Un verano con 6.000 m¨¦dicos menos: la dif¨ªcil radiograf¨ªa de la sanidad en vacaciones
A los problemas estructurales de hospitales y centros de salud durante la ¨¦poca estival, este a?o se suma que los residentes acaban m¨¢s tarde por culpa de la pandemia, y no podr¨¢n cubrir las vacantes
Cada verano, la sanidad p¨²blica tiene un problema: las vacaciones dejan diezmadas unas plantillas ya de por s¨ª insuficientes¡ªse calcula un d¨¦ficit de 5.874 doctores en toda Espa?a¡ª y es imposible contratar m¨¦dicos para suplir todas las vacantes. Sencillamente, no hay. Este a?o el sistema se topa con una dificultad a?adida: el recurso de contratar temporalmente a los MIR que terminan la residencia para cubrir el periodo vacacional ...
Cada verano, la sanidad p¨²blica tiene un problema: las vacaciones dejan diezmadas unas plantillas ya de por s¨ª insuficientes¡ªse calcula un d¨¦ficit de 5.874 doctores en toda Espa?a¡ª y es imposible contratar m¨¦dicos para suplir todas las vacantes. Sencillamente, no hay. Este a?o el sistema se topa con una dificultad a?adida: el recurso de contratar temporalmente a los MIR que terminan la residencia para cubrir el periodo vacacional no se podr¨¢ emplear; normalmente la finalizan en mayo, pero los que se incorporaron en 2020 no lo hicieron hasta septiembre por culpa de la pandemia, as¨ª que los de especialidades de cuatro a?os (la mayor¨ªa, unos 5.800 profesionales) no concluyen hasta justo despu¨¦s del verano. Estar¨¢n en los hospitales y los centros de salud, pero siguen en formaci¨®n y no son completamente aut¨®nomos.
Esto ha desatado una guerra pol¨ªtica. Las comunidades gobernadas por el PP (tambi¨¦n el Pa¨ªs Vasco, por el PNV), anticipando un ¡°verano complicado¡±, han pedido al Ministerio Sanidad que tome cartas en el asunto. Que haga algo para solucionar la situaci¨®n. La titular de la cartera, M¨®nica Garc¨ªa, ha respondido reiteradamente que son las autonom¨ªas las que tienen competencias en la gesti¨®n de la asistencia sanitaria, que son ellas las que dimensionan sus plantillas, que saben desde hace cuatro a?os que se iban a encontrar con este problema, y que no pueden acortar el periodo de residencia o dejar que los MIR act¨²en como especialistas sin ning¨²n tipo de supervisi¨®n, como han insinuado algunos consejeros, porque supondr¨ªa quebrantar la ley.
Sanidad envi¨® el 11 de junio una carta a las comunidades aut¨®nomas, que remite a la Ley 44/2003, de 21 de noviembre, de ordenaci¨®n de las profesiones sanitarias (LOPS) y al real decreto 183/2008, que la desarrolla: ¡°Estos principios incluyen la asunci¨®n progresiva de responsabilidades por parte de los residentes y un nivel decreciente de supervisi¨®n a medida que avanzan en su formaci¨®n. En el caso concreto de Medicina Familiar y Comunitaria, el programa formativo establece que los residentes de cuarto a?o deben ser capaces de hacerse cargo de forma aut¨®noma y completa de una consulta, sin la presencia del tutor, aunque con la posibilidad de recurrir a ¨¦l en caso de duda o ante situaciones complejas¡±.
La mayor¨ªa de las preocupaciones sobre las carencias del verano se centran en los m¨¦dicos de familia por varias razones. La primera es que es de por s¨ª la especialidad con m¨¢s d¨¦ficit de profesionales ¡ª4.500, seg¨²n un informe reciente encargado por el Ministerio de Sanidad¡ª en medio de una demanda creciente de asistencia que se dispar¨® durante la pandemia. Tambi¨¦n porque son estos especialistas los que atienden tanto en los centros de salud como en las urgencias hospitalarias, los puntos m¨¢s cr¨ªticos durante las vacaciones veraniegas.
V¨ªctor Pedrera, secretario general de la Confederaci¨®n Estatal de Sindicatos M¨¦dicos (CESM), explica por qu¨¦: ¡°La atenci¨®n hospitalaria se puede reorganizar en verano cerrando camas [este verano estar¨¢n operativas 10.000 menos, seg¨²n el sindicato de enfermer¨ªa Satse], programando las citas en otras fechas, postergando las operaciones no urgentes, para atender con menos personal. Pero esto en la primaria y las urgencias, por su propia naturaleza, es imposible. De hecho, en los lugares tur¨ªsticos, la demanda no es que baje, sino que sube mucho en estos dos ¨¢mbitos¡±.
La CESM augura grandes dificultades en zonas costeras de Andaluc¨ªa, Comunidad Valenciana y Baleares, donde la poblaci¨®n se multiplica en la ¨¦poca estival y donde los planes de contingencia para el verano se han basado tradicionalmente en la contrataci¨®n de estos MIR que siempre estaban disponibles a partir de junio para contratos estivales y que este verano seguir¨¢n completando su residencia. Este ser¨¢ inviable el fichaje de m¨¦dicos que terminan su formaci¨®n en otras comunidades con menos necesidad de profesionales en vacaciones.
¡°Sabemos que va a ser un verano muy complicado. La situaci¨®n solo se va a paliar, que no solucionar, doblando turnos y pagando bien las horas extra a los m¨¦dicos, que ya de por s¨ª tienen una enorme presi¨®n asistencial¡±, razona Pedrera, que pide una soluci¨®n para este problema estructural: ¡°Hay que dimensionar las plantillas teniendo en cuenta vacaciones, bajas, asistencias a congresos. Si en un centro de salud hay cinco cupos, deber¨ªa haber siete m¨¦dicos¡±.
Para eso har¨ªa falta retener a los especialistas que se forman. Muchos de los de Atenci¨®n Primaria, ante las malas condiciones laborales (demasiados pacientes, poco tiempo, pocos incentivos en zonas rurales) deciden irse a la privada, al extranjero o a las urgencias hospitalarias, mejor remuneradas. Las comunidades, de nuevo, miran al ministerio para que ampl¨ªe la convocatoria de MIR de familia, algo que, de hecho, lleva sucediendo desde 2017, y acentuadamente en los ¨²ltimos a?os. Pero el problema es m¨¢s profundo, muchas de esas plazas (246 este a?o) se quedan vacantes. No hay suficientes incentivos para que los reci¨¦n licenciados quieran ocuparlas en determinados lugares, como la Espa?a vaciada.
Necesidades de las comunidades
Pero, ?cu¨¢les son exactamente las necesidades de las comunidades para el verano? Pese a que los consejeros llevan semanas poniendo el grito en el cielo por la necesidad de m¨¦dicos, cuando se pregunta en sus departamentos, pocas tienen dimensionado cu¨¢nto personal falta para poder dar el servicio como merecer¨ªa. O no lo revelan, a preguntas de EL PA?S, que ha consultado a todos ellos. Como mucho, se limitan a constatar el n¨²mero de residentes que no terminan este verano. Madrid dice que faltan 212 en los centros de salud; Murcia, que al menos 182.
Las dem¨¢s no dan cifras de sus necesidades. Eso s¨ª, todas las que responden, aseguran que garantizar¨¢n la asistencia. Pese al desastre que muchas auguraban en declaraciones en torno a las ¨²ltimas reuniones que han tenido con la ministra, cuando se les pregunta, niegan la mayor. Madrid afirma que no cerrar¨¢ consultorios ni camas. Andaluc¨ªa, que viene pregonando desde mayo ¡°un verano complicado¡± tampoco clausurar¨¢ ning¨²n centro de salud y har¨¢, seg¨²n la consejer¨ªa, m¨¢s contrataciones que el verano pasado (aqu¨ª incluye, m¨¢s que m¨¦dicos, otro personal sanitario). Castilla y Le¨®n no cerrar¨¢ ¡°ning¨²n consultorio¡± y tiene un plan para ¡°salvar la sanidad este verano¡± con contrataci¨®n de enfermeras y pago de peonadas a los m¨¦dicos para trabajar por las tardes. En algunas comunidades, como Murcia o Arag¨®n, admiten el cierre de un peque?o porcentaje de consultorios, pero argumentan que desplazar¨¢n a los pacientes a otros cercanos.
Imposible hacer una radiograf¨ªa de c¨®mo est¨¢n planificados los recursos en todo el territorio o comparar la situaci¨®n entre regiones. No solo porque cada comunidad aut¨®noma facilita datos que son dif¨ªcilmente homologables a las dem¨¢s (si es que aportan alguno), sino porque cada una tiene unas necesidades asistenciales muy diferentes: en Arag¨®n, por ejemplo, 126 centros de salud se reparten por un territorio siete veces m¨¢s grande que Madrid, que sextuplica su poblaci¨®n. La forma de repartir m¨¦dicos y refuerzos no tiene nada que ver en una y otra. Tampoco es posible la comparaci¨®n entre localidades que quedan a medio gas en verano con respecto a otras que llegan a multiplicar su poblaci¨®n por 10.
Y, este verano, m¨¢s que nunca, pese a las buenas palabras de las consejer¨ªas ¨Do del pesimismo seg¨²n el momento¨D, no se sabr¨¢ hasta qu¨¦ punto los recursos son escasos hasta que comiencen a entrar los pacientes por las puertas de las urgencias y los centros de salud.