Las UCI est¨¢n al l¨ªmite de su capacidad estructural, pero lejos de los peores momentos
Las comunidades m¨¢s saturadas ya est¨¢n atendiendo a pacientes en las camas de recuperaci¨®n de los quir¨®fanos, donde se ha parado actividad no urgente
Las unidades de cuidados intensivos en Espa?a est¨¢n pr¨¢cticamente llenas. El panorama var¨ªa en funci¨®n de cada provincia, y en ellas, de cada hospital. Pero, en t¨¦rminos generales, la m¨¢xima capacidad estructural de las UCI ya se ha alcanzado. Antes de la pandemia hab¨ªa 4.447 puestos y el pasado viernes hab¨ªa ingresados en estas unidades m¨¢s de 5.300 pacientes, de los cuales 2.224 ten¨ªan covid, seg¨²n los datos del Ministerio de Sanidad.
En estos dos a?os el sistema se ha reforzado. Han aumentado algo las camas estructurales de algunos hospitales (aunque no hay publicada una cifra oficial de cu¨¢nto), las autoridades sanitarias hicieron acopio de cientos de ventiladores nuevos y la capacidad puede llegar a m¨¢s que duplicarse para atender a m¨¢s de 11.000 pacientes cr¨ªticos. En otras palabras: si la situaci¨®n lo requiere, todav¨ªa hay margen para atender a muchos m¨¢s enfermos.
Pero, como insisten los intensivistas, un puesto de UCI no se limita a una cama conectada a un respirador. Y ni las instalaciones ni las plantillas est¨¢n dimensionadas para estas cifras. ¡°Hay muchos hospitales que ya est¨¢n derivando pacientes no covid a ¨¢reas de reanimaci¨®n anest¨¦sica. El encargo que se ha hecho a las UCI es asumir al paciente covid por su complejidad y el cuidado que requiere¡±, asegura ?lvaro Castellanos, presidente de la Sociedad Espa?ola de Medicina Intensiva Cr¨ªtica y Unidades Coronarias (SEMICYUC).
?Qu¨¦ quiere decir esto? Que esos quir¨®fanos donde acaban otros pacientes, en los hospitales que ya est¨¢n us¨¢ndolos, no pueden utilizarse para operar, algo que est¨¢ sucediendo en las comunidades con mayor presi¨®n hospitalaria: las cirug¨ªas rutinarias llevan paradas desde principios de diciembre en el Pa¨ªs Vasco; en Catalu?a, el ¨²nico gran centro que las mantiene con normalidad es el Vall d¡¯Hebron; en Navarra y Arag¨®n se han eliminado aproximadamente una tercera parte de estas intervenciones no urgentes.
Estas cuatro comunidades figuran a la cabeza de camas ocupadas por pacientes covid en sus UCI (que supera el 44% en Catalu?a). La media en Espa?a es un 23,6%, rozando lo que el sem¨¢foro covid considera riesgo muy alto (m¨¢s del 25%), un umbral que superan la mitad de las provincias espa?olas. Estos porcentajes, que no incluyen pacientes de otras patolog¨ªas, est¨¢n calculados sobre el total de camas posibles, no sobre las estructurales.
Cuando los hospitales est¨¢n en su l¨ªmite estructural hay consecuencias sobre el tipo de pacientes que se derivan a cuidados intensivos. Un especialista de un hospital de Arag¨®n que prefiere no identificarse cuenta que en estas circunstancias la planta se llena de enfermos muy graves que en otro momento ¡°se estar¨ªan beneficiando de cuidados intensivos¡±. ¡°Hay algunos que los tienes que meter s¨ª o s¨ª, porque no hay otra, pero cuando el caso no est¨¢ claro, la decisi¨®n depende de la capacidad que tenemos para atenderlos¡±, explica esta fuente.
La intensivista Isabel Jim¨¦nez, del Hospital Universitario de Navarra, a?ade que al n¨²mero de ingresos se suman las bajas por coronavirus entre los profesionales sanitarios. ¡°En general estamos muy cansados. Muy cansados de la situaci¨®n porque llevamos ya dos a?os y esto se est¨¢ haciendo muy duro a nivel profesional, y adem¨¢s hay mucha baja entre el personal. Est¨¢ siendo una situaci¨®n muy dif¨ªcil otra vez¡±. Esas bajas en UCI no se cubren, explica Jim¨¦nez, porque no hay nadie para hacerlo: ¡°Nosotros nos sustituimos a nosotros mismos porque no tenemos otra. El problema de la UCI es que somos especialistas muy minoritarios¡±, explica esta m¨¦dica.
Aunque la situaci¨®n de muchos hospitales ya es tensa y ha superado con mucho a la cuarta y quinta ola, en t¨¦rminos generales est¨¢ lejos de los peores momentos de la pandemia. En la tercera (enero de 2021), la m¨¢s alta de la que hay datos fiables (en la primera el caos fue tal que no est¨¢ claro cu¨¢ntos pacientes llegaron a requerir cuidados intensivos al mismo tiempo) llego a haber el doble de ingresados por covid en las UCI.
La ministra de Sanidad, Carolina Darias, ha manifestado esta semana que la previsi¨®n es que no se alcancen las cotas de hace un a?o. Aunque la ¨®micron ha multiplicado por m¨¢s de tres la incidencia acumulada (que el viernes estaba en 3.192 casos por 100.000 habitantes a 14 d¨ªas), las vacunas y una menor virulencia de la variante han evitado la saturaci¨®n completa. ¡°Seg¨²n datos recogidos entre 13 y 26 diciembre: menos de 2% de los diagnosticados fueron hospitalizados, comparado al 6% de los meses previos y 8% en tercera ola¡±, dijo Darias el mi¨¦rcoles.
El efecto de las terceras dosis
En la contenci¨®n de la ocupaci¨®n de las UCI parecen estar teniendo un papel importante las terceras dosis de la vacuna. A falta de datos s¨®lidos que confirmen esto, es lo que observan los coordinadores en estas ¨¢reas. ¡°Por lo que hablo con mis colegas, todos coincidimos en que entre un 60% y un 80% de quienes est¨¢n ingresando ahora son personas sin vacunar, un porcentaje que ha subido en las ¨²ltimas semanas, muy probablemente porque los m¨¢s vulnerables estaban recibiendo las dosis de refuerzo¡±, explica Castellanos. La probabilidad de ingresar en cuidados intensivos se multiplica por 16 entre los sexagenarios sin vacunar, la franja de edad que durante la pandemia ha ocupado m¨¢s camas de UCI (en edades mayores la fragilidad es a veces tal que no llegan a estas unidades en situaciones graves).
El presidente la SEMICYUC asegura que es extra?¨ªsimo que personas con las tres dosis y sanas acaben en cuidados intensivos: ¡°Entre los vacunados que tenemos ingresados, la mayor¨ªa es porque tienen dos pinchazos, o uno en caso de Janssen; y es muy frecuente que padecieran otras patolog¨ªas, como diabetes, obesidad, hipertensi¨®n o alg¨²n tipo de inmunosupresi¨®n¡±.
La jefa del servicio de medicina intensiva del Germans Trias, Pilar Ricart, coincide con que m¨¢s de la mitad de los pacientes cr¨ªticos del centro son personas no vacunadas de m¨¢s de 60 a?os. ¡°Duele ver pacientes sin una sola dosis que acaban intubados, deteriorados f¨ªsicamente o muriendo¡±, lamenta. ¡°Tenemos que ser conscientes de que la vacunaci¨®n se presenta como una soluci¨®n¡±.
La situaci¨®n en las unidades de cr¨ªticos, en todo caso, es algo m¨¢s manejable que en olas anteriores porque el porcentaje de ingresos hospitalarios que terminan en las UCI es ¡°un tercio¡±, en relaci¨®n con la variante delta, seg¨²n asegura la secretaria de Salud P¨²blica de la Generalitat, Carmen Cabezas. ¡°El perfil del paciente no ha cambiado demasiado¡±, insiste, ¡°lo que un se trata es el cuadro cl¨ªnico de la enfermedad y no es tan diferente cuando se requiere el ingreso en la UCI¡±.
El jefe de la unidad de cr¨ªticos del Hospital de Cruces (Barakaldo, Bizkaia), Ferm¨ªn Labayen, asegura que los enfermos m¨¢s graves son cada vez m¨¢s j¨®venes, de entre 45 y 65 a?os, y principalmente personas no vacunadas (el 80%) y en menor medida pacientes trasplantados y con postratamiento inmunosupresivo potente.
En Euskadi, en solo dos semanas, el n¨²mero de ingresos hospitalarios se ha duplicado y roza ya el millar. Labayen cree que la red de Osakidetza ¡ªel Servicio Vasco de Salud¡ª ¡°est¨¢ preparada¡± para soportar este aumento de la ocupaci¨®n hospitalaria. La red p¨²blica se encuentra en el escenario 3 del plan de contingencia, con 427 camas habilitadas en las UCI, que podr¨ªan llegar a las 692 plazas en el peor de las situaciones. ¡°En la moral de los profesionales¡±, apunta el jefe de las UCI de Cruces, ¡°se observa un cierto cansancio, como sucede en el conjunto de la poblaci¨®n¡± por la larga duraci¨®n de la crisis sanitaria.
El Pa¨ªs Vasco es una de las puntas de lanza de esta sexta ola, que parece estar tocando a su techo en los puntos m¨¢s calientes. Previsiblemente, la situaci¨®n en los hospitales seguir¨¢ empeorando todav¨ªa unas semanas despu¨¦s de que esto suceda. Lo que pase finalmente en ellos y la letalidad dar¨¢n la medida de la gravedad que ha adquirido el coronavirus y hasta qu¨¦ punto la covid se puede empezar a manejar como una enfermedad m¨¢s, como pretende el Gobierno.
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