El fiscal general de Bolivia reabre el caso del pederasta espa?ol que abus¨® y fotografi¨® a un centenar de v¨ªctimas
El responsable del ministerio p¨²blico critica a la Compa?¨ªa de Jes¨²s por ocultar los resultados de su investigaci¨®n interna contra Lucho Roma y la acusa de mantener ¡°una conducta totalmente reprochable¡±


EL PA?S puso en marcha en 2018 una investigaci¨®n de la pederastia en la Iglesia espa?ola y tiene una base de datos actualizada con todos los casos conocidos. Si conoce alg¨²n caso que no haya visto la luz, nos puede escribir a: abusos@elpais.es. Si es un caso en Am¨¦rica Latina, la direcci¨®n es: abusosamerica@elpais.es.
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El fiscal general del Estado de Bolivia, Juan Lanchipa Ponce, orden¨® la tarde de este lunes (medianoche de este martes en Espa?a) reabrir el caso de pederastia del cura catal¨¢n Lucho Roma, que abus¨® y fotografi¨® al menos a un centenar de ni?as ind¨ªgenas y lo dej¨® todo por escrito. La reacci¨®n llega un d¨ªa despu¨¦s de que EL PA?S publicara el art¨ªculo Los manuscritos de Charagua, una investigaci¨®n que destapa c¨®mo Lucho Roma anot¨® en unos manuscritos las agresiones sexuales que realiz¨® a decenas de menores mientras era misionero, c¨®mo sus superiores realizaron una investigaci¨®n que confirm¨® los cr¨ªmenes y, con la muerte de Roma en 2019, escondieron los hallazgos en un caj¨®n. ¡°Ahora tenemos la posibilidad material de contar con suficientes elementos para reiniciar la investigaci¨®n en el caso de este sacerdote jesuita fallecido. La investigaci¨®n va en contra de los encubridores tomando en cuenta que el principal autor de estos abusos falleci¨® el a?o 2019, tenemos varios elementos que nos permitir¨¢n continuar la investigaci¨®n para establecer responsabilidades¡±, ha afirmado Lanchipa ante los medios bolivianos.
El fiscal general tambi¨¦n ha criticado duramente a la Compa?¨ªa de Jes¨²s por su gesti¨®n de los casos de abusos que conoce y la ha acusado de mantener ¡°una conducta totalmente reprochable en cuanto a proteger y encubrir estos delitos¡±. Y es que los jesuitas ocultaron los documentos internos de la investigaci¨®n contra Roma durante cuatro a?os y no lo denunciaron ante las autoridades civiles hasta hace uno, cuando EL PA?S public¨® un primer diario de otro jesuita espa?ol, el sacerdote ya fallecido Alfonso Pedrajas, que a su vez admiti¨® haber agredido al menos a 85 ni?os desde los a?os setenta hasta los noventa y c¨®mo sus superiores encubrieron sus cr¨ªmenes. Fue entonces cuando la Compa?¨ªa acudi¨® a la sede de la Fiscal¨ªa General y entreg¨® el sumario de Lucho Roma, pero los tribunales archivaron el caso porque no encontraron v¨ªctimas.
El mismo d¨ªa de la publicaci¨®n de Los Manuscritos de Charagua, los jesuitas publicaron un comunicado en el que reconoc¨ªan que sus actuaciones ante el caso de este pederasta ¡°fueron, negligentes, indolentes y nefastas¡±, y tambi¨¦n urgieron al ministerio fiscal a que reabriera la causa para que depure ¡°responsabilidades de quienes pudieron conocer los hechos y no¡± actuaron ¡°conforme a ley¡±.
Como respuesta, la Comunidad Boliviana de Sobrevivientes de Abuso Sexual Eclesial subray¨® este lunes en una carta p¨²blica que esas ¡°responsabilidades¡± que se?ala la Compa?¨ªa en su comunicado no solo deben recaer sobre los altos cargos que estaba al frente de la orden cuando ocurrieron los hechos, sino sobre toda la instituci¨®n, ya que estos mandatarios jesuitas actuaban en nombre de la congregaci¨®n: ¡°No lo denunciaron a la justicia ordinaria, configurando omisi¨®n y encubrimiento institucional, adem¨¢s de obstrucci¨®n a la justicia, que prolonga el sufrimiento de las v¨ªctimas, y socava la confianza en esa organizaci¨®n religiosa. Demandamos una investigaci¨®n profunda y transparente sobre estas acusaciones para sancionar a los responsables¡±. Esta asociaci¨®n lleva varios meses reuniendo a decenas de v¨ªctimas de abusos en la Iglesia, entre ellas tambi¨¦n de Lucho Roma, para registrar una querella colectiva contra la Compa?¨ªa de Jes¨²s por encubrimiento.
Revisar la historia del pederasta Lucho Roma es un viaje al infierno. El jesuita catal¨¢n, nacido en 1935, viaj¨® como misionero con 18 a?os a Latinoam¨¦rica, donde pasar¨ªa el resto de vida. El primer registro donde se tiene constancia de que agredi¨® sexualmente a menores fue entre 1983 y 1994, en la regi¨®n de los Yungas, cercana a la ciudad de La Paz, donde desempe?aba un alto cargo de la orden. All¨ª se desplazaba los fines de semana para visitar la comunidad Trinidad y Pampa y abusaba de decenas de menores, seg¨²n aparece en los informes elaborados por los jesuitas durante su investigaci¨®n interna contra Roma.
Tras su paso por La Paz, Roma lleg¨® a Charagua en 1994, un pueblo al sureste de Bolivia (por entonces de unos 2.500 habitantes) y cuya poblaci¨®n mayoritaria era guaran¨ª. Fue en esta localidad donde empez¨® a escribir sus manuscritos y a dejar constancia de lo que les hac¨ªa a las v¨ªctimas: engatusarlas con dulces y ropa para luego abusar de ellas y fotografiarlas o grabarlas en v¨ªdeo. Lo hac¨ªa tanto en su habitaci¨®n o durante las excursiones que organizaba a un riachuelo cercano al pueblo. Siempre las llevaba en grupo. ¡°Hoy han pasado por mi cuarto 10 ni?as y habr¨¦ sacado unas 95 fotos de chiquitas queridas¡±, escribi¨® en una de sus entradas.
Cr¨ªmenes
En ese diario, Roma anot¨® el nombre de al menos 70 ni?as, aunque el n¨²mero de v¨ªctimas supera con creces el centenar, seg¨²n se desprende de la investigaci¨®n interna. ¡°Toco con mis manos el conjunto... siento el calor de la zona ¨ªntima, ?con calorcito natural! ?Qu¨¦ hermosas estas ni?as, desnudas huelen a jaboncillo!¡±, es otro de los numerosos fragmentos donde el jesuita describe sus cr¨ªmenes.
Roma abandona Charagua en 2005 y aterriza en Sucre, donde es la primera vez que alguien descubre su archivo secreto. La mujer que limpiaba la habitaci¨®n del pederasta se top¨® en 2006 con recortes de fotograf¨ªas donde aparec¨ªan escenas expl¨ªcitas de una violaci¨®n de Roma a una menor. En el interrogatorio que le hicieron los jesuitas en el marco de la investigaci¨®n interna, esta mujer dijo que tuvo miedo y no lo cont¨® hasta 2016. Lo hizo a otro jesuita. Este, a su vez, declar¨® que lo denunci¨® ante el provincial (el m¨¢ximo cargo de poder de la orden) y que este tampoco hizo nada.
Como esta mujer, otros dos excompa?eros de Roma tambi¨¦n encontraron en 2008 el material pederasta dentro del ordenador com¨²n de la comunidad donde viv¨ªan los jesuitas. Uno de ellos lo comunic¨® a su superior, pero este no hizo nada. El otro religioso no lo denunci¨®, pero guard¨® una decena de las fotograf¨ªas que encontr¨® en el computador en una memoria USB. Guard¨® ese material hasta 2019, cuando, decidido a contar lo que vio, se le entreg¨® a un periodista de la agencia Efe para que publicase el caso. El reportero fue a la sede de la orden antes de publicar su reportaje Romano public¨® que los jesuitas indagaban un nuevo caso de abusos en su seno, pero en el reportaje no informaba de la identidad del agresor ni del lugar y fechas de las agresiones.
La Compa?¨ªa abri¨® entonces la investigaci¨®n interna y encontraron todo el material que Roma escond¨ªa en su cuarto. Tambi¨¦n interrogaron a sus compa?eros, analizaron los manuscritos e incluso consiguieron una confesi¨®n por escrito del pederasta. Poco despu¨¦s de que la investigaci¨®n terminase, y a punto de que los investigadores redactasen las conclusiones, Roma falleci¨® en agosto de 2019. Los jesuitas ocultaron en un caj¨®n el informe de sus pesquisas, los resultados de esta y no abordaron las conclusiones que los inspectores hab¨ªan remarcado: encontrar a las v¨ªctimas y repararlas.
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