas por su cuenta: ¡°Me pareci¨® grotesco que dos ni?as de tan corta edad desaparecieran y un mes despu¨¦s no fueran encontradas¡±.
A trav¨¦s de Facebook, las localiz¨® un mes y medio despu¨¦s y avis¨® a la polic¨ªa. Los agentes le contestaron que las chicas no quer¨ªan irse de la vivienda donde estaban siendo explotadas sexualmente. ¡°?C¨®mo se puede dejar a dos menores en manos de personas desconocidas?¡±, pregunta. Y eso la hizo sospechar que estas redes tienen un acuerdo t¨¢cito con algunos agentes. Al final, acudi¨® a Visinel Balan, el exsubsecretario de Estado sobre Tr¨¢fico de Personas. Y ¨¦l se encarg¨® de comunicar al Ministerio de Familia lo que ocurr¨ªa. Dos d¨ªas despu¨¦s fueron rescatadas de sus opresores. ¡°No hay personas competentes para luchar contra esta lacra, muy com¨²n porque apenas existe informaci¨®n sobre tr¨¢fico de personas¡±, se queja Bornagel.
La Agencia Nacional contra el Tr¨¢fico de Personas (ANITP) de Rumania identific¨® 451 v¨ªctimas en 2023 ¡ªcasi la mitad que hace diez a?os¡ª, de las que 60 proven¨ªan de centros de menores. Pero esta cifra no refleja la realidad, advierte Larisa Butnariu, una activista contra la trata cuya madre adoptiva la vendi¨® a un traficante con quien fue obligada a casarse y a¨²n no ha podido divorciarse.
¡°Es incomprensible que las autoridades rumanas contabilicen solo cientos de v¨ªctimas, mientras que el resto de pa¨ªses de la Uni¨®n Europea suma unas 3.000 j¨®venes procedentes solo de Rumania. Solo hay una explicaci¨®n: maquillan los datos para que nos dejen entrar en el espacio Schengen¡±, opina Butnariu. Incide en que el Estado no tiene una estrategia coherente para combatir este fen¨®meno.
El Ministerio de Familia reconoci¨® el pasado verano que este problema estructural contin¨²a creciendo en el pa¨ªs. Como ¨²ltima novedad, alert¨®, los traficantes est¨¢n usando TikTok para captar a sus v¨ªctimas. La ANITP, que ha lanzado una extensa campa?a de informaci¨®n en Internet, asegura que la existencia de la trata est¨¢ estrechamente relacionada con la creciente demanda de los consumidores y que Rumania tiene una de las legislaciones europeas m¨¢s duras contra los traficantes.
Por este motivo, muchos recurren al matrimonio con sus v¨ªctimas porque saben que llevarlos ante la justicia puede ser m¨¢s dif¨ªcil cuando se trata de c¨®nyuges. La Uni¨®n Europea, consciente de esta situaci¨®n, llevaba varios a?os intentando que el matrimonio forzado se tipificase como trata; el pasado enero, la Euroc¨¢mara y el Consejo de la UE (los Estados) alcanzaron un acuerdo provisional para incluir el matrimonio forzado, adem¨¢s de los vientres de alquiler y la adopci¨®n ilegal, como nuevos tipos penales en la directiva europea para prevenir y combatir la trata de personas.
Estigmatizadas
Hace dos d¨¦cadas, Iana Matei vivi¨® algo que la impact¨®: tres ni?as en una comisar¨ªa rumana fueron catalogadas como ¡°prostitutas que declaran contra sus traficantes¡±. Pens¨® que podr¨ªa salvarlas y fund¨® la Reaching Out Romania. ¡°Ahora las redes mafiosas reclutan a una edad m¨¢s temprana, desde los nueve o diez a?os¡±, explica la psic¨®loga. ¡°Son las m¨¢s vulnerables, nunca hab¨ªan o¨ªdo que alguien les diga que las quiere. Son abandonadas en centros, o los padres se marchan varias veces al a?o a trabajar al extranjero¡±, agrega.
Desde su organizaci¨®n, lamenta que las menores est¨¢n estigmatizadas: ¡°Muchos jueces acusan a las v¨ªctimas de no darse cuenta de con quien tratan cuando hablan con las personas que las reclutan, y no aprecian que las ni?as no saben discernir entre un comportamiento normal y otro que no lo es¡±. Cuando las j¨®venes se percatan de que se han equivocado, prefieren mantenerse calladas y no piden ayuda. ¡°Rumania tiene una sociedad patriarcal y todo el mundo tiene la tendencia de acusar a las chicas, de modo que les da verg¨¹enza contar su historia porque sienten que lo que les ha sucedido es su culpa¡±, abunda.
En su centro, el ¨²nico del pa¨ªs que ayuda a menores v¨ªctimas de trata, se encuentra una ni?a de 14 a?os que cay¨® en la red de un traficante mediante el asistente social de su orfanato. El empleado fotografiaba a las chicas al aire libre y luego sub¨ªa las im¨¢genes a las redes sociales, donde los traficantes las eleg¨ªan. El trabajador arreglaba el encuentro.
¡°Estaba organizado de tal manera que en el momento en el que la ni?a entr¨® en contacto con ese miembro de la red, se le present¨® otra chica que le dijo c¨®mo deb¨ªa posar ante la c¨¢mara para que las fotos se colgaran en p¨¢ginas webs para adultos¡±, relata Matei. Tambi¨¦n, cuenta, la hac¨ªan trabajar pasando droga: ¡°Los clientes le ped¨ªan drogas y la forzaban a tomarlas; la amenazaban dici¨¦ndole que si iba a la polic¨ªa a delatar lo que hab¨ªan hecho, ella tambi¨¦n habr¨ªa cometido un delito y que ir¨ªa a la c¨¢rcel¡±. Matei insiste en que se deben implementar m¨¢s instrumentos para protegerlas, ¡°para que se escuchen sus voces, y porque son testigos en procesos contra grupos criminales¡±.
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