Emerge un esc¨¢ndalo oculto durante d¨¦cadas en la Iglesia de Barcelona: un cura pederasta con un piso para org¨ªas con monaguillos
El vicario del p¨¢rroco de San F¨¦lix Africano, un testigo clave, confirm¨® todo antes de morir tras la denuncia de una v¨ªctima, a la que la di¨®cesis ha ocultado la verdad durante m¨¢s de un a?o
EL PA?S puso en marcha en 2018 una investigaci¨®n de la pederastia en la Iglesia espa?ola y tiene una base de datos actualizada con todos los casos conocidos. Si conoce alg¨²n caso que no haya visto la luz, nos puede escribir a: abusos@elpais.es. Si es un caso en Am¨¦rica Latina, la direcci¨®n es: abusosamerica@elpais.es.
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El arzobispado de Barcelona ha admitido un grave esc¨¢ndalo de pederastia oculto durante d¨¦cadas en la iglesia de San F¨¦lix Africano, un caso desvelado por EL PA?S tras una acusaci¨®n de abusos al p¨¢rroco, Jos¨¦ Marin¨¦ Jorba, en los a?os setenta. Uno de sus antiguos monaguillos, Aurelio ?lvarez, lo denunci¨® en 2023 en el arzobispado, que ahora le ha informado de que la investigaci¨®n can¨®nica abierta ha desvelado un escenario de horror que describe una red de pederastia organizada en torno a los ni?os de la parroquia, situada en el barrio Ciutadella-Vila Ol¨ªmpica: el cura dispon¨ªa de un piso donde llevaba a los monaguillos para agredirlos sexualmente, una vivienda gestionada por otro cura m¨¢s joven por donde pasaban otros adultos, que acud¨ªan incluso con una contrase?a. As¨ª lo ha confirmado un testigo clave, el vicario parroquial, Pere Mu?oz, que hab¨ªa guardado silencio hasta ahora tras asistir durante a?os a sus abusos ¨DMarin¨¦, que antes pas¨® por Santa Coloma de Gramenet, fue p¨¢rroco en este lugar hasta 1990¨D. El arzobispado ha permitido a ?lvarez leer su declaraci¨®n, seg¨²n ha relatado a este diario.
De este modo Aurelio ?lvarez ha descubierto que la verdad era a¨²n m¨¢s terror¨ªfica de lo que imaginaba. Adem¨¢s asegura que ha conseguido contactar con otros cuatro monaguillos y una mujer de la ¨¦poca, de un grupo a las que Marin¨¦ preparaba espiritualmente para ser monjas y que llamaban beatas, que tambi¨¦n confirman todo: ¡°El ambiente era muy sectario y t¨®xico. Ha sido muy dif¨ªcil y muy duro. Nos ha dejado a todos destrozados. Yo denominar¨ªa a este lugar la iglesia del terror¡±. Este diario ha confirmado adem¨¢s algunos detalles con otros testigos. La archidi¨®cesis de Barcelona, consultada el viernes por la ma?ana, respondi¨® que no pod¨ªa contestar a las preguntas de este diario hasta el lunes.
El vicario fue localizado en Cartagena, donde viv¨ªa ya retirado y con avanzada edad. Al prestar declaraci¨®n no solo confirm¨® la acusaci¨®n de ?lvarez, sino que ampli¨® la dimensi¨®n del esc¨¢ndalo. Esta v¨ªctima afirma que, seg¨²n la informaci¨®n que ha recogido, ¡°tanto monaguillos como beatas eran abusados en el piso por Marin¨¦, tres curas m¨¢s y un seminarista¡±. ?lvarez confirma que el padre Mu?oz nunca le agredi¨® a ¨¦l ni a los otros monaguillos, ¡°pero fue c¨®mplice con su silencio¡±. Marin¨¦, ultraconservador y que sigui¨® celebrando la misa en lat¨ªn de espaldas, era una persona muy respetada en el barrio.
?lvarez explica que Marin¨¦ ¡°utilizaba la fe para normalizar el abuso y, al mismo tiempo, creaba un ambiente competitivo entre los monaguillos, fomentando celos, envidias y disputas, ten¨ªa favoritos entre ellos, que se convert¨ªan en captadores de m¨¢s v¨ªctimas¡±. ¡°En mi caso, abusaba de m¨ª aparte, separado del resto, debido a mi car¨¢cter rebelde. Seg¨²n me cuentan los otros monaguillos, les dec¨ªa que yo no participaba de los ¡®retiros espirituales¡¯, como los llamaba, porque me resist¨ªa a los actos y pruebas, y pod¨ªa estropear todo. Yo me quedaba solo cuando se iban y cuando les preguntaba d¨®nde hab¨ªan estado no contestaban. Solo Marin¨¦ me dijo un par de veces: ¡®En un sitio muy bonito en el que t¨² nunca vas a estar por portarte mal¡¯¡±, relata.
Un monaguillo del grupo era Miguel ?ngel Barco, que luego se hizo sacerdote y protagoniz¨® un sonado incidente en Zaragoza en 2014, como p¨¢rroco de ?pila, al ser acusado de acosar a un di¨¢cono de 27 a?os con el que conviv¨ªa. ?l neg¨® las acusaciones, pero el arzobispo de Zaragoza, Manuel Ure?a, pag¨® al di¨¢cono 60.000 euros, aunque asegur¨® que no daba cr¨¦dito a las acusaciones. El asunto acab¨® costando el puesto al arzobispo y su salida de la di¨®cesis. Barco luego fue expulsado del sacerdocio por el Vaticano en 2018. Contactado por este diario, ha negado que sufriera o presenciara abusos de Marin¨¦, defiende la inocencia del sacerdote, y asegura que cuenta con el testimonio de otros dos monaguillos de la ¨¦poca que opinan como ¨¦l.
La archidi¨®cesis de Barcelona, que si bien ha financiado una terapia a la v¨ªctima, se neg¨® por otro lado a indemnizarla con el argumento de que el acusado ya estaba muerto y, pese a saber la verdad, durante un a?o no inform¨® a la v¨ªctima de sus averiguaciones ni de que se hab¨ªan confirmado los abusos. Todo bajo el mando del cardenal Juan Jos¨¦ Omella, que entonces era presidente de la Conferencia Episcopal (CEE), cargo que dej¨® en marzo. Este diario ya public¨® el pasado mes de octubre varios testimonios de v¨ªctimas muy cr¨ªticas con el trato recibido en este arzobispado. Por otro lado, la Iglesia espa?ola sigue cuestionando los testimonios de las v¨ªctimas y solo se cree dos de cada diez, seg¨²n emerge de su pol¨¦mica clasificaci¨®n de casos como probados o no probados, in¨¦dita en el resto de pa¨ªses cat¨®licos donde se ha investigado el esc¨¢ndalo.
El arzobispado ten¨ªa ya la declaraci¨®n del vicario en la primavera de 2023, pero no dijo nada a la v¨ªctima. Ante las preguntas de esta, ansiosa por saber si se confirmaban sus acusaciones, le respondi¨® con un mail en abril de 2024: ¡°Buenos d¨ªas, informarle que en su expediente se dict¨® Decreto que fue remitido al Tribunal Eclesi¨¢stico de Cartagena, que es quien debe darle cumplimiento al ser la di¨®cesis donde reside el padre Mu?oz. Por nuestra parte, vamos haciendo el seguimiento constante para su ¨ªntegro cumplimiento, por lo que esperamos tener m¨¢s noticias pr¨®ximamente¡±.
Tras la insistencia de ?lvarez, por fin el mes pasado, un a?o despu¨¦s, el arzobispado le dio informaci¨®n, pero solo despu¨¦s de que el vicario falleciera, y por medio de un enigm¨¢tico correo electr¨®nico: ¡°Nos han informado de la defunci¨®n ayer de Mn. Pere Mu?oz Iranzo. Seg¨²n consta en el Decreto dictado por nuestro Tribunal Eclesi¨¢stico, acreditado el silencio de Mn. Pere Mu?oz Iranzo ante los hechos sucedidos, se le impuso el remedio penal de reprensi¨®n, acompa?ado de penitencia, consistente en pedirle perd¨®n por escrito a Ud., Sr. ?lvarez, as¨ª como al resto de v¨ªctimas perjudicadas. (¡) Desgraciadamente, la enfermedad y muerte de Mn. Pere Mu?oz Iranzo ha impedido que llegara a formalizarse por escrito este perd¨®n, pero s¨ª lo manifest¨® oralmente en su ¨²ltima residencia. Por ello, perm¨ªtanos que, en su nombre, le traslademos la petici¨®n de perd¨®n que Mn. Pere Mu?oz Iranzo verbaliz¨® antes de morir¡±. Fue as¨ª como Aurelio ?lvarez se enter¨®, burocr¨¢ticamente, no solo de que se confirmaban sus acusaciones, sino de que hab¨ªa m¨¢s v¨ªctimas. Traducido, la archidi¨®cesis de Barcelona hab¨ªa ¡°acreditado el silencio¡± del vicario sobre los abusos, y le impuso una pena de penitencia y que pidiera perd¨®n a la v¨ªctima por escrito. Pero en un a?o no le dio tiempo, solo fue verbal, y al final ha sido la di¨®cesis la que lo transmiti¨®.
Pero ?lvarez a¨²n no sab¨ªa de qu¨¦ le ped¨ªa perd¨®n y sobre qu¨¦ hab¨ªa guardado silencio, la archidi¨®cesis no se lo explicaba. Le quedaba por descubrir lo m¨¢s asombroso. Pero fue solo porque, de nuevo, se empe?¨® en ello. Exigi¨® conocer el contenido de la declaraci¨®n del vicario y el arzobispado por fin le cit¨® para mostrarle el texto el mes pasado. No le dieron copia, porque en los procesos can¨®nicos la v¨ªctima no tiene derecho pr¨¢cticamente a nada, ni siquiera a copia de la sentencia. Fue entonces cuando conoci¨® que en realidad exist¨ªa toda una trama pederasta organizada por el p¨¢rroco y los terror¨ªficos detalles. Sali¨® del arzobispado con una sensaci¨®n de liberaci¨®n, de que por fin le cre¨ªan, despu¨¦s de tantos a?os de sufrimiento, aunque tardaron un a?o en dec¨ªrselo, y a rega?adientes.
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