S¨ª, hay otra ola de covid: c¨®mo afrontar una enfermedad cada vez m¨¢s leve

Otra vez la covid. Toses, mascarillas, flojera, estornudos. En las oficinas, en las conversaciones, en las consultas m¨¦dicas, tambi¨¦n en los hospitales (en menor medida). Las infecciones llevan subiendo algo m¨¢s de un mes, en un repunte veraniego que empieza a ser recurrente. Son oscilaciones inevitables de un virus que se ha incorporado a la lista de enfermedades habituales de la humanidad. La buena noticia es que parece cada vez m¨¢s leve, similar a un resfriado o una gripe, en la mayor¨ªa de las ocasiones. Con peros: las personas muy mayores y las vulnerables siguen en riesgo, y tanto ellas como quienes las rodean deber¨ªan aumentar las precauciones.

El ¨²ltimo informe de enfermedades respiratorias del Centro Nacional de Epidemiolog¨ªa, publicado este jueves, muestra una subida clara en los contagios en la semana previa y confirma una aceleraci¨®n en las ¨²ltimas dos. La incidencia estimada gracias a los centros de salud centinelas ¨Dque son una muestra representativa para calcular los contagios¨D ha pasado de 57,7 a 74,8 casos por 100.000 habitantes. Hace dos semanas estaba en 33,5. Tambi¨¦n sube el porcentaje de pruebas positivas en los centros de salud a quienes tienen s¨ªntomas compatibles, del 12,5% al 17,1%.

Rodrigo Abad, m¨¦dico de familia de la Sociedad Espa?ola de M¨¦dicos de Atenci¨®n Primaria (Semergen), ha comprobado este aumento en su propia consulta, igual que ha sucedido en las de los compa?eros con los que ha hablado. ¡°Muchas personas que acuden a Atenci¨®n Primaria piensan que tienen alergias debido al aumento de p¨®lenes, pero en realidad algunos de estos casos son covid¡±, advierte.

El m¨¦dico recomienda los test de farmacia, especialmente entre quienes conviven con personas vulnerables, para extremar las precauciones. Son estas ¨²ltimas las que tienen que estar especialmente atentas a los s¨ªntomas para acudir al m¨¦dico en caso de que se produzcan. Para ellos, los doctores pueden valorar la administraci¨®n de paxlovid, un medicamento que frena la progresi¨®n del coronavirus en las etapas iniciales.

Son la excepci¨®n. Para la mayor¨ªa de las personas contagiadas no hay tratamiento m¨¢s all¨¢ de amortiguar los s¨ªntomas, ¡°como en cualquier otro proceso viral¡±, resume Abad, que recuerda que el riesgo de desarrollar covid persistente sigue ah¨ª, aunque tambi¨¦n ¡°parece que el porcentaje es menor en comparaci¨®n con las primeras olas¡±.

Desde que la variante ¨®micron se impuso, a finales de 2021, y con una poblaci¨®n que mayoritariamente se ha infectado, vacunado o ambas cosas, el coronavirus ha dejado de ser la amenaza para la salud p¨²blica que fue. Nuevas descendientes de este linaje van mutando para propagarse y generar repuntes en los que influyen muchos elementos: el tiempo que pas¨® desde la anterior infecci¨®n, las interacciones sociales, las vacunaciones...

Rafael Toledo, catedr¨¢tico de inmunoparasitolog¨ªa de la Universidad de Valencia, aconseja a la poblaci¨®n que asuma que el ¡°virus siempre va a estar ah¨ª¡±. ¡°A partir de ah¨ª, pretender que las incidencias se mantengan estables a lo largo del a?o es imposible, hay peque?os factores que se hacen que se incrementen. Peque?as ca¨ªdas de inmunidad, ya sea por el tiempo pasado desde la ¨²ltima vacuna o infecci¨®n, combinada con h¨¢bitos sociales. Lo que estamos viendo es que cuando se incrementan estas interacciones, como en Navidad y primavera-verano, hay subidas. Es inevitable. Y, por l¨®gica, se van a imponer las variantes que son m¨¢s transmisibles que las anteriores, de lo contrario no lo har¨ªan, por lo que no tiene mucho sentido recalcar esto¡±, explica. Y anota que, al mirar la curva de incidencia, se ven valles cada vez m¨¢s bajos, y picos m¨¢s cortos y menos acentuados.

Los s¨ªntomas siguen siendo los mismos (tos, algo de fiebre, debilidad muscular, estornudos en algunas ocasiones, dolor de cabeza) y las medidas para prevenirlo no han cambiado: mejor aire libre que interiores masificados, buena ventilaci¨®n, mascarillas en caso de s¨ªntomas o para personas vulnerables cuando tengan interacciones sociales. Pero, como cualquier virus de estas caracter¨ªsticas, no hay garant¨ªas de sortearlo haciendo una vida normal.

La poblaci¨®n tiene un organismo cada vez m¨¢s preparado para luchar contra el pat¨®geno y el riesgo de una enfermedad grave queda reducido pr¨¢cticamente a quienes padecen otros problemas de salud. Para aquellos a los que cualquier desequilibrio puede desencadenar una hospitalizaci¨®n y, en el peor de los casos, la muerte.

Aumento de las hospitalizaciones

Los hospitales ya est¨¢n viendo a este tipo de pacientes. En estos centros, la positividad ha subido del 16,4% al 25,4% en la ¨²ltima semana, y la tasa de hospitalizaci¨®n por covid ha aumentado de 2,2 a 3,6 casos por 100.000 habitantes, algo todav¨ªa muy lejos de suponer un problema para la capacidad asistencial. ¡°Estamos viendo un aumento de ingresos de pacientes en riesgo, fr¨¢giles, de edad avanzada, inmunodeprimidos y con enfermedades cr¨®nicas como EPOC e insuficiencia card¨ªaca, que se agudizan¡±, explica Juan Torres Macho, jefe de Medicina Interna del Hospital Infanta Leonor y miembro de la Sociedad Espa?ola de Medicina Interna (SEMI).

Ya no se ven en los hospitales las neumon¨ªas por covid caracter¨ªsticas de los primeros a?os de la pandemia que acabaron con la vida de miles de personas y con las UCI colapsadas. Cuando se producen, relata Torres Macho, suelen ser por sobrecrecimiento bacteriano de microbios oportunistas que aprovechan el ¡°camino abierto¡± por el coronavirus. Los casos de covid en las unidades de cuidados intensivos son pr¨¢cticamente inexistentes, confirma Alejandro H. Rodr¨ªguez, de la Sociedad Espa?ola de Medicina Intensiva, Cr¨ªtica y Unidades Coronarias (Semicyuc). A los pacientes que cursan con insuficiencia respiratoria se les administra remdesivir, uno de los f¨¢rmacos aprobados contra el SARS-CoV-2 y que frena la progresi¨®n de la enfermedad.

Est¨¢ a punto de cumplirse un a?o desde que el Gobierno dio por finalizada la emergencia sanitaria por covid. Pas¨® oficialmente a convertirse una enfermedad m¨¢s, aunque probablemente ya llevaba tiempo si¨¦ndolo. Ahora se comporta como tal, y los especialistas siguen pendientes de ella para comprobar c¨®mo lo hace en el futuro. En opini¨®n de Toledo, ir¨¢ tendiendo hacia un virus estacional, similar a los que provocan los catarros, y m¨¢s concentrado en invierno a medida que vaya progresando la interacci¨®n con los humanos que hospedan al virus. Pero esto es una hip¨®tesis. Lo que ha habido hasta ahora, desde 2020, es un repunte alrededor del verano, como el que vive ahora Espa?a.